La Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones ha informado al Consejo de Ministros del Programa para la Garantía de los Derechos a la Alimentación, Ocio y Cultura de los Menores durante las Vacaciones Escolares (VECA) de 2019.
Esta iniciativa tiene como objetivo ofrecer a menores en situación de vulnerabilidad campamentos de verano y actividades culturales y de ocio inclusivo, así como garantizar -en ausencia de las becas de comedor escolar por las vacaciones- una alimentación sana y equilibrada durante el periodo estival.
Se trata del segundo año consecutivo que se desarrolla este programa. Se destinarán 15 millones de euros para financiar programas dirigidos a prevenir las situaciones de carencia y exclusión social que se originan en el periodo de vacaciones estivales entre las familias más desfavorecidas. Esta iniciativa muestra que el Gobierno tiene como una de sus prioridades estratégicas la atención de los menores en condiciones de vulnerabilidad.
Como medida de urgencia, el Gobierno, a través del Alto Comisionado de la Lucha Contra la Pobreza Infantil, diseñó el Programa VECA que dotó con 10,4 millones de euros. Esta cantidad duplicó los fondos destinados hasta entonces a la lucha contra la pobreza infantil en verano.
Las ayudas para este año también contemplan triplicar respecto a 2017 el número de beneficiarios de estas prestaciones, hasta alcanzar a 100.000 niños y niñas. En su primera edición, en el verano de 2018, el Programa ya duplicó el número de niños y niñas beneficiarios de este tipo de prestaciones respecto 2017, pasando de 33.000 a 66.000 participantes.
El Programa VECA refuerza las distintas actividades estivales de ocio educativo que llevaban funcionando desde hace varios años en diferentes ciudades y municipios. Pretende contribuir a mejorar el grado de desarrollo de los llamados campamentos de verano, así como garantizar una alimentación adecuada entre menores en situación desfavorecida.
El Programa priorizará líneas de financiación para actividades ya existentes que se propongan ampliar su oferta para incluir a niños, niñas y adolescentes vulnerables desde un punto de vista socioeconómico. Los servicios ofrecidos deben incluir desayuno, actividades de carácter lúdico, recreativo, cultural y educativo, servicio de comedor y bolsa de cena cuando las carencias del hogar lo aconsejen.
Las actividades estarán abiertas a todos los niños y niñas y adolescentes, promoviendo la convivencia. El Programa asumirá el coste de las plazas para los niños de aquellas familias que de otro modo no podrían permitírselo.
El Programa contribuye a hacer efectivo el derecho a la alimentación (artículo 27 de la Convención sobre Derechos del Niño), así como el acceso a actividades de esparcimiento, ocio y vida cultural (artículo 31 de dicha Convención). También cumple con la adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
La puesta en marcha del Programa está en conexión con los Servicios Sociales Municipales y los centros escolares, de forma que se facilita el acceso de las familias potencialmente beneficiarias, a través de los sistemas de información de las becas de comedor.
Actualmente, las actividades que ya se llevan a cabo se engloban dentro de distintas iniciativas. Una de ellas son los campamentos de verano que organizan en su mayoría los municipios. Incluyen programación de actividades culturales y de ocio inclusivo y la matrícula es abierta a todos los niños y niñas, aunque se dispone de becas para las familias de pocos recursos.
Además, se conceden cheques para comida destinados a las familias de los niños y niñas que tienen beca de comedor durante el curso escolar. De esta forma, sus familias pueden asegurar una alimentación adecuada y además, se complementan con actividades deportivas y de ocio.
También se establecen contratos a través de Servicios Sociales con Entidades del Tercer Sector que organizan campamentos diurnos o con pernoctación, en entornos urbanos o rurales.