Muchas gracias, ministra.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy también la Estrategia de Acción Exterior de España 2021-2024, una estrategia que contiene la visión y también la planificación de lo que España quiere sea su acción en el exterior. Es la acción de todo el país y de todas sus administraciones, la administración central, la autonómica, la local, de todos sus entes administrativos, también es la acción de empresas, de ONGs, de fundaciones, de universidades, de centros de pensamiento. Es, por lo tanto, la expresión de nuestra voluntad de tener una acción exterior clara, decidida y determinada.
Esta es la segunda estrategia de acción exterior que tiene España, la anterior se elaboró en el 2015 y llegó hasta el 2018, y responde al mandato contenido en la Ley de Acción Exterior del 2014. Ha sido, es, el fruto de una amplia consulta con todos los actores políticos, sociales y económicos de este país. Yo misma he tenido ocasión de presentarla ante las comisiones respectivas del Congreso y del Senado, y hemos querido hacerlo así, tomándonos un tiempo y consultando a todos los actores, porque nos parece que esta estrategia tiene que representar de la manera más fiel posible, un consenso país, visto que la política exterior, la acción exterior, tiene que ser una política de país, no solamente de Gobierno o de partido.
Es una estrategia innovadora. No es un catálogo de buenos deseos, o una colección de acciones que el Gobierno y que los distintos actores van a desgranar, sino que es, primero, parte de un diagnóstico de la situación actual, un diagnóstico donde vemos un mundo donde crece la interdependencia, un mundo volátil, un mundo donde el cambio es cada vez más rápido, un mundo frágil, como hemos visto en estos momentos de pandemia, y, con este diagnóstico, lo que queremos, un mundo donde ha atravesado por distintas fracturas económicas, tecnológicas, sociales, democráticas, interesante leerse el capítulo sobre las facturas democráticas, por cierto, y dónde, en un segundo momento, buscamos poner en valor lo que son las fortalezas de nuestro país, un país que está entre las 15 mayores economías del mundo, un país fuerte en infraestructuras, un país dotado de un gran capital humano, un país que es miembro del G20, de la Unión Europea, de la OTAN, un país solidario, un país líder en derechos humanos, en la igualdad, en la diversidad, un país con gran poder blando, para algo somos también la casa y la cuna del segundo idioma más hablado en el mundo.
Y con todas estas fortalezas, queremos, tenemos un objetivo con nuestra acción exterior, que es que España sea un país nodal, que no sea solamente un espectador de la acción exterior de otros, sino que sea capaz de contribuir a construir consensos, a tejer acuerdos, a dar respuestas a estas fracturas que atraviesa nuestro mundo.
Un constructor de consensos, siempre sobre la base de los intereses españoles. Al fin y al cabo, nuestra acción exterior tiene que representar también lo que a nosotros nos interesa, pero también nuestros valores. Valores como la democracia o la defensa de las libertades individuales y de los derechos humanos, que son una seña de identidad de nuestro país.
Armados desde esta postura inicial, identificamos 4 grandes ejes de la proyección internacional de nuestro país. 4 ejes que ya estamos transformando en acciones concretas sobre el terreno.
Voy a desgranarlos brevemente estos 4 ejes.
En primer lugar, una apuesta decidida por el multilateralismo, por la cooperación internacional. Nos parece que la mejor manera, la mejor respuesta que podamos dar a una creciente interdependencia, es buscar más cooperación internacional. Nos parece que recetas que se han buscado y que se han testado en otros lugares, como el unilateralismo, el nacionalismo, la respuesta puramente detrás de muros y detrás de fronteras no ha sido eficaz y no nos va a ayudar a gestionar nuestra interdependencia.
Para nosotros este compromiso con un mayor multilateralismo se está plasmando ya en la respuesta a la pandemia, ahí hemos sido constructores de COVAX, la gran respuesta internacional para conseguir un acceso equitativo a la vacuna a todos los países, independientemente de su condición o de su riqueza. Estamos también traduciendo este compromiso, por ejemplo, impulsando mejorar las reglas internacionales en materia de trata de personas y sobre todo, en materia de trata de mujeres y de niñas, reglas que son insuficientes para responder a un problema que se ha agudizado con esta pandemia. O también en los esfuerzos que estamos desarrollando en materia de no proliferación nuclear, buscando también impulsar una respuesta multilateral en esta cuestión.
El segundo eje es una apuesta clara por profundizar la construcción europea. No es coincidente que hay en este mismo Consejo de Ministros se aprueba un Plan de recuperación español, basado en un Fondo de Recuperación europeo que es fruto, también, de esa voluntad española de construir consensos en Europa. Ahí estuvo España construyendo este Fondo de Recuperación europeo que hoy plasmamos en un plan español.
También, esta apuesta clara, por más profundidad de la construcción europea, la vamos a ver en las próximas semanas en la Cumbre Social en Porto, donde España, con otros países de la Unión Europea, está liderando más Europa social, una profundización de la parte social de la construcción europea o también el impulso que le estamos dando a la construcción de la Europa de la salud, algo que hasta antes de la pandemia prácticamente no existía.
En tercer lugar, el tercer gran eje es la apuesta por impulsar relaciones bilaterales con regiones específicas del mundo. Ahí está la estrategia Foco África 2023, donde queremos plasmar nuestro compromiso por estrechar nuestros vínculos sociales, políticos, económicos, migratorios, con el continente africano o el refuerzo de la Cumbre Iberoamericana con resultados muy concretos, como los que se vieron la semana pasada en la Cumbre Iberoamericana de Andorra, o con los esfuerzos que estamos desarrollando para impulsar la vecindad sur de la Unión Europea, la vecindad que nos une a los países que forman parte de la otra orilla del mar Mediterráneo.
El cuarto eje, nada desdeñable para un país solidario como es España, es una apuesta clara también por la cooperación al desarrollo. Una cooperación que queremos modernizar, estamos trabajando ya en una nueva ley de cooperación al desarrollo, que plasme también, en forma de objetivos, y que modernice las instituciones españolas que se dedican a la cooperación, al desarrollo.
Puesto que estamos en la cuestión de cooperación al desarrollo, quería aprovechar para darles también un breve resumen de lo que estamos haciendo en cooperación al desarrollo en materia de respuesta al COVID, empezando por la reprogramación de los 1.700 millones de euros que dedicamos este año a cooperación al desarrollo. Una reprogramación que va dirigida a ayudar a los países terceros a reforzar sus sistemas sanitarios y su capacidad para responder al COVID.
En segundo lugar, como ustedes han visto, nuestro compromiso de compartir vacunas que España ha adquirido, un compromiso expresado por el presidente del Gobierno en la Cumbre Iberoamericana la semana pasada, alrededor de 7.500.000 de vacunas, que nosotros compartiremos con países latinoamericanos en cuanto España haya alcanzado el umbral del 50% de los ciudadanos vacunados.
En tercer lugar, quería poner en valor la ayuda que enviamos a Brasil la semana pasada. 6 toneladas de material y equipamiento médico para ayudar a este país a hacer frente a la ola de COVID que azota este país. Y quiero anunciarles también que España va a enviar esta semana algo más de 7 toneladas de ayuda médica a India, otro país que está viéndose terriblemente afectado por una nueva ola de COVID.
Vamos a ser fieles a lo que hemos venido manteniendo desde el inicio de la pandemia. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo. Es también nuestra forma de expresar un compromiso solidario para con aquellos países que hoy necesitan de la ayuda de la comunidad internacional.
En esta estrategia de acción exterior tiene un lugar particular la diplomacia económica, es decir, una apuesta decidida por acompañar la internacionalización de nuestras empresas, las grandes, las medianas, las pequeñas, todas ellas forman parte de una diplomacia económica que busca ayudarles a conquistar mercados terceros, que busca apalancar inversión extranjera en España, que nos ayude también a capitalizar el Plan de Recuperación y que ayude también a inversores españoles interesados en estar más presentes en mercados terceros.
Y también tiene un lugar específico en nuestra estrategia de acción exterior, una apuesta decidida por una política exterior feminista que lo que busca es traducir en acción exterior nuestro compromiso por la igualdad de género, compromiso que ustedes conocen bien en la acción interna y en las políticas internas de nuestro país.
Esta estrategia de acción exterior está dotada en este año 2021 con 5.600 millones de euros. Esa es la suma de todos los esfuerzos que las distintas administraciones y agentes en España vamos a dedicar a la acción exterior de nuestro país.
Quiero terminar por donde empecé. El día que tomé posesión como ministra de Asuntos Exteriores, recordarán que utilicé la expresión "Spain is back". Ahora saben ustedes que esto no era un eslogan, sino que era una expresión de una voluntad muy clara, de una determinación muy clara de este Gobierno, de ejercer, de que España ejerza un papel de actor principal en la escena internacional, contribuyendo a dar respuestas a los retos globales a los que también nosotros tenemos y podemos dar respuesta. Con esto, ministra, concluyo la intervención.