Conferencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes a todos y muchas gracias por su asistencia.

Como ustedes saben, acaba de finalizar esta vigesimocuarta Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno dedicada a la educación, cultura e innovación; la primera a la que asiste S.M. el Rey Felipe VI, en calidad de jefe de Estado, y también la primera con Rebeca Grynspan como secretaria general.

Deseo felicitar, tanto a la Secretaría General, como a la Secretaría Pro Tempore de México, por su excelente trabajo de programación y organización que ha permitido que esta Cumbre de Veracruz haya sido un éxito. Como saben, Colombia organizará la vigesimoquinta Cumbre Iberoamericana en 2016. Estoy seguro de que realizarán un gran trabajo y, desde hoy, les ofrezco la plena cooperación de España para su preparación.

Es para mí muy gratificante haber participado en el proceso de renovación de la Conferencia Iberoamericana, que comenzó en Cádiz hace dos años y que hoy culmina en un sistema más ágil y más eficiente. Creo que este esfuerzo colectivo ha reforzado a nuestra Iberoamérica como espacio compartido y con futuro. Les invito a leer los documentos aprobados en esta Cumbre: la Resolución y la Declaración de Veracruz, el Programa de Acción y los diferentes comunicados.

No obstante, me gustaría referirme a algunos cambios concretos. Las Cumbres, a partir de ahora, serán bienales y se alternarán con las Cumbres Unión Europea-CELAC, cuya segunda edición tendrá lugar en Bruselas en junio de 2015.

El diálogo birregional presentará, así, un formato más abierto en el que la CELAC, la Unión Europea y la Conferencia Iberoamericana tendrán cada una su espacio sumando en beneficio de la región. Y en esas relaciones con la Unión Europea España, junto con Portugal, seremos los mejores abogados de América Latina.

Hemos progresado, asimismo, en la concentración temática. Nuestros esfuerzos se centrarán en lengua y cultura, en educación e innovación científica y tecnológica, y en cohesión social, a través de la cooperación al desarrollo y la cooperación empresarial.

Hemos avanzado en la racionalización institucional, rediseñando las Oficinas Regionales como instrumentos de descentralización y mejorando la coordinación de la Secretaría General con los diferentes organismos iberoamericanos, como la Conferencia de Ministros de Justicia, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social o la Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Asimismo, se han adoptado algunas iniciativas enfocadas a la juventud y a la movilidad académica. Hemos identificado, de cara al futuro, la conveniencia de acordar un Convenio Marco sobre movilidad de talentos y de constituir una alianza para la movilidad académica en el ámbito iberoamericano. La Secretaría General dará seguimiento a estas iniciativas.

Hemos anunciado, además, el lanzamiento de la Tarjeta Joven Iberoamericana que facilitará el acceso de los jóvenes iberoamericanos a una serie de beneficios y servicios comunes como la educación, la cultura y el transporte.

Permítanme que me detenga en la cuestión de la innovación, que hemos abordado en la sesión plenaria de hoy, en la que he abierto el debate.

España otorga gran importancia a la innovación, también en el seno de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, en el siglo XXI. La innovación es la base para nuestro desarrollo, mejora la vida de la gente, da empleo de calidad y nos hace competitivos en un contexto de gran concurrencia. En este ámbito las empresas españolas y multilatinas tienen mucho que hacer y decir. Tenemos lo más difícil, que es el talento, y ahora se trata de asociar a fondo innovación e Iberoamérica. En este reto poseer unas instituciones fuertes e independientes resulta clave para que prospere la innovación.

Asimismo, debemos incidir en el principio de "la idea al mercado", es decir, facilitar que una buena idea se convierta en una realidad para beneficio de nuestras empresas y de nuestros ciudadanos.

En otro orden de cosas, las Cumbres Iberoamericanas no son sólo importantes por lo que en ellas se acuerda, sino por las dinámicas que propician. Aquí, en Veracruz, se han celebrado diferentes encuentros protagonizados por la sociedad civil, tales como el Foro de Comunicación, el Encuentro Empresarial Iberoamericano y un encuentro de jóvenes. Creo que son iniciativas extraordinariamente útiles que se van consolidando porque aportan realmente un valor añadido a la Comunidad Iberoamericana.

El domingo participé en el Encuentro Empresarial y ayer, además de inaugurar el Foro de la Comunicación con el presidente de México, mantuvimos el tradicional almuerzo de trabajo, al que asistió S.M. el Rey, y en el que abordamos temas de mucho interés en el marco de nuestra relación estratégica.

Su Majestad y yo también mantuvimos esta misma mañana un desayuno de trabajo con presidentes de países centroamericanos, en el cual hemos tratado temas de mutuo interés, como las relaciones entre la Unión Europea y Centroamérica, el papel de las infraestructuras como vector de integración, y la seguridad en la región.

Asimismo, he mantenido reuniones bilaterales con los presidentes de Paraguay y Guatemala, y con el jefe de Gobierno de Andorra, en las cuales hemos pasado revista a las distintas prioridades de nuestra relación bilateral y de la agenda regional.

En definitiva, ha sido una Cumbre exitosa que marca una nueva etapa con dos prioridades en el punto de mira: los ciudadanos y una mayor eficiencia. Pretendíamos crear las condiciones necesarias para acercar las Cumbres a la sociedad y también pretendíamos introducir criterios de mayor eficacia y horizontalidad para adaptar la Conferencia Iberoamericana a la nueva realidad que viven nuestros ciudadanos. Creo que entre todos lo hemos logrado: hemos pasado de organizar Cumbres a constituir una Conferencia y queremos convertirnos en una Comunidad Iberoamericana que tiene un gran futuro.