P.- Para el señor Rajoy. ¿Le preocupa que el relevo en el liderazgo del PSOE avive el debate sobre República o Monarquía en España?
¿Qué opina de la decisión de Convergència i Unió de abstenerse en la votación de la Ley Orgánica que regula la abdicación del Rey Don Juan Carlos?
También me gustaría saber, señor Rajoy, qué va a hacer el Gobierno dentro de dos semanas cuando se va a quedar el Rey Don Juan Carlos sin protección jurídica. ¿Cómo será la norma que prepara el Gobierno y para cuándo su aprobación?
Y al señor Passos Coelho. Me gustaría saber si en Portugal preocupa este debate incipiente que está surgiendo en España sobre República o Monarquía.
Presidente.- Yo tengo que decir que el comportamiento de los dirigentes del Partido Socialista, y fundamentalmente de su secretario general, don Alfredo Pérez Rubalcaba, con el que he mantenido conversaciones, como todo el mundo conoce, a lo largo de estos días, ha sido serio, ejemplar y con sentido de Estado. Y, por tanto, no tengo la más mínima duda sobre cuál va a ser la posición del Partido Socialista Obrero Español en las próximas fechas.
En relación con el segundo grupo por el que usted me pregunta, Convergència i Unió, yo tengo que decir que es éste, el que estamos viviendo, un momento muy importante en la vida de la nación española. Quiero decir que el Gobierno de España ha actuado con transparencia y con lealtad, informando a todos los grupos políticos. Que nadie ha sido ignorado ni preterido.
A partir de ahí, quiero señalar también que todo el mundo puede tomar las decisiones que estime oportuno y conveniente en base a su historia, a su libertad, a su trayectoria y a sus propios intereses; todo el mundo puede hacerlo. Lo único que me gustaría a mí es que en una ocasión como ésta no hiciésemos política pequeña. Y tengo que decirle que España es, por fortuna, una democracia avanzada, con unas instituciones fuertes que van a estar a la altura de las circunstancias, y también con un cuerpo legislativo que tenga usted la total y absoluta certeza que se va a cumplir; al menos, mientras yo sea presidente del Gobierno de España. Y tengo la seguridad de que, cuando deje de serlo en su día, también se van a seguir cumpliendo las leyes en nuestro país.
En relación con qué vamos a hace ahora, éste es un proceso que se ha iniciado hace 48 horas. Es probable que dentro de no muchos días ya las Cortes, de manera definitiva, aprueben la Ley Orgánica que el Consejo de Ministros mandó ayer al Congreso de los Diputados. Tiene que ir, como sabe, al Congreso y al Senado. Tendrá unos trámites y, por tanto, durará unos días. Y es evidente que el Gobierno aprobará, con el contenido y en la fecha que se les explicará a todos ustedes en su momento, el estatuto, la norma, que regule la figura del Rey que ha abdicado.
Sr. Passos Coelho.- Agradezco la pregunta a mí dirigida. Creo que mi respuesta no sorprenderá. No tengo intención de hacer una observación sobre debates democráticos que puedan suceder en otros países; en este caso especial, en España. Es un debate que seguiremos con la atención que nos merece en España que es un gran país y es un país tan amigo que es casi un país hermano de Portugal.
Aprovecho simplemente la oportunidad para decir que nuestra confianza en las instituciones españolas es total. En ese sentido, cualquier que sea el debate que pueda tener lugar en España a propósito de esta situación no va a merecer por nuestra parte, ni de mi partido, sino nuestro respeto, porque estamos seguros de que España es, como lo acaba de decir ahora el presidente del Gobierno español, una democracia suficientemente preparada y madura para saber manejar situaciones tan importantes como ésta que acaba de surgir.
Renuevo mis votos de muchos éxitos para este nuevo paso y para el cumplimiento de expectativas tan elevadas como existen en la sociedad española sobre el futuro del nuevo Rey.
P.- Usted ha dicho que la decisión del Tribunal Constitucional es muy grave. Ante la situación creada por el Tribunal, ¿mantiene la intención de llevar su Legislatura hasta el final?
Sr. Passos Coelho.- Yo creo que los portugueses han apreciado la determinación que hemos evidenciado para crear situaciones de estabilidad y confianza, sin las cuales no tendremos las condiciones para sostener nuestra recuperación económica.
La determinación del Gobierno se mantiene, por tanto. Cuando se dice que ésta es una gran adversidad, es porque el Gobierno también ha tenido como característica no abandonar o tirar la toalla, sino mirar a la cara las situaciones que son difíciles, y ya lo hicimos. Por tanto, tienen que ser afrontadas y tienen que ser respondidas. En esa fase estamos ahora, la de buscar y encontrar la mejor manera de resolver esta situación ayudando a crear un marco de mayor estabilidad, y de mayor previsibilidad también, que nos permita hacer frente a estos problemas y alcanzar entre los inversores extranjeros y entre nuestros acreedores oficiales, y también entre los propios portugueses, la confianza necesaria para poder sacar partido, que legítimamente esperamos sacar, de todos los esfuerzos y sacrificios que hemos hecho hasta el momento.
P.- A ambos mandatarios. Me gustaría saber si han abordado la situación de Magdalena Álvarez en el Banco Europeo de Inversión. En concreto al señor primer ministro portugués, habida cuenta que la señora Álvarez también representa a Portugal, ¿considera oportuno que dimita, habida cuenta que está imputada en un caso de presunta corrupción?
Y al presidente del Gobierno español, al señor Rajoy. Ha hecho referencia al señor Pérez Rubalcaba. ¿Cree usted que S.M. el Rey ha abdicado ahora para que coincidiera con el hecho de que Pérez Rubalcaba aún sigue siendo secretario general de los socialistas?
El Rey abogó en su discurso por la necesidad de realizar reformas en España y, en concreto, le pregunto por la posible reforma de la Carta Magna, del texto de 1978, y si ve posible que esa reforma se acometa antes de que concluya la presenta Legislatura.
Sr. Passos Coelho.- Si no les importa, paso a contestar a su pregunta. Sentimos profundamente lo que está sucediendo en el BEI, pero esa situación será resuelta de forma oportuna, estoy seguro. El Gobierno portugués ha acompañado esta cuestión y, puesto que se trata de un puesto en el que hay una representación de interés nacional, transmitirá su posición en cuanto a la sustitución que está en juego. Pero lo tenemos que ver desde un punto de vista más amplio, desde el funcionamiento del propio Banco Europeo de Inversiones y, por eso, creo que simplemente hablar de esa sustitución es una discusión que nosotros tenemos que preparar de un modo más amplio con el Banco Europeo de Inversiones.
Presidente.- No hemos hablado de ese asunto a lo largo de las reuniones del día de hoy. En este momento el BEI está en sus trabajos preliminares en relación con todo este tema y, por tanto, vamos a esperar acontecimientos que, como en tantas y tantas facetas de la vida, suele ser siempre lo más prudente.
En relación con las motivaciones por las que usted me pregunta, yo creo que S.M. el Rey ha explicado clarísimamente cuáles son las razones por las que abdica y cuáles son las razones por las que lo hace en ese momento. A mí ya me lo había comunicado, como es sabido y ha sido recogido en los distintos medios de comunicación, hace algunos meses y, por tanto, no tiene absolutamente nada que ver con ese asunto al que usted se refiere.
En cuanto a las reformas, como sabe usted, el Gobierno que presido --también el Gobierno de Portugal-- a lo largo de estos últimos tiempos hemos hecho muchísimas reformas en España. Probablemente, sea muy difícil encontrar una etapa en la reciente historia de España donde un Gobierno haya hecho reformas de la entidad de la reforma laboral, la reforma del sistema financiero, la Ley de Estabilidad Presupuestaria; ahora la de la Administración, la unidad de mercado, la energética… Muchísimas reformas. Vamos a continuar con el espíritu reformista y, de hecho, esta misma semana, el viernes, en el Consejo de Ministros aprobaremos el Plan para la Mejora de la Competitividad de la Economía Española y del Crecimiento; el 13 o el 20, es decir, el siguiente, la reforma fiscal, y, a lo largo de todo los meses de junio y julio seguiremos presentando un paquete muy ambicioso de reformas estructurales.
En cuanto a la reforma de la Constitución, que es un tema recurrente, yo creo que lo más importante es saber qué es lo que se quiere reformar. En España se han hecho dos reformas de la Constitución, como todo el mundo sabe; la última muy importante, porque de esa reforma surgió la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que es la que nos permite en el futuro tener unas cuentas públicas saneadas, que es la garantía de que habrá crecimiento económico y de empleo en el futuro. Ésa es una reforma constitucional muy importante y, a partir de ahí, si alguien quiere plantear una reforma constitucional, tiene que decir exactamente qué es lo que quiere hacer, cuál es su objetivo., porque decir una cosa que no significa nada tiene poco sentido.
Yo le digo que en este momento España tiene prioridades de primer orden. La primera es qué va a ser de Europa, porque ahí sí se está produciendo la gran reforma constitucional en Portugal, en España y en todos los países de la Unión Europea. La nueva moneda lo es; el no tener política monetaria y cambiaria lo es; la Unión Bancaria, que hemos aprobado hace muy pocas fechas, ése sí es un cambio de primer orden y puede serlo el debate que hay ahora sobre la Unión Fiscal, sobre más Unión Económica o sobre la Unión Política.
Creo que la gran reforma constitucional hoy en día en la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea se está haciendo en Europa. Creo que debemos seguir trabajando con intensidad y con dureza en los temas de crecimiento económico y empleo, y creo que debemos ser perseverantes también en temas como los que hemos citado hoy aquí: la energía, la inmigración, etc., etc.
Para mí, ésas son las prioridades, que se resumen en crecimiento económico, creación de empleo, mejora del bienestar de la gente y bases sólidas para el futuro de nuestro país, para que no nos vuelva a suceder nunca más lo que hemos vivido a lo largo de estos últimos años.
P.- La pregunta es para el señor Passos Coelho. Entendemos de su respuesta a la anterior pregunta que ha hecho mi compañero que no están en juego las condiciones de gobernabilidad y, por tanto, que el Gobierno mantiene su decisión de llevar la Legislatura hasta el final. Pero en este momento los portugueses quieren saber cómo el impasse actual va a ser resuelto por el Gobierno; quieren saber inmediatamente cuándo se repondrán las situaciones tal y cómo se decidió por el Tribunal Constitucional en su fallo; si el Gobierno cumplirá, de hecho, las decisiones que el Tribunal Constitucional tomó, cuándo y de qué está dependiente ese cumplimiento.
Sr. Passos Coelho.- Su pregunta se contesta de una forma muy sencilla: el Gobierno va, evidentemente, a cumplir la norma que resulta del fallo del Tribunal Constitucional. En un Estado de Derecho es así: las decisiones se pueden criticar, pero tienen que ser ejecutadas y, por tanto, el Gobierno no dejará de dar cumplimiento a los términos del fallo. Dirigió a la Asamblea de la República algunas cuestiones que necesitan alguna aclaración que tienen que ver con aspectos muy prácticos que deben rodear la discusión de las deliberaciones del Tribunal Constitucional, sobre todo, para prevenir situaciones de desigualdad que puedan ocurrir entre los ciudadanos, como se puede leer en la carta que dirigí a la Asamblea de la República.
Es importante saber, por ejemplo, si los funcionarios públicos que optaron por tener el subsidio de vacaciones en duodécimos, y de hecho ya lo recibieron en mayo, al contrario de los que lo va a recibir en el futuro, se quedarán con parte de esa subvención o si serán compensados por ello. Es evidente que la lectura del fallo nos suscita algunas dudas de naturaleza práctica y operacional que nos gustaría prevenir. Pero el fallo, como es evidente, será ejecutado.
En cuanto a las medidas de sustitución, tuve ocasión, creo que ayer, de contestar a esa pregunta también. Las medidas tendrán que ser diseñadas por el Gobierno en función del problema que se ha creado; pero el problema que se ha creado, frente a los argumentos que se han utilizado en el acuerdo del Tribunal Constitucional y, sobre todo, cuando los confrontamos con otros fallos del Tribunal Constitucional, nos dejan incertidumbres sobre lo que ya se decidió y estará en fase de ser observado por el Tribunal a corto plazo, como el presupuesto de 2015 u otros asuntos importante como la ampliación de la contribución extraordinaria de solidaridad o la elevación de las contribuciones para los subsistema de salud ADSE, SAP y ADME.
El conjunto tiene una importancia presupuestaria todavía significativa, así como sobran muchas dudas también en cuanto lo que, en materia de reducción salarial, el Tribunal Constitucional considerará como admisible para los años venideros.
Mientras estas cuestiones no estén aclaradas, no sabemos cuál es el problema que tenemos que solucionar. Sólo es posible para el Gobierno presentar medidas sustitución para un problema cuando sepamos cuál es el problema. No podemos estar cada tres meses decidiendo cambiar el Presupuesto del Estado para dar a las personas una inestabilidad total porque no van a saber cómo van a funcionar las pensiones, no van a saber cómo van a funcionar las reducciones salariales o cómo van a funcionar las contribuciones para los subsistemas de salud.
Creo que al final de estos tres años de grandes sacrificios el país y los portugueses no se merecían esta inestabilidad que se ha instalado. El nuevo régimen que estamos viviendo es un régimen ahora post-programa y, por tanto, ya no vivimos bajo el escudo protector de la Troika, que al final de cada evaluación pasaba un cheque que nos garantiza la financiación del Estado. Ese régimen acabó. Ahora dependemos estrictamente de la financiación del mercado y, si queremos decir a los inversores que tenemos una deuda sostenible, porque la tenemos, y que tenemos un crecimiento de la economía que nos permitirá pagar nuestras deudas, crear empleo, dar seguridad a los inversores, ahí no podemos al mismo tiempo vivir en permanente inestabilidad estructural en cuanto a los esfuerzos necesarios a nivel de la consolidación de las cuentas públicas, de la reducción del déficit público y de la reducción de la deuda.
El hecho de haber concluido nuestro programa de ajuste no significa que dejemos de tener obligaciones a nivel europeo. Portugal fue subscritor del Tratado presupuestario y está comprometido en ser un país del euro, con las reglas de los procedimientos de déficits excesivos y de vigilancia macroeconómica, que están hecha a nivel de la Unión Europea.
Dado que nuestra vocación y nuestra opción europea y, por lo tanto, el euro no está en causa, entonces tenemos que crear las condiciones necesarias de previsibilidad, de estabilidad y de confianza para poder en este marco hacer nuestro Documento de Estrategia Presupuestaria, el próximo Programa de Estabilidad y cumplir nuestros objetivos. Y no podemos estar en permanente sobresalto constitucional.
Éstos son los temas que deben tener una clarificación política y, mientras esto no esté solucionado, no sabemos cuál es la dimensión del problema que tenemos que resolver. Así que espero que, lo más rápido que se pueda, se obtenga por parte del Tribunal Constitucional la aclaración necesaria para que todos los portugueses y los inversores sepan con lo que pueden contar y para que el Gobierno pueda, evidentemente, superar este problema y esta adversidad que le caracteriza.
Muchas gracias a todos.