El Consejo de Ministros ha acordado solicitar a las autoridades de Brasil la extradición de Carlos García Juliá para el cumplimiento de condena por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. En la noche del 24 de enero de 1977, García Juliá participó, junto a otras tres personas, en el asesinato de cinco abogados laboralistas que tenían su despacho en la calle Atocha de Madrid hiriendo, también, a otras cuatro. Tras su detención, cumplió parte de la condena de prisión que le impuso la Audiencia Nacional en 1980, pero estaba prófugo de la justicia española desde comienzos de los años 90. El pasado 6 de diciembre fue arrestado en la ciudad de São Paulo.