Presidente.- Señoras y señores, muy buenos días y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.
He querido comparecer después de la reunión del Consejo de Ministros para realizar ante ustedes y ante el conjunto de la sociedad española una valoración más detallada de los atentados terroristas del pasado jueves en Cataluña.
Evidentemente, es una cuestión que hoy hemos analizado con detalle en la reunión del Consejo de Ministros. El resto de acuerdos adoptados los encontrarán, como siempre, en la Referencia que les facilitaremos en breve.
Como todos ustedes saben, hasta el momento el balance provisional de los atentados de Cataluña es de quince personas asesinadas. La mayoría eran transeúntes en las Ramblas de Barcelona, que fueron arrolladas por una furgoneta conducida por uno de los terroristas. Las otras dos víctimas mortales son un joven asesinado por el mismo terrorista en su huida y una mujer atropellada por miembros de la misma célula en Cambrils.
En estos momentos permanecen ingresadas en distintos centros hospitalarios veintisiete personas. Solo puedo decir que están en las mejores manos y que confiamos en su plena recuperación.
Por lo que se refiere al grupo terrorista, y con la lógica prevención en los datos ya que la investigación sigue abierta y durará tiempo, podemos decir que el núcleo básico de la célula terrorista ha sido completamente desarticulado en apenas cien horas desde el atentado. Ello dice mucho de la preparación y capacidad de los Mossos, a quienes, junto a los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil que han participado en la investigación, quiero felicitar desde aquí una vez más.
La investigación que dirige el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu irá desentrañando todos los elementos que se encuentran detrás de estos graves atentados. Ayer, como saben, se mantuvo una reunión de trabajo en la Audiencia en la que se fijaron los criterios para la investigación de los hechos a partir de ahora; una investigación que estará centralizada en el CITCO, (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado). Estoy convencido que está investigación contarán con la eficacia de nuestros agentes y con la cooperación de los países amigos y socios que, no solo nos han hecho llegar su solidaridad, sino su disposición a colaborar en la respuesta a estos atentados.
Quiero agradecer a todas las personas que se han volcado durante estos días para atender a las víctimas y desarticular al comando responsable del atentado. A todos, sin excepción y sin exclusión alguna. A todos debemos reconocer el esfuerzo, la generosidad en la entrega y la cercanía para con las víctimas.
Hablo de los Mossos, que han hecho un enorme trabajo; pero también de los agentes de la Guardia Urbana y Policía Local de tantos pueblos de Cataluña. Hablo también de la Policía Nacional, la Guardia Civil y de los servicios de inteligencia, que han colaborado desde el primer minuto en las investigaciones para que estas llegaran a buen término.
Hablo del personal sanitario, que, sin duda, ha salvado la vida de muchas víctimas, y de los servicios de protección civil.
Hablo también del conjunto de los ciudadanos de Barcelona y de toda Cataluña. Se han volcado en donaciones de sangre, en la atención a los afectados y en la colaboración con las fuerzas de seguridad.
También quiero reconocer desde aquí el esfuerzo que han hecho los medios de comunicación para informar al conjunto de la sociedad de lo que estaba ocurriendo y su diligencia a la hora de seguir las indicaciones que les hicieron llegar los responsables de la investigación, mientras esta estuvo abierta.
Permítanme también hacer un reconocimiento expreso a la Corona y su reacción inmediata ante los hechos. La presencia de los Reyes Don Felipe y Doña Letizia en la Ciudad Condal, su asistencia a los distintos actos que allí se han vivido y su atención a las víctimas, han permitido trasladar a Barcelona y a toda Cataluña los sentimiento de duelo, de cariño y de profunda solidaridad de España para con los afectados por estos terribles atentados.
Por lo que se refiere a la respuesta de las distintas Administraciones, quiero destacar que la misma tarde del jueves, en cuanto tuvimos conocimiento de la gravedad y la naturaleza de los hechos acaecidos en Barcelona, se activaron todos los protocolos de actuación entre las diferentes Administraciones competentes con dos ejes prioritarios: la investigación de los hechos y la atención inmediata a las víctimas del acto terrorista.
Vuelvo a repetir que esta coordinación ha sido fluida y constante, tanto en el nivel de decisión política, como en el nivel técnico de responsabilidades policiales. Desde el minuto cero tras conocer los hechos ocurridos en la Rambla de Barcelona, el Gobierno de España y el Gobierno de la Generalitat, mediante el delegado del Gobierno en Cataluña y el consejero de Interior de la Generalitat, acuerdan la constitución de un gabinete de crisis para reforzar la colaboración y coordinación de las Administraciones. El Gabinete recibe información en tiempo real del centro ejecutivo de control y seguimiento que tenía la Generalitat desde el primer momento. Siempre hubo allí miembros de la Guardia Civil y de la policía Nacional.
Después de haber mantenido un primer contacto con el presidente Puigdemont, yo mismo me trasladé de manera inmediata a Barcelona. Lo mismo hicieron la vicepresidenta del Gobierno y el ministro del Interior para tratar sobre el terreno dadas las circunstancias tan graves que estaban sucediendo.
El viernes 18, tras el minuto de silencio señal de duelo, que estuvo presidido, como saben, por el Rey Don Felipe, se convocó una nueva reunión del comité de coordinación entre Administraciones, que tuve la ocasión de presidir. Asistieron, entre otros, el presidente Puigdemont, la alcaldesa Ada Colau, la vicepresidenta del Gobierno y los ministros de Interior y Sanidad, así como varios consellers. También estuvieron presentes representantes de los Mossos, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para analizar de manera conjunta y coordinada la situación y la atención a las víctimas.
Previamente, la ministra de Sanidad, junto con el presidente de la Generalitat y el consejero de Sanidad, habían visitado conjuntamente a los heridos en los diferentes hospitales de Barcelona. Ya por la tarde de ese mismo viernes, la vicepresidenta del Gobierno recibió a los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y Francia, con los que realizó una reunión de trabajo a la que asistió un conseller de la Generalitat.
Mientras tanto, en el Ministerio del Interior, en Madrid, se activaron las acciones para reforzar la cooperación policial, tanto dentro, como fuera de España. Se intensificaron todas las vías de comunicación, tanto con Francia, como con Marruecos, y se preparó la reunión de la Mesa de Valoración de la amenaza terrorista del sábado día 19.
Ese sábado se realiza la reunión de la Mesa de Valoración de la amenaza terrorista. A esta reunión asistieron representantes del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos, Ertzaintza, el Centro Nacional de Inteligencia, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y el Departamento de Seguridad Nacional. Quiero remarcar el carácter de cooperación y lealtad entre los diferentes cuerpos en esta investigación que se vio y se vivió en la reunión.
En esta reunión se adoptó el acuerdo unánime, basado en las consideraciones técnicas de los máximos expertos de la lucha antiterrorista, de mantener el nivel de riesgo alto nivel 4, si bien reforzado en algunos aspectos. Yo mismo informé directamente de este acuerdo a los responsables de las principales fuerzas políticas.
Entretanto, la vicepresidenta del Gobierno visitaba la localidad de Cambrils, donde se produjo el segundo ataque, y, luego, el Ayuntamiento de Barcelona. Posteriormente, y junto con el presidente de la Generalitat, acompañó a SS.MM. los Reyes a la ofrenda floral en recuerdo de las víctimas que tuvo lugar en la Rambla de Barcelona.
El domingo, después de la misa en la Sagrada Familia en recuerdo a las víctimas, la vicepresidenta del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores, junto a representantes de la Generalitat y el Ayuntamiento, recibieron a los cónsules de países con víctimas en los atentados, para informarles de la situación de las víctimas y del dispositivo montado para atenderlas.
El lunes 21 se celebró la reunión del Pacto de Estado contra el terrorismo yihadista, con la asistencia de las fuerzas políticas, en el que se mostró un rechazo unánime al terrorismo.
A su vez, en Cataluña volvió a reunirse el comité de coordinación para evaluar y analizar la situación de manera conjunta. También se producen las primeras reuniones para la organización de la gran manifestación de repulsa de mañana sábado en Barcelona.
No voy a detallarles el resto de reuniones de carácter sectorial y local que las distintas Administraciones han mantenido con las numerosas personas afectadas por los ataques. Me refiero, por ejemplo al sector de la hostelería, el comercio o el Teatro del Liceo. En ellas han participado otros miembros del Gobierno como el ministro de Cultura y portavoz, o el ministro de Justicia.
Permítanme, sin embargo, poner en valor tres acciones que han discurrido paralelas a todas estas actuaciones.
Durante estos días, y desde un primer momento, el Centro de Coordinación e Información sobre Radicalización, dependiente del CITCO, ha estado plenamente operativo para facilitar, por un lado, la colaboración ciudadana en las investigaciones y, por otro, recoger información sobre posibles casos de radicalización y, de esta manera, prevenir y detectar cualquier brote o foco de radicalismo. De hecho, como ya recordó el ministro del Interior, el número de teléfono gratuito habilitado por el Ministerio ha recibido, a día de hoy, más de quinientas llamadas de los ciudadanos.
También mantuvimos desde el primer momento contacto permanente con los operadores de las infraestructuras críticas a través del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad.
Además, un equipo de expertos en atención a la víctimas del terrorismo dependiente del Ministerio del Interior se encuentra en Barcelona para atender directamente a las víctimas de los atentados y sus familiares, así como a los requerimientos de los consulados de los numerosos países de donde eran originarios muchos de los fallecidos o heridos.
También quiero subrayar el trabajo internacional realizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en su apoyo a las embajadas en Madrid y a los consulados en Barcelona. Desde la sede central del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se ha realizado una coordinación directa con las embajadas, y se han dado instrucciones a todas las embajadas y consulados de España en el exterior para dar máxima prioridad a la tramitación de los visados que pudieran necesitar los familiares de las víctimas que necesiten desplazarse a Barcelona. Para ello se ha establecido un punto de coordinación en la Dirección General de Asuntos Consulares a fin de facilitar y agilizar al máximo la concesión de dichos visados.
Señoras y señores,
Como recordé la misma noche de los atentados, no es la primera vez que sufrimos el ataque del terrorismo. Hemos sufrido golpes como estos en nuestra historia reciente y algunos, más terribles; pero también sabemos que a los terroristas se les vence. Nuestra democracia ha vencido al terrorismo de ETA, que causó cientos de victimas mortales durante décadas. También hemos sufrido ataques del terrorismo yihadista, pero durante más de trece años nuestras fuerzas de seguridad han conseguido evitar numerosos atentados de esta naturaleza.
Es muy importante que recordemos esto. Nuestras fuerzas de seguridad y nuestros servicios de inteligencia han detectado y detenido durante estos años a casi ochocientas personas por su vinculación con el terrorismo yihadista. En trece años se han realizado 246 operaciones antiterroristas en España y en otros países, y eso es un mérito de nuestras fuerzas de seguridad, que todos debemos reconocer.
En junio de 2015 se adoptó la decisión de fijar el nivel alto (4 sobre 5) de alerta antiterrorista; una decisión que ha facilitado que nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad hayan logrado evitar durante esos más de dos años que muchos atentados acabaran materializándose. También hoy esto debe destacarse.
Hoy quiero reiterar que las fuerzas de seguridad -todas, sin excepción alguna-- cuentan con todo nuestro apoyo. Unas fuerzas de seguridad eficaces y capacitadas científica y tecnológicamente son la base de nuestra respuesta, como también lo son unos jueces y fiscales conscientes de la importancia de su labor en investigaciones contra el terrorismo. Todos ellos deben contar con los mejores instrumentos legales.
En España hemos revisado nuestro Código Penal en dos ocasiones para combatir las nuevas formas de terrorismo yihadista. Si es necesario, volveremos a hacerlo en el futuro. Es evidente que los terroristas modifican sus comportamientos y nosotros debemos hacer lo propio. Nunca hay ni puede haber descanso en esta tarea y, por ello, es tan importante la unidad política.
En la lucha contra el terrorismo aparcar las diferencias nos hace grandes y nos hace fuertes frente a los asesinos. La unidad de los demócratas provoca la desesperanza de los criminales.
La unidad política es fundamental porque es lo que merecen las víctimas, es lo que quieren los ciudadanos y es lo que evita que las sociedades democráticas se desestabilicen cuando se producen este tipo de ataques. Insisto, la unidad política no es una frase hecha; es lo que encarna el consenso fundamental de nuestras sociedades en defensa de nuestras libertades y de nuestros valores.
Por todo ello quiero reiterar el llamamiento que hizo el ministro de Interior al conjunto de fuerzas políticas que aún no han firmado el acuerdo antiterrorista. La unidad ha de ser algo más que una foto de dolor compartida; la unidad debe ofrecer resultados en forma de reformas y de mejoras que doten a nuestros jueces, a nuestros policías y a nuestros fiscales de mejores herramientas para luchar contra esta lacra.
La coordinación policial e institucional y la unidad política en la respuesta al terrorismo --dos factores fundamentales, insisto: coordinación policial e institucional y unidad política-- se completan con un tercero: la imprescindible cooperación internacional. Estos son los instrumentos más eficaces que tenemos en nuestras manos para vencer a los terroristas.
Lamentablemente, Barcelona no ha sido una excepción, sino un elemento más en una larga secuencia de atentados terroristas en distintos lugares de Europa. Hace ya mucho tiempo que la lucha contra el terrorismo ocupa un lugar prioritario en la agenda de nuestras reuniones europeas e internacionales, y así debe seguir siendo. España ha venido haciendo aportaciones a este debate con una filosofía esencial: estamos ante una amenaza global que nos exige una respuesta global.
Esta misma semana, el ministro del Interior se reunió en París con su homólogo francés para, entre otros asuntos, perfeccionar mecanismos de colaboración en la lucha contra el terrorismo. Por mi parte, yo he pedido al presidente francés, Enmanuel Macron, que abordemos esta cuestión en la Cumbre que vamos a celebrar el próximo lunes en París los jefes de Estado o de Gobierno de Francia, Alemania, Italia y España. Mi intención es poder analizar los actuales mecanismos de cooperación en el ámbito de la Unión Europea y abordar opciones para su impulso y mejora.
Es importante recordar que en los últimos tiempos ya se han puesto en marcha multitud de nuevos instrumentos de cooperación en la Unión Europea:
- Directiva de lucha contra el terrorismo
- Directiva contra el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo
- Directiva sobre control de armas
- Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre sistemas de información e interoperabilidad.
- Sistema de entradas y salidas
- Sistema Europeo de Información y Autorización del Viaje
- Directiva PNR sobre registro de pasajeros
- Prevención en la lucha contra la radicalización en la Unión.
España ha sido promotora de muchas de estas iniciativas, del mismo modo que ahora promueve una Carta Europea de Derechos de las Víctimas.
También hemos ido aplicando a nuestra legislación, de la manera más diligente posible, todas aquellas mejoras pactadas en Europa a fin de lograr la mayor efectividad y así seguiremos haciéndolo en el futuro.
Y termino ya.
Hemos vivido días de enorme dolor y de gran zozobra. Y en esas dificultades Barcelona, Cataluña y el resto de España han dado lo mejor de sí mismas. Con solidaridad, pero también con serenidad, con aplomo y con eficacia.
Ahora, una vez que el comando ha sido desarticulado, la prioridad sigue siendo la atención a las víctimas de los atentados y recuperar cuanto antes la normalidad ciudadana. Tiempo habrá de analizar con detalle todos los pormenores de estos atentados, las conexiones que hayan podido tener los miembros del comando y las circunstancias de su radicalización. Las conclusiones de esta minuciosa investigación judicial nos aportarán datos y elementos para mejorar nuestra preparación en la lucha contra el terrorismo y para prevenir nuevos atentados.
Como dije la misma noche del jueves, estamos unidos en el dolor; pero estamos unidos, sobre todo, en la voluntad de hacer frente a esta amenaza. No es el momento de pasar página, sino de seguir firmes y determinados en la respuesta que merecen las víctimas y el conjunto de la sociedad.
Quiero aprovechar, por último, esta oportunidad para animar a todo el mundo a participar en la manifestación de mañana en Barcelona. Allí, con toda la sociedad catalana y con toda España, representada por el Rey Don Felipe y por infinidad de representantes políticos y sociales, volveremos a dar un mensaje claro de unidad y de repulsa al terrorismo, y de amor a la ciudad de Barcelona.
Sin duda, más pronto que tarde las Ramblas volverán a ser la que Lorca definió como "la calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros y antigua de sangre: la Rambla de Barcelona".