PEDRO SÁNCHEZ, presidente del Gobierno.
Si os parece hago una breve declaración a propósito de este día y medio largo que hemos tenido de Consejo Europeo y posteriormente pues me hacéis las preguntas que consideréis.
España ha venido a este Consejo con la conciencia de que efectivamente el debate que se ha iniciado sobre el marco financiero plurianual, es decir, los presupuestos para los próximos cinco años de la Unión Europea, es un debate y una negociación compleja. Y lo es como consecuencia, en primer lugar, de que casar los intereses de 27 países miembros y además tratar de impulsar el proyecto europeo en las políticas comunitarias, ya de por sí es un asunto complejo. Pero si, además de eso, tenemos que unir el que hay un contribuyente neto que deja a la Unión Europea, en este caso el Reino Unido, pues lógicamente la dificultad y la complejidad de la negociación se multiplica exponencialmente.
Por tanto, nosotros a lo largo de las anteriores semanas lo que hemos hecho ha sido negociar a nivel técnico, a nivel de COREPER, a nivel de los distintos Ministerios implicados, a los cuales quiero agradecer y mucho el trabajo que habéis venido realizando durante estas semanas intensas, pues una actitud constructiva, siendo conscientes de cuáles eran los principios, los objetivos que como España queríamos plantear a nuestros socios europeos y también a las principales instituciones comunitarias.
Nosotros lo que queremos es defender los intereses de España en una Europa fuerte. Este sería un poco el resumen, la síntesis de cuál es el objetivo primordial del Gobierno de España. Defender los intereses de España en una Europa fuerte.
Bien, siendo conscientes de esa complejidad de la negociación, lo que nos hemos encontrado, como dije en el cantazo antes previo al Consejo Europeo, es que la propuesta que se había puesto encima de la mesa, la tercera propuesta que se había puesto encima de la mesa, porque hay que recordar que hay una primera propuesta que es la de la Comisión Europea, luego hay otra segunda propuesta, una tercera propuesta, que es la del actual presidente del Consejo Europeo y a lo largo del día de hoy, hemos tenido también una suerte de borrador por parte de las dos principales instituciones a partir de distintos ejercicios que se han hecho a propósito de las distintas alternativas que se les han dado los diferentes Estados miembros.
Bueno ¿qué es lo que hemos visto? Pues lo que os decía, en ese breve canutazo, que la propuesta para España era decepcionante. Y lo era en primer lugar en términos de volumen, de presupuesto en su conjunto. Fijaros que el Parlamento Europeo propone un 1, 3% de la renta nacional bruta europea. La Comisión Europea proponía el 1,114 de la Renta Nacional Bruta Europea. La propuesta que se planteó por parte del presidente del Consejo representaba en torno al 1,074% si no me falla ahora mismo la memoria. Y por tanto, lo que hemos visto ha sido una reducción paulatina por parte de los distintos líderes de cada una de las propuestas, en relación con el monto total del marco financiero plurianual. Claro, es verdad que tenemos que hacer las cosas mucho mejor, nosotros siempre hemos defendido que se pueden hacer las cosas mucho mejor. Ya se hacen bien, pero se pueden hacer mejor. Sin duda alguna, lo que no podemos hacer es muchas cosas y además con menos recursos económicos.
Por tanto, siempre hemos defendido, que teníamos que escuchar al Parlamento Europeo, que teníamos también que ver las cifras de la Comisión Europea porque, al fin y al cabo, la Comisión Europea conoce bien cuáles son los programas, cuáles son las necesidades de cada una de esas políticas, y en consecuencia, entendíamos que la propuesta a negociar tendría que partir de la base de esas dos, digamos propuestas de volumen de recursos que había planteado tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea.
Por tanto, uno, no estábamos satisfechos y considerábamos que era decepcionante como consecuencia de esa dimensión del volumen total del marco financiero plurianual, pero en segundo lugar, también lo considerábamos decepcionante porque entendíamos que se hacía una disquisición, una disyuntiva bastante engañosa y tramposa sobre lo que representan las políticas buenas y las políticas manas en la Unión Europea, poco menos que lo bueno es lo nuevo y lo antiguo pues es lo malo. Y creíamos y creemos, que políticas como la política de cohesión, la política agrícola común, son políticas cercanas a los ciudadanos, son políticas que fortalecen el mercado único europeo, que es uno de las principales activos que tiene ahora mismo la Unión Europea y que en consecuencia cualquier reducción que se pudiera hacer de estas dos políticas fundamentales sería lesivo para el funcionamiento de nuestro mercado común europeo.
No solamente eso, sino que además si queremos lograr la descarbonización completa en el año 2050 de nuestra economía, la economía europea, pues es evidente que necesitamos incorporar esos criterios medioambientales a políticas tan importantes como es la Política Agrícola Común.
Por tanto, desde el punto de vista también de las políticas tradicionales que han sido recortadas y además hasta incluso de alguna manera estigmatizadas, pues nos parecía un profundo error.
Y junto a ello pues lógicamente esa reducción de la tarta, de la dimensión de la tarta, hacía que políticas muy importantes también para el Gobierno de España, pero también para otros gobiernos, como puedan ser por ejemplo la garantía juvenil, la garantía infantil, que ha desaparecido o cuestiones como Erasmus y otros muchos programas tan importantes para construir Europa desde el punto de vista ciudadano, pues lógicamente quedaban tocados.
Finalmente había otra cuestión que nos hacía calificar de decepcionante la propuesta. Y es que se mantenía el sistema de cheques, un sistema de cheques regresivo que beneficia sobre todo a los países más ricos y que tenía lógica cuando existía esa pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea. Pero una vez que la Unión Europea ya no cuenta entre sus miembros al Reino Unido, pues lógicamente considerábamos y esa ha sido la propuesta que siempre ha planteado el Gobierno de España que teníamos que revisar si no desaparecer esos esos cheques.
Y junto a ello, lógicamente, el debate sobre los recursos propios ese eterno debate que siempre tiene la Unión Europea, pero que hoy es más necesario que nunca, porque evidentemente, hay la necesidad de aumentar los recursos y que esos recursos además sean propios. Y hay además muchísimas propuestas encima de la mesa. Nosotros por ejemplo hemos planteado la creación de ese impuesto al carbón en frontera, que entre otras cuestiones favorecería, y mucho, a la industria en nuestro continente frente a otros grandes bloques económicos que están planteando políticas proteccionistas en detrimento de la industria europea. Todos estos debates, prácticamente en este día y medio que es el primer consejo que hemos tenido sobre el marco financiero plurianual en serio, en detalle, pues no ha habido ningún avance y por tanto pues lógicamente no podemos darnos por satisfechos en cuanto al resultado de las negociaciones y de los diálogos que se han abierto entre los distintos Estados miembros y también con las distintas instituciones comunitarias. Así que este es el resultado, un resultado pues en fin, yo diría que insuficiente, decepcionante, y esperamos a que durante las próximas semanas podamos volver a reunirnos ya con una propuesta mucho más ambiciosa, que es lo que necesita España y lo que demanda Europa. Desde luego nosotros, la posición que hemos mantenido siempre, es constructiva y con el objetivo que antes os he comentado. Nosotros lo que queremos es defender los intereses de España en una Europa fuerte, porque además entendemos que ambas cosas van de la mano. Si tenemos una Europa fuerte, pues España estará fuerte y viceversa. Así que a continuación a vuestra disposición para responder a las preguntas.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación).