Y las instituciones económicas, tanto europeas como internacionales --Banco Central Europeo, Comisión Europea, OCDE y Fondo Monetario Internacional--, y los medios de comunicación de referencia están reconociendo las ventajas que se derivan de la reforma laboral.
Señoras y señores diputados,
Junto a esta reforma, a la que hemos dado máxima prioridad por las razones antes expuestas, estamos avanzando en otras reformas estructurales importantes para mejorar nuestra competitividad.
Entre ellas cabe destacar, por ejemplo, la reforma energética. Si en este terreno no se hubieran adoptado medidas, la deuda acumulada habría seguido aumentando año a año, de tal manera que en 2015 habría llegado a ser el doble de la actual. Por eso, se han tomado las siguientes medidas: suspensión de nuevas primas; reducción de costes en distribución y transporte; reducción de pagos por capacidad y creación de nuevos impuestos para el sector eléctrico.
Éstos han sido los primeros pasos a los que, de forma inmediata, se añadirá una profunda reordenación del sector eléctrico mediante una ley que remitiremos este semestre a la Cámara.
En otro orden de cosas, señorías, quiero decirles también que el excesivo intervencionismo administrativo, así como la proliferación de disposiciones normativas, muchas de ellas contradictorias, suponen una ruptura del mercado interior con repercusión instantánea en la competitividad de nuestros productos.
Para corregir esta situación son necesarias reformas como las que ya hemos iniciado y las que se desarrollarán de manera inmediata. Y, en especial, la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado que permitirá, por ejemplo, que cualquier servicio o producto generado al amparo de una normativa autonómica pueda ser ofertado en toda España sin necesidad de trámite adicional. Los operadores necesitarán la licencia de una sola Comunidad Autónoma y podrán operar por todo el territorio nacional.
Señorías,
Cuentan la historia de aquel mariscal francés destinado en las colonias que, ante el incendio de parte de un bosque centenario de cedros, ordenó al técnico forestal que se plantaran otros cuanto antes. El técnico le contestó que serían precisos doscientos años para que los nuevos cedros alcanzaran la altura de los que habían ardido. A lo que el mariscal contestó: "Razón de más para empezar cuanto antes".
Señorías,
Eso mismo sucede con la educación. Los problemas de fracaso escolar y abandono temprano que padece nuestro sistema educativo no pueden continuar. No hay nada menos equitativo que un sistema en el que una cuarta parte de los jóvenes salen del mismo sin haber adquirido los conocimientos y las competencias mínimas para insertarse en el mercado laboral. Y ello a pesar de que nuestra inversión en educación es superior a la de muchos países que tienen menos niveles de abandono y fracaso escolar que el nuestro.
La reforma educativa, aunque principalmente produce resultados a medio y largo plazo, es una reforma urgente para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, para permitir que nuestro país se posicione mejor en la economía global y para hacernos más fuertes y competitivos, canalizando mejor el talento de los jóvenes que, en la economía de hoy, es la nueva riqueza de las naciones.
Además de proponer una ambiciosa reforma educativa, hemos anticipado una actuación para mejorar, de forma inmediata, el grave problema de empleo juvenil: la introducción de la Formación Profesional Dual que, junto al Contrato de Formación y Aprendizaje, proporcionará oportunidades de empleo de calidad a los jóvenes.
Señorías,
Las soluciones educativas, como todas, pueden ser discutibles. Lo que no es discutible es la necesidad de una reforma que se enfrente a un problema que venimos aplazando desde hace tanto tiempo.
Se ha actuado, además, con medidas específicas en sectores de gran relevancia para el empleo, como el del comercio minorista, flexibilizando requisitos de apertura y limitaciones de horario, o el turismo, con la aprobación del Plan Integral del sector. El Gobierno ha apoyado, asimismo, al sector agroalimentario para favorecer su redimensionamiento, la competitividad y la transparencia en el funcionamiento de la cadena alimentaria.
Señoras y señores diputados,
Este Gobierno, como vengo diciéndoles en esta intervención, pretende dotar a nuestro país de todas las herramientas que necesita para competir, crecer y crear empleo. Entre ellas, destaca la necesidad de contar con unas Administraciones Públicas que funcionen con eficiencia y no generen costes accesorios, ni gastos innecesarios.
En lo referido al ámbito local, hemos planteado ya unas bases renovadas mediante el Anteproyecto de Ley para la Racionalización y la Sostenibilidad de la Administración Local, con el que se procura una organización administrativa y competencial acorde con las necesidades de las entidades locales y españolas.
En la misma línea, el pasado mes de octubre se constituyó la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas, lo que supone el compromiso irrevocable del Gobierno en avanzar hacia la reducción de duplicidades administrativas, la simplificación de procedimientos, la eficiencia en la gestión de servicios comunes y, también, la reestructuración de la Administración institucional. Nuestro objetivo no es otro que suprimir cuantos organismos no estén debidamente justificados en términos de coste presupuestario, productividad económica o rentabilidad social. Esta Comisión está desarrollando sus trabajos con el horizonte de presentar sus propuestas antes del 30 de junio.
Y no quisiera terminar esta parte de mi intervención sin mencionar las pensiones. Todos debemos compartir cómo hacer viable nuestro aseguramiento social y tranquilizar a los pensionistas, tanto actuales como futuros, sobre la sostenibilidad del sistema. El Gobierno, con la colaboración indispensable de los integrantes del Pacto de Toledo, tiene abierto un período de reflexión sobre la adecuación de nuestro sistema a las nuevas realidades, especialmente la demográfica.
Señor presidente, señoras y señores diputados,
Quiero anunciar que, además de mantener y culminar todos los ejes antes mencionados, el Gobierno va a emprender una segunda generación de reformas; unas reformas que sean útiles, también para volver a crecer y crear empleo.
Comencemos por el conjunto de medidas fiscales de estímulo económico.
La situación que nos encontramos al llegar al Gobierno impuso un doloroso preámbulo antes de poder abordar algunos de nuestros compromisos electorales.
Pues bien, en la medida en que las circunstancias lo vayan permitiendo, iremos haciendo honor a nuestra palabra. El próximo ejercicio fiscal, es decir, a partir de primeros de enero de 2014, existirá un régimen especial en el Impuesto sobre el Valor Añadido que evitará que se tenga que ingresar este impuesto hasta que no se haya cobrado la factura correspondiente. Este régimen se aplicará a los trabajadores autónomos y a las pequeñas y medianas empresas con un volumen de negocios inferior a los dos millones de euros al año.
Para favorecer fiscalmente la innovación empresarial se realizará una reforma del incentivo por inversiones en I+D+i, incluso si los beneficios son insuficientes para alcanzar la cuota o cuando se producen pérdidas. Se establece, por primera vez en nuestro país, un sistema de devolución en el crédito fiscal cuando éste no haya podido compensarse. De esta forma, las empresas ganan seguridad y certeza por cuanto, en un momento u otro, se van a poder beneficiar de esta deducción.
En otra línea de actuación, el Gobierno pretende reducir los costes de la intermediación financiera y apoyar la liquidez de las empresas. Se pretende movilizar recursos por casi 45.000 millones de euros para mejorar la situación financiera de las empresas, especialmente las de pequeño y mediano tamaño, a través de distintas iniciativas:
- Se están ampliando las líneas de mediación del Instituto de Crédito Oficial para aportar a este programa veintidós mil millones de euros.
- A su vez, las entidades bancarias saneadas aportarán diez mil millones de euros más en créditos para las PYMES.
- Se instrumentarán nuevos sistemas de garantías de avales de la sociedad estatal Compañía Española de Reafianzamiento y de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, que permitirán movilizar 1.700 millones más de crédito a las empresas.
La financiación no bancaria de las pequeñas y medianas empresas está en España en niveles muy inferiores al de otros países desarrollados. Para remediar esta situación se desarrollarán distintas medidas, entre las que destacan la potenciación del capital-riesgo, con un impacto de unos dos mil millones de euros; la creación de un fondo de titulización de PYMEs, con tres mil millones de euros, o el impulso al Mercado Alternativo Bursátil.
Señorías,
Una de las formas más rápidas de apoyar financieramente a las medianas y pequeñas empresas es reducir la morosidad, tanto pública, como privada. Por esta razón, se amplía el Plan de Proveedores para aquellas facturas anteriores al 1 de enero de 2012 provenientes de determinadas actividades y Administraciones que habían quedado fuera del plan vigente. Este programa estará dotado con 2.700 millones de euros.
Además, se transpondrá la normativa europea de morosidad en operaciones comerciales, mejorando la ya existente en dos aspectos: se aumentan los intereses de demora y se establece un plazo de pago de treinta días, ampliables como mucho a los sesenta, para todas las operaciones privadas.
A su vez, las Administraciones Públicas en sus planes de ajuste deberán establecer un compromiso de reducción de sus deudas con proveedores, que será objeto de una vigilancia muy estrecha.
Otra línea de actuación pretende incentivar la actividad emprendedora e incluye medidas en el campo de la educación, que buscan crear en nuestro país una cultura favorable a la inversión y la creación de riqueza. Se incorporarán, entre los contenidos mínimos de los niveles educativos, asignaturas que fomenten el desarrollo de la creatividad, el trabajo en equipo y el espíritu emprendedor. Se adoptarán medidas para la formación permanente del profesorado en esta materia.
Dentro de la Estrategia para el Emprendimiento y Empleo Joven se establece, para los menores de treinta años y nuevos autónomos, una tarifa plana a la Seguridad Social de cincuenta euros durante los seis primeros meses. También para los menores de treinta años, se hará compatible la prestación por desempleo con el inicio de una actividad por cuenta propia. Además, para los menores de treinta años se amplían las posibilidades de capitalización del desempleo, que llegará hasta el cien por cien en algunos supuestos, cuando se destine al inicio de una actividad emprendedora.
Para promover la aparición de nuevas empresas se crearán figuras societarias ya existentes en otros países de nuestro entorno, como la del "emprendedor de responsabilidad limitada". También se pondrá en marcha la llamada "segunda oportunidad", que persigue que los ciudadanos, empresarios individuales y sociedades de pequeña dimensión encuentren fórmulas concursales más flexibles, más amplias y más adaptadas a sus necesidades.
En orden a facilitar la creación de empresas, se agilizarán los trámites municipales para el ejercicio de las actividades económicas, dentro del proceso de reforma de la Administración Local. Se lanzará el portal "Emprende en tres", que permitirá a los emprendedores gestionar de forma más accesible y sencilla, los trámites municipales necesarios para el inicio de su actividad.
Señorías,
El apoyo a la competitividad empresarial y a la empleabilidad merecen otra línea de actuación.
Dentro de la Estrategia para el Empleo Joven se desarrollarán estímulos para que los jóvenes desempleados puedan obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria, lo que mejorará su capacitación y ampliará sus posibilidades de acceso al mercado de trabajo.
Además, mientras que la tasa de paro no se sitúe por debajo del 15 por 100, se incentivará, mediante la reducción de la cuota de la empresa a la Seguridad Social, la contratación a tiempo parcial con vinculación formativa para los menores de treinta años. Esta reducción será de un 75 por 100 para empresas de más de 250 trabajadores y del 100 por 100 para el resto.
También se creará una nueva modalidad de contrato temporal, "primer empleo joven", con incentivos a su transformación en indefinido. Se otorgarán incentivos al contrato en prácticas para el primer empleo.
Señorías,
En un país con un número tan alto de parados es todavía muy importante el número de puestos de trabajo vacantes por ocupar. Para superar esta realidad, se mejorará la intermediación, permitiendo a las empresas de trabajo temporal formalizar contratos para la formación y el aprendizaje.
Además, se realizarán reformas en profundidad, tanto en el sector energético, como en las estructuras ferroviarias, el transporte, la logística y el sector de la vivienda. Dentro de éste último, destaca la nueva Ley para la Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana, que incluirá un plan de ayudas, dirigido a las comunidades de propietarios, con el fin de incentivar la rehabilitación de edificios.
Señoras y señores diputados,
De todas estas medidas a las que acabo de hacer referencia, aquellas que requieran una pronta entrada en vigor serán incluidas en un Real Decreto Ley que se aprobará pasado mañana. Otras formarán parte de un Proyecto de Ley de Apoyo a los Emprendedores que será tramitado de inmediato. El resto se pondrán en marcha en las próximas semanas.
Señor presidente, señoras y señores diputados,
No es posible realizar un debate de política general sin entrar en el ámbito europeo. Las relaciones con la Unión Europea no son, para los españoles, una cuestión de política exterior. Es política interna y bien interna. Piensen, señoras y señores diputados, en nuestra política monetaria y cambiaria común, en nuestra moneda única o en los márgenes de nuestra política fiscal y presupuestaria, por ceñirnos sólo a lo estrictamente económico. Permítanme, por tanto, unos minutos sobre esta cuestión.
Cuando hace un año accedí a mis primeras reuniones de los Consejos de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, me encontré con que la tesis que imperaba entonces proclamaba que la situación crítica por la que atravesaban algunos países, entre ellos el nuestro, España, era debida a errores en sus políticas económicas y a su falta de voluntad para llevar a cabo las reformas estructurales necesarias. Corolario de esta idea era que, cuando esos países hicieran las reformas estructurales necesarias, saldrían automáticamente de la situación de crisis en la que se encontraban. Y me encontré con una Europa donde el discurso dominante se limitaba a una sola palabra: ajuste.
Durante este último año nos hemos esforzado en explicar y convencer a nuestros socios europeos de que la crisis del euro, aunque tenía un origen económico, se agudizaba por causas políticas debido a la falta de certidumbre sobre el futuro de la moneda única y su irreversibilidad pues, aunque los países integrados en la zona euro compartían moneda y política monetaria, no constituían un espacio económico integrado. Durante demasiados años no se había producido la preconizada convergencia de las políticas económicas y las divergencias eran cada vez más llamativas.
Los mercados empezaron a dudar de que el euro fuese irreversible y consideraron que la moneda única corría el riesgo de desaparecer. La desconfianza de los inversores sobre la capacidad de la Unión Europea para dar una respuesta conjunta a la crisis provocó, asimismo, otra de deuda soberana y las primas de riesgo de los países en dificultades, entre ellos el nuestro, alcanzaron cotas nunca vistas.
Por eso, desde el primer momento --insisto, desde el primero-- me esforcé en convencer a nuestros socios de que se trataba de un problema de la eurozona en su conjunto y de que, por lo tanto, la solución debería ser también común. Esta solución debería asentarse, en primer lugar, en las políticas de consolidación fiscal. Por eso, negociamos en enero, y firmamos en marzo, el Tratado sobre la estabilidad, coordinación y gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, más conocido como Pacto Fiscal, que las Cortes Generales españolas ratificaron, como saben, en julio.
En mi opinión, las políticas de consolidación fiscal son perfectamente compatibles con las políticas de estímulo e impulso de la actividad económica. Siempre he hecho una apuesta firme y decidida por el crecimiento económico sostenible y generador de empleo. Por eso, el 20 de febrero firmé, junto a otros líderes europeos, una carta titulada "Plan para el crecimiento en Europa", dirigida a Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y a José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, con ocho propuestas destinadas a modernizar la economía europea, ganar competitividad y corregir desequilibrios macroeconómicos.
Sobre la base de esta carta, el Consejo Europeo de marzo de 2012 fue el primero que aunó la necesidad de afianzar la consolidación fiscal con la de avanzar en las medidas favorecedoras del crecimiento.
Pero en los meses siguientes la situación empeoró, porque el problema fundamental, dar una respuesta política a la crisis del euro, seguía sin resolverse. Con objeto de aportar ideas que atajaran esta situación, el 6 de junio expuse a los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea nuestra visión sobre el Plan que la Unión Europea había de adoptar. Mi idea sobre el futuro de Europa constaba de cinco puntos: reducción del déficit público, reformas estructurales a nivel nacional, reformas en Europa, estabilización de los mercados financieros y, también, avanzar hacia una auténtica unión económica y monetaria, mediante la unión fiscal y la unión bancaria.
El 10 de junio, el saneamiento de una parte de nuestro sistema financiero recibió el apoyo del Eurogrupo obteniendo del MEDE una línea de crédito de hasta cien mil millones de euros para recapitalizar las entidades financieras españolas en dificultades. Más tarde, una vez realizadas las auditorías y conocido el estado real de nuestro sistema financiero, como saben, sólo hemos necesitado cuarenta mil millones de euros del total de cien mil millones concedidos.
Pues bien, este Acuerdo supuso el anticipo de la gran reforma que se venía gestando a nivel europeo. Europa necesitaba romper la dinámica anterior, tomar decisiones concluyentes, y así lo hicimos en el decisivo Consejo Europeo del 28 y 29 de junio. A nadie se le escapa la importancia de las medidas que allí adoptamos para estabilizar los mercados financieros y romper el círculo vicioso entre bancos y deuda soberana, permitiendo la recapitalización directa de la banca y flexibilizando las condiciones para que los fondos de rescate europeos puedan comprar deuda de países en dificultades. No menor fue la importancia del Pacto por el Crecimiento y el Empleo, que ustedes conocen, y no menor aún fue el hecho de que se le otorgara un mandato al presidente Van Rompuy para que elaborase una "hoja de ruta" específica sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria.
Todo ello configuró un mensaje que los mercados recibieron como una señal clara de que Europa apostaba por su moneda y estaba dispuesta a actuar unida en su defensa.
Insisto, señorías, hicimos una clara apuesta por la irreversibilidad del euro adoptando decisiones de enorme calado político para avanzar hacia la unión fiscal, económica, bancaria y, por lo tanto, política de Europa. Estoy convencido de que ésta ha sido la Cumbre más importante de los últimos años para la integración europea y la salvaguarda de su moneda.
En esta dinámica de devolver a España el protagonismo que antaño tuvo en Europa, de participar y de ser imaginativos, de discurrir y aportar ideas que sirvan para avanzar en la integración de nuestro continente, envié en agosto sendas contribuciones tituladas "Hacia una unión fiscal europea" y "Elementos de una unión bancaria europea" al Presidente Van Rompuy. El informe "Hacia una auténtica Unión Económica y Monetaria", que éste último desgranó en los Consejos de octubre y diciembre, recoge muchas de nuestras propuestas.
Señorías,
En julio el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirmó que haría "todo lo necesario para preservar el euro" y lo corroboró en septiembre mediante la adopción de un programa de compras ilimitadas de deuda soberana en mercados secundarios. Gracias a este programa de compras y a las propias transformaciones de la realidad española, la prima de riesgo ha descendido notablemente, permitiendo una financiación del Estado a tipos más asequibles.
Pero lo realmente esencial era demostrar que las conclusiones del Consejo no quedaban en papel mojado. Lo verdaderamente importante era ejecutar estos acuerdos porque, tanto los inversores, como muchos medios económicos, eran escépticos al respecto. En septiembre la Comisión presentó dos proyectos de Reglamento sobre unión bancaria que fueron debatidos en el Consejo Europeo del 19 de octubre y definitivamente adoptados en el Consejo Europeo de diciembre; Reglamentos en virtud de los cuales se crea un supervisor bancario europeo dentro de la estructura del Banco Central Europeo, a quien se le otorga responsabilidad última en las tareas de supervisión.
Señorías,
Hace un año había dudas sobre la continuidad del euro e, incluso, algunos analistas pensaban que era probable que algún país abandonara la eurozona. Hoy ese peligro está más que conjurado y nadie duda de la irreversibilidad de nuestra moneda.
Hace un año existía un debate abierto entre los partidarios de las políticas de consolidación fiscal y los de las políticas de crecimiento. Hoy todos los Gobiernos comparten la convicción de que ambas políticas son perfectamente compatibles.
Hace un año nuestros socios desconfiaban de nuestra capacidad para hacer reformas. Hoy hemos demostrado que somos capaces de llevarlas a cabo a una velocidad que no tiene precedentes en la economía española. Hemos puesto en marcha reformas para la consolidación fiscal y el control del gasto, la reforma laboral y la reforma del sector financiero, ganándonos el respeto de nuestros socios y de los inversores. El cumplimiento de los compromisos adquiridos y nuestra capacidad de reformar han devuelto la confianza de los socios europeos hacia nuestro país.
Señorías,
Una vez superado el escollo de la crisis del euro, hemos acometido las negociaciones del Marco Financiero plurianual, que era la otra gran cuestión de la agenda de la Unión Europea en 2012.
Muy brevemente, señorías, informaré ahora de los aspectos más esenciales de la última Cumbre de los pasados días 7 y 8 de febrero, que trató, de manera principal, el llamado Presupuesto comunitario del período 2014-2020.
Algunas de sus señorías recordarán que en un Pleno celebrado en esta cámara el 22 de diciembre de 2010 le planteé al entonces presidente del Gobierno la conveniencia de desplegar en Europa toda nuestra influencia y capacidad de convicción durante el proceso de elaboración del Marco Financiero de los Presupuestos comunitarios.
A pesar de mi ofrecimiento, a principios del pasado año la posición de España en esta materia estaba por desarrollar. Así, cuando se presentó la primera propuesta negociadora, en la que se introducían cifras detalladas del volumen total de fondos, su reparto entre las distintas rúbricas y la distribución de los fondos entre países y regiones, nuestros principales intereses brillaban por su ausencia.
El presidente del Consejo presentó dos nuevas propuestas: la primera, el 13 de noviembre, y, la segunda, durante el Consejo de los días 22 y 23 de noviembre, sin lograr un acuerdo. Sus Señorías recordarán todos estos extremos que se debatieron en esta Cámara durante el Pleno del pasado 19 de diciembre. Finalmente, el presidente Van Rompuy decidió incluir este tema en el Consejo Europeo de 7 y 8 de febrero de 2013.
En la negociación de las Perspectivas Financieras estaba en juego mucho más que el mero reparto de los créditos presupuestarios de la Unión Europea para el período 2014-2020. Nos jugábamos, en gran medida, el futuro de las políticas europeas. Todos sabemos que sin financiación no es posible desarrollar políticas comunes y éstas son especialmente importantes en el actual contexto de crisis económica.
Pues bien, señorías, el primer dato positivo del pasado Consejo Europeo es que terminó con acuerdo. Los veintisiete Gobiernos fuimos capaces de alcanzar un consenso, algo que no estaba nada claro al principio en razón de las posiciones encontradas de unos y otros.
La segunda gran noticia es que el acuerdo arroja un saldo muy positivo para España. A pesar de la reducción operada en el presupuesto de la Unión, durante los próximos siete años España será beneficiaria neta. Mejora respecto al período anterior, dado que pasa a recibir unas cantidades que representan el 0.20 por 100 del PIB. Nos ha costado mucho, se lo digo con franqueza, hemos tenido que trabajar y negociar duramente; pero, al final, podemos decir que éste es un buen resultado para España.