El Consejo de Ministros ha aprobado restablecer la tramitación de las instalaciones asociadas al proyecto STEP (South Transit East Pyrenees). Dicho proyecto consiste en el desarrollo de una tercera interconexión gasista entre España y Francia a través del Pirineo Oriental, y tiene por objeto el incremento de la capacidad de interconexión con Francia para contribuir a la mejora en la seguridad del suministro de gas, así como a la creación de un verdadero mercado energético integrado en la Unión Europea. Fruto de su relevancia, STEP ha sido reconocido por la Comisión Europea como Proyecto de Interés Común.
La infraestructura consta de un tramo de gasoducto de 106 kilómetros en el tramo español y de 120 kilómetros en el francés. En el lado nacional las infraestructuras asociadas al desarrollo de la conexión internacional STEP son las siguientes:
- Gasoducto Martorell-Figueras, tramo norte (Hostalric-Figueras)
- Gasoducto Figueras-Frontera Francesa.
- Estación de compresión de Martorell.
Las infraestructuras asociadas a STEP se recogieron en el documento de planificación energética denominado "Planificación de los sectores de electricidad y gas 2008-2016. Desarrollo de las Redes de Transporte", aprobado en 2008; pero en 2012 el Gobierno decidió la suspensión de las autorizaciones administrativas de gasoductos planificados para asegurar el equilibrio financiero en el sector del gas. Con el acuerdo del Consejo de Ministros de hoy se restablece la tramitación de las instalaciones de STEP, que habían quedo suspendidas por dicha decisión.
Seguridad de suministro de gas e integración en el mercado energético europeo.
La seguridad de suministro del sistema energético experimentará una notable mejoría con la puesta en servicio de STEP, dado que incrementará el nivel de diversificación de aprovisionamientos y permitiría reaccionar con mayor rapidez, por ejemplo, ante eventuales interrupciones de suministros por gasoducto o incidencias de abastecimiento de gas natural licuado a las plantas de regasificación nacionales.
Además, su construcción resulta estratégica por dos razones fundamentales:
- En primer lugar, porque incrementa la capacidad de interconexión de la Península Ibérica con el resto de Estados miembros, que se encuentra entre las más bajas de la Unión Europea.
- En segundo lugar, porque contribuye a la necesaria integración de mercados, a la convergencia en precio y al fomento de la competencia, aspectos imprescindibles de un verdadero mercado interior de la energía que redundará en beneficio del consumidor.
La Península Ibérica tiene uno de los suministros de gas natural más diversificados del mundo, gracias a sus dos conexiones directas con países productores en el norte de África y a sus plantas de regasificación, que son es clave para la seguridad de suministro. El incremento de la capacidad de interconexión con Francia permitirá aprovechar ese potencial y avanzar hacia una verdadera Unión Energética. Además, contribuirá a mejorar la competitividad e incrementar la seguridad de suministro del continente.