P.- Presidente, quería preguntarle sobre las demostraciones continuadas que vimos de la noche a la mañana en respuesta a todo lo que tuvo que ver con los tiroteos de los policías.
Pero, aún a riesgo de correr la misma suerte que uno de mis colegas ayer, quiero volver sobre el tema de los correos electrónicos de la Secretaria Clinton, debido a algunos de los comentarios que usted ha hecho en el pasado sobre esto. Usted dijo en abril que seguía pensando que ella no había puesto en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos. Pero esta semana el director del FBI, Comey, dijo que su opinión era que quizás actores hostiles habrían tenido acceso a sus correos electrónicos y que había evidencias de que habían tenido muy poco cuidado en el manejo de una información muy sensible y altamente clasificada. ¿Acepta esa conclusión? Cuándo ayer habló del tema de la excesiva clasificación, ¿se refería usted a que algunos de los temas que se identificaron como clasificados podrían haber sido ejemplos de esa sobreclasificación de documentos?
Volviendo a otro tema, también comentó en el pasado que algunas de las tácticas del movimiento Black Lives Matter habían sido contraproducentes. Hemos seguido viendo manifestaciones continuadas en muchas ciudades americanas por la tragedia de Dallas y ahora, que está preparando su viaje a Dallas, ¿qué consejo le daría a los activistas del Black Lives Matter para tratar este tema tan delicado?
Al presidente Rajoy. El presidente dijo en una entrevista a "El País" que espera y desea que el próximo Gobierno de España siga manteniendo unas relaciones fuertes con Europa y Estados Unidos. ¿Está en posición de garantizar eso? A pesar de las preocupaciones sobre unas terceras elecciones, ¿es capaz usted de descartar esa posibilidad?
Sr. Obama.- Sobre la primera pregunta, ha habido una investigación en el ámbito penal. El director del FBI tomó la medida extraordinaria de explicar de manera muy metódica como llegaron a su conclusión. La Fiscal General aceptó la recomendación de los investigadores y como resultado yo no debo estar ahí básicamente cuestionando o comentando ampliamente las conclusiones que ellos ya tomaron.
Cuando yo hablé sobre el hecho de que hay inquietudes legítimas sobre cómo viaja la información en el Departamento de Estado, es algo que es muy amplio; es algo que tiene que ver con el volumen de información que se transmite hoy en día. ¿Quién tiene acceso a esa información? Preocupación por la seguridad, ciberataques, preocupación también por asegurarnos de que se está transmitiendo información a tiempo real para asegurar que tomamos buenas decisiones. Pero esto no significa que se esté llevando mal el proceso o que nos haga más vulnerables.
Sin comentar lo que dijo el director Comey, puedo decirles que el secretario Kerry está y ha estado preocupado en general, y ha tomado iniciativas para tratar de mejorar estos flujos de información, y que a mí me preocupa eso a nivel de todo el Gobierno. Esto tiene especial relevancia cuando se habla de cables diplomáticos y temas relacionados con la seguridad nacional.
No creo que lo hayamos resuelto a la perfección. Creo que vamos a tener que mejorar y aprender de nuestros errores. Parte de esto tendrá que hacerse de forma voluntaria y parte, cambiando los sistemas. Parte tendrá que ver con la formación del personal desde los puestos más altos, cómo yo puedo utilizar mi "Smartphone" o mi "BlackBerry" para llegar hasta los niveles más bajos de puestos.
Hemos visto que hay problemas con esto. "Wikileaks", por ejemplo, fue verdaderamente un problema considerable y no fue intencionado; pero lo que nos hizo ver es que existían muchas vulnerabilidades. Sabemos que ha habido "hackers" en la Casa Blanca y cómo la gente maneja la información, las medidas de precaución que se han tomado. Todo esto se está examinando profundamente. Pienso que es un trabajo que está avanzando.
Con respecto a la segunda pregunta, una de las cosas extraordinarias que tiene Estados Unidos es que los ciudadanos individuales y grupos pueden pedirle a su Gobierno, pueden manifestarse, pueden verdaderamente decir la verdad al poder. A veces, esto resulta polémico y complicado pero, debido a esa capacidad de manifestar y de poder expresarse libremente, en el transcurso del tiempo Estados Unidos cada vez ha ido a mejor. Siempre nos hemos beneficiado de esto, todos.
El movimiento de abolición fue controvertido, el esfuerzo para que las mujeres pudieran votar también lo fue y hubo momentos en los que los activistas pudieron haber utilizado una retórica verdaderamente exagerada y ocasionalmente contraproducente. Pero la cuestión era presentar ciertos asuntos de manera que nosotros, como sociedad, pudiéramos manejarlos.
Lo mismo pasó con el movimiento de derechos civiles, sindicalista, antiguerra, antibélico, ambiental y durante la guerra de Vietnam. Y yo pienso que lo que estamos viendo ahora es parte de esta tradición que es nuestra.
Lo que me gustaría decir es esto: que, cuando los que nos preocupamos por la justicia del sistema penal atacamos a oficiales de policía, lo que estamos haciendo básicamente es perjudicar la causa.
En primer lugar, cualquier violencia contra policías es un delito reprochable y debe ser perseguido. Pero, incluso retóricamente, hablando en general de la Policía, si no reconocemos que la mayoría de los policías están verdaderamente haciendo un trabajo excelente y están tratando de proteger a la población y hacerlo de manera justa, sin cercos raciales, racistas…, si una retórica no reconoce eso, entonces vamos a perder a los partidarios de una reforma.
Ahora bien, en un movimiento como Black Lives Matter siempre habrá quien diga cosas estúpidas, o imprudentes, o duras, o simplemente generalice demasiado. No creo que se pueda, básicamente, culpar a activistas bien intencionados que están haciendo lo correcto y se manifiestan pacíficamente de todo lo que sucede en un lugar donde se protesta. Pero yo diría a cualquier persona preocupada por los tiroteos o los sesgos racistas en el sistema penal que mantener un tono respetuoso y veraz va a servir para movilizar a la sociedad estadounidense de manera que se genere un cambio verdadero. Ése es el objetivo que tenemos, es nuestro objetivo final.
Esta semana la gente se sintió dolida, la gente estaba airada; pero mucho de esto no fue más que desahogo. Pero pienso que la mayoría de las personas que son parte de este movimiento lo que quieren ver en verdad es que se mejore la relación entre la Policía y la comunidad, de manera que ellos sientan que en realidad les están sirviendo, y la mejor forma de hacer eso es atraernos aliados. Esto significa… Y en esto incluyo a los Departamentos de Policía que están haciendo lo correcto, como en Dallas, que están implementando las reformas que Black Lives Matter ha estado pidiendo. Por eso fue tan trágico que esos oficiales fueran el blanco en Dallas, en un lugar precisamente que, debido a su transparencia, a su capacitación, apertura y participación con la comunidad, ha logrado reducir enormemente los tiroteos contra la Policía y las quejas sobre mala conducta.
Lo último que voy a decir es a todos los que están implicados en el movimiento Black Lives Matter, u otras organizaciones de derechos civiles o que se están manifestando, de la misma manera que quiero que mantengan un tono respetuoso, porque eso es lo que va a generar un cambio, también espero que las organizaciones policiales respeten las frustraciones que sienten los integrantes de estas comunidades y que no desestimen estas manifestaciones y quejas como algo políticamente correcto o, simplemente, como política o ataques contra la Policía. Se han planteado temas legítimos y hay datos y pruebas que respaldan los temores que están expresando estos manifestantes.
Si las organizaciones policiales y la Policía reconocen que existe un problema, que hay algo, entonces eso también va a contribuir a que se generen soluciones reales. Y, como dije ayer, eso es lo que al final va a hacer que el trabajo de ser policía sea mucho más seguro. Redunda en el interés de los oficiales de Policía que sus comunidades confíen en ellos y que se suavice el tipo de rencor y sospecha que existe ahora mismo.
Por lo tanto, me gustaría que todas las partes se escuchen y eso es lo que esperamos poder lograr en el transcurso de la próxima semana y en el transcurso de los meses que me quedan como presidente.
Presidente.- Lo que vaya a pasar con la formación del nuevo Gobierno en España es algo que iremos viendo a lo largo de los próximos días; pero yo estoy absolutamente convencido de que todo el mundo va a actuar con responsabilidad y que, por tanto, España pronto tendrá un Gobierno.
A partir de ahí, en España la política exterior y la política de defensa, generalmente, se hacen con un acuerdo entre las grandes fuerzas políticas. Nosotros estamos en la OTAN en estos momentos, nosotros hemos llegado a unos acuerdos con el Gobierno de Estados Unidos en Rota, nuestros soldados están en muchos países del mundo --están en Turquía, están en Irak, están o han estado en el Báltico, están en Líbano-- y todas las misiones del Ejército español, o de la Guardia Civil, o de la Policía, pasan por el Parlamento y son votadas por los diputados. Hay un acuerdo sustancial en la política de defensa en España, insisto, entre los grandes partidos tradicionales al menos, y, por tanto, yo espero, y estoy seguro, que esto se va a mantener en el futuro.
Lo mismo ocurre con la política exterior. Las grandes decisiones en materia de política exterior están acordadas entre el Gobierno de la nación y el partido que le apoya, y, al menos, la segunda gran fuerza política que también ha gobernado en España, como saben, durante muchos años.
Por tanto, la política exterior y la política de defensa españolas, y las relaciones con Estados Unidos, de los que somos, como todo el mundo sabe, un aliado fiable y serio, y compartimos los mismos principios y valores, se van a mantener en el futuro sea cual sea el resultado de las elecciones. Yo no tengo ninguna duda. Siempre ha sido así. Ha habido en algún momento muy concreto de nuestra historia alguna discrepancia puntual; pero lo cierto es que la inmensa mayoría de las decisiones en materia de política exterior, defensa y, por supuesto, relaciones con Estados Unidos siempre son producto de un acuerdo muy mayoritario que respalda el pueblo español.
P.- Al presidente Obama le quería preguntar si le preocupa la tardanza por formar gobierno en España, si eso puede afectar a las relaciones de España con Estados Unidos y si teme un escenario con populistas en los Gobiernos de los dos países.
El presidente Rajoy nos comentaba que le había trasladado al presidente Obama su deseo de que pronto haya Gobierno en España. No sé si le ha podido comentar o precisar por dónde pueden ir los acuerdos para esa formación de Gobierno.
Por otro lado también, en relación con las próximas elecciones en Estados Unidos, ¿cree que un triunfo de Trump sería preocupante, tanto para Estados Unidos, como para las relaciones de este país con España y la Unión Europea?
Sr. Obama.- Pienso que el presidente Rajoy tiene toda la razón. Si bien es importante para nosotros que tengamos un Gobierno español estable, que funcione bien, la naturaleza de nuestra relación, los nexos entre España y Estados Unidos, no dependerá de cuál es el partido que ocupe el poder. De la misma manera que mi expectativa sería que, si bien podría haber diferencias en política exterior de tener un sucesor republicano en vez de demócrata, seguiría habiendo un interés central como miembro de la OTAN preocupado por el terrorismo y por una amplia gama de asuntos internacionales, económicos y de seguridad.
Yo le deseo suerte al presidente. A propósito, no entró en detalles. No me compete averiguar los pormenores de las negociaciones que se estén dando para formar Gobierno en España; pero tengo mucha confianza en que, sea cual sea el Gobierno que surja, vamos a poder trabajar de manera eficiente en una amplia serie de asuntos.
Como señalaba, tengo mi propia política por la que preocuparme de vuelta a casa y no voy a hacer comentarios sobre las elecciones de los Estados Unidos, porque me parece que, al final, es el pueblo estadounidense quien tiene que decidir. Lo que sí diría es que tengo mucha confianza en el pueblo estadounidense, en su generosidad, sus valores, su decencia y su sentido común. Y, si bien nuestro proceso político es engorroso, dominado por demasiado dinero, dura demasiado tiempo y hay mucha retórica por todas partes, al final del día me parece que el pueblo reconoce la importancia que tiene el cargo de presidente y que Estados Unidos tiene un papel único en el mundo, y se tomará la decisión sobre quién ocupa el Despacho Oval muy en serio.
Hay algunas conexiones entre los impulsos y las voces populistas en Estados Unidos y lo que está ocurriendo aquí en Europa, ya sea lo que hemos visto con el "Brexit" o con los otros partidos que han aparecido en otros países europeos. Y me gustaría volver a lo que he dicho anteriormente: si la integración global no funciona para todo el mundo, si simplemente ayuda a las élites, si vemos crecer la desigualdad y la gente se siente abandonada, entonces tendremos un populismo crudo que, con frecuencia, lleva a la división y eso no es bueno para nadie, pero esas clases de políticas se desarrollarán.
Pero si, como yo, piensan que el intercambio comercial, de comunicaciones, de cultura, de ideas y mayor entendimiento a nivel mundial y de integración puede ser algo muy positivo, entonces eso tiene que ir acompañado de políticas que hagan frente a los problemas, que garanticen que los trabajadores tienen sueldos justos, que los sistemas de bienestar social se fortalecen para el siglo XXI y que también se aborden las preocupaciones ambientales y demás temores planteados por organizaciones progresistas. Si ignoramos esas cosas, entonces esos temores y ansiedades nos retarán, o se canalizarán de forma improductiva. Si los abordamos de lleno, me parece que la política a ambos lados del Océano Atlántico va a ir bien.
Presidente.- Son dos preguntas. Una, si le he explicado al presidente de los Estados Unidos qué es lo que voy a hacer yo para conseguir un acuerdo de gobierno y para que, por tanto, no tengan que repetirse las elecciones.
No se lo he explicado porque no entramos, como es natural, en esos detalles; pero yo lo que voy a plantear es que España tiene algunas cosas urgentes por delante: la primera, tenemos que aprobar un Presupuesto, un techo de gasto, para darle normalidad a la situación y para continuar en la senda del crecimiento económico y el empleo; la segunda, voy a pedir un gran consenso, que debe afectar a todos, sobre la política europea donde vamos a ver asuntos de gran trascendencia en los próximos meses, empezando por el "Brexit", los problemas de los refugiados, el proceso de integración europeo, etcétera.
Luego, mis preocupaciones de cara al futuro son fundamentalmente cuatro o, incluso, cinco, si quieren: la primera, es el empleo; la segunda, es el mantenimiento de nuestro Estado de Bienestar; la tercera, es la lucha contra el terrorismo; la cuarta, es la defensa de la unidad de España y, en quinto lugar, mantener una política exterior y de defensa como la que hemos llevado a cabo a lo largo de estos años en nuestro país.
Por tanto, yo creo que sobre esa base se puede construir; es más, creo que se debe construir porque, insisto, ya llevamos mucho tiempo con un Gobierno en funciones. De momento, esto no ha afectado a la situación de nuestra economía, Se está creando empleo y creo que este año va a ser bueno en materia de crecimiento económico, pero no debemos de jugar con fuego. Sinceramente, creo que ya ha transcurrido demasiado tiempo y que España necesita que se forme un Gobierno a la mayor celeridad.
En cuanto al Gobierno de los Estados Unidos y al candidato por el que usted se interesa, permítame que le conteste con una obviedad: el presidente de los Estados Unidos será, como siempre, quien diga el pueblo americano y, por tanto, los demás nada tenemos que decir sobre ese asunto, sobre todo, siendo presidente del Gobierno de un país amigo. A partir de ahí, las relaciones, como decía el presidente Obama en su intervención, estoy seguro de que serán, porque tienen que serlo, buenas y se van a mantener como hasta ahora, porque los pueblos y los países están por encima de las personas, y hay muchas cosas que nos unen, hay mucho trabajo conjunto por detrás y hay muchos planes de futuro por delante. Las personas influyen; pero influye, sobre todo, esa historia compartida y esa voluntad de trabajar juntos por el futuro en los dos países.
Muchas gracias.