- El Programa de Estabilidad (2016-2019) se elabora con hipótesis prudentes y realistas y prevé un crecimiento sólido y sostenido.
- A finales de 2016 se recuperará el nivel de renta perdido por la crisis y se alcanzarán los veinte millones de ocupados en cuatro años.
- El crecimiento del empleo superará el 2 por 100 anual y la tasa de paro bajará al 14 por 100 en 2019.
- Se mantendrá un crecimiento diferencial positivo de más de medio punto respecto de la media de la zona euro.
- El endeudamiento neto exterior se reducirá gracias al superávit de la cuenta corriente y la capacidad de financiación.
- El déficit de las Administraciones Públicas se establece en el 3,6 por 100 del PIB en 2016, en el 2,9 por 100 en 2017, en el 2,2 por 100 en 2018 y en el 1,6 por 100 en 2019. Por su parte, la deuda pública seguirá descendiendo hasta el 96 por 100 en el año 2019.
El Consejo de Ministros ha aprobado la remisión al Consejo de Ministros de la Unión Europea y a la Comisión Europea de la actualización del Programa de Estabilidad de España 2016-2019 y del Programa Nacional de Reformas de España 2016. La remisión se efectúa en cumplimiento de obligaciones europeas: cada año, en el mes de abril, todos los Estados miembros de la Unión Europea tienen que presentar ante la Comisión Europea sus Programas Nacionales de Reformas (PNR) y sus Programas de Estabilidad. El objetivo de este ejercicio es coordinar las políticas económicas nacionales y lograr los objetivos establecidos para la Unión Europea en su conjunto.
Gobierno en funciones
Este año la situación es excepcional, dado que el Gobierno se encuentra en funciones; pero ello no exime del cumplimiento de las obligaciones europeas de presentar ambos documentos, en los cuales el Gobierno explica la evolución reciente de la economía española, el grado de avance en su agenda de reformas y el cumplimiento de las recomendaciones específicas formuladas por el Consejo Europeo en junio de 2015, además de exponer su escenario macroeconómico y fiscal a medio plazo.
Programa de Estabilidad
La economía española mantendrá un ritmo de crecimiento medio del 2,5 por 100 en los próximos cuatro años y se crearán un total de más de 1,8 millones de empleos, hasta alcanzar prácticamente los veinte millones de ocupados en 2019, junto con una disminución del paro en similar cuantía. Se trata de previsiones prudentes y realistas que sustentan y hacen creíble la senda de reducción del déficit público que sitúa el desequilibrio fiscal por debajo del 3 por 100 el año próximo y en el 1,6 por 100 del PIB en 2019.
Las previsiones del Programa de Estabilidad prolongan cuatro años más el crecimiento económico y la salida de la recesión que se inició en 2013 después de cinco años de caída del PIB y de la destrucción de casi 3,5 millones de empleos. Se estima que a finales de 2016 se recuperará el nivel de renta que tenía la economía española al comienzo de la crisis y, a partir de ahí, se consolidará un ritmo de crecimiento medio anual del 2,5 por 100. Son cifras que mantendrán a España a la cabeza del crecimiento económico y la creación de empleo entre los países avanzados. Respecto de los socios de la zona euro, la previsión es que se mantendrá un diferencial positivo de más de medio punto en el crecimiento a lo largo de estos años.
Fortaleza de la economía
Las reformas económicas llevadas a cabo --la laboral, el saneamiento financiero y la consolidación fiscal-- están detrás de la fortaleza de la economía española. La corrección de los desequilibrios macroeconómicos y la mejora en la competitividad derivada de las reformas permite amortiguar el impacto en el crecimiento de un entorno internacional complejo. El Programa de Estabilidad proyecta una suave desaceleración en los dos primeros años, derivada, sobre todo, de factores externos, como las dudas sobre el crecimiento de China, la caída de los precios de las materias primas y su efecto en los países emergentes, la volatilidad de los mercados o el agotamiento de los márgenes de actuación de la política monetaria.
Demanda interna
El ritmo de crecimiento sostenido de la economía española que se prevé hasta 2019 se basa en la demanda interna, cuya aportación superará una media de 2,5 puntos. Dentro de la demanda interna, la inversión crecerá en torno al 5 por 100 medio anual, con más fuerza en el caso de los bienes de equipo que en la construcción. El consumo privado mantendrá un crecimiento en torno al 2,5 por 100. El sector exterior mejorará su aportación al crecimiento del PIB y pasará a estar en equilibrio a partir de 2018.
Tanto el paro como el empleo prolongan, igualmente, el ciclo positivo que se inició hace dos años y que permiten proyectar la recuperación de los niveles de ocupación que tenía la economía española antes de la crisis. Para finales de 2019 está previsto alcanzar prácticamente los veinte millones de ocupados mediante un ritmo de crecimiento anual medio de unos 470.000 nuevos puestos de trabajo. El número de parados se estima que bajará alrededor de 1,8 millones en estos cuatro años y la tasa de paro descenderá desde el 22,1 por 100 de 2015 hasta el 14 por 100 esperado para 2019.
Las mejoras de competitividad y el desapalancamiento de la economía permitirán, además, reducir el endeudamiento exterior neto. Todo ello gracias a que durante todo el período habrá superávit por cuenta corriente y capacidad de financiación frente al resto del mundo, por encima del 2 por 100 del PIB en este último caso. De confirmarse esta previsión, España completará el ciclo más largo de saldo positivo en nuestras cuentas frente al exterior, con ocho años seguidos de capacidad de financiación.
Programa Nacional de Reformas (PNR)
En relación con las reformas futuras, al estar el Gobierno en funciones, el PNR 2016 únicamente esboza, en términos generales, cuáles serían las medidas que, en su opinión, sería necesario adoptar a partir de ahora para mantener el crecimiento y el ritmo de creación de empleo, consolidando lo conseguido en estos cuatro últimos años, en los que el Gobierno ha puesto en marcha una ambiciosa agenda de reformas que han transformado la economía española.
Resultados de las reformas
Esta estrategia, que ha permitido a la economía española recuperar la confianza de los mercados internacionales y ganar en eficiencia, flexibilidad y capacidad de competir, está dando resultados:
- En 2015, el PIB español creció un 3,2 por 100 y en el primer trimestre de 2016, según datos preliminares que se acaban de conocer hoy, la economía española creció un 3,4 por 100, en términos interanuales, manteniéndose en las tasas más elevadas de los últimos ocho años. Estos datos sitúan a España la cabeza de las principales economías de la Unión Económica y Monetaria.
- La mejora de la actividad económica se traduce en una intensa creación de empleo: en los últimos doce meses, según los datos de la EPA del primer trimestre de 2016, se han creado casi seiscientos mil (574.800) nuevos puestos de trabajo, un 3,29 por 100 más que hace un año. Además, el desempleo disminuyó en 653.200 personas, una reducción del 12 por 100, cifra muy similar al record que se logró en el último trimestre de 2015. España lidera, dentro de la eurozona, la reducción de desempleo y la creación de empleo.
- Además, el crecimiento español es un crecimiento sano: sus componentes más dinámicos son la inversión en bienes de equipo y las exportaciones en bienes y servicios. Ello da una base sólida al crecimiento del consumo de los hogares, que creció al 3,5 por 100 al cierre de 2015, un nivel similar al de antes de la crisis. Simultáneamente, en 2015 la evolución favorable de los precios ha permitido que la economía española continúe ganando competitividad: es el cuarto año consecutivo con superávit externo.
- Por último, el crédito está mejorando, las empresas tienen acceso a préstamos a mejores tipos, los hogares tienen más financiación y sigue disminuyendo el coste de la financiación de la deuda pública.
Este es el contexto económico en el que hoy se envían el Programa de Estabilidad y el Programa Nacional de Reformas a la Comisión Europea y al Consejo de Ministros de la Unión Europea.
Desarrollo del Programa Nacional de Reformas
El PNR 2016 da cuenta, en primer lugar, del elevado grado de cumplimiento de los compromisos de asumidos por España en el marco del semestre europeo y del avance en los objetivos de la Estrategia Europa 2020. La práctica totalidad de las medidas comprometidas en 2015 han sido puestas en marcha.
Respecto a las reformas adicionales, el PNR 2016 únicamente las esboza en términos generales. Se refieren a tres ámbitos: reformas estructurales a nivel nacional, consolidación presupuestaria favorable al crecimiento y reformas a nivel europeo.
Reformas en el ámbito nacional
El principal objetivo de la política económica en España debe seguir siendo la creación de empleo y la calidad del mismo. Para ello, es necesario seguir creciendo de forma equilibrada y ganando capacidad de competir en el exterior. Por eso, es crítico que la política económica en España en este momento se centre en la competitividad. Por ello, es necesario profundizar en las reformas que se han puesto en marcha en los últimos cuatro años. Se identifican cinco áreas de actuación en el PNR 2016:
- Creación de empleo e inclusión social: La creación de empleo es el objetivo prioritario. Esta es, además, la vía más efectiva para luchar contra la pobreza y la exclusión social.
- Mercados de bienes y servicios: Es necesario seguir avanzando en el aumento de la competencia y el funcionamiento eficiente de los mercados, en particular en los que suministran inputs y servicios esenciales a nuestras empresas: energía, sector financiero o transporte, entre otros. Se trata de que las empresas españolas tengan el mejor entorno para desarrollar su actividad y poder competir.
- Respaldo a la iniciativa emprendedora y del desarrollo empresarial: Es necesario dar continuidad a las políticas que favorezcan la actividad emprendedora porque son las Pymes las que generan más empleo en España.
- Crecimiento sostenible: I+D y Medioambiente: En el ámbito de I+D, seguir potenciando el papel del sector público y también el desarrollo de la investigación e innovación privadas, estableciendo mecanismos efectivos de colaboración entre ambos. En cuanto a medioambiente, los aspectos medioambientales deben ser incorporados en la política económica con un objetivo claro de hacer posible crecimiento sostenible y competitivo. Todas las actuaciones dirigidas a favorecer el cambio climático deben englobarse en una nueva Ley de Cambio Climático, para garantizar su efectividad y coherencia.
- Eficiencia de la administración pública: La reforma de las Administraciones Públicas impulsada por CORA parte del convencimiento de que una economía competitiva exige unas Administraciones Públicas modernas, transparentes y ágiles. Por ello es necesario seguir avanzando en este ámbito. En 2016 existen medidas de la CORA aún en fase de implementación, lo que permitirá continuar generando ahorros y se continuará con el impulso a la administración electrónica.
Ámbito fiscal
- Seguir la consolidación fiscal con senda moderada para salir del procedimiento de déficit excesivo, haciendo uso de la flexibilidad que permite la normativa europea y atendiendo al contexto de la situación fiscal y financiera de España, en línea con lo planteado por el Programa de Estabilidad.
- Reformar el sistema de financiación autonómica para asegurar un nivel mínimo de servicios en todos los territorios, definiendo una cartera común en las áreas fundamentales (sanidad, educación y servicios sociales) y asegurando su financiación estable y suficiente, independientemente de la coyuntura económica. El objetivo es asegurar que todos los ciudadanos pueden acceder al mismo nivel y calidad de servicios públicos básicos, independientemente de su lugar de residencia.
- Seguir con la lucha contra el fraude y la evasión fiscal como una de las prioridades del Gobierno. Hasta la fecha, se han conseguido importantes resultados: entre 2012-2016 se han recaudado por actuaciones de lucha contra el fraude 50.449 millones de euros, históricamente los mejores datos de la Agencia Tributaria. Es necesario seguir avanzando en dos ámbitos en paralelo: intensificar las actuaciones a nivel nacional y continuar desempeñando un papel activo en las distintas iniciativas internacionales (FMI, OCDE, etc.).
Ámbito europeo
- En el ámbito europeo, es necesario seguir trabajando en el desarrollo de una nueva gobernanza económica, en particular de la zona euro, que asegure una coordinación eficiente de las políticas económicas, prevenga la acumulación de desequilibrios y permita consolidar la recuperación económica.
- España debe seguir desempeñando un papel activo, impulsando una reforma ambiciosa de la Unión Económica y Monetaria en línea con las propuestas que el último Gobierno viene realizado en el marco de los debates sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria.