Muy buenas tardes a todos y a todas.
Hoy hemos aprobado también en Consejo de Ministros la declaración como proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica de nuestro país, el relacionado con el sector aeroespacial, dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.
Hoy, mirar al futuro pasa también por mirar al cielo, que es un espacio global y estratégico para la transformación de nuestro país.
En este contexto nace este PERTE, que tiene un fuerte carácter internacional, hay proyectos específicos que combinan fondos de recuperación de dos países, España y Portugal, e incluye también proyectos de cooperación internacional a través de la Agencia Espacial Europea. Cabe destacar que somos el cuarto país de la Unión Europea en la aportación a la agencia, a la ESA (Agencia Espacial Europea), y que esa aportación, en un 75%, revierte en oportunidades en nuestro país, oportunidades en forma de contratación industrial.
Es un PERTE de investigación e innovación, que lo que pretende es capacitar a la industria aeroespacial española ante los nuevos retos, desafíos y oportunidades que vive el sector, y posicionarnos en la vanguardia mundial, a través del aumento de la huella de I+D de este sector en España.
Este PERTE, donde participamos el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de Defensa, es un proyecto, como veis, transversal y transformador de país en torno al espacio, un sector básico, muchas veces desconocido, del que depende el día a día de la ciudadanía, y que cuenta con un gran potencial para el crecimiento a corto plazo de nuestra economía.
El sector aeroespacial es imprescindible para servicios que usamos de forma cotidiana, como la telefonía móvil, la televisión, el GPS, la información sobre el tiempo que hará, o hasta para el suministro de los alimentos que comemos. También hemos comprobado, recientemente, su gran utilidad en la prevención y control de catástrofes, como es el caso del Volcán de La Palma, donde las imágenes ofrecidas vía satélite guiaban las actuaciones en la emergencia.
Sin duda, los avances en el ámbito aeroespacial tendrán un beneficio directo en la vida de nuestros ciudadanos, en su calidad de vida, mediante las aplicaciones en áreas como el transporte, la logística, la seguridad, el medio ambiente, la agricultura, las comunicaciones o la defensa.
En España, el aeroespacial es un sector industrial estratégico, voy a poner algunas cifras.
Supone casi el 1,2% del PIB nacional y llega al 5,4% del PIB industrial.
Como sector es netamente exportador, sitúa a España como cuarto país de la Unión Europea en facturación.
Hoy genera 37600 empleos directos de alta cualificación y más de 155 mil en total.
Es el segundo sector que más invierte en I+D+I en España, detrás del farmacéutico, pero el primero en intensidad.
Estamos, por tanto, ante un ámbito con gran capacidad de generar y traccionar investigación e innovación, también en otras industrias y, en consecuencia, con capacidad de transformar nuestra economía y el mercado laboral.
Ya ha comenzado la segunda carrera por conquistar el universo, y España no puede quedarse atrás. Con este PERTE, sobre la base de la colaboración público privada, contribuiremos a crear una economía del espacio española fuerte y resiliente, y lo haremos acompañando a nuestra industria aeroespacial en la búsqueda de soluciones innovadoras, que la permitan afrontar las dos principales transiciones en torno a las que se dirigen la mayor parte de las políticas europeas, y también nuestro Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que son, la transición ecológica y la transición digital.
También querría apuntar que con este PERTE lo que queremos es impulsar la recuperación económica de este sector después del impacto de la pandemia.
Hasta el año 2019, la industria aeroespacial había concatenado una década de crecimiento sostenido en el tiempo, aumentando un 83% desde el año 2008.
La crisis de la pandemia ha tenido un impacto particularmente pernicioso para el sector, de manera que, en 2020, se produjo un descenso del 19% de la facturación, y si hablamos especialmente del sector aeronáutico, la caída fue del 36%.
El PERTE va a actuar sobre dos pilares fundamentales, por una parte el aeronáutico y por otro, el espacial.
En el ámbito de la aeronáutica, su principal objetivo es desarrollar las actividades de I+D+I, que permitan crear el futuro avión de hidrógeno, de cero emisiones, así como nuevas aeronaves no tripuladas, para distintas aplicaciones, con la creación de infraestructuras para la investigación y certificación de este tipo de aeronaves, como el proyecto que ya conocéis, ZEUS, que tendrá lugar en Moguer, Huelva.
Desde España, así queremos avanzar en la descarbonización del transporte aéreo, así que vamos a contribuir a través de este PERTE a ayudar a la industria en la consecución de ese gran reto de I+D+I que tenemos también a nivel global, el gran reto de fabricar las nuevas naves limpias del futuro.
Y, además, también vamos a avanzar en dar respuesta a la nueva regulación y digitalización de los sistemas de control del tráfico aéreo, para alcanzar el cielo único europeo.
Una de las fortalezas que tiene nuestro país en el sector aeronáutico, y quiero referirme a ella para que ustedes la conozcan, es que tenemos la capacidad de cubrir el ciclo completo de elaboración de una aeronave.
En España se diseña y se fabrican aeronaves de manera completa y con este PERTE, nuestro país también quiere ganar la misma autonomía para desarrollar el ciclo completo en el sector espacial. Es decir, queremos diseñar, fabricar y lanzar satélites al exterior. Para conseguirlo, el segundo ámbito de actuación es, precisamente, el ámbito espacial.
Entre otras actuaciones, el PERTE impulsará el desarrollo de las tecnologías necesarias para crear sistemas de satélite, para comunicaciones cuánticas, que, como saben, son vitales para aumentar de forma exponencial nuestros niveles de ciberseguridad.
A nadie se le escapa la importancia, a día de hoy, de contar con redes de comunicación cifradas, a través de las comunicaciones cuánticas, que garanticen, no solo la seguridad, sino también la defensa de nuestro país y, por tanto, la autonomía estratégica.
Queremos, en definitiva, proteger nuestros datos, para estar protegidos como individuos, como empresas, pero también como país, y también queremos poder observar la tierra desde un sistema de satélites propio, para ser un país más seguro, con mayor capacidad de defensa ante las amenazas que hoy sufrimos y con mejores herramientas para la prevención y el control de emergencias.
Y esto también será posible, en este PERTE, gracias a la creación de una Constelación Atlántica de Observación de la Tierra, con el lanzamiento de ocho satélites por parte de nuestro país, y ocho satélites por parte del país de Portugal.
Y, por último, el PERTE acelerará la creación y puesta en marcha de la Agencia Espacial Española, que ya está prevista en la reforma de la Ley de la Ciencia, e incluida en la Estrategia de Seguridad Nacional.
Hasta hoy somos el único país europeo sin agencia espacial propia. La nueva Agencia Espacial Española nos permitirá coordinar todas nuestras actividades relativas al espacio, y participar e influir también en el ámbito internacional.
Y de forma transversal con la colaboración de las comunidades autónomas en proyectos de I+D+I, y también a través de nuestra Agencia de Financiación de Innovación Empresarial, el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), ayudaremos a las empresas para que creen y adopten nuevas tecnologías innovadoras, en el que ya se ha definido como nuevo espacio de oportunidades o New Space.
Así que facilitaremos también a los profesionales, formación y capacitación especializada en estos puestos de trabajo que son de alta capacitación, y por tanto, tienen una media salarial por encima de la media general.
Estamos ante un sector en revolución, donde crecerán las oportunidades laborales, los trabajos, además, de alta calidad y con salarios, como he dicho, destacables.
Para progresar en nuestros objetivos, en cinco años, el PERTE va a movilizar una inversión total en I+D+I de más de 4500 millones de euros. Quiero volver a destacar que es inversión en I+D+I, de los cuales cerca de 2200 procederán del sector público. Recalco, de nuevo, que estamos hablando de impacto en inversión I+D+I, que por supuesto, después, cuando se escala el nivel industrial, es muchísimo mayor.
En conclusión, con este PERTE aeroespacial, España se situará en la carrera internacional por conquistar el espacio, y avanzará en las transformaciones necesarias para conseguir ser un país más competitivo, equitativo, cohesionado, próspero, más resiliente y con mayor autonomía estratégica frente a futuras amenazas.