Señoras y señores, muy buenas noches.
Comparezco ante ustedes para darles cuenta de las conclusiones de este Consejo Europeo de diciembre, el último de la Presidencia italiana, a la que quiero felicitar por su gestión, y el primero celebrado bajo la presidencia de Donald Tusk.
Como saben, el asunto central de este Consejo ha sido el análisis del denominado "Plan Juncker", que pretende impulsar la inversión en Europa como elemento dinamizador del crecimiento y de la creación de empleo. Como he repetido en muchas ocasiones, la creación de empleo es la prioridad del Gobierno.
Los jefes de Estado y de Gobierno hemos respaldado el Plan presentado por el presidente de la Comisión, que tiene como objetivo central movilizar hasta 315.000 millones de euros en inversiones en tres años. Para ello, se creará el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas, que contará con veintiún mil millones de euros de fondos públicos: dieciséis mil millones provenientes del Presupuesto comunitario y cinco mil millones del Banco Europeo de Inversiones. Su objetivo será reforzar la capacidad de asunción de riesgos del Banco Europeo de Inversiones y movilizar inversiones esencialmente privadas.
El Fondo tiene dos partes: por un lado, proyectos de infraestructura de relevancia europea, fundamentalmente en redes digitales y de energía, aunque también se contemplan otros como transporte, educación, investigación y desarrollo, energías renovables y eficiencia energética. El apoyo del Plan Juncker será vía cobertura de riesgo o aportaciones de capital. No supone financiación pública directa. Por tanto, los proyectos para poder ser seleccionados tienen que presentar unos retornos suficientes y una elevada participación del sector privado. No se trata de ampliar los actuales Fondos Estructurales, sino de tener fuentes de financiación más baratas.
El otro componente del Fondo es la financiación de riesgos para Pymes y empresas de mediana capitalización, que constituyen el grueso de nuestro tejido empresarial y que son los principales creadores de empleo.
Además de respaldar el Plan en los términos planteados por la Comisión, en este Consejo Europeo los jefes de Estado y de Gobierno hemos dado un mandato a la Comisión para que presente una propuesta de Reglamento el próximo mes de enero. El objetivo es alcanzar un acuerdo con el Parlamento Europeo y el Consejo el próximo mes de junio, de forma que las inversiones puedan movilizarse a mediados de 2015. En ese Reglamento se fijarán los criterios de selección de proyectos, es decir, la gobernanza del Fondo.
El Plan, además, es un elemento esencial para avanzar en la creación del mercado interior, en particular allí donde haya barreras físicas que obstaculizan su pleno funcionamiento. Tal es el caso de las interconexiones energéticas, especialmente eléctricas, que podrían ser financiables a través del Plan Juncker, y en ello estamos trabajando. Esta misma tarde, antes del Consejo, me he reunido con el presidente de Francia, el señor Hollande; el primer ministro de Portugal, el señor Passos Coelho, y el presidente de la Comisión, y hemos decidido convocar una reunión para tratar estas cuestiones el próximo mes de febrero en España.
Además, hemos identificado otros sectores clave como medio ambiente y gestión de aguas, con importantes proyectos de depuradoras e infraestructuras de regadío, así como proyectos de eficiencia energética, innovación y formación, o de la economía digital. En todo caso, el proyecto de identificación de proyectos es vivo, es dinámico y estamos trabajando en él, al tiempo que se avanza en la aprobación de la normativa europea del Plan que, como he dicho, queremos que esté lista en el mes de junio.
Pero, además, en este Consejo Europeo se han tratado otros dos temas muy importantes para España. En primer lugar, a iniciativa de España, en las Conclusiones de este Consejo se ha introducido un párrafo relativo a la lucha contra la evasión y el fraude fiscal. Éste es un tema esencial para España y, por ello. antes del Consejo envié una carta al respecto al presidente del Consejo Europeo, señor Tusk, en la que indicaba la necesidad de actuar eficazmente contra la competencia fiscal perniciosa y los paraísos fiscales.
En particular, creo que debemos impulsar medidas orientadas a combatir la erosión de bases imponibles de las multinacionales y la transferencia artificial de beneficios empresariales de unos países a otros.
Igualmente, creo que se debe avanzar hacia una mayor transparencia en prácticas fiscales y profundizar en el intercambio de información fiscal. Sólo con una decidida acción conjunta desde la Unión Europea podrán combatirse estas prácticas que contradicen los principios de equidad y alineación de la tributación con la actividad económica, a la vez que mejoramos la eficacia y la capacidad recaudatoria de nuestros sistemas.
En segundo lugar, hemos convocado un Consejo Informal el próximo mes de febrero para seguir avanzando en la Unión Económica y Monetaria. Como saben, este tema ha sido muy importante para el Gobierno en los últimos tres años y seguiremos trabajando para completar la Unión Económica y Monetaria en línea con las propuestas que hemos venido realizando.
Finalmente, en este Consejo Europeo he destacado, en el ámbito del fortalecimiento del sistema multilateral de comercio, la importancia de lograr un acuerdo ambicioso en las negociaciones que estamos llevando a cabo sobre el Tratado con Estados Unidos. Ese ha sido el espíritu de la reunión en la que he participado esta mañana junto con los primeros ministros de Reino Unido, Italia, Finlandia, Dinamarca y Polonia.
Igualmente, en este Consejo Europeo hemos analizado la situación actual en Ucrania. Ahora que existe un Gobierno plenamente legitimado por las urnas, debe emprender, sin pérdida de tiempo, las necesarias reformas estructurales que necesita su país. Los Estados miembros y la Unión seguimos dispuestos a apoyar a Ucrania; pero deben aplicarse reformas urgentes para que el país avance y nuestra ayuda sea efectiva. La situación en el Este de Ucrania sigue constituyendo una preocupación, aunque constatamos que los últimos días la situación sobre el terreno ha mejorado.
Como he reiterado en otras ocasiones, sólo existe una solución política a esta crisis. La base deben ser los acuerdos de Minsk que deben ser respetados y cumplidos, asegurando la integridad territorial y la soberanía ucranianas.
Por último, aunque no por ello menos importante, he realizado una valoración sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Sin duda, un hecho de trascendencia histórica que la Unión Europa no ha querido dejar de destacar, como lo han demostrado el resto de jefes de Estado y de Gobierno, que han coincidido con España en destacar el carácter esperanzador de la nueva situación creada. Hemos coincido en que el futuro del pueblo cubano se construirá sobre la base de la democracia y los derechos humanos, y que ése es el espíritu que inspira la apertura de las negociaciones de un nuevo acuerdo de diálogo político y cooperación entre la Unión Europea y Cuba.
En resumen, el primer Consejo bajo la presidencia de Donald Tusk ha sido provechoso y cierra un año positivo en el ámbito europeo. Quiero recordarles algunos de los avances que hemos alcanzado durante este año.
España, Portugal e Irlanda han concluido con éxito sus programas de asistencia financiera. En nuestro caso, como saben, sólo para el sector bancario, que, por cierto, hemos empezado a devolver, y en los otros dos, una asistencia integral.
España ha cumplido sus objetivos dentro del procedimiento de déficit excesivo y así ha sido reconocido por las instituciones europeas. España también ha dejado de ser considerado como país con desequilibrios macroeconómicos excesivos en la revisión del semestre europeo.
Hemos puesto en marcha la Unión Bancaria con la entrada en vigor del Mecanismo Único de supervisión y la aprobación y puesta en marcha del Mecanismo Único de Resolución. En este proceso quiero recordar que la banca española ha superado con éxito las pruebas de esfuerzo y la revisión de la calidad de sus activos por parte del Banco Central Europeo y la Autoridad Bancaria Europea.
Hemos acordado una posición común y ambiciosa en materia de cambio climático, que se plasmará en la próxima Cumbre de París. Hemos avanzado notablemente en el desarrollo del Mercado Interior de la Energía, especialmente con nuevos instrumentos comunitarios para poner en marcha las interconexiones que España ha venido reclamando históricamente.
Además, se ha avanzado en la lucha contra el fraude fiscal, con la mejora de las directivas de ahorro, cooperación administrativa y matriz filial.
Todo esto, en medio de un relevo institucional modélico, después de las elecciones europeas de mayo, con la elección de una nueva Comisión en la que a España le ha correspondido, como ustedes saben, la cartera de Energía y Cambio Climático que, como ven, está siendo objeto de la máxima atención por parte del Consejo.
Nada más. Muchas gracias y estoy a su disposición.