Intervención del presidente del Gobierno Mariano Rajoy tras la Cumbre del G-20

8.7.2017

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Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.

Comparezco, como saben, para darles cuenta de la Cumbre del G-20 de Hamburgo que se ha celebrado en los días de ayer y de hoy; pero permítanme que antes de nada muestre mi satisfacción por la noticia de la excarcelación del dirigente opositor venezolano Leopoldo López.

Después de haber pasado más de tres años en la cárcel de Ramo Verde creo que todos deberíamos celebrar la noticia. Es cierto que no se encuentra en libertad, sigue en arresto domiciliario; pero, al menos, está en su casa acompañado de su familia que tanto ha luchado por él. Valoramos lo ocurrido como un paso en la buena dirección, un primer paso pero importante, que debería significar el inicio de un proceso de reconciliación nacional y la completa liberación de todos los presos políticos.

Precisamente la situación de Venezuela ha sido objeto de atención en los debates de esta Cumbre del G-20, aunque no figuraba, como saben, en el orden del día, y todos los líderes iberoamericanos hemos expresado nuestra preocupación por la deriva que allí se está viviendo, tanto el presidente de Argentina, como el presidente de México, también el presidente de Brasil y yo mismo. Todos coincidimos en reclamar para Venezuela una solución democrática, pacífica y negociada que pasa, en primer lugar, por la liberación de todos los presos políticos y la convocatoria de elecciones libres y democráticas.

Paso ahora a comentarles mi valoración de esta Cumbre del G-20. Como saben, este año la presidencia correspondió a Alemania que ha planteado unas prioridades que España apoyó en su momento: lucha contra el terrorismo, problemas de inmigración, comercio, crecimiento sostenible y empleo, y cambio climático. Son todos ellos asuntos de gran importancia que afectan a la vida de la gente, a su seguridad, a su desarrollo y a su bienestar.

Esta edición del G-20 comenzó con un retiro en el que hablamos sobre terrorismo, una amenaza global, como saben, que nos exige a todos una estrecha cooperación internacional. Por ello es muy importante que haya sido elegido este tema para el primer debate de los líderes del G-20 en esta Cumbre, debate que tuvo lugar, como saben, ayer por la mañana.

Durante el debate hemos podido comprobar la existencia de consenso en torno a tres ejes fundamentales: la necesidad de una acción global concertada contra el terrorismo, la cooperación entre los países, la lucha contra la financiación del terrorismo y la prevención de la radicalización, especialmente a través de Internet.

Además, en la Declaración de Hamburgo se contempla, a iniciativa española, el reconocimiento y el apoyo y a las víctimas como un principio esencial de la lucha contra el terrorismo. Este protagonismo de las víctimas es, ante todo, un principio moral; pero es también un elemento decisivo para crear un relato alternativo al de los terroristas. Creo que esta aportación resulta de especial relevancia ahora que recordamos los veinte años de la liberación de Ortega Lara y los veinte años del secuestro y del asesinato de Miguel Ángel Blanco.

Además, en estos días hemos hablado de otros temas de interés global y yo me voy a referir fundamentalmente y a centrarme en cuatro.

Primero, el crecimiento de la economía global y el comercio. Hemos coincidido en que las perspectivas del crecimiento mundial han mejorado, aunque todavía queda mucho por hacer para que este crecimiento sea lo suficientemente fuerte, inclusivo, equilibrado y sostenible. Y ello, en nuestra opinión, se consigue con reformas estructurales dentro de cada país y estas reformas se reflejan en el Plan de Acción que hemos aprobado y en las estrategias de crecimiento para cada país que hemos actualizado.

Por otra parte, tenemos que poner en marcha conjuntamente actuaciones que aumenten nuestra capacidad de crecer. Por ello, hemos dado un mensaje claro a favor del comercio y la inversión como motores del crecimiento, la productividad, la innovación y, sobre todo, la creación de empleo y el desarrollo; y también un mensaje claro contra el proteccionismo, eso sí, procurando que todos respetemos las reglas de juego, las mismas e iguales para todos, y reconociendo que los beneficios del comercio deben llegar a todos los ciudadanos.

Todo esto está en línea con la política económica que venimos aplicando en España desde hace algo más de cinco años y que hoy nos permite estar a la cabeza de las grandes economías de la zona euro en materia de crecimiento económico. Como saben ustedes, este año 2017 acabamos de revisar --ya es la segunda vez que lo hacemos-- al alza las previsiones de crecimiento hasta un 3 por 100 en España, año 2017, frente al 1,9 por 100 del conjunto de la zona euro, que son también las previsiones de esta zona.

Además, esta recuperación y este crecimiento se están trasladando de manera muy nítida, muy clara y muy directa a la creación de empleo. En los dos últimos años, 2015 y 2016, se crearon en España un millón de empleos y solo en los cinco primeros meses de este año ya se han creado --ahí están las cifras de Seguridad Social-- casi otros quinientos mil empleos. El objetivo que nos hemos fijado a principio de la Legislatura, y que ustedes conocen, de llegar a veinte millones de personas ocupadas en 2019 creo que, si seguimos manteniendo este ritmo y seguimos trabajando en la misma dirección, se va a conseguir e, incluso, a sobrepasar.

En segundo lugar, además del comercio, el crecimiento económico y el empleo, hemos hablado sobre la digitalización. La digitalización supone, como saben, una profunda revolución tecnológica que ofrece oportunidades de crecimiento y de empleo; pero también nos exige una capacidad de adaptación sin precedentes, y ello en muchos ámbitos. En el mercado de trabajo, que evidentemente nos importa, y mucho, debemos trabajar en la formación y en la adaptación de los trabajadores para que nadie se quede al margen. Además, esta formación les permitirá acceder a empleos de mayor calidad. Por otro lado, la digitalización puede ser un instrumento eficaz para formar a colectivos con menor acceso a una oferta educativa y a una formación de calidad.

Hay otras facetas de la digitalización en las que hay que actuar de manera coordinada y en las que España ya está trabajando: el despliegue de redes de alta capacidad; el desarrollo de las plataformas digitales y de la economía digital en general; la protección de determinados bienes y derechos en el entorno digital --me refiero a la protección de la propiedad intelectual pero también a la protección del consumidor, los derechos del menor, el derecho a la intimidad, etcétera--; la transformación digital de la industria y de los servicios --un tema, sin duda, capital para el desarrollo de un país para no quedarse atrás y para seguir generando crecimiento y puestos de trabajo-- y hay otras facetas como la ciberseguridad y la fiscalidad de los bienes y servicios que se comercializan en línea, gravándolos allí donde se genera el valor.

En tercer lugar, hemos hablado también del cambio climático. Los líderes del G-20 hemos tratado este asunto. Yo estoy razonablemente satisfecho con el resultado. El comunicado recoge el mantenimiento del compromiso colectivo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el que las emisiones limpias juegan, como es obvio, un papel muy importante. Se ha tomado nota de la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París; pero el resto de los países que conformamos el G-20 hemos refirmado nuestro compromiso con el mismo y lo hemos reconocido como algo irreversible.

Finalmente, quiero destacar también la atención que hemos prestado a la cuestión de la inmigración. Ya he expresado otras veces mi convicción de que la migración es el gran desafío de nuestro tiempo. No se produce solo en Europa, se produce en general en todo el planeta y así seguirá produciéndose mientras no haya oportunidades para llevar una vida digna, para trabajar y para progresar en muchos lugares del mundo.

A propuesta de la presidencia alemana del G-20, he realizado la intervención de apertura en el debate entre líderes sobre cuestiones migratorias. Agradezco a la presidencia este reconocimiento a la larga experiencia española en esta materia tan importante. El comunicado recoge tres principios que España lleva aplicando largo tiempo:

- En primer lugar, la necesidad de abordar las causas profundas de la migración y la necesidad de crear oportunidades económicas y de vida en los países de origen, en particular, para los jóvenes, porque esto es lo único que va a evitar el drama y los riesgos que con desgraciada frecuencia conlleva la migración irregular.

- En segundo lugar, la necesidad de luchar contra las redes que trafican con seres humanos, cooperando con los países de origen y tránsito, y también ayudándoles a reforzar sus capacidades policiales e institucionales para permitirles vigilar mejor sus fronteras y combatir las organizaciones criminales.

- Y, en tercer lugar, la importancia de garantizar el retorno seguro, rápido y humanitario de las personas que no tengan derecho a permanecer en el territorio de un Estado.

Por último, también es muy importante, la integración. He podido resaltar que en los Presupuestos Generales del Estado de este año 2017 España dedicará casi trescientos millones de euros a proyectos de integración.

En esta materia, que, insisto, es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo, no hay ni atajos ni soluciones sencillas. Será necesario un esfuerzo de largo aliento y de reforzamiento de los recursos. Creo que al final hemos coincidido en esta Cumbre… Insisto, si tuviera que resumir lo que he dicho en mi intervención, para mí hay dos cosas que me parecen capitales: primera, es necesario hablar, hablar y continuar hablando con los países de origen y con los países de tránsito de donde vienen las personas; y, en segundo lugar, hay que ayudarlos para que en esos países la gente tenga oportunidades, tanto para vivir, como oportunidades profesionales.

Finalmente, quiero decir que he tenido dos reuniones bilaterales; una, con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, hace un momento. Hemos hablado de diferentes asuntos, sobre todo de un tema que nos importa a todos, particularmente a los mexicanos, que es la actualización del acuerdo global que tienen con la Unión Europea y en el que nos gustaría trabajar para que se pudiese cerrar a la mayor celeridad posible.

Saben ustedes que también estamos trabajando para que haya un acuerdo con MERCOSUR donde ahora las cosas han cambiado y es una voluntad, tanto del gobierno brasileño, país donde estuve no hace mucho tiempo, como del Gobierno argentino, y también de Uruguay y Paraguay, que podamos cerrarlo. Yo espero que eso así suceda. Hemos llegado ya a un acuerdo con Japón, que es muy importante, hace muy pocas fechas, y antes Canadá, y creo que realmente el mundo va necesariamente por ahí y los mercados cuanto más abiertos, mejor estén. Hay más oportunidades para la gente y hay más posibilidades también para las personas que consumen bienes y servicios que son todos.

También he tenido una reunión con el presidente de Indonesia. Le hemos invitado a visitar España. El año que viene se cumplen sesenta años del establecimiento de relaciones diplomáticas. Nunca en la historia un presidente de Indonesia vino a España y nunca en la historia un presidente español ha ido a Indonesia. Saben que Indonesia es el cuarto país del mundo por número de habitantes, son más de 259 millones, de religión mayoritariamente musulmana, con un Gobierno moderado que está trabajando para elevar el nivel de bienestar y riqueza de su población, y creo que sería muy positivo el que fuéramos capaces de incrementar las relaciones con ese país.

En conclusión, mi balance de esta Cumbre es muy positivo. Se ha constatado que las políticas económicas que hay que implementar son aquellas en las que en España llevamos trabajando años, como las reformas estructurales, la estabilidad macroeconómica, el empleo o la digitalización. Además, se han recogido varios temas prioritarios para España, como la defensa de un sistema de comercio abierto y basado en normas, la necesidad de luchar contra el proteccionismo, la cooperación en metería fiscal y un mayor trabajo en origen para afrontar el reto de la migración y conseguir un crecimiento más sostenido e inclusivo. También estamos muy satisfechos, como les decía al principio, de las conclusiones en materia de terrorismo. Hoy en Europa, según algunos estudios sociológicos que hemos conocido, la principal preocupación, y desgraciadamente creo que con razón, de la mayoría de los ciudadanos europeos después de los acontecimientos que ustedes conocen y se han producido en los últimos meses.

A partir de ahí, si ustedes tienen a bien preguntar, adelante.