Intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Berlín (Alemania)

Presidente.- Buenas tardes a todos. Permítanme que mis primeras palabras sean de agradecimiento hacia la canciller Merkel.

Acabamos, como ella decía, de retomar en un almuerzo la normalización de las relaciones entre nuestros dos Gobiernos después de un largo período en el que España, como saben, no ha contado con un Gobierno en plenas funciones. Ha sido una reunión fructífera y muy grata, en la que hemos puesto al día el magnífico estado de las relaciones entre nuestros dos países.

Estoy muy contento de estar en Berlín con Angela Merkel, a la que felicito por su liderazgo y por la organización en Berlín con cinco grandes socios y aliados de España, en la que todos hemos constatado el carácter prioritario que otorgamos a la relación trasatlántica.

Hemos tratado, fundamentalmente, en la reunión de esta mañana asuntos de política internacional: la lucha contra el DAESH, la situación en Ucrania y nuestras relaciones con Rusia, y, como decía la Canciller, la crisis migratoria y de refugiados.

En relación con Siria, hemos manifestado nuestra honda preocupación por la crisis humanitaria, especialmente en Alepo, y por eso reiteramos la necesidad de un alto el fuego duradero que asegure el acceso humanitario sin restricciones y permita retomar las negociaciones para alcanzar una solución política bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

Respecto a Irak, hemos analizado también los progresos en la ofensiva sobre Mosul. Debemos estar preparados para el escenario post-conflicto, la estabilización y reconstrucción posterior, que permita el retorno seguro de los desplazados internos.

Libia también ha sido objeto de nuestras conversaciones. Hemos estado de acuerdo en la necesidad de fortalecer nuestro apoyo al Gobierno de Acuerdo Nacional y a los esfuerzos del representante especial de las Naciones Unidas.

Hemos hablado también de Ucrania, hemos reiterado nuestro rechazo a la invasión ilegal de Crimea y hemos subrayado la necesidad de cumplir los Acuerdos de Minsk, incluido un alto el fuego real y la celebración de elecciones en ciertas áreas de Donetsk y Lugansk, de acuerdo con las exigencias de la OSCE.

Algunos de estos conflictos, como no se les escapa a ninguno de ustedes, están en el origen de la crisis de refugiados que tanta preocupación y tantos desvelos han causado en los últimos tiempos. La Canciller me pidió que realizara una intervención introductoria sobre esta materia. He hablado de los asuntos de asilo y de los asuntos de la inmigración por motivos económicos. Ambos producen, como todos ustedes saben, desplazamientos no queridos por quienes los llevan a cabo de miles de personas y cientos de miles en búsqueda de refugio.

Expuse la experiencia española con países de África Occidental a lo largo de estos últimos años. Creo que es capital que lleguemos a entendimientos y a acuerdos con estos países, que les ayudemos, que seamos capaces de establecer cauces legales de inmigración y cooperar con estas naciones para que poco a poco vayan mejorando su nivel de vida y, por tanto, sus ciudadanos no se vean en la obligación de jugarse la vida saliendo de su país.

Y termino ya. Quiero reiterar mi agradecimiento a la canciller Merkel. En estos años hemos compartido muchas experiencias, hemos superado muchas dificultades y en todo momento ha mostrado un incuestionable compromiso europeísta y una profunda amistad con España.

Estoy absolutamente convencido de que no nos faltarán desafíos a los que hacer frente en el futuro. De algunos ellos hemos hablado aquí esta mañana; a ellos se ha referido en su intervención la Canciller. Probablemente hayamos superado lo peor de la crisis económica. España vivió una crisis con cinco años seguidos de crecimiento negativo, cinco años en los cuales perdió el 10 por 100 de su Producto Interior Bruto; pero ya el año que viene, 2017, recuperaremos ese nivel de PIB. Ya llevamos tres años creciendo, dos por encima del 3 por 100, se está creando empleo a muy buen ritmo y esperamos continuar así en el futuro.

Gracias, Ángela, por tu amistad; gracias. Creo que el pueblo español y el pueblo alemán son amigos. Ambos Gobiernos vamos a seguir trabajando con determinación para seguir avanzando en el proyecto europeo; vamos a darle relevancia especial y a convertir en prioridad lo que son los problemas reales de los ciudadanos y, desde luego, vamos a seguir defendiendo valores como la tolerancia, la solidaridad y los ideales, que han hecho de Europa un referente de paz y de progreso en todo el mundo. Muchas gracias.