Presidente.- Buenos días a todos y a todas. Gracias por comparecer en esta rueda de prensa para informar sobre el Consejo del Artículo 50.
Antes de nada, sí quería, en el Día Internacional contra la Violencia de Género, manifestar el compromiso del Gobierno de España y del conjunto de las instituciones de la sociedad española, contra una lacra en la que estamos todos convocados, sobre todo la población masculina, a erradicar. A erradicar no solamente en lo más urgente, que es el tratar de reducir el imperdonable e insoportable número de mujeres víctimas de la violencia de género, pero sobre todo, también, a erradicar los comportamientos machistas, la cultura machista que, desgraciadamente, durante muchísimos años, durante muchísimos siglos en nuestro país, como en otras muchas sociedades, ha perpetuado esta violencia.
En segundo lugar, trasladar en relación ya con el Consejo Europeo del artículo 50, que este es un día triste, y esto es importante subrayarlo, remarcarlo. Es un día triste para todos aquellos que somos europeístas. Es un día triste porque hemos dado el primer paso formal para el divorcio y la separación del Reino Unido del conjunto de la Unión Europea.
El mejor acuerdo posible hubiera sido que no hubiera habido Brexit, pero eso no depende ni de la sociedad española, ni depende tampoco del conjunto de la Unión Europea, depende de la sociedad británica, del Reino Unido, que, desgraciadamente, trasladaron su decisión de abandonar la Unión Europea.
Pero, en todo caso, sí que tengo que decirles que, como europeísta convencido, estoy satisfecho de que hayamos podido en el día de hoy apoyar , endosar -como se dice técnicamente- el acuerdo de retirada del Reino Unido, de la Unión Europea, y aprobar la Declaración Política que sienta las bases sobre la relación futura.
Desde su Adhesión a las entonces Comunidades Europeas, en 1986, nuestro país, España, se ha caracterizado siempre por ser un país profundamente europeísta, comprometido, ilusionado, diría yo, con el proyecto comunitario. Este compromiso lo hemos demostrado, especialmente, en tiempos en que determinados actores pretenden cuestionar los beneficios que dicho proyecto común reporta a nuestros ciudadanos y las potencialidades de prosperidad, de progreso, de desarrollo económico y de cohesión que tiene para nuestro desarrollo futuro.
Nuestro objetivo ha sido siempre que la decisión adoptada por el Reino Unido tuviera el menor impacto posible sobre el proyecto europeo, así como sobre los ciudadanos y las empresas españolas que han apostado por él.
Por todo ello, tras una larga, --muy larga-- y ardua negociación, me alegro que el Consejo Europeo del Artículo 50 haya refrendado esta mañana el Acuerdo de Retirada y aprobado, también, la Declaración Política.
Respecto al Acuerdo de Retirada, quiero decir que este Acuerdo logra el objetivo de una retirada ordenada del Reino Unido de la Unión Europea. Y, en ella, quiero destacar algunos elementos que, a mi juicio, son importantes también, para el conjunto de la Unión, y, en especial, también, para el país que representamos, España.
En cuanto al contenido, hemos conseguido prácticamente todos los objetivos que nos habíamos fijado al principio de la negociación: la salvaguarda de los Derechos de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido, y viceversa. Esto es un elemento fundamental para la sociedad española. Hay muchos padres y madres que están viendo esta rueda de prensa, esta comparecencia, que tienen hijos o hijas viviendo en el Reino Unido y que deben saber que con este Acuerdo se garantiza los derechos, sus libertades en el Reino Unido y, también viceversa, es decir, que para aquellos británicos que están viviendo en nuestro país están también garantizados sus derechos y sus libertades.
Hemos sido especialmente activos, tengo que decirles, en este punto de la negociación, por razones evidentes, sobre todo, porque tenemos muchos españoles viviendo en el Reino Unido y, en consecuencia, los ciudadanos y ciudadanas, podrán seguir disfrutando de sus derechos hasta el final de sus vidas.
Un Acuerdo también financiero que asegura que el Reino Unido cumplirá con sus compromisos. Y esto también tiene una traducción, lo que representa a nuestro país, porque garantiza en el marco del Presupuesto comunitario actual los pagos a nuestros agricultores, a las Regiones, y a los demás perceptores de los fondos europeos. Este es un elemento también sobre el cual nosotros hemos sido particularmente incisivos en las negociaciones.
En tercer lugar, un sistema de gobernanza sólido, con un importante papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ante todo, en los asuntos más sensibles, como es el derecho de ciudadanía y el arreglo financiero.
El respeto a la integridad del mercado interior, algo sobre lo que nos han escuchado también hablar, y, finalmente, algo importante que es garantizar y reforzar en la medida de lo posible la cooperación policial y judicial, sobre todo, cuando tenemos que hablar de la lucha del crimen organizado y, también de la lucha contraterrorista.
Además, el Acuerdo incluye un periodo transitorio, previsto hasta el 31 de diciembre de 2020, que permitirá, esencialmente al Reino Unido, pero igualmente a los 27 Estados miembros de la Unión, adaptarnos a esta nueva realidad. En este periodo transitorio cabe poder ser ampliado por un máximo de hasta dos años adicionales. Es decir, para que se hagan una idea, tenemos dos años hasta el 31 de diciembre de 2020, pero si así lo decidimos el conjunto, podemos ampliarlo hasta dos años adicionales.
Tengo que destacar, también, el especial valor de este acuerdo con respecto a nuestros agentes económicos, a nuestras empresas. El sector manufacturero, los exportadores de frutas y hortalizas, que es importante también para la economía, la agroindustria en nuestro país, así como el sector industrial encontrarán en el Acuerdo de Retirada un marco adecuado para continuar su actividad exportadora. Ello es debido, no sólo por el periodo transitorio, sino también porque el Acuerdo garantiza unas bases sólidas para la futura relación comercial que podamos definir entre la Unión Europea y el Reino Unido.
Y, también es positivo para nuestras empresas que invierten, y, por supuesto, para el sector turístico, que es fundamental para la buena marcha de nuestra economía. No hay que olvidar que el Reino Unido es uno de los principales destinos de la inversión española, y es el primero de los países de origen de turistas que vienen a disfrutar de nuestro país como turistas.
Reino Unido dejará el mercado interior, pero este acuerdo tiene los elementos necesarios para que el suelo de esta relación económica sea razonablemente alto garantizando la igualdad de condiciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, y esto es algo, también, que tenemos que preservar y estar muy atentos en el periodo de negociación que se abre entre la Unión Europea y el Reino Unido.
Ahora bien, y este es un mensaje que quiero trasladar con mucha claridad: la aprobación de ambos textos, por parte del Consejo del artículo 50, no quiere decir que el Acuerdo entre en vigor. Creo que esto es importante trasladarlo a la opinión pública, porque esto solamente ocurrirá cuando el Parlamento británico, en primer lugar, y, luego el Parlamento Europeo ratifique el Acuerdo de Retirada. Por lo tanto, nosotros lo que hemos hecho ha sido firmar los términos del divorcio, y ahora se tiene que ratificar, primero por el Parlamento británico, y, posteriormente, por el Parlamento Europeo. Hasta entonces, no entrará en vigor. Creo que esto es importante, también, subrayarlo.
Nadie desea que esto no ocurra, pero debemos prepararnos para todos los escenarios, y, en ese sentido, quiero decirles que el Gobierno de España desde hace ya unos meses que está trabajando, y seguimos trabajando, también codo con codo con la Comisión Europea en los famosos planes de contingencia de los distintos sectores afectados, por un eventual "cleavage" o no acuerdo con la salida del Reino Unido. Bueno, esto sería el Acuerdo de Retirada.
En relación con la Declaración Política, el texto de la Declaración enmarca, como saben ustedes, la relación futura de la Unión con el Reino Unido. Al tiempo, el texto subraya con claridad los principios sobre los cuales se va a asentar esa relación, incluyendo el respeto a la autonomía de la decisión de la Unión Europea, la defensa del mercado interior, y, también la defensa de las cuatro libertades que definen la construcción europea.
La Declaración Política nos permitirá seguir teniendo una relación económica intensa, entre la Unión Europea y el Reino Unido, lo que para España es esencialmente, importante, teniendo en cuenta nuestro superávit comercial.
El texto incluye, igualmente, un objetivo de contar con un ambicioso acuerdo en materia de transporte aéreo, que también es importante para nuestro país, lo que consideramos que es un buen punto de partida en uno de los sectores claves de futuro para España.
En materia pesquera, que también es algo importante para bastantes países, también para el nuestro, tenemos que asegurar que el objetivo que nos marcamos, que es la vinculación de acceso a aguas y mercados se cumpla. Se cumplan esa vinculación dejando claro que el Acuerdo de Pesca debe concluirse antes de finalizar el periodo transitorio, es decir, antes del 1 de diciembre de 2020.
En materia de seguridad y de lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada, el Acuerdo contiene los elementos necesarios para que la cooperación con ese país se asegure, creo que esto es también fundamental, para la seguridad de todos y de todas.
En definitiva, esta nueva etapa no ha hecho nada más que empezar, una vez se complete la ratificación comenzarán las negociaciones el año que viene de la relación futura del Reino Unido con la Unión Europea.
Sobre la cuestión de Gibraltar, el Gobierno de España ha podido apoyar los Acuerdos presentados, al conseguir, como dije ayer, las garantías necesarias sobre el papel esencial que tiene que jugar España en relación con Gibraltar. Ayer me referí a ese triple blindaje institucional.
En primer lugar, contamos con sendas declaraciones -dos declaraciones- de la Unión Europea, de la Comisión Europea, del Consejo Europeo y del Reino Unido que descartan que el Artículo 184, que fue el artículo de la discordia durante esta semana, sea aplicable al contenido de la relación futura, incluido el ámbito territorial. Y éste era un punto esencial para el Gobierno de España, para el Estado de España.
En segundo lugar, hemos obtenido una Declaración Política del Consejo Europeo y de la Comisión en la que se refuerza la posición de España de cara a las negociaciones futuras en relación con Gibraltar. Se trata de un texto, a mi juicio, sin precedentes a lo largo del contencioso sobre Gibraltar y de nuestra pertenencia a la Unión Europea.
La Unión Europea, por primera vez en estos años que llevamos como Estado miembro de la Unión, se posiciona y asume la posición política del Gobierno de España respecto al contencioso de Gibraltar en su relación con el Reino Unido. Esto me parece clave, esencial, porque pertrecha a España de los instrumentos necesarios para abordar con las suficientes garantías la negociación sobre el futuro de Gibraltar.
Los aspectos más importantes de esta Tercera Declaración del Consejo Europeo y de la Comisión sobre los Acuerdos de relación futura son los siguientes, me parece importante volver a recordarlos, además de lo que dije ayer:
En primer lugar, excluye a Gibraltar de la negociación general entre la Unión Europea y el Reino Unido, algo que no había ocurrido hasta ahora. Excluye a Gibraltar de la negociación general entre la Unión Europea y el Reino Unido.
En segundo lugar, exige el acuerdo previo de España para la negociación de cualquier Acuerdo de la Unión Europea que se aplique a Gibraltar; es decir, la Unión Europea está reconociendo el liderazgo de España en la definición de la relación que pueda tener la Unión Europea con Gibraltar.
En tercer lugar, se refiere específicamente, --y esto es fundamental, porque es algo que no se había logrado hasta ahora--, a la obligación de respetar la integridad territorial de los Estados miembros de la Unión, uno de los fundamentos más importantes --como se pueden hacer ustedes a la idea--, de nuestra reclamación.
En cuarto lugar, y esto es muy importante, es también una declaración de la Comisión Europea. Hasta ahora habíamos tenido una Declaración de los 27 Estados miembros, en 2017, del Consejo Europeo, a Veintisiete, sin el Reino Unido, donde se formalizaba el posicionamiento de España respecto a la cuestión de Gibraltar. Ahora, tenemos también una Declaración conjunta del Consejo con la Comisión. Y esto no es baladí, la Comisión negocia en nombre de los Veintisiete, y la Comisión es la garante del cumplimiento de los Tratados de la Unión Europea.
Se trata, además, de una Declaración referida únicamente a esta cuestión, y no un mero punto de un documento de orientaciones de negociación que es, precisamente, lo que representó el Consejo de 2017, que puede ser modificado, lógicamente, por otras orientaciones, (me refiero a la que ocurrió en el año 2017).
En definitiva, con este paquete se refuerza como nunca antes, y esto me gustaría subrayarlo, como nunca antes lo establecido en anteriores orientaciones del Consejo Europeo, a la vez que se conjura cualquier riesgo de interpretación que pudiera plantear el Artículo 184, digamos, en su texto, o en su redacción inicial.
En conclusión, creo que es un Acuerdo razonable, dentro de la tristeza que representa que la Unión Europea pase de ser una unión a Veintiocho, a una Unión a Veintisiete. Lo he dicho públicamente, creo que es una pérdida para la Unión Europea, pero también, significativamente, para el Reino Unido que abandone el Reino Unido la Unión Europea. Pero, en todo caso, es un Acuerdo razonable, que garantiza, esto es muy importante: los derechos y las libertades de nuestros ciudadanos en el Reino Unido. Hay muchos padres, madres que están preocupados por la suerte de sus hijos, de sus hijas, de aquellos que viven en el Reino Unido, y este Acuerdo garantiza que van a seguir disfrutando de los derechos y de las libertades que han venido disfrutando durante los años de estancia y de residencia en el Reino Unido.
Segundo. Da certezas a nuestros sectores económicos, que son muchos. Y que era algo fundamental para nuestro país, que es uno de los países potencialmente más afectados por el Brexit, por nuestras relaciones comerciales, por nuestros vínculos turísticos, y, además, por nuestras relaciones culturales.
Y, en tercer lugar, en relación con Gibraltar, porque sitúa a España en una posición de fortaleza en la negociación con el Reino Unido respecto al futuro de Gibraltar que no habíamos tenido hasta ahora, y creo que esto es un hito en la construcción europea, porque hay que recordar que cuando España ingresó en la Comunidad Económica Europea en 1986, asumimos los Acuerdos que, previamente, el Reino Unido había pactado y negociado con la entonces Comunidad Económica Europea a la cual nosotros no habíamos pertenecido entonces.
Por eso, creo que hay un antes y un después, después de este Consejo, en el que se redefine la posición de negociación de España con el Reino Unido, respecto a la cuestión de Gibraltar.
Por tanto, nosotros no podemos más que estar satisfechos, y quería terminar, porque los tengo delante; estamos en la sede del Consejo, quiero agradecer a todo el equipo de diplomáticos, de abogados del Estado, al embajador de la REPER, al secretario de Estado de la Unión Europea, a todos aquellos liderados por el ministro de Asuntos Exteriores, Pepe Borrell, que han estado día y noche trabajando para que pudiéramos llegar a un Acuerdo enormemente satisfactorio para nuestros intereses como nación, pero también creo que enormemente satisfactorio para el conjunto de la Unión Europea, en un día, insisto, triste, porque nos está abandonando un gran país, como es el Reino Unido.
Y ahora quedo a disposición de responder a sus preguntas.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)