Lisboa
Presidente.- Buenas tardes. Lo primero de todo, quería agradecer al primer ministro Costa el que podamos tener esta reunión en Lisboa. Para mí era algo importante no solamente desde el punto de vista de lanzar un mensaje de compromiso ibérico con un país hermano, con un Gobierno hermano, y sobre todo, hacerlo en el contexto de la primera gira europea del nuevo Gobierno de España y de la Presidencia del Gobierno.
He estado en París, también en Berlín, el primer ministro Costa también lo ha dicho, en el Consejo Europeo del pasado 28 y 29 de junio, y quería tener este encuentro en Lisboa con el primer ministro, al cual agradezco mucho su hospitalidad, su disponibilidad, para poder celebrar esta reunión bilateral, sobre todo, para demostrar lo que he dicho antes, que somos dos países hermanos, y que hay dos Gobiernos hermanos.
Yo agradezco mucho, tanto el tono como los buenos deseos del primer ministro Costa, de Antonio, de mi amigo, porque siempre, y saben ustedes, además, que he mirado y mucho, y me he inspirado y mucho en la acción política de Costa al frente del Gobierno de Portugal.
Creo que él está liderando un proyecto progresista, modernizador y europeísta y eso es también lo queremos para España, un proyecto progresista y un proyecto europeísta. Un proyecto claramente progresista porque él se está dedicando, no solamente a la lucha contra la precariedad laboral, sino también en el aumento salarial de los trabajadores y trabajadoras, que es un modelo que también queremos para España.
Nosotros celebramos el acuerdo de los agentes sociales que se va a firmar la próxima semana. Se ha anunciado ese preacuerdo entre trabajadores y empresarios para iniciar una senda de crecimiento salarial y, en consecuencia, de redistribución de la riqueza y de crecimiento entre trabajadores y empresarios. Y eso es algo que Antonio Costa también lleva impulsando desde hace tiempo en Portugal.
Y como bien ha dicho él, pues no solamente, desde el punto de vista progresista, sino también desde un punto de vista europeísta, hay muchísimas conexiones, muchísimos puntos en común.
El pasado 28 y 29 de junio tuvimos ocasión en el Consejo Europeo de coincidir en muchos elementos. Portugal es un país como España que mira a África. De hecho, el próximo 10 de julio va a haber una cumbre euroafricana a la cual, desgraciadamente, yo no voy a poder acudir, pero ya le he dicho al primer ministro que estaremos encantados de participar, de estar junto con Portugal en esa necesaria cooperación que debemos articular, no solamente, como países fronterizos, sino también en el contexto de la Unión Europea, con el Continente africano.
Desde luego, lo he dicho antes, la misma visión que tenemos en relación con lo que tiene que ser el futuro de la unión económica y monetaria. No solamente la culminación de la unión bancaria, sino que, algo que defendimos ambos en el Consejo Europeo, y es el de construir ese pilar fiscal. Un pilar fiscal que nos permita hacer frente a crisis asimétricas. A crisis de determinados países que formen parte de la unión monetaria. Y, lógicamente, pues también hemos hablado de cuestiones que tienen impacto europeo, pero que, sobre todo, tienen unas implicaciones en lo que representa a la península ibérica y en las relaciones bilaterales entre Portugal y España. Y me estoy refiriendo a las interconexiones energéticas, que ustedes conocen, y que saben que va a haber una Cumbre el próximo 27 de julio.
He de decirles que la primera llamada que recibí como presidente del Gobierno fue la de Antonio Costa y ya, entonces, me dijo que el 27 de julio se iba a celebrar una Cumbre importante para la península ibérica, para España y para Portugal, que es la de las interconexiones con el Gobierno francés y también con la Comisión Europea, y nosotros estaremos en esa Cumbre. Estaremos el 27 de julio en Lisboa para impulsar algo que creo que va en el interés común de ambos Gobiernos y de ambos países.
Y, por supuesto, pues hemos hablado, también, de la necesidad de celebrar esa cumbre bilateral entre España y Portugal, que, en esta ocasión, en el año 2018 pues nos toca a los españoles albergar y hospedar, y, por tanto, lo haremos en el segundo semestre de este año.
En fin, no es solamente la orientación el fondo de las políticas que está desarrollando el primer ministro Costa sino también, yo diría, la forma de hacerlo, creo que es también algo para reivindicar en lo que es la política española y la política europea. En la política española porque, evidentemente, tenemos una realidad parlamentaria bien diversa, bien plural. Y en la política europea porque también hay una realidad bien diversa y bien plural, como pudimos constatar el pasado 28 y 29 de julio. Y, en ese sentido, reivindicar la forma de hacer política de Antonio, que tiene que ver mucho con el diálogo, con la capacidad de negociación y de llegar a consensos, creo que es algo muy importante también para la política española y para la política europea.
En definitiva, dos países hermanos; dos Gobiernos hermanos, que tenemos muchas ganas de seguir cooperando, que trasciende, además, a lo que pueda representar el Gobierno de un partido político o de otro, porque, evidentemente somos muy conscientes de que tenemos lazos que trascienden en lo económico, en lo comercial, en lo inversor, que, sin duda alguna, es muy importante, pero que tiene que mucho que ver con algo emocional, cultural, histórico.
De saber, de ser muy conscientes de que ambos países forman parte de una gran comunidad, que tienen un mismo horizonte, que tiene un mismo destino común, que es, precisamente, el de hacer progresar a nuestras sociedades. Con lo cual, para mí es un honor el poder estar con Antonio, aquí en Lisboa. Y, desde luego, pues, quedamos a su disposición para responder a las preguntas que ustedes consideren oportuno.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)