C. Herrera.- Sostiene el señor Aznar, con el que usted mantiene una relación idílica, que, si el 21 de diciembre estamos igual, en realidad estaremos peor ¿Usted considera eso también?
Presidente.- No, yo considero exactamente lo contrario. Yo creo que ya estamos mejor y le voy a decir por qué estamos mejor: porque, por lo pronto, esto ha servido para que todos los españoles, todos, sepan que el Estado se puede defender. Es decir, la gente ya sabe ahora lo que es el 155 y la gente ya sabe que, si alguien va contra la Constitución, contra el Estatuto o contra las normas de convivencia que nos hemos dado entre todos, se aplica la Constitución. Ese es el mensaje que ya todos sabemos: España se puede defender cuando alguien ataca a España de una manera tan brutal como se hizo aquí.
De hecho, hay un dato que también es muy positivo, que es que todos estos grupos políticos se van a presentar ahora a las elecciones autonómicas convocadas por el presidente del Gobierno de España con arreglo a la Constitución Española y al Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Esos son pasos adelante muy importantes y la gente, por lo menos la que es inteligente, suele tomar nota.
C. Herrera.- ¿Considera usted, de alguna manera, que las empresas que han salido de Cataluña volverán algún día?
Presidente.- Ojalá que vuelvan, porque han salido más de dos mil empresas. Esta es otra de las grandes estafas y de las grandes mentiras que hemos visto durante todo este proceso. Decían que esto no iba a afectar a la economía, que los bancos iban a dar crédito y que todo era estupendo. Eso es una mentira descomunal y, desgraciadamente, hay mucha gente que se la ha creído. Yo no sé si volverán; pero yo, desde luego, pido que vuelvan.
A mí me gustaría que a partir del mes de enero hubiera una situación de normalidad y de tranquilidad, y que todo el mundo volviera. Igual que me gustaría que todo el mundo comprara productos catalanes, porque es que, si no, el empresario catalán que vende en el resto de España sufre dos veces: una, por el trato que le dan los independentistas allí, en Cataluña, y otra, porque hay mucha gente que se enfada, lógicamente, porque le hierve la sangre, y, entonces, tampoco le va a apoyar.
Vamos a apostar todos por la sensatez y por la normalidad, y eso pasa porque vaya todo el mundo a votar el 21 de diciembre, que sea una participación masiva y, luego, ya entremos en una situación normal porque, además, ya le digo, eso sería magnífico para la economía. Si esto se tranquiliza, puede subir la economía cinco o seis décimas de crecimiento al año que viene y eso son muchísimos puestos de trabajo, y mucho aumento de los niveles de riqueza y bienestar.
C. Herrera.- ¿Sintió usted o su Gobierno algún tipo de alivio el día que el Tribunal Supremo decidió dejar en libertad bajo fianza a la señora Forcadell y a los demás miembros de la Mesa del Parlamento?
Presidente.- Sobre ello se ha escrito y se ha hablado mucho. Yo soy el presidente del Poder Ejecutivo, soy el presidente del Gobierno y yo, por tanto, sé muy bien cuál es mi función, sé muy bien cuál es la función del Poder Judicial y sé muy bien cuál es la función del Parlamento. Por tanto, el presidente del Gobierno en las resoluciones de los Tribunales, le afecten o no le afecten, le gusten o no le gusten, le parezcan mejor o peor, lo que tiene que hacer es callarse y acatarlas. Si todos hiciéramos lo mismo, todos los que estamos en los otros poderes, creo que no iría muy bien a todos.
C. Herrera.- ¿Pero el presidente del Ejecutivo puede de alguna manera influir, presionar o convencer a la Fiscalía para que actúe de una manera o de otra ante un tribunal?
Presidente.- Mientras el presidente del Ejecutivo no puede ni hablar con un juez, que al fin u a la postre es el que toma la decisión, es evidente que al Fiscal General del Estado lo nombra el Gobierno, pero es independiente, porque luego está para cinco años y no se le puede cesar. Yo creo que cuanto más independiente sea la Fiscalía, que al fin y a la postre defiende el interés público, mejor para todos.
C. Herrera.- Hay alguna pregunta que algunos oyentes nos pasan. Nos dicen si una victoria de los independentistas en Cataluña el 21 de diciembre daría por acabada la Legislatura.
Presidente.- En absoluto. Una victoria lo único que les serviría y les facultaría es para formar un Gobierno resultante de unas elecciones autonómicas y eso no tiene nada que ver con que las legislaturas duren más o menos.
Yo siempre soy partidario de que las legislaturas duren cuatro años, porque es transmitir normalidad, es dar seguridad y es que las cosas estén tranquilas. De hecho, en mi primera Legislatura las elecciones de 2011 fueron el 20 de noviembre y las de 2015 fueron el 20 de diciembre, cuatro años y un mes después.
Por tanto, si está en mis manos, esta Legislatura durará cuatro años.
C. Herrera.- ¿Por qué, señor Rajoy, tiene o existe la sensación en buena parte de la audiencia de la opinión pública de que los Gobiernos, no solo el suyo, en el tema catalán han actuado de forma timorata?
Presidente.- Puede que, efectivamente, haya esa sensación. Nosotros aprobamos la Constitución en el año 1978 y, entonces, durante mucho tiempo ha habido un proceso que hoy prácticamente está, no digo terminado, pero casi. Yo, como presidente del Gobierno, no he hecho transferencia ninguna a la Generalitat de Catalunya, ninguna, y llevo casi seis años en la Presidencia del Gobierno. Pero ¿por qué? Porque todas las transferencias se han hecho antes, en su momento: se transfirió la educación, se transfirió la sanidad y se transfirieron muchas cosas. Nunca hubiéramos querido llegar nadie a aplicar el artículo 155, pero lo hemos aplicado porque se ha roto la lealtad constitucional que es la base del sistema descentralizado que nos hemos dado, como le decía antes.
Yo espero que, a partir de ahora, como ocurre en otros países fuertemente descentralizados, los gobernantes sean leales a las normas que ellos mismos se han dado y que han aprobado la inmensa mayoría.
Ahora bien, ¿timoratos? Yo he aplicado el 155, no fui muy timorato. He tenido que cesar a todo el Gobierno de Cataluña. Eso es muy excepcional. Es tan excepcional que en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial, no se hizo nunca. He tenido que explicar cómo se hacía y todo el mundo lo entendió. Es un artículo que está en nuestra Constitución y está en la Constitución alemana, por ejemplo. Alemania es un Estado federal y tienen un 155. No lo han aplicado nunca porque a nadie, ni en Baviera, ni en ninguno de los länder alemanes, se le ha ocurrido adoptar las decisiones que se tomaron aquí.
C. Herrera.- ¿Usted sería partidario de estudiar la posibilidad de un Cupo, un Concierto Económico, al estilo navarro o vasco para Cataluña?
Presidente.- No. En el año 1978 mantuvimos… Mantuvimos, no; el modelo navarro ya existía con Franco y el vasco, también, pero solo en la provincia de Álava. Entonces, en el año 1978, cuando hicimos la Constitución, dijimos: vamos a hacer algo, vamos a hacer una Constitución que le sirva a todos, y le sirvió a Santiago Carrillo, que era un comunista que venia del exilio, les sirvió a algunas personas que habían sido ministros con Franco y le sirvió a Convergència i Unió, que era un partido muy importante en aquel momento, como luego lo fue durante tiempo, catalán, y el Partido Nacionalista Vasco se abstuvo. Pero se hizo un gran esfuerzo y dentro de ese esfuerzo el sistema de Concierto y el Convenio se incluyó en la Constitución. Están los dos en la Constitución y fueron votados por todo el mundo. Luego, se acordó que habría un modelo de financiación autonómica para el resto de las Comunidades Autónomas que se negociaría cada cierto tiempo.
Pues bien, ahora hemos creado una comisión en el Congreso, que yo creo que se constituye mañana --creo que mañana es día 15--, donde vamos a evaluar cómo ha funcionado el Estado autonómico en estos años y ahí también vamos a hablar del modelo de financiación autonómica. El modelo de financiación, por cierto, ya acordamos ponerlo en marcha en la Conferencia de Presidentes que tuvimos a principios de este año, ya los expertos nos han dado su papel y hay un grupo de trabajo del que forman parte todas las autonomías, menos el Gobierno del señor Puigdemont porque no quiso. Conviene también que, cuando hay foros de diálogo para defender tus posiciones se esté allí, ¿no? Él ni ha querido venir al Congreso, ni al Senado, ni ha querido participar en el debate sobre financiación.
Por tanto, yo soy partidario de un modelo que afecte a todos. Habrá que corregir si hay cosas que no están bien; pero es imposible hacer un modelo de financiación que no tenga el acuerdo de todos porque, aparte de que es imposible, no es deseable.
C. Herrera.- La enseñanza en español en Comunidades como Cataluña, Baleares y últimamente la Comunidad Valenciana digamos que es, cuando menos, endeble. A veces, da la sensación de que hay una persecución contra el idioma común de todos los españoles y, desde luego, hay familias que no pueden decidir educar a sus hijos en español si no es en una escuela privada y, por tanto, pagando un dinero. Las competencias están diseñadas así y los Gobiernos son autónomos para ello. Cuando ha habido alguna sentencia, digamos que se la han pasado por algún tipo de forro con toda libertad; sentencias del Constitucional. ¿Qué se puede hacer a partir de ahora teniendo en cuenta el nuevo escenario que ha quedado, por ejemplo, en Cataluña y que puede servir de aviso para algún otro territorio?
Presidente.- Yo de lo primero que soy partidario es de hablar. Le he hablado de la comisión. Creo que en esta comisión que se constituye en el Congreso sería bueno de que hablásemos, entre otras cosas, de este asunto que usted está planteando, que es un asunto que ha generado muchas polémicas, muchos disgustos en mucha gente, y que ha provocado también que se incumplan sentencias, como usted muy bien decía.
Primero, vamos a dialogar sobre este asunto y, en segundo lugar, yo creo que pronto en el Congreso de los Diputados, porque hay algunas iniciativas presentadas, vamos, aparte de esta comisión, a tratar de la labor y de la función que puede desarrollar la inspección educativa. Es un tema muy delicado y muy complejo. La mejor forma de resolverlo es respetando los derechos de todos llegándose a un acuerdo y a un entendimiento. Por tanto, sería lo mejor resolverlo así; pero, si no, sin duda alguna, tendremos que ver qué es lo que podemos hacer en el futuro para que esta situación no se produzca.
C. Herrera.- Medios de comunicación. Se dice: ¿por qué la intervención del Gobierno no ha recaído también sobre los medios de comunicación de la Corporación Catalana de Radio y Televisión?
Presidente.- La intervención del Gobierno es excepcional y estamos en una situación excepcional. Va a durar lo que dure la campaña electoral y, luego, el tiempo que transcurra hasta que el Gobierno que salga de las urnas tome posesión, como le decía antes.
Hemos cesado a todo el Gobierno, hemos cesado a la cúpula de Interior, que era lo que nos parecía lo más importante, y hemos suprimido las competencias que no le da ni el Estatuto ni le da la Constitución Española en materia exterior. En materia exterior se han creado un sinfín de Oficinas que en los últimos tiempos se dedicaba, única y exclusivamente, a hablar mal de España. Es una cosa verdaderamente increíble. Esa era la función que tenían las distintas Oficinas que se fueron creando con un contenido político en distintos lugares y por eso las hemos cerrado. Hemos mantenido los temas comerciales, etcétera, pero no los temas políticos porque se usaban, única y exclusivamente, para hablar mal de España.
Es decir, hemos entrado en aquellas competencias que son competencias de Estado: exterior, interior, defensa no, porque no había tal, y también hemos asumido el control de la hacienda. No hemos querido entrar en el control de todo lo demás, porque no tiene sentido hacerlo para tres meses y porque consideramos que los otros temas eran más importantes.
Luego, hay un asunto… Claro, la libertad de expresión es uno de los derechos básicos y más emblemáticos no solo de nuestra Constitución, que lo es, y durante mucho tiempo no lo hubo en España, sino en el resto de Constituciones, y nos pareció oportuno tomar esa decisión en la conversación que, además, tuvimos con el resto de grupos políticos.
C. Herrera.- ¿Es cierto o no que Interior le ordenó a la Policía, Mossos incluidos, no desalojar a las sediciosos de las carreteras y de las vías férreas el día de esa famosa huelga, como si el Gobierno, por una parte, tuviera pavor a pensar que se pudieran repetir escenas como las que sirvieron de contrapropaganda en su día, y, también, con la intención de que algunos en Cataluña supieran qué es lo que supone estar al servicio o estar bajo el control de determinados grupos políticos?
Presidente.- No. Yo creo que la huelga que vivimos en Cataluña hace unos días no fue una huelga al uso. De hecho, los grandes sindicatos españoles, y catalanes, porque tienen la mayoría allí, como pueden ser Comisiones Obreras y UGT, no apoyaron esa huelga. Eso era una actuación por parte de extremistas, radicales independentistas, que estaban practicando su habitual juego de que, cuanto peor vayan las cosas, mejor para ellos.
La huelga no tuvo prácticamente ningún seguimiento; pero para hacerla eficaz lo que hicieron fue intentar que el transporte no funcionara. Hubo algunas escenas verdaderamente dramáticas, como colocar niños en el centro de una autopista, que son muy reveladoras, ya no hablo de política, sino de la calidad humana de quien es capaz de colocar un niño en una autopista para que no puedan circular los coches. Pero, en fin, vamos a dejar ese asunto de lado.
Yo tengo que decir que los operativos policiales los hace la policía. Ni el Gobierno, ni el ministro del Interior, ni nadie, sabe cómo se hace un operativo policial y, tanto el 1 de octubre, que fue fundamentalmente la Guardia Civil cuando fue el referéndum, como hace unos días cuando tuvo lugar esta mal llamada huelga, son las policías las que dicen: hay que hacer así las cosas, parece que es más prudente no hacer esto, parece que si hacemos esto los males serían muchos mayores que lo que tratamos de evitar… De hecho, hubo un determinado momento en que las vías del AVE fueron invadidas por cientos de personas y yo recuerdo que fueron los responsables policiales los que dijeron: nosotros recomendamos que no se actúe aquí.
Pero, sin embargo, hubo más de doscientas personas y doscientos vehículos identificados, y se han abierto ya los procedimientos, en algunos casos judiciales y en otros puramente administrativos, para sancionar a esa gente. Es decir, esa gente está fichada y esa gente será sancionada.
Claro, yo, a veces, veo a algunos dirigentes políticos que realmente tienen muy poco pudor, porque el día 1 de octubre decían "intolerables las cargas de la policía" y, ahora, cuando fue esta huelga, dicen: "intolerable que la policía no haya cargado". Oiga, en la vida cada uno asume sus responsabilidades y yo, desde luego, confío mucho en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas. Entre otras cosas, las conozco bien, porque he sido también ministro del Interior.
Dejémoslas trabajar. El cien por cien de acierto no lo tiene nadie en la vida, ni usted, ni yo, ni ninguna de las personas que estamos en esta sala; pero, sinceramente, creo que tenemos unas buenas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Yo entiendo que la gente se haya molestado, porque realmente ha sido duro, ha sido desagradable y ha sido molesto; es lo que pretenden estos bárbaros que actuaron esos días. Pero yo tengo que decir que las fuerzas policiales, igual que el 1 de octubre, hicieron todo cuanto estuvo en sus manos para que las cosas salieran bien. Claro, no pueden ser blandos un día, duros al siguiente y, sobre todo, que eso lo hagan políticos que debieran ser más prudentes, realmente no es un dato muy positivo. Criticar es muy fácil
C. Herrera.- ¿Por quién lo dice eso?
Presidente.- Por nadie en concreto.
C. Herrera.- No me lo creo.
Presidente.- A lo mejor, hace usted bien, o no. Quién sabe.
C. Herrera.- ¿No tiene usted inconvenientes que mis compañeros, que tienen mucho interés en saludarle, a los que conoce usted de largo…? Le quería hacer una pregunta Antonio Jiménez.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)