La Valeta (Malta)
Presidente.- Señoras y señores, muy buenos días y muchas gracias por asistir a esta convocatoria.
Como saben, nos hemos reunido en La Valeta los máximos dirigentes políticos de Europa y de África, junto a con los representantes importantes de organismos internacionales, con un objetivo, que es abordar de manera conjunta uno de los principales desafíos de la sociedad internacional actual, que es la crisis migratoria.
Como conocen muy bien, en los últimos meses la Unión Europea ha tomado decisiones importantes para hacer frente a la llegada masiva de refugiados a Europa. Lo hemos hecho porque la Unión Europea es una comunidad solidaria, de valores compartidos, y entre ellos están la dignidad y los derechos fundamentales básicos de las personas, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Por solidaridad con nuestros socios europeos y con las personas que huyen de la guerra y de la barbarie, hemos acordado mecanismos extraordinarios de reubicación y de reasentamiento para acoger, y también para distribuir entre los Estados miembros, a 160.000 refugiados en los próximos dos años. España acogerá a más de diecisiete mil, además de gestionar cerca de veinte mil solicitudes de asilo, que prevemos recibir este año directamente en nuestro país.
Lo importante en esta operación es hacer un ejercicio de solidaridad, pero también hacerlo con eficacia, hacerlo con coordinación y siendo capaces de canalizar ordenadamente las admirables iniciativas de solidaridad de la sociedad española. Por ello, estamos reforzando y redimensionando nuestro sistema nacional de acogida y de integración, tanto en medios materiales, como en medios humanos.
Para el año 2016, sólo para programas específicos de acogida a solicitantes y beneficiarios de protección internacional hemos aumentado muy notablemente el presupuesto inicial. Hemos puesto también a disposición de FRONTEX y de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo cincuenta funcionarios españoles especializados en la gestión de flujos migratorios, y hemos realizado ya un primer proyecto piloto de reubicación de refugiados desde Italia.
Esta experiencia piloto nos servirá para organizar con eficacia la acogida de más de diecisiete mil personas necesitadas de protección internacional, que nos hemos comprometido a recibir en España, como les he dicho antes, en los dos próximos años. Lo haremos siguiendo una programación regular para la mejor acogida de estas personas. Hemos trabajado y trabajamos para ello en coordinación con todas las Administraciones locales y autonómicas, así como con las Organizaciones No Gubernamentales.
Pero la situación sigue siendo crítica y requiere una actuación conjunta, solidaria, responsable y a largo plazo de todas las partes implicadas. No caben fórmulas mágicas, ni caben ocurrencias, ni caben, en una materia como ésta, soluciones a corto plazo.
España lo viene defendiendo desde el principio: debemos gestionar, tanto las consecuencias de la crisis, como, lo que es más importante, las causas de origen de la propia crisis. Y éstas no son otras que la guerra, la pobreza y la falta de oportunidades. Los europeos tenemos que tener muy claro que, mientras subsistan estas lacras, no dejarán de llegar a nuestras fronteras flujos masivos de inmigrantes. Esto es lo que vengo defendiendo en Europa y tengo que decir con satisfacción que es a lo que se ha dedicado, precisamente, esta Cumbre de La Valeta.
Al igual que en pasadas ocasiones, se me ha solicitado que exponga la experiencia española en materia migratoria. En concreto, he explicado en esta Cumbre nuestra experiencia de cooperación con Marruecos, Senegal, Mauritania y otros países de África Occidental. Y debo decir que varios líderes africanos me han expresado su reconocimiento a la labor de España en materia de cooperación y diálogos migratorios.
Tanto la Declaración Política, como el Plan de Acción aprobados por esta Cumbre, recogen los principales elementos de la expuesta experiencia española y prevén medidas concretas en los siguientes ámbitos:
- En primer lugar, el desarrollo de los países de origen y tránsito. A tal fin, en esta Cumbre ha quedado constituido el Fondo Fiduciario para África, dotado de 1.800 millones de euros, que tiene previsto financiar proyectos de cooperación varios y que se suma a otros instrumentos financieros existentes de cooperación al desarrollo Unión Europea-África. España ha sido el primer país que ha comprometido su contribución a dicho Fondo.
- En segundo lugar, la reducción de los costes de las remesas que los inmigrantes envían a sus países de origen y que en algunos de ellos constituyen nada menos que el 10 por 100 de su Producto Interior Bruto. España tiene una amplia experiencia en este campo, que viene compartiendo con diversos organismos internacionales, entre ellos el G-20.
- En tercer lugar, el fomento de canales de inmigración legal y la extensión de becas para estudiantes e investigadores africanos.
- En cuarto lugar, la estrecha cooperación con las autoridades de los países de origen y de tránsito para acordar los pertinentes esquemas de readmisión de la inmigración irregular, tal y como España mantiene con un buen número de países.
- En quinto lugar, la lucha contra las bandas de crimen organizado y las mafias.
- En sexto lugar, la estabilización de las zonas de conflicto y la ayuda humanitaria para proteger a las personas afectadas.
- En séptimo lugar, el fomento del diálogo regional institucionalizado en materia migratoria, aprovechando al máximo en este sentido los Procesos de Rabat y de Jartum. España ha propuesto que dichos Procesos se conviertan en los brazos ejecutores de los compromisos adquiridos en la Cumbre y de los proyectos que financie el Fondo Fiduciario.
Por último, quiero poner en su conocimiento también que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado ahora, a continuación de la Cumbre, una reunión informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea precisamente para abordar nuestra respuesta común a la crisis migratoria. En concreto, está previsto que tratemos las siguientes cuestiones: intensificación de la cooperación con países terceros, incluida Turquía; aplicación de las decisiones tomadas en materia de reubicación; creación de puntos críticos en Grecia e Italia y reforzamiento de las capacidades de acogida, proporcionando a FRONTEX y a la Oficina Europea de Apoyo al Asilo el asesoramiento técnico adicional necesario; y, en cuarto lugar, refuerzo de la gestión común de las fronteras exteriores de la Unión.
Señoras y señores,
Es evidente que queda mucho trabajo por hacer; pero las decisiones adoptadas en el marco de la Cumbre de La Valeta sobre la base de la experiencia española constituyen avances hacia la consecución de estos objetivos comunes de la Unión Europea. Realmente, esta Cumbre es la primera en la que, de una manera nítida y clara, no vamos a las consecuencias de estos masivos desplazamientos de personas, que hay que ir, sino que vamos al origen de los desplazamientos, que es mucho más importante y es como se resuelven de verdad los temas; al menos, si pensamos en el medio y en el largo plazo.
Estoy a su disposición.