Sra. García Tejerina.- Yo lo primero que quiero hacer es poner un poquito en situación con respecto a la situación hidrológica y de sequía en nuestro país. He de decir que el valor medio nacional, a nivel de toda España, de las precipitaciones desde el 1 de octubre, que es cuando empieza el año hidrológico, se sitúa en 409 milímetros, lo que significa una reducción de un 13 por 100 a nivel global. Pero esta sequía o esta falta de precipitaciones no está repartida regularmente por el territorio, de tal manera que es el caso de la Cuenca del Duero donde la media de las precipitaciones ha sido extremadamente baja, con una reducción del 42 por 100.
Estamos próximos al verano, al periodo estival, donde en nuestro país lo normal es que haya menos precipitaciones y, por lo tanto, no cabe esperar que en los meses próximos la situación mejore. Lo normal es, atendiendo al registro histórico de las precipitaciones en España, que la situación se deteriore.
Este déficit de precipitaciones donde ha sido más acusado, como he dicho, es en el Duero y también en zonas de tradicionalmente precipitación elevada, como Galicia y la Cornisa Cantábrica.
¿Qué es lo que significa o lo más importante de esta situación, aparte de la sequía agronómica en parte importante del territorio español? Es que este déficit está teniendo repercusiones en las reservas hidrológicas; es decir, en la reserva hidráulica que hay en la Península para garantizar el uso del abastecimiento y del regadío, que hoy se sitúa en un 57,2 por 100. Esto es un valor inferior a las medias de los cinco y diez últimos años: la media de los cinco últimos años es del 74,8 por 100 y la de los últimos diez años, del 70,6 por 100. El volumen embalsado en la Cuenca Hidrográfica del Segura está hoy, actualmente, en un 31,6 por 100; en el caso de la Cuenca del Duero, hay en el entorno de mil hectómetros cúbicos menos de los que había en estas mismas fechas en el año 2016.
En general, y desde que comenzó el año hidrológico, que, como digo, es el 1 de octubre de cada año, los volúmenes embalsados han sido poco relevantes y persiste, por lo tanto, la situación de sequía en las Cuencas del Segura y del Júcar, donde ya estaba declarada la situación de sequía desde el año 2015, y se ha dado inicio a la situación de alerta en el caso del Duero.
La gestión de escasez de recursos hídricos en España, en la cual nos situamos actualmente en algunas cuencas, se lleva a cabo mediante planes especiales ante situaciones de alerta y de eventual sequía, planes para cada una de las cuencas que tienen su vigencia desde el año 2007. El objetivo de estos planes es minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales de estas eventuales situaciones de sequía, y también mejorar la gestión del recurso hídrico que, si siempre es necesario, se hace especialmente importante durante las situaciones de escasez en cuenca.
La última evaluación de los indicadores realizada establece que la Cuenca Hidrográfica del Segura está en situación de emergencia y las Cuencas Hidrográficas de Duero y de Júcar, en situación de alerta. Estas son las cuencas, por lo tanto, que en el momento actual cumplen con los requisitos para poder poner en marcha las medidas que hoy han sido aprobadas. Si cualquier otra cuenca entrara en esta situación, lo cual no es deseable y esperemos que no suceda, estas medidas se harán, sin ninguna duda, extensivas a las cuencas que se sitúen en las mismas circunstancias.
¿Cuáles han sido las medidas adoptadas hasta el momento? En las Cuencas del Segura y del Júcar, con sequía, como digo, declarada desde el año 2015, se ha hecho un esfuerzo muy importante a lo largo de estos años para aplicar numerosas medidas que, de manera muy importante, han minimizado los impactos sociales, económicos y ambientales.
En el caso de la Demarcación del Segura, el Gobierno ha aprobado medidas excepcionales que, en su conjunto, han permitido movilizar para el Segura más de 250 hectómetros cúbicos adicionales que, de hecho, han permitido a lo largo de todos estos años de sequía, que son muchos los que ya se acumulan, que no haya habido ninguna restricción en el riego, movilizando, como digo, recursos a través de agua desalada, de extracción de agua de pozos de sequía o de intercambios de derechos del agua. Todo lo que ha sido posible se ha materializado. Se han hecho también trece obras de emergencia, con una inversión superior a los 35 millones de euros. De la misma manera, se ha ayudado a financiar el agua desalada, con más de nueve millones de euros. Están aprobados también en el Presupuesto que ha aprobado el Congreso otros cuatro millones de euros con esta finalidad.
En el caso del Júcar, se han movilizado casi treinta hectómetros cúbicos, con diez obras de emergencia y más de veinte millones de euros.
Y en el caso de la Cuenca Hidrográfica del Duero, en estos momentos se está en tramitación, por la vía de urgencia, de un Real Decreto de Sequía, con medidas excepcionales para la gestión de los menores recursos hídricos.
¿Qué es lo que se aprueba hoy y que se suma a las medidas, algunas de las cuales he citado por delante? Son medidas excepcionales para cubrir de manera especial necesidades financieras en las Cuencas del Júcar, del Segura y del Duero. Dada la situación de escasez, se dan las condiciones necesarias para aprobar una excepción en el pago de los cánones y de las tarifas relacionadas con la disponibilidad de los recursos hídricos.
Se han establecido sobre la base de parámetros objetivos que determinan la aplicabilidad o no. Esto va a significar, para las Confederaciones Hidrográficas, 53,7 millones de euros en reducción de ingresos, que va en beneficio de los regantes: 8 millones en el Duero, 8,5 millones en el Júcar t 37,2 millones en el Segura, de los cuales, 35,8 millones corresponden a los usuarios del Sindicato Central de Regantes del ATS y 1,9 millones, a los de la Cuenca del Segura.
Además, por parte del Ministerio de Empleo y de Seguridad Social se incluye una moratoria de las cotizaciones a la Seguridad Social. Las empresas y los trabajadores por cuenta propia, titulares de explotaciones agrarias afectadas por la sequía, sea ésta hidrológica o meteorológica, en todo el ámbito nacional, incluidos en cualquier régimen de la Seguridad Social, podrán solicitar y obtener, previa justificación de los daños sufridos, la moratoria de un año sin intereses en el pago de las cotizaciones de la Seguridad Social.
Estas medidas se suman a otras ya lanzadas para mejorar las condiciones de las explotaciones agrarias, referentes al seguro agrario, a la fiscalidad y a la financiación agraria, financiación en la que recientemente se aprobó una medida para facilitar acceso a créditos de liquidez, con subvenciones de hasta el 100 por 100 del coste de los avales, para un volumen de crédito de noventa millones de euros. Y trabajamos en estos momentos en una nueva orden de ayudas a la financiación, en este caso dirigida y adaptada a los cultivos más afectados por la sequía.
Para terminar, solamente quería decir que siempre que me es posible y siempre que tengo ocasión a mí me gusta trasladar, y creo que es necesario, un mensaje de conciencia medioambiental para todos, porque todos tenemos que tener esta conciencia de que nuestras actuaciones influyen, repercuten o pueden ayudar al medio ambiente. Esto es especialmente importante para un recurso tan sensible y tan necesario como es el agua.
Siempre, pero especialmente en situaciones de sequía, es necesario mejorar y hacer el uso más eficiente del agua. Actualmente no hay riesgo para el abastecimiento. El abastecimiento de la población está garantizado en todas las cuencas; pero sí hay que hacer una gestión de los recursos que hoy son más escasos de lo que eran, sin ninguna duda, el año pasado por estas fechas. Es responsabilidad de todos ahorrar en el consumo de agua y todo consumo que pueda evitarse significa agua que, de futuro, si es necesario, estará a nuestra disposición. Por lo tanto, siempre, pero ahora de manera especial, cada gota cuenta.