Sr. Soria.- Tal como la vicepresidenta acaba de relatar, en el día de hoy se han adoptado algunos acuerdos y se han aprobado algunas normas en el Consejo de Ministros que tienen una clara relevancia para el sector industrial en general y, particularmente, para la política industrial. Saben ustedes que uno de los objetivos del Gobierno a lo largo de esta Legislatura es intentar mejorar la participación, el porcentaje, el peso específico, en definitiva, del sector industrial en el conjunto de la economía, después de que haya estado disminuyendo a lo largo de los últimos doce años.
En primer lugar, hago referencia al Anteproyecto de Ley de Patentes, que ha ido en segunda vuelta al Consejo de Ministros --la primera vez fue el 11 de abril de este año--, ya viene con todos los informes favorables por parte, tanto de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, como del Consejo General del Poder Judicial, también ha sido informado favorablemente por parte del Consejo de Estado y no hay observaciones en materia competencial por parte de las Comunidades Autónomas.
El objeto de este Proyecto de Ley sobre Patentes es establecer un nuevo régimen de la propiedad industrial en España sobre la base de dos herramientas principales: en primer lugar, las patentes y, en segundo lugar, los llamados modelos de utilidad. Saben ustedes que las patentes son un derecho de explotación en exclusiva que otorga el Estado, que lo otorga al titular de una invención, siempre y cuando se cumplan tres requisitos: en primer lugar, tiene que ser una invención nueva; en segundo lugar, tiene que implicar una actividad inventiva, y, en tercer lugar, tiene que ser susceptible de aplicación industrial. Son, por el contrario, patentes menores los llamados "modelos de utilidad", que son otras de las herramientas para proteger la propiedad industrial.
Los modelos de utilidad no generan los mismos derechos, tienen menos requisitos y se utilizan, sobre todo, por parte de las pequeñas y medianas empresas, fundamentalmente, para aquellos procedimientos que no son una invención propia dichamente dicha, sino que incorporan, por ejemplo, alguna mejora mecánica en algún proceso.
Lo importante con esta nueva Ley ya no es tanto que se patente al máximo, sino que aquello que se patente sea serio y sea bueno. Por tanto, se trata de disponer de patentes serias y de calidad.
En la Ley todavía en vigor, en la Ley de 1986, el solicitante de una patente podía elegir entre una patente débil o una patente fuerte. Si elegía una patente débil, era muy fácil de obtener y bastaba con que mostrara una mínima novedad para que ya tuviese esta patente. En cambio, la patente fuerte exigía un examen previo. Esto, ¿a qué ha dado lugar? Ha dado lugar a una infinidad de patentes débiles en España, que no tienen explotación comercial, que no tienen por tanto valor económico y, por tanto, no dicen respecto a la calidad de la innovación y de la inversión en España.
Por tanto, este Proyecto de Ley lo que busca, fundamentalmente, es que todas las patentes que se hagan en España, sean muchas o pocas, sean patentes fuertes. Por tanto, a partir de ahora, todas las patentes van a estar sujetas a ese examen previo en el que se tendrá que justificar, en primer lugar, que el invento que se patenta es un invento nuevo y, en segundo lugar, que incorpora una actividad inventiva. Si no cumple estos dos requisitos, entonces la patente no se otorgará.
Esto tiene ventajas evidentes. En primer lugar, simplifica el procedimiento, evita lo que se llaman las "patentes curriculares" --en las universidades se trata muchas veces de inflar los currículos a base de patentes o inventos que no son explotables comercialmente-- y también evita lo que se llaman las "burbujas tecnológicas": el caso típico de una empresa que tiene muchas patentes detrás, pero detrás de las cuales no hay una actividad inventiva real. También otorga una mayor seguridad, porque evita las patentes injustificadas.
Este Proyecto de Ley se adapta también al marco normativo internacional con los distintos Tratados que hay al respecto.
Por tanto, resumiendo, el Proyecto de Ley lo que viene es a simplificar la normativa y garantiza también la unidad de mercado, pues será la Oficina Española de Patentes y Marcas la única institución que las otorgue.
Finalmente, en materia de tasas hay que tener en cuenta que, a la hora de pagar las tasas por otorgar una patente, los emprendedores van a tener una bonificación del 50 por 100 y también van a tener una bonificación del 50 por 100 las patentes universitarias. En este caso, podrán llegar a ser del 100 por 100 en el caso de que, una vez otorgadas, se demuestre que tienen explotación y validez comercial.
Por tanto, se van a evitar las burbujas y se evita burocracia. No se van a patentar aquellas que no tengan tras de sí una actividad inventiva nueva y va a favorecer también la actividad de los emprendedores, por cuanto les decía que va a suponer una bonificación del 50 por 100 en las tasas que tienen que pagar.
También en el Consejo de Ministros se han aprobado, en relación con el sector industrial, determinadas herramientas, instrumentos, préstamos, para favorecer la actividad industrial. Concretamente, dos préstamos de dentro los llamados Planes de Competitividad y Reindustrialización para la empresa Mercedes Benz, para su fábrica en Vitoria, y también para la empresa Fagor del Grupo Mondragón, también para la fábrica que hay en Vitoria, aparte de otros dos préstamos dentro de las líneas de reindustrialización para la Zona Franca de Cádiz.
En relación con los préstamos otorgados para las empresas Mercedes Benz y Fagor, para la primera de ellas, Mercedes Benz, tiene un importe de 26,9 millones de euros, de los cuales 25 millones irán a financiar activos fijos y 1,9 millones para los trabajos de ingeniería necesarios para las modificaciones que han de operarse en la fábrica. La inversión financiable total son 35,8 millones y, por tanto, lo que se está subvencionando está por debajo del 75 por 100 que es establece como límite máximo. El tipo de interés es un 2,8 por 100; el plazo de amortización, diez años, con los tres primeros de carencia sobre el principal.
En cuanto al préstamo para la empresa Fagor, del Grupo Mondragón, se trata también de un préstamo que va destinado a adquirir equipos en diferentes líneas de producción con el fin de mejorar y actualizar estas líneas. Tiene una inversión total de 21,1 millones de euros y, por tanto, lo que se está dando, que son 15,8 millones, también está por debajo del límite, prácticamente al límite del 75 por 100, que se establece en la Orden Ministerial. El tipo de interés aplicable es del 4,53 por 100, amortización también a diez años, con los tres primeros años de carencia.
Finalmente, quiero hacer referencia a los dos préstamos para la Zona Franca de Cádiz. Uno de ellos, un préstamo de 14.896.000 euros, tiene como objetivo principal el dar uso productivo a los terrenos que se han quedado ociosos como consecuencia de la deslocalización llevada a cabo por la empresa Altadis. La inversión consiste, por tanto en este caso, en la adquisición de suelo para su posterior uso industrial. La inversión financiable total en este caso son 14,8 millones de euros y el préstamo es de acuerdo a las condiciones establecidas en los Presupuestos Generales del Estado para este año 2014. El tipo de interés es del 2,8 por 100; plazo de amortización, diez años y los tres primeros años son también de carencia.
Y luego sobre este préstamo hay otro en paralelo para la adquisición de edificios industriales y puesta en valor de los servicios asociados al suelo industrial anterior, por un importe de 25,9 millones de euros. La inversión total final financiable es ésa, el 100 por 100, así se establece en el Presupuesto de este año 2014, y el tipo de interés aplicable es del 2,8 por 100, con diez años de amortización, con los tres primeros de carencia.
Quiero recordar que estos proyectos se unen al que ya en el Consejo de Ministros anterior, del que dio cuenta la Vicepresidenta, se otorgó para ubicar en Sant Cugat del Vallés el Centro de Desarrollo de Innovación Tecnológica para la impresoras de 3D de la multinacional Hewlett Packard, lo cual supone un cambio cualitativo respecto a lo que venían haciendo hasta ahora en esa fábrica.
Quiero decir, finalmente, que todo ello se inserta dentro de la política que en materia de financiación no bancaria se hace desde el Gobierno para proyectos industriales, dentro de los cuales están los proyectos de reindustrialización, los proyectos de competitividad industrial. Tiene un componente de préstamos y otro componente de subvenciones. En cuanto a préstamos, durante los años 2012 a 2014, lo que llevamos de este año 2014, se han otorgado préstamos por importe total de 1.505,6 millones de euros, de los cuales 705,7 millones de euros corresponden a préstamos de reindustrialización y 799,8 millones, a préstamos de competitividad industrial. Pero, aparte de préstamos, luego hay también subvenciones para reindustrialización: durante estos años, de 2012 a 2014, el volumen total de subvención ha sido de 22,7 millones.
Aparte de estos, digamos, instrumentos financieros de apoyo a la reindustrialización y a la competitividad industrial, también hay otras dos líneas, que son, una, las que están dependiendo de la Empresa de Innovación Nacional (ENISA), que son créditos participativos, de tal forma que hay que implicar a la empresa que solicita el préstamo; y, luego, hay una cuarta línea que es la que lleva a cabo la Compañía Española de Reafianzamiento, que es aquella que reafianza los avales que, a su vez, otorgan las Sociedades de Garantía Recíproca para aquellas operaciones bancarias para las cuales el solicitante no tenga aval suficiente.
Toda esta política de apoyo financiero a la reindustrialización se complementa, a su vez con otras dos bases, digamos, de la política industrial. Una de ellas es la de apoyo a sectores concretos y ahí está el caso, por ejemplo, del apoyo al sector aeroespacial con un pago de las deudas que había pendientes, de las cuotas que teníamos que hacer, a la Agencia Espacial Europea de los años anteriores, más una aportación adicional para este año de 345 millones de euros, que nos da opción a participar dentro del retorno que hay para empresas tecnológicas españolas en proyectos convocados por la Agencia Espacial Europea.
También, dentro de estos apoyos a sectores concretos, quiero mencionar por su importancia el del sector naval. Saben ustedes que durante dos años, desde junio del año 2011, estuvo parada la cartera de pedidos al sector naval por la denuncia que se había hecho en Europa al sistema de "tax lease" español. Desde principios del año 2013 tenemos un nuevo sistema y, como consecuencia del mismo, ya se han empezado a reactivar las carteras de pedidos, tanto dentro como fuera de España; pero, en todo caso, para astilleros españoles.
Y también un último ejemplo dentro del apoyo a sectores concretos, porque es muy evidente por el impacto que ha tenido en la fabricación, en la distribución y en la exportación, el apoyo al sector de la automoción a través de planes como el PIMA, a través de planes como el PIVE, pero también a través de planes de competitividad que, impulsando la innovación en las fábricas que las multinacionales tienen en España, han permitido relocalizar en España carga de trabajo adicional en vez de relocalizarla en fábricas que están ubicadas en otros países europeos.
La última herramienta, no menos importante, es la Agenda para la Reindustrialización y el Fortalecimiento Industrial en España, que tiene distintos ejes, como ustedes saben: el del impulso de la competitividad; disminuir los costes logísticos; los costes laborales; internacionalizar la empresa industrial; buscar una estabilidad regulatoria y otra cuestión muy importante, y con esto acabo, lograr que el coste de la energía sea en España más bajo de lo que venía siendo.
En esto tengo que decirles que, por primera vez, en el año 2013 el coste de la electricidad bajó en España; esto es fuente directa del Instituto Nacional de Estadística. Subió ininterrumpidamente entre los años 2003 y 2012, un 5,9 por 100 anual; en el año 2013 bajó --fuente la misma, Instituto Nacional de Estadística-- un 3,7 por 100 y en este año 2014, con lo que ya conocemos de enero a octubre, más las previsiones marcadas por los mercados de futuro, la disminución en el coste de la electricidad va a ser superior a la del 3,7 por 100 del pasado año 2013.