La concepción estratégica española se fundamenta en la consolidación de nuestra posición en el mundo, a través del fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación con aquellas naciones con las que nos unen lazos de vecindad, vínculos históricos o intereses estratégicos.
El presidente del Gobierno establece las líneas generales de la política de defensa y las directrices para su desarrollo, mediante la formulación de la Directiva de Defensa Nacional, en la que se fija el marco estratégico, los intereses de España, así como las líneas y directrices fundamentales.
La Directiva de Defensa Nacional 1/2012, denominada "Por una defensa necesaria, por una defensa responsable", establece una serie de objetivos que se resumen a continuación:
•Asegurar unas Fuerzas Armadas operativas que permitan mantener la influencia necesaria en el contexto internacional, contribuir a su estabilidad, principalmente en nuestra zona de interés directo, así como preservar nuestros intereses nacionales en el resto del mundo.
• Desarrollar la plena coherencia y coordinación de los instrumentos en manos de los distintos departamentos ministeriales con el objetivo de lograr la mayor eficacia.
•Mantener un nivel nacional de disuasión creíble y suficiente, así como una capacidad de reacción que garanticen la defensa, con objeto de evitar que los escenarios de riesgo en nuestro entorno geográfico se materialicen en amenazas
•Llevar a cabo la necesaria transformación de las Fuerzas Armadas para hacer frente a los crecientes retos estratégicos de España, en un momento de limitada disposición de recursos.
•Acentuar el esfuerzo en la comunicación estratégica de la defensa, con objeto de fomentar la conciencia de defensa nacional.
La Estrategia de Seguridad Nacional
La Estrategia Global de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea de 2016, que apuesta por una Europa más fuerte, más creíble y más coherente, supone una reflexión en la que se contienen los principales retos a la seguridad de la Unión.
Ese documento es una referencia para nuestra Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada por el Consejo de Ministros en 2017, y que constituye el marco político estratégico de referencia de la Política de Seguridad Nacional. Dentro de ella, se constituye el Consejo de Seguridad Nacional, órgano colegiado del Gobierno, para asistir al presidente del Gobierno en la Política de Seguridad.
Como consecuencia del Sistema de Seguridad Nacional se ha conformado la Comisión Mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional, cuya principal función es la participación activa de las Cortes Generales en todas aquellas iniciativas que se acometan en el seno de la Seguridad Nacional.
En julio de 2018, el Consejo de Seguridad Nacional, presidido por el presidente del Gobierno, aprobó el Informe Anual de Seguridad Nacional 2017 por quinta vez consecutiva desde 2013, en el marco de la nueva Estrategia de Seguridad. Nacional 2017. El Informe Anual de Seguridad Nacional se elabora a partir de las contribuciones de todos los ministerios de la Administración General del Estado, el Centro Nacional de Inteligencia y el Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, este último como coordinador general del proceso.
Es un documento de carácter no clasificado y periodicidad anual, que obedece a un triple propósito:
• Contribuir al aumento del conocimiento y la sensibilización de la sociedad en materia de Seguridad Nacional.
• Realizar un amplio análisis de la evolución de los retos de la Seguridad Nacional, y trazar un posible desarrollo futuro, siempre con un enfoque integral.
• Evaluar el grado de cumplimiento de la Estrategia de Seguridad Nacional y, en futuros procesos de la revisión de la Estrategia, identificar el surgimiento de nuevos desafíos a la Seguridad Nacional.
Respecto de los retos y las principales realizaciones acometidas en las líneas de acción de la Estrategia, el Informe presenta un entorno de seguridad en el que los desafíos se manifiestan de forma más interrelacionada. Los desafíos fundamentales están basados en la inestabilidad en Magreb (Libia) y Oriente Medio, con la amenaza del terrorismo yihadista, en particular Siria e lrak, el intenso movimiento de refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo hacia territorio europeo, las tensiones relacionadas con Irán, Rusia y Turquía y la inestabilidad en Afganistán y el Cuerno de África.
El Informe de Seguridad Nacional se detiene especialmente en la ciberseguridad. La dimensión digital aparece como un dominio cada vez más empleado para fines ilícitos tales como el crimen organizado, el blanqueo de capitales, o incluso la financiación del terrorismo.
En materia de seguridad energética, dada la vulnerabilidad de nuestra alta dependencia energética del exterior, cifrada alrededor del 72%, un 99,8% en lo que respecta a hidrocarburos, el Informe se hace eco de las principales líneas de acción.
En seguridad marítima, las actuaciones del Consejo Nacional de Seguridad Marítima, como órgano de apoyo al Consejo de Seguridad Nacional, han marcado varias iniciativas de impulso al Plan de Acción de Seguridad Marítimo.
En lo relativo a la protección de las infraestructuras críticas, el Informe Anual relata los avances en la planificación del Sistema Nacional de Protección de las mismas, particularmente en los sectores estratégicos de la industria química y del espacio.
Otro ámbito de la Seguridad Nacional que adquiere una importancia relevante es el espacio aéreo y ultraterrestre, cuya estrategia sectorial se está elaborando actualmente, sin olvidar otros ámbitos como la lucha contra el terrorismo, la protección ante emergencias y catástrofes, los flujos migratorios, entre otros.