Muchas gracias, ministra. Buenas tardes. Es un placer volver a verles aquí.
Como todos los años, por estas fechas, he tenido ocasión de compartir con el Consejo de Ministros el informe de situación económica, y, si en mi anterior comparecencia sobre los asuntos macroeconómicos en esta misma sala puse de relieve la ralentización del crecimiento causada por la tercera ola de la pandemia y también la situación meteorológica adversa de principios de año, en esta ocasión, claramente estamos en una fase muy diferente.
Como se muestra en esta primera diapositiva, que recoge el indicador sintético de actividad, ustedes ya están familiarizados con este gráfico, en esta primera diapositiva se ve claramente la evolución positiva que se inició a partir de mediados de marzo, una situación que se ha consolidado en el segundo trimestre del año y todos los indicadores y previsiones apuntan a una fuerte recuperación económica en esta segunda parte del año.
En su conjunto, la economía ha tenido una evolución muy positiva en el segundo trimestre, como decía, con un crecimiento de intertrimestral que podría situarse o incluso superar el 2%. Y esta tendencia se mantiene en el mes de julio con los datos disponibles hasta el día de hoy.
Y todo ello nos permite afirmar que cerca de un año y medio después del inicio de la pandemia está en marcha una sólida recuperación económica.
La positiva evolución del mercado de trabajo que refleja la siguiente diapositiva es el mejor indicador de esta recuperación. Después de alcanzarse un máximo cercano al millón de personas en situación de ERTE, a principios de febrero de este mismo año, los trabajadores cubiertos por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo se han reducido de forma sostenida, como muestra la diapositiva, en el gráfico, que justamente no se ha activado de momento.
Si le dan al botón se verá el gráfico de la derecha.
Bueno, teóricamente tenía que haber otro gráfico que refleja, precisamente, la evolución de los trabajadores en ERTE y que nos permite ver que este número, estos trabajadores se han reducido de forma sostenida hasta situarse en este momento en el entorno de los 340 mil trabajadores, un tercio de ellos en ERTE a tiempo parcial.
En la misma línea, los trabajadores autónomos cubiertos por la prestación extraordinaria de cese de actividad, se situaron a finales de junio en el entorno de las 160 mil personas, el menor nivel en 9 meses.
Además, como se ve en el gráfico de la izquierda, que pueden ustedes ver en la diapositiva, en este gráfico se ve muy claramente la caída de la afiliación a la Seguridad Social registrada en 2020 y la recuperación en el curso de 2021, es la línea verde.
El dinamismo de la afiliación a la Seguridad Social, que ha registrado el mayor crecimiento de la serie histórica en el mes de junio, ha permitido volver, e incluso superar, los niveles de afiliación bruta de 2019.
Todo apunta a que en el promedio del mes de julio se podría recuperar más del 90% del total de empleo efectivo, es decir, neto de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo perdido tras el shock COVID del año pasado.
Esto se refleja en la siguiente diapositiva, que nos permite ver como se prevé la recuperación de más del 90% del empleo perdido como consecuencia del shock causado por la pandemia, y con ello quedarían unos 450 mil trabajadores afectados, es decir, desempleados o cubiertos por ERTEs, siendo, por supuesto, nuestra prioridad la reincorporación y la contratación de estos trabajadores en los próximos meses.
Si esta tendencia tan positiva se mantiene durante el verano, en el curso del otoño, podríamos recuperar niveles de empleo cercanos a los que teníamos en febrero de 2020.
Así que a la luz de cómo evoluciona el mercado de trabajo en las próximas semanas, en septiembre veremos si es posible retomar la senda del aumento del Salario Mínimo Interprofesional en la que estábamos hasta la llegada de la pandemia y acordar un alza para los meses finales del año que nos permita seguir avanzando hacia el objetivo del 60% del salario medio que nos hemos fijado para el final de la legislatura.
Está claro que la generación intensa de empleo y la subida del Salario Mínimo es, sin duda, la combinación más potente para conseguir que esa recuperación económica venga acompañada también de una reducción de la desigualdad.
Este tema, el de la reducción de la desigualdad, es absolutamente prioritario para nuestro Gobierno. Volveré en un momento sobre este asunto.
Además de los indicadores cuantitativos, como el gasto con tarjeta, la demanda de energía, la mejora económica, también se refleja en los indicadores cualitativos que reflejan las expectativas de los ciudadanos y de las empresas.
En la siguiente diapositiva pueden ver ustedes la evolución del indicador de confianza de los consumidores, en el lado derecho, que alcanzó en el mes de junio su mayor nivel de los últimos dos años, por la mejor valoración, no sólo de la situación actual, sino de las expectativas para el futuro. Ambos componentes están, de hecho, por encima de los niveles previos a la irrupción del virus.
En este tercer trimestre esperamos que se prolongue esa tónica positiva, siendo particularmente importante, por supuesto, para la recuperación del turismo, que ya empezó a dar claras muestras de reactivación en mayo y sigue en una senda positiva gracias al progreso de la vacunación, sobre todo en el ámbito europeo.
En esta línea, indicadores que son los que utilizamos habitualmente para adelantar la evolución del turismo, por ejemplo, las búsquedas turísticas en Internet, los vuelos programados, todos estos indicadores, anticipan una intensificación de la recuperación en el verano, incluyendo el segmento internacional.
En este sentido, de todas formas, tenemos que mantener una enorme cautela, como todos ustedes saben, puesto que la evolución depende, en gran medida, de cómo vaya progresando ese ritmo de vacunación y la evolución de la pandemia, pero con los datos disponibles hasta la tercera semana de julio, lo que observamos es que el turismo doméstico mantiene su dinámica positiva y el extranjero aguanta, aunque evoluciona naturalmente a un ritmo más moderado.
En la siguiente diapositiva pueden ustedes observar la diferente evolución de la economía española en esta pandemia en comparación con la crisis anterior.
Ya lo siento porque tampoco este gráfico se está reflejando, debe ser un problema con los colores de la diapositiva.
Bueno, lo cierto es que la evolución, si bien el impacto de la pandemia sobre la economía ha sido el mayor de nuestra historia, en tiempos de paz, la evolución económica está siendo muy diferente de la de la anterior crisis financiera.
Frente a los casi 10 años que tardó en recuperarse la actividad y los doce del empleo, tras el desencadenamiento de la crisis financiera que se inició en 2008, en este momento, todos los analistas prevén que en 2022 España recuperará el nivel del Producto Interior Bruto previo a la pandemia y en 2023 volveremos a situarnos en la senda de crecimiento que teníamos antes. Esto, sin duda, refleja la muy diferentes respuesta de política económica.
Esto se ve en esta misma diapositiva, en el lado derecho, con este gráfico que nos permite ver el apoyo público extraordinario de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, un instrumento que no solamente ha servido para proteger a los trabajadores en el momento más duro de la pandemia, sino también para incentivar y encauzar la reincorporación de los trabajadores a su puesto de trabajo.
De hecho, en este gráfico lo que ven es el mejor comportamiento de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, en el caso español, en cuanto a la reactivación de los trabajadores en comparación con el mecanismo que existe en otros países de nuestro entorno.
Gracias a todos estos instrumentos, los avales del ICO, las moratorias, las ayudas directas a las empresas, por supuesto, el apoyo extraordinario a los ERTEs, a los trabajadores autónomos, pues todo este conjunto de medidas han conformado una red de seguridad, un escudo social que ha sido clave para amortiguar el impacto económico y social de la pandemia y proteger una base para la recuperación económica que ahora estamos viendo.
Y con todo ello, la evolución del escenario desde el pasado mes de abril, en el que compartimos las previsiones macroeconómicas, como decía, la evolución está alineada con las hipótesis que en aquel momento subyacían o sobre las que se apoyaba ese cuadro macroeconómico recogido en el Programa de Estabilidad, a excepción de dos elementos, es la diapositiva siguiente en la que nos permite ver las hipótesis.
Ha habido una mejora de las previsiones relativas al entorno exterior, con una mayor previsión de crecimiento, en particular para la zona del euro y, por otro lado, un empeoramiento de las expectativas de las previsiones relativas al precio del crudo y, consecuentemente, los tipos de interés a largo plazo.
Con todo ello, las previsiones de crecimiento se mantienen en el 6,5% para 2021 y el 7% en 2022, en línea con las publicadas recientemente por la mayoría de analistas y organismos económicos.
A partir del segundo trimestre de 2021, el consumo privado muestra un gran dinamismo, por la reapertura progresiva y también por el ahorro neto embalsado de los hogares. De hecho, los cálculos que manejamos indican que el ahorro forzoso y el ahorro precautorio de los hogares nos permitiría haber acumulado un ahorro embalsado de unos 60 mil millones de euros durante el primer trimestre del año, en línea con las estimaciones de otros analistas. Se trata de un dato tremendamente importante, como se pueden imaginar, para las previsiones de evolución del consumo en los próximos trimestres.
En esta tabla también destaca el dinamismo de la inversión, en particular en bienes de equipo, si bien se revisa ligeramente a la baja la previsión de inversión en construcción, a la luz de los datos adelantados del primer trimestre.
La sorpresa positiva registrada por las exportaciones de bienes durante el primer trimestre nos permite revisar al alza la contribución del sector exterior al crecimiento económico, y, por lo que respecta al turismo, se prevé que el turismo extranjero alcance un nivel ligeramente inferior al 50% del de 2019 y un nivel del 75% para el turismo nacional.
En la siguiente diapositiva se pueden ver las previsiones de evolución de los precios. No, es otra diapositiva la que falta, la de los precios y la tasa de paro.
Bueno, es una diapositiva en la que se muestran los precios y la tasa de paro, es la anterior, probablemente. Es esta, si.
Lo que ven es la revisión al alza de la previsión del deflector del consumo privado, que se corresponde con el índice de precios al consumo para 2021, hasta el 1,9%, pero manteniendo la previsión para 2022.
También se mantienen las previsiones de empleo y la tasa de paro, que estarían en el entorno del 15% en este año y del 14% el año próximo. Y quiero poner el foco en este dato. Me parece que se trata de un dato que ilustra de forma contundente la eficacia de nuestra respuesta a la pandemia, porque hace un año, instituciones como el Banco de España o la OCDE preveían una tasa de paro para 2021 superior al 20%, llegando incluso al 25%, en un escenario de segunda ola de pandemia, y lo cierto es que estamos encarando la quinta ola de la pandemia con una tasa de paro que es 10 puntos inferior a la que preveían dichos organismos, y esto es gracias a la respuesta de política económica a la pandemia.
Finalmente, ahora, si podemos pasar a la diapositiva que tenía tantos colores, finalmente me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que nuestros informes de situación incorporan nuevos indicadores macroeconómicos, además de los permítanme llamarles clásicos, porque tenemos que dar una imagen lo más completa posible sobre la evolución de nuestra economía, incorporando también el bienestar social y la calidad del crecimiento.
En línea con los cuatro ejes del Plan de Recuperación a los que se ha referido hace un momento la ministra portavoz, nuestros informes recogen indicadores complementarios del PIB para reflejar el progreso en el ámbito de la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social.
En líneas generales, los datos más recientes apuntan a que en 2020 España ha seguido progresando en estas cuatro vertientes, pero queda todavía mucho camino por recorrer para corregir la desigualdad.
Gracias a las medidas adoptadas desde marzo de 2020 hemos conseguido suavizar el impacto social negativo de la crisis, hemos ido adaptando las distintas medidas para responder a la pandemia, hemos puesto en marcha nuevos instrumentos para evitar un aumento de la desigualdad, como, por supuesto, el Ingreso Mínimo Vital, pero, no obstante, está claro que el impacto social todavía no ha sido absorbido totalmente y que el efecto de la pandemia se une al aumento de la desigualdad que arrastramos desde la anterior crisis financiera. Por eso es preciso seguir extendiendo las medidas que protegen a los colectivos más vulnerables.
El escudo social que hemos puesto en marcha en el ámbito de los desahucios, de los suministros básicos, como el agua, la electricidad o el gas natural, hasta que tengamos una situación económica y un marco que erradique estas situaciones tan duras que no se corresponden con un país como el nuestro.
En cuanto al posible impacto estructural de la pandemia, también señalar que las medidas desplegadas desde marzo de 2020 han mitigado el deterioro de la solvencia empresarial. El informe de situación económica, en esta ocasión, hace un análisis más profundo y confirma que con estas medidas se han contrarrestado, casi totalmente, el deterioro de los indicadores de solvencia de las empresas y, por tanto, el riesgo de un fallo masivo en el tejido económico.
Brevemente mencionar en este sentido la importancia de las reformas estructurales previstas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, que mencionaba la ministra portavoz, porque hoy en el Consejo de Ministros, además de las importantes medidas para la modernización y digitalización de las universidades, hemos aprobado sacar a audiencia pública el anteproyecto de ley de creación y crecimiento empresarial. Se trata de una de las reformas estructurales más importantes del Plan de Recuperación, para mejorar la demografía empresarial, para impulsar el emprendimiento y el crecimiento de las empresas y con ello una mayor productividad y capacidad de creación de empleo de calidad, de cara al futuro.
Este anteproyecto de ley incorpora mejoras en cuatro ámbitos muy importantes.
En primer lugar, se facilita la constitución de las empresas, partir de que entre en vigor esta ley, será posible crear una empresa en nuestro país con un capital social de un euro. Además, se incorporan medidas para agilizar el trabajo y la coordinación de los notarios y toda la tramitación de la creación de empresas para que pueda ser de forma digital.
Un segundo capítulo de medidas se refieren al combate contra la morosidad de las operaciones comerciales, un asunto crucial sobre todo para las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, con el anteproyecto de ley que sacamos a audiencia pública pretendemos impulsar el uso de la factura electrónica. También tener una mayor trazabilidad y control de los pagos y reducir los periodos medios de pago, a través de la exigencia del cumplimiento de los plazos de pago para poder acceder a las subvenciones públicas, reforzando también los mecanismos disciplinarios que permiten resolver un contrato público cuando no se cumplan estos períodos de pago.
Un tercer grupo de reformas o de medidas tratan de mejorar el clima de negocios y el entorno regulatorio, reforzando la coordinación y cooperación con las comunidades autónomas y corporaciones locales, mejorando el funcionamiento de la Ley de Garantía de Unidad de Mercado.
Y finalmente, en cuarto lugar, este anteproyecto de ley pretende mejorar la financiación de la creación y sobre todo del crecimiento de las empresas en el ámbito o por parte de instituciones de inversión colectiva, el crowdfunding, etcétera. Se trata, por tanto, de un proyecto importante que, junto con el anteproyecto de ley de startups que presentamos aquí hace breves semanas y la reforma concursal que previsiblemente en próximas fechas también saldrá a audiencia pública, suponen una importante reforma estructural de nuestro tejido productivo para impulsar la recuperación económica.
Paso la palabra o dando la palabra ya como introducción a la presentación de la ministra de Hacienda, recordarles a todos ustedes que la respuesta a la pandemia conlleva una importante emisión de deuda pública, pero que gracias a la certidumbre sobre la llegada de los Fondos Europeos, las menores necesidades de financiación de las comunidades autónomas y la positiva evolución de los mercados de deuda, hemos anunciado una rebaja de 20 mil millones de euros en nuestro calendario de emisión de deuda pública durante 2021, y se trata, con esto cierro, de una buena noticia que confirma la confianza de los inversores y de nuestros socios en la economía española, que muestra un gran dinamismo y que se confirma como uno de los motores de la recuperación económica en Europa. Muchas gracias.