Palacio del Elíseo, París
Sr. Macron.- Muchas gracias, presidente. Preguntas.
P.- Soy María Caru, de Radio Nacional. Quería preguntarles, a ambos, si están a favor o están en contra de la propuesta que ha hecho el Consejo Europeo de crear centros de migrantes o plataformas de desembarco fuera de la Unión Europea para, desde ahí, gestionar su asilo. Nos ha dicho el presidente Pedro Sánchez que esperan que Italia acepte su propuesta, tanto la propuesta de Italia, de Francia y España sobre el buque Lifeline que está ahora mismo buscando puerto. ¿Si nos puede contar qué propuesta es esa en concreto?
Y, para el presidente del Gobierno, han llegado a España, en las últimas horas, muchas pateras con cientos de migrantes. ¿No sé si ustedes, alguien de su Gobierno o usted ha hablado con el Gobierno de Marruecos para intentar poner freno a esto?
Sr. Macron.- Quizá volver a estos temas similares, nos alienta a pronunciarnos sobre la propuesta de la plataforma exterior, como se llama a la propuesta del presidente Tusk, en condiciones que, según recuerdo, no se han debatido aún entre los Estados miembros, y en base a la propuesta formulada hoy que también entra en la agenda de la conferencia preparatoria de mañana, hay diferencia en esto también de otra propuesta que han hecho algunos ministros o jefes de Estado y de Gobierno de otros países de la Unión Europea que, en algún momento, se llamó el eje.
Hablamos mucho de centro y plataforma pero son cosas diferentes. Lo que propone el presidente del Consejo, Donald Tusk, es tener plataformas en los países de tránsito fuera de la Unión Europea. Este es un tema en el que podemos esperar avanzar mañana y que me parece muy pertinente. Si está en adecuación con las propuestas del Alto Comisionado para los Refugiados, el HCR propone este tipo de soluciones, yo también lo hice hace unos meses, incluso se evocó en una reunión aquí mismo del 28 de agosto pasado. Se trata de establecer plataformas con la presencia del Alto Comisariado para los Refugiados, es decir, Naciones Unidas, también con la presencia de la Organización encargada en la ONU de las migraciones, la OMI y esto permitiría analizar las migraciones protegiendo a las personas en un país de tránsito y, en colaboración con todas las agencias encargadas del asilo, especialmente las europeas. Esto permitiría pues, asegurar el asilo, la protección del asilo para estas personas y llevarlos a otro país europeo, y a todos aquellos que no tienen derecho al asilo, con una ayuda financiada, regresarles a su país. Es lo que hicimos a finales del año pasado cuando nos encontramos con esa situación inaceptable, insoportable en Libia y, recordarán, que vimos los campos de refugiados con situaciones de esclavitud contemporánea. Entonces, no solo denunciamos sino, también actuamos en base a nueve puntos elaborados en la Cumbre de Avillar, entre la Unión Africana y la Unión Europea, y con el Alto Comisariado, hicimos estos análisis, pero puntualmente.
Yo estoy a favor de que tengamos este tipo de organización, de situación cuando los estados concernidos, Libia en este caso, pero cualquier otro estado que se encuentre en la misma situación, cuando estén listos y dispuestos porque hay que respetar la soberanía de cada país, pero siempre respetando, o también respetando las recomendaciones del alto comisariado y favoreciendo así la solidaridad europea. Es la manera adecuada de gestionar la situación con la que nos topamos aquí, incluso desde la perspectiva comunitaria, incluso humanitaria, porque si queremos proteger a estas personas contra los riesgos, no podemos solo protegerlos cuando entran en las aguas territoriales de un país europeo o de la Unión Europea, ya esta gente empiezan a tener riesgo cuando en una patera salen de las aguas libias, si nos referimos a Libia.
Es, pues, la mejor manera de prevenir esta situación, de evitar esta situación, y el primer pilar que evocaba antes en nuestra respuesta, es este, y creo que tenemos que avanzar por ese camino. En cambio, no soy favorable a la propuesta que he podido leer, de algunos otros, sobre tener centros de rechazo -como se les llamaría-, donde se colocarían personas que están esperando su título de estancia en un país europeo, en países terceros que no tienen nada que ver con su recorrido desde su país de origen, incluso que se estudie su solicitud de asilo.
Son propuestas que hemos escuchado en las últimas semanas a nivel europeo pero que no se pueden aceptar porque no respetan para nada nuestros valores, los derechos fundamentales, e incluso en el caso de Francia, el derecho Constitucional, porque aqui se protege el asilo.
La propuesta que queremos formular y que también se corresponde con las conversaciones que tuvimos con la Canciller alemana y con otros países europeos y que hemos debatido muchísimo hoy también para las situaciones futuras, es una solución que prevé establecer centros cerrados en territorio europeo, que es diferente y complementaria de la propuesta del presidente Tusk en sus conclusiones provisionales, y que se concreta en lo siguiente: las reglas y principios humanitarios del auxilio valen en el caso del desembarque, es decir, en el puerto más seguro, más próximo, y cuando ya desembarcan en el suelo europeo, estamos a favor de crear centros cerrados siguiendo las normas del Alto Comisariado con medios europeos. Esto permite, primero, una solidaridad financiera europea, financiera y económica, para que cada país pueda asumir a personas que tienen derecho al asilo, que es lo que está haciendo, por ejemplo, Francia a nivel bilateral para el Aquarius, pero se trata de hacer de esto un sistema generalizado y que en un futuro haya una solidaridad europea para devolver a aquellos que no tienen derecho a asilo hacia sus países de origen.
Esta es la propuesta que defendemos en términos de acogida y solidaridad. Perdón por extenderme demasiado, pero prefiero ser muy claro y preciso sobre estas dos propuestas, la del presidente Tusk, la que apoyamos para mañana en el debate. Y la otra propuesta, que, personalmente, y creo que también es el caso del presidente Sánchez, sobre la que estamos en desacuerdo porque no se corresponde con nuestros valores.
Presidente.- De Marruecos, recoger algunas de las cuestiones que ha dicho antes el presidente Macron. Es evidente que la política migratoria tiene que estar basada en esos tres pilares: uno, el de la cooperación y el del diálogo con los países de origen y los países de tránsito; en segundo lugar, reforzar la política de Frontex, la política de fronteras común; y, en tercer lugar, lo que es la reorganización en base a los principios de solidaridad y de responsabilidad.
Es evidente que España está siendo también objeto de migraciones a lo largo de estos últimos años y creo que hay, primero, que reivindicar el papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en España, de las ONGs, y también de las instituciones públicas, desde los ayuntamientos más pequeños hasta las Comunidades Autónomas, en relación con lo que es la acogida, la tramitación de todos aquellos migrantes que están llegando a las costas españolas.
¿Cuál es el planteamiento que nosotros tenemos y que hemos compartido con el presidente Macron? Desde luego que desde la Unión Europea tenemos que reforzar también, no solamente en términos bilaterales del Gobierno de España con los países de origen y los países de tránsito, sino también desde el conjunto de la Unión Europea ese diálogo, ese necesario diálogo, ese inevitable diálogo que necesitamos articular y que se está --de hecho--, haciendo con los países de tránsito y los países de origen; con lo cual, en fin, no es el primero de los barcos que hemos visto llegar a nuestras costas desde hace ya unos cuantos años pero, en todo caso, sí que le puedo garantizar que la posición que va a mantener el Gobierno de España, tanto este domingo como el próximo jueves y viernes, es el de dar una perspectiva europea a esta realidad migratoria que, a un país como el nuestro, afecta por ser un país frontera y, en todo caso sí que le digo, desde luego, el Gobierno de España va a poner especial énfasis en la cooperación bilateral, en la cooperación y en el diálogo reforzado con aquellos países de origen y países de tránsito.
Sr. Macron.- Segunda pregunta por parte francesa y luego también tenemos otra segunda pregunta por parte española.
Ya he contestado con mucha precisión a su compañero. He contestado de manera muy precisa explicando lo que proponemos. Yo puedo repetir las cosas, pero me parece que he sido muy preciso y he entrado en pormenores. En francés, eso sí. Pero puedo volverlo a decir.
La propuesta que le hacemos a los italianos es la siguiente, nosotros queremos que se apliquen las reglas humanitarias, es decir, el país más cercano y más seguro y proponemos retomar el formato del Alto Comisariado con centros cerrados, con medios europeos que se creen en el país más cercano y más seguro para el desembarque. Y que se cuente con financiación europea para que estudie los casos, las solicitudes, que los países europeos se comprometan a estudiar los casos de estas personas con asilo para repartirlas por los países europeos. Y que en este centro europeo cerrado en el lugar de desembarque más cercano tengamos también equipos que puedan acompañar a sus países de origen a las personas que no tienen derecho a asilo. Esta es la propuesta que hacemos para los países de primera llegada, como les llamamos.
Segunda pregunta.
P.- Muy buenas tardes, presidente Sánchez, señor Macron. Una pregunta. Después de la declaración de Messeberg en la que, junto con la Canciller Merkel, insistió en una necesaria solución común y europea para solucionar algunos problemas, especialmente la situación política debida a la crisis migratoria de hoy. Pero vemos que Alemania se distancia. Ayer el portavoz del Gobierno consideró que no iba a haber solución en la Cumbre de mañana ni en el Consejo Europeo de la semana que viene, indicando incluso que había que favorecer ahora soluciones bilaterales y multilaterales. ¿Querría saber si, en este contexto, todavía podemos encontrar una salida favorable para todos la semana que viene en el Consejo Europeo? Y, por otra parte, dado que está junto al presidente Sánchez hoy, ¿esta nueva alianza entre Francia y España puede oponerse al viento de euroescepticismo que aparece en el continente?
Sr. Macron.- Yo no quiero ser el portavoz del portavoz, pero lo que recordó la Canciller ayer es que no iba a haber un acuerdo formal el domingo y lo hizo por una sencilla razón, y es que habrá un Consejo formal unos días después. Simplemente se trata de una ocasión formal para evitar cualquier malentendido en el debate alemán, que podía dejar pensar que habría conclusiones escritas con acuerdo formalizado en una reunión que no dejaba de ser una reunión de trabajo el domingo en Bruselas, nada más.
Cuando hablamos de soluciones europeas, ¿qué significa? Significa que pueden ser soluciones comunitarias, pueden ser soluciones multigubernamentales, bilaterales, multilaterales. Significa que rechazamos cualquier idea de una solución puramente nacional de cierre de fronteras o de un enfoque no cooperativo. Lo que hemos hablado hoy con el presidente Sánchez, con la Canciller el otro día, y lo que hablaremos mañana es justamente eso, y yo llevo un año tratando estos temas y les puedo decir que las soluciones nacionales pueden satisfacer algún ego de vez en cuando, pueden hacerle creer a una opinión pública que son más eficaces, pero así no se llega a ninguna solución.
Algunos países miembros son islas en Europa, están aislados, pero eso no es así en general, somos todos interdependientes, especialmente en los temas migratorios. Necesitamos, por tanto, enfoques europeos intergubernamentales y de cooperación multinacional. En el caso del Aquarius, ha habido una cooperación entre Gobiernos para tratar los temas y las solicitudes de asilo. En los temas que hemos evocado y la propuesta que hacemos, sería una solución europea intergubernamental la que, quizá en algún momento se traslade a nivel europeo, pero no lo necesitamos, no es una regla europea que gestiona la comisión y los 27, pero sí proponemos a cualquier país que se quiera juntar con nosotros que venga y que nos juntamos para enviar equipos a esos centros cerrados en el país de llegada para estudiar los casos. Es una solución cooperativa que respeta el derecho, es europea e intergubernamental a la vez, y es exactamente lo mismo que lo que hicimos en la declaración de Messeberg con la Canciller alemana en este tema.
Razón tiene al recordar que hay escepticismo y vientos contrarios que aparecen en Europa, pero la clave es eficacia y humanidad. Las opiniones públicas están impactadas por lo que ocurre alrededor de Europa desde hace años. Nosotros tenemos que seguir nuestros principios y no dejarnos mover por los extremos que usan las emociones colectivas para proponer lo peor, pero también tenemos que aportar soluciones concretas. Yo creo en una Europa que protege y que aporta soluciones concretas, que podrán ser comunitarias, intergubernamentales o bilaterales, pero siempre se basarán en el mismo principio que es el principio de cooperación y lo que proponemos con la Canciller alemana y lo que proponemos hoy, también, con el presidente es eso, precisamente. En esta fase estamos, porque estamos juntos, jefes de Estado y Gobiernos, aquí somos dos, pero podría estar la canciller porque estaría de acuerdo con todo lo que hemos comentado y lo sé porque se lo comenté hace tres días, y esto lo veremos también en el debate de mañana. Lo que quisiera ver aparecer son soluciones concretas para gestionar este tema.
Y, luego, quiero que cada uno tenga bien presente la realidad de este fenómeno, porque a veces se pierde de vista en los debates colectivos que estamos teniendo. La realidad es que Europa no está viviendo una crisis migratoria de la magnitud que sufrió en el 2015, no es así. Los que dicen eso no dicen la verdad, incluso, un país como Italia no tiene, no sufre la misma presión migratoria que sufría el año pasado, porque mediante la cooperación europea y, especialmente, la que tuvimos con Libia, hemos podido reducir en un 80% los flujos. La crisis que conocemos hoy en Europa es una crisis política, vean las cifras. Crisis políticas que tienen que ver con movimientos secundarios entre países europeos y que bien conoce Francia. En Francia, en el año 2017 tuvo su nivel máximo de solicitudes de asilo, y no somos un país de primera llegada, no, lo tenemos porque tenemos el disfuncionamiento de estos movimientos secundarios y esto crea una crisis política en Europa entre los países de primera llegada, los países del movimiento secundario y los extremos que se basan y juegan con los miedos y los temores que aparecen en Europa. En este contexto tenemos que mantener la cabeza fría y no perder toda la ventaja de la cooperación, no ceder en nuestros principios, ni ceder al espíritu de provocación, de simplificación, que vemos aparecer de vez en cuando.
Actuar, por tanto, para que la respuesta a esta crisis, que es, ante todo, política, sea eficaz, sea humana.
Presidente.- Además de todo este asunto, digamos, y el planteamiento que ha hecho el presidente de la República Francesa, el presidente Macron, respecto a la respuesta europea intergubernamental y bilateral que se puede dar respecto a distintos problemas, quisiera trasladarles algo que también hemos hablado en la comida de trabajo.
Desde el Gobierno de España hemos analizado de manera muy detallada la propuesta que ha hecho el presidente Macron de reindustrialización del continente europeo. Hemos estudiado el planteamiento que ha hecho de impulsar una política industrial cierta hasta el año 2030 en el conjunto de la Unión Europea y una de las cuestiones que hemos acordado en esa comida de trabajo es el que creemos un grupo de trabajo entre ambos Gobiernos, entre ambos Ministerios. El Ministerio de Industria español estará presente en ese grupo de trabajo para plantear líneas de acción política a nivel europeo para reindustrializar nuestro continente y hacerlo, además, en base a los parámetros que ha planteado el presidente Macron. La innovación tiene que ser uno de ellos y, desde luego, también el apoyo al emprendimiento. Nosotros vamos a participar de ese grupo de trabajo, lo vamos a poner en marcha junto al Gobierno francés y espero que sea también una de las cuestiones que tratemos el próximo día 26 de julio en la reunión que tengamos en Madrid.
P.- Juan Antonio Nicolai, de Noticias Cuatro. Buenas tardes a los dos presidentes. Nos parece inevitable, señor Sánchez, preguntarle por una imagen que vimos ayer, le vimos sentado junto al president de la Generalidad, Quim Torra, incluso hablando. Nos gustaría saber el valor que le da a esa imagen y, también, si pudo percibir en esa conversación o mini conversación algún atisbo de que es posible reconducir las cosas en Cataluña y, sobre todo, cómo.
Presidente.- El cómo y el es posible yo creo que van de la mano y, efectivamente, tiene que ver con el diálogo. Creo que es importante en las relaciones que debe tener el Gobierno de España con el Gobierno de una Comunidad Autónoma, en este caso de Cataluña, tiene que ser el de normalizar las relaciones institucionales. El hecho mismo de que se produzca ese diálogo y que parezca que sea una noticia, ya demuestra la anormalidad de una realidad política que nos ha llevado a una quiebra de confianza, una quiebra de lealtad que tiene que ser reconstruida.
Y, desde luego, en el ánimo del Gobierno de España está el de normalizar las relaciones institucionales con el Gobierno de Cataluña y en el de empezar a caminar para resolver muchos de los problemas que, fíjese, son políticos, pero que afectan, sobre todo y especialmente, a los ciudadanos de Cataluña. Que tienen que ver con las infraestructuras, que tienen que ver con recursos de inconstitucionalidad que se han puesto encima de la mesa como consecuencia de leyes que fueron aprobadas en el Parlamento de Cataluña y que pueden ser examinadas perfectamente por el Gobierno de España en el marco de un diálogo bilateral que se tiene que producir, inevitablemente, entre el Gobierno de la Generalitat y el Gobierno de España.
Ese es el ánimo con el que va a actuar el Gobierno de España, siendo conscientes de que estamos ante una crisis de confianza que tiene que ser restablecida y que no se va a restablecer en cuestión de horas, ni de semanas pero, en algún momento dado, tenemos que volver a ese inicio para comenzar a reconstruir esos niveles de confianza quebrados como consecuencia de todo lo ocurrido durante estos últimos meses.
Yo creo que el hecho, no solamente de que se produjera el diálogo ayer, la conversación ayer, sino el que el jefe del Estado, el Gobierno de España, el Govern de la Generalitat, el Ayuntamiento de Tarragona, estuviéramos representando la voluntad de un pueblo, el pueblo español, respecto de la celebración de unos Juegos Olímpicos del Mediterráneo, dice mucho, en realidad, dice mucho más, que ese mero intercambio de palabras y de frases que pudimos tener el presidente de la Generalidad y yo mismo ayer, dice mucho más de la voluntad de todos por intentar normalizar las relaciones y por, en realidad, resolver y proyectar una imagen muy distinta de lo que es la sociedad catalana y de lo que es también el conjunto de la sociedad española. Yo también aprovecho, dado que usted me ha dado pie a ello, por supuesto, el apoyo que ha manifestado el presidente de la República Francesa y el pueblo francés a la integridad territorial, a la soberanía nacional y, en definitiva, al apoyo al conjunto del país, a España porque, desde luego, en momentos críticos lo hemos sentido como tal, presidente, y yo quería agradecerlo también en primera persona y en público.
P.- Buenas tardes. Agencia France Press. Quisiera volver a la propuesta de centros cerrados en suelo europeo, seguro que, puesto que usted es muy pragmático, seguro que se ha planteado ya el cómo, pero ¿cómo piensa poder convencer a los países de salida o de tránsito a recibir a los migrantes expulsados? No sé si prevé sanciones o reducción de la ayuda humanitaria para presionar a esos estados. Y siguiendo en el cómo, ¿cómo va a convencer a otros países europeos para repartirse aquellos que tienen derecho a asilo? No sé si hay incentivos o compensaciones financieras, no me refiero a los que se oponen, sino a los que de momento no han dicho nada, y los que están especialmente en Italia y los que están por las calles italianas que están ahí bloqueados porque Francia no les deja cruzar su frontera, quizá Alemania también podía rechazarlos. ¿Se ha planteado cómo hacerlo con ellos?
Sr. Macron.- Varias preguntas. La primera, en definitiva, es la capacidad de convencer a los países de tránsito o de origen. El regreso no se hace hacia países de tránsito, incluso los europeos. Es una de las bases del desacuerdo que podemos tener con la propuesta de otros estados. Por definición, el regreso se hace al país de origen, en la situación en la que una persona, después de haber estudiado su caso, no tiene acceso al asilo, una persona de la que conocemos el país de origen porque hemos estudiado el expediente.
En este tema, la eficacia es posible, y España es un excelente ejemplo. España, hace ahora ya 14 años, tuvo una auténtica crisis migratoria con Senegal alrededor de Canarias y supo gestionarlo de manera muy pragmática y práctica con políticas de desarrollo, de asociación y un diálogo que ha permitido que esta gente vuelva a su país. Ahí está la vía, ahí está el camino, hemos empezado a hacerlo también desde Francia y esto permite explicar por qué ha mejorado con muchos países la tasa de aceptación de visados consulares. Seguiremos por ese camino pero será más eficaz todavía si lo hacemos a nivel europeo o, al menos, entre varios estados europeos.
Luego, debatiremos las modalidades, no vamos a hablar ahora de algo que todavía no se ha debatido más generalmente, cosa que haremos mañana y la semana que viene pero, obviamente, incentivos y quizá soluciones también con aquellos que no cooperan para nada, permitirán la modificación en nuestras relaciones. Sí necesitamos mucho pragmatismo, es cierto, es posible, hay ejemplos que lo muestran y es tanto más fácil si lo hacemos entre varios países europeos, pero se trata de un regreso al país de origen, y es normal porque no podemos proteger a las personas si no tenemos una política de devolución eficaz de aquellos que no tienen derecho a asilo. Es la filosofía del Gobierno de Eduard Phipippe en Francia y, desde el principio, a veces con cierta confusión entre los comentaristas, bueno, pero una persona que llega a territorio francés, se le acoge de manera incondicional pero no tiene una situación única. Es normal que estudiemos su expediente para ver si tiene derecho a asilo o no, y si es un inmigrante económico que ha cruzado con sistemas o por vías no oficiales, no tenemos ningún problema en hacerle volver a su país. Eso es lo que hacemos en Francia y podemos hacerlo también a nivel europeo.
Segundo punto, Europa. Lo que proponemos es que cada país tenga la posibilidad de acoger a personas con derecho a asilo. Estamos hablando de menos de decenas de miles de personas, es decir, que las personas que tienen derecho a asilo en nuestras costas, en los últimos meses, no son tantos cuando se estudia el expediente, mucha gente lo pide, pero estamos aquí hablando de la gente que tiene derecho, es decir, que obtiene el derecho de asilo y es un número razonable, no muy grande que, perfectamente, puede repartirse entre varios y sería un reparto legítimo de esta carga porque es conforme a nuestros principios.
Hace unas semanas le propuse al Parlamento Europeo que establezcamos una beca que le permitiría a los territorios, a los municipios que quieren acoger 10, o 20, o 30 solicitantes de asilo. Es así como lo haríamos, es así como podemos tener una auténtica política de integración, pues yo quiero que tengamos la política más abierta posible.
Me pregunta también sobre los sistemas y mecanismos de sanción que podrían aparecer en caso de falta de solidaridad. Es un debate que tendremos en el marco de las perspectivas financieras. Yo, personalmente, estoy a favor de este tipo de mecanismos, sí. No podemos tener países que se aprovechan masivamente de la solidaridad europea y que, al mismo tiempo, reivindican masivamente su egoísmo nacional cuando se trata de migrantes. Entonces, yo estoy, sí, a favor, muy a favor, de que haya condiciones establecidas para la financiación, por ejemplo, estructural, de elementos estructurales, y que entren en el debate. A corto plazo, si queremos tener un instrumento eficaz tiene que depender de la movilización de cada uno.
Insisto, son un número limitado, muy limitado de personas de las que estamos hablando, pero sí podemos garantizar a los países de primera acogida que con estos centros y esta organización, primero, las personas que pueden quedarse en el territorio europeo -que son muchísimas--, estamos hablando de un 10% de los que llegan que pueden quedarse, entonces a estos se les reparte entre varios países y todos aquellos que no tienen que quedarse, pues no pueden quedarse, que tengamos para ellos una política europea coordinada que permita un regreso rápido y eficaz.
Y, luego, pregunta sobre aquellos que están en las calles ahora sin situación clara. Yo no usaría esa palabra, pero bueno, en toda Europa hay personas que salieron de su país en condiciones terribles, que, a veces, conocieron lo peor en Africa o en Oriente Próximo y cruzando el Mediterráneo y que se encuentran ahora en nuestro territorio. Estas personas siguen procedimientos y yo considero que les debemos una instrucción rápida de sus expedientes, es lo que estamos haciendo en Francia, mejorando pues los niveles de eficacia y es una de las principales motivaciones de la ley que se está debatiendo en el Senado en estos momentos. Ahora, cuando alguien no tiene asilo, no tiene derecho al asilo, debemos poder acompañarlo a su país lo más rápidamente posible, y la única solución ante el problema que usted evoca y que crea mucha tensión entre los Estados miembros, es desarrollar una política colectiva de devoluciones. Y uno de los lastres de Italia o de los pesos que sufre Italia no son tanto las llegadas directas de Libia -que ha bajado en un 80% como decía-, sino las personas que llegaron antes, al principio de Marenostrum, es decir, de la crisis, personas cuya mayoría no tienen derecho a asilo y que se encuentran en una situación de extranjeros en situación clandestina, irregular y que se quedan en el suelo europeo y, especialmente, en Italia.
Esta situación, obviamente, llama a una solidaridad europea de la política de regreso, la solidaridad europea no puede ser aceptar a estas personas clandestinas en un país, que serán igual de clandestinas en otro país. Tenemos que tener las ideas claras y principios claros. Ahí también debemos tener una movilización europea para acompañar a esos países.
Pedro, no sé si quieres añadir algo.
Presidente.- Está perfecto, presidente. No sé si hay alguna pregunta más.
Sr. Macron.- Muy bien. Aquí se acaba. Gracias, presidente.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)