Sra. Báñez.- Buenos días a todos. Para el Gobierno, como ha explicado antes muy bien el ministro portavoz, la gran prioridad sigue siendo consolidar la recuperación económica con una fuerte creación de empleo, porque queremos que en esta recuperación nadie se quede atrás y sigamos avanzando en las oportunidades y mejores oportunidades para todos. El contexto económico en que vivimos, y se ha señalado ya aquí, es un contexto de crecimiento intenso y, además, crecimiento sano de la economía española. Terminaremos el año creciendo al 3,1 por 100 pero, si hay que resaltar algo, es cómo lo hacemos y es con ese crecimiento integrador y social que se decía, que transforma todo el crecimiento económico en creación intensa de empleo. España está creando empleo a una tasa del 3,5 por 100 y estamos creciendo al 3,1 por 100.
A día de hoy tenemos 2.267.000 personas trabajando desde el inicio de la recuperación y es el 67 por 100 del empleo destruido por la crisis, que hemos podido recuperar gracias a ese esfuerzo colectivo, a ese compromiso de toda la sociedad española. Una vez más, desde aquí quiero agradecer ese compromiso y responsabilidad de trabajadores, empresas, autónomos, familias y también interlocutores sociales y Comunidades Autónomas, porque todos hemos sabido sumar, por lo importante que es, por el empleo y un mejor empleo cada día en nuestro país.
Pero esa recuperación inclusiva e integradora también está teniendo efectos en el bienestar social, cómo cambia la tendencia y cómo cada vez que llegan nuevas oportunidades bajan en nuestro país los índices de pobreza y desigualdad. Saben muy bien, porque lo ha dicho la Organización Internacional del Trabajo, que el desempleo, la destrucción de empleo, es la principal causa, un 90 por 100, del incremento del riesgo de pobreza y de la desigualdad en España. Y se nota cómo desde el año 2014 la llegada del empleo y las oportunidades están haciendo bajar de manera intensa esos indicadores de desigualdad en nuestro país.
Pues bien, en este compromiso colectivo con el empleo y con el mayor empleo cada día o de mayor calidad tenemos diferentes instrumentos. Antes señalaba el ministro portavoz que han sido importantes ese esfuerzo colectivo de la sociedad española y las reformas económicas. Yo quiero hablar hoy de una reforma menos conocida, nosotros le llamamos en el Ministerio de Empleo "la reforma silenciosa del mercado de trabajo", que ha sido un cambio radical en las políticas activas de empleo, que es hacer más rápida la transición del desempleo al empleo. Ese trabajo lo estamos haciendo de manera compartida interlocutores sociales, Comunidades Autónomas y Gobierno de España.
En ese trabajo compartido de la reforma y de la puesta en marcha de una nueva política de activación en España, el elemento o uno de los elementos fundamentales es la Estrategia Española de Activación para el Empleo. Pusimos en marcha la anterior, que cambió de manera radical la forma de trabajar en coordinación, planificación y activación de las personas desempleadas, y hoy hemos aprobado en el Consejo de Ministros la renovación para los años 2017 a 2020 de todo lo que hemos aprendido durante este tiempo con la primera Estrategia Española de Activación.
¿Qué hace la Estrategia? Vertebra todas las acciones con un nuevo marco organizativo y con una planificación a varios años pero, sobre todo, con una planificación anual en el Plan Anual de Empleo, que lleva medidas concretas en el ámbito de coordinación general y en el ámbito particular de cada Comunidad Autónoma según las necesidades del tejido productivo. Sobre todo, orienta los recursos, que en Conferencia Sectorial se mandan a las Comunidades Autónomas, a resultados. Eso nos ha hecho que el cambio haya sido de manera trascendente, han mejorado todas estas políticas activas en la mayoría de las Comunidades Autónomas y ahora los fondos se reparten por objetivos al 100 por 100 en todas las Comunidades Autónomas de España.
¿Qué hemos hecho para cambiar esto? Aumentar la coordinación, la transparencia y la participación activa, modernizando los servicios públicos de empleo en nuestro país que, al principio, cuando nosotros llegamos al Gobierno, estaban más orientados a la atención del desempleado y al reparto de prestaciones y menos a la orientación y a la activación de los desempleados. Hemos ido transformando durante estos años los servicios públicos de empleo, tanto los nacionales como los autonómicos, y, sin duda, el balance es positivo.
Me gustaría reseñar que en ese balance hemos trabajado de manera intensa con todas las Comunidades Autónomas y también lo hemos hecho en el diálogo social. Por ejemplo, en los resultados hemos conseguido aumentar el grado de inserción de los demandantes inscritos en los servicios públicos de empleo en diez puntos, del 38 al 48 por 100. En los colectivos más vulnerables en el mercado de trabajo, como son los menores de treinta años, los mayores de 45, parados de larga duración y las personas por ejemplo con alguna discapacidad, el nivel de empleabilidad ha aumentado un 38 por 100.
Hemos hecho también posible que aquellas personas que percibían prestaciones y que eran desempleados las activáramos más rápidamente a través de la atención personalizada y el seguimiento continuo de los servicios públicos de empleo. Eso ha hecho que la inserción de estas personas que reciben prestaciones se haya multiplicado por seis, porque la atención personalizada y el seguimiento de los desempleados de los diferentes servicios públicos de empleo, sin duda, han tenido mucha eficiencia.
Además, me gustaría reseñar que hemos intentado cambiar también la acción también de estos servicios públicos de empleo para apoyar el autoempleo y el emprendimiento, porque necesitamos en España más y mejores emprendedores. Se han duplicado las personas que han iniciado una actividad económica por cuenta propia después de tener esa atención personalizada en los servicios públicos de empleo.
Por último, quiero reseñar que el 44,5 por 100 de aquellas personas que, a través de los servicios públicos de empleo, se les aconsejó ponerse a actualizar su información y fueron capaces de terminar ese proceso formativo, encontraron un puesto de trabajo. Casi la mitad de los que se formaron a través de los servicios públicos de empleo y la orientación que se les dio encontraron en los seis meses siguientes una oportunidad de empleo. Por tanto, la formación tiene mucho que ver con la empleabilidad en nuestro país.
¿Cuál es el objetivo ahora? Consolidar esa recuperación con nuevas oportunidades. Somos muy conscientes del camino que nos queda por recorrer, pues hay en España más de 3.400.000 personas en el desempleo, y tenemos que seguir creando empleo de manera intensa, alcanzar esos veinte millones de personas trabajando, que es el gran objetivo nacional en el horizonte del año 2019. Tenemos que reducir la incidencia del paro de larga duración que sigue siendo en nuestro país excesivamente alto e impulsar la formación como garantía de esa empleabilidad. La tasa de paro de personas con menor formación en España más que duplica la de aquellos que tienen una formación superior o, por decirlo de otra manera, desde la recuperación menos de una cuarta parte del empleo creado ha sido entre personas con la más baja formación en nuestro país. Por tanto, formación tiene mucho que ver con empleabilidad.
Además, la formación es clave, como saben muy bien, para los desafíos del presente y del futuro, la digitalización y los cambios tecnológicos que se están produciendo. A eso va a dar respuesta la nueva Estrategia Española.
Me gustaría decir que esta Estrategia se impulsó desde la Conferencia de Presidentes de principios de este año del presidente Rajoy con todos los presidentes autonómicos; ha tenido un gran espacio de diálogo y de participación en el ámbito social con sindicatos y patronal, y con las Comunidades Autónomas y vamos a seguir favoreciendo las oportunidades, favoreciendo la formación permanente y la capacitación, tanto de los desempleados como de los trabajadores, porque tenemos muchos retos por delante, y dando también una prioridad a los colectivos que son ahora mismo los más importantes para insertarlos en el mercado de trabajo: los jóvenes menores de veinticinco años y también los mayores y parados de larga duración, y personas con mayor vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social.
Me gustaría también decir que, tanto los servicios públicos de empleo, como todas las Administraciones Públicas, estamos trabajando en mejorar la calidad del empleo en el ámbito público. ¿Por qué lo digo? Porque, a partir de ahora, las convocatorias de contratación pública que se hagan en cualquier Administración Pública van a contar con cláusulas sociales, como acordamos en la mesa que hicimos en el Ministerio de Fomento a través de varios Departamentos, para favorecer la estabilidad en el empleo público y para favorecer la calidad del empleo derivado de contratación pública en todo el territorio nacional y en todos los ámbitos, tanto local, como autonómico, como general.
¿Novedades más importantes de esta Estrategia? Como les decía, atención prioritaria a la orientación personalizada, al perfilado de cada uno de los desempleados, para seguir acertando en las labores de formación y de inserción en el mercado de trabajo; atendiendo a colectivos prioritarios y vinculando a resultados los recursos para los próximos años, plan a plan.
Termino diciendo que el presupuesto para este año del Plan Anual de Políticas de Empleo ha sido de 5.575 millones de euros, 310 millones más que el año 2016. Destacan 2.461 millones para el fomento de las oportunidades, es decir, para la inserción; 2.258 millones para la formación y 480 millones para la orientación a desempleados. De esos 5.500 millones de euros, 2.056 millones los gestionan directamente por transferencia las Comunidades Autónomas. Como les decía al principio, lo importante es centrarnos en lo que nos demanda la sociedad española, que es que cada día haya en España más y mejores empleos, y también mejor remunerados, que es también una tarea en la que estamos todos.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)