El Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana la declaración de Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica para el Proyecto para la Salud de Vanguardia, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de nuestro país.
Este PERTE, donde participamos el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, es un proyecto transformador de país en torno al bien más preciado y fundamental, la salud de las personas.
Cuando hablamos de Salud de Vanguardia, nos referimos al acceso universal, a una atención sanitaria personalizada, a la medida de cada una de las personas. Queremos que cada paciente reciba el tratamiento más efectivo para su enfermedad, un tratamiento único y de precisión.
El presente y el futuro del tratamiento del cáncer pasa por aquí, pero también el de la mayoría de las enfermedades raras y enfermedades prevalentes, como la diabetes o las enfermedades neurodegenerativas como el ELA.
Todo esto podrá ser gracias a la incorporación de la medicina de precisión de medicamentos de terapia avanzada y de un sistema inteligente de gestión de datos, que logrará mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las enfermedades.
La medicina de precisión es un proceso clínico que incorpora los datos genómicos de las personas y los combina con otros datos relevantes para su salud, como son sus hábitos de vida, su exposición ambiental, sus datos socioeconómicos, datos clínicos, radiológicos. Todos estos datos, utilizados de manera precisa e integrada, nos sirven para la mejor toma de decisiones sobre la salud individual de ese paciente y también sobre la salud pública de la población.
Y los denominados medicamentos de terapia avanzada incluyen la terapia génica, la terapia celular y la ingeniería tisular, y son el paradigma de la innovación terapéutica orientada a las necesidades de cada paciente, especialmente diseñadas para cada una de las personas que sufre una enfermedad.
Por tanto, tratamientos únicos con nombres y apellidos.
España, por ejemplo, ya está avanzando por este camino. No quiero perder la oportunidad de nombrarles una experiencia, la del doctor Álvaro Urbano y su equipo de investigación en el Hospital Clínic de Barcelona, que aplica ya una terapia avanzada frente a la leucemia linfoblástica que ha desarrollado y producido precisamente en sus laboratorios, ahí en el Hospital Clínic. Es un tipo de terapia génica que consiste en extraer las defensas del propio paciente, modificarlas genéticamente y reintroducirlas. Una vez introducidas, son capaces de atacar las células cancerígenas con una fuerza 100 veces mayor.
Esto está ocurriendo ya en nuestro país, en nuestro sistema público de salud y esto es lo que queremos que siga ocurriendo, potenciando con una inversión pública sin precedentes, para que nadie tenga que cruzar el océano y gastarse miles de euros en un tratamiento avanzado, porque podrá ser su país y su sistema nacional de salud el que ponga a disposición este tratamiento.
La salud de vanguardia es una prioridad estratégica del Gobierno de España. Queremos ofrecer seguridad, bienestar y esperanza a los ciudadanos. Queremos salvar vidas, pero también queremos contribuir a la prosperidad, al crecimiento económico y a la creación de empleo en torno a la salud, desde el sector sanitario, que es un sector muy importante en nuestro país. Las cifras así lo demuestran. El gasto público sanitario en 2019 fue de más de 75 mil millones de euros, que suponen un 6% del PIB.
Estamos, por tanto, ante un proyecto estratégico que permitirá a España avanzar en cuatro objetivos clave.
El primero, posicionarnos como país líder en terapias avanzadas y fármacos innovadores, orientados a la curación de enfermedades como he nombrado antes, la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas, o el ELA, entre otras.
Segundo objetivo, que esa investigación se transfiera a las empresas y, por tanto, que esas terapias sean producidas y fabricadas en nuestro país.
Tercer objetivo, desarrollar un Sistema Nacional de Salud digital para la recogida y el análisis de todos esos datos que necesitaremos incorporar, precisamente, para esas terapias y esa medicina de precisión.
Y cuarto, llevar la transformación digital a la atención primaria del Sistema Nacional de Salud, aplicando la tecnología para atender a los pacientes hasta en el último rincón de nuestro país.
Para progresar en estas líneas, el PERTE movilizará más de 1469 millones de euros entre los años 2021 2023, de los cuales más de 982 millones proceden del sector público y cerca de 467 millones del sector privado.
Desde el sector público, por tanto, como ven, vamos a traccionar a las empresas, para transformar juntos nuestro sistema de salud. Lo haremos gracias al impulso de los fondos europeos y a la colaboración público privada del siglo XXI, donde el Estado, emprendedor, invierte y coopera con las empresas. Y con ello también pretendemos introducir la cultura de la innovación en nuestras empresas para que aumenten sus inversiones en innovación, una de nuestras debilidades como país, que pretendemos revertir acompañando a nuestras empresas con la inversión pública a través de los fondos europeos.
En cuanto al progreso económico, este PERTE generará un impacto de más de 4335 millones de euros en el PIB y la creación de hasta 12688 puestos de trabajo, subrayando un matiz importante, que son puestos de trabajo de alta calidad.
Y en cuanto al impacto del PERTE en bienestar social, las personas ganarán calidad de vida, un beneficio medible a través de indicadores, como la reducción de un 30% de las diferencias inter-territoriales en años de vida saludables tras los 65 años.
Todo este impacto positivo en salud y prosperidad será posible gracias a la gran alianza en la Salud de Vanguardia, donde trabajaremos en conexión las administraciones públicas, desde los ministerios y las comunidades autónomas, las empresas, especialmente el sector biotecnológico y farmacéutico, los hospitales y centros de atención primaria y los centros y departamentos de investigación, incluyendo nuestros organismos públicos de investigación, las fundaciones y las universidades.
En conclusión, con este proyecto estratégico de salud de vanguardia, las personas ganarán salud, seguridad y esperanza, y España avanzará en las transformaciones necesarias para conseguir que este país sea más competitivo, equitativo, cohesionado y próspero y más resiliente ante futuras amenazas.
Y hoy, además de este proyecto estratégico, también se ha aprobado a través del Consejo de Ministros una serie de acuerdos de los que querría destacar la autorización de tres convocatorias de la Agencia Estatal de Investigación.
Una es la convocatoria de acreditaciones y ayudas a los centros de excelencia certificados con la denominación de Severo Ochoa o Unidades de Excelencia María de Maeztu. Esta certificación lo que hace es reconocer a los centros y unidades de investigación de nuestro país por su alto impacto y relevancia internacional en investigación. Son nuestros centros de investigación excelentes en nuestro país y esta convocatoria sale por valor de 44 millones de euros, un 10% más que en la edición anterior.
La segunda convocatoria es la de ayudas del programa Torres Quevedo para facilitar la incorporación de doctores y doctoras en empresas, de manera que continuamos con ese incentivo en la introducción de la cultura de la innovación en nuestras empresas, y por tanto, serán beneficiarios, posibles beneficiarios de este programa, empresas, centros tecnológicos, asociaciones empresariales y parques científicos y tecnológicos, y sobre todo, nuestros científicos que tienen una oportunidad laboral a través de estos programas de contratación Torres Quevedo, que tienen un importe de 15 millones de euros.
Y una tercera convocatoria de ayudas a doctorados industriales, por los cuales los doctores todavía en formación, aquellos que todavía no han presentado su tesis doctoral, lo pueden hacer, podrán hacer esa investigación para la tesis en empresas. Esta convocatoria tiene una cuantía económica de 4 millones de euros.
En conclusión, todos estos acuerdos relacionados con la ciencia y la innovación que hemos tomado esta mañana en el Consejo de Ministros, va a producir más investigación de excelencia en nuestra en nuestro país, más oportunidades para las personas que investigan e innovan en nuestro país, y más cultura de la innovación en nuestras empresas.