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Bueno, lo que hemos hecho es aprobar el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social como una de las grandes herramientas de transformación del modelo de relaciones laborales de nuestro país.
Señalaba Largo Caballero que en los países teníamos que tener buenas normas, buena legislación para, a continuación, decir que junto con las buenas normas laborales, no bastaba con ellas, sino que necesitábamos herramientas que permitieran que las mismas se cumplieran. Singularmente Largo Caballero pensaba en la Inspección de Trabajo, que fue además el que la creó, como en sentido moderno en el que hoy la conocemos.
El Plan Estratégico que hoy les presentamos se convierte de esta manera en la pieza central del estado social de derecho y, por tanto, en la garantía de la protección de los más débiles.
No basta con tener buenas normas, sino que necesitamos que las normas se cumplan y el pulmón que garantiza, en el mundo laboral, el cumplimiento de las mismas se llama Inspección de Trabajo.
Y el Gobierno de España lo hace con una premisa, y es que estamos anticipándonos a los problemas que podamos encontrarnos. Es decir, que con este planteamiento, con esta estrategia, no estamos actuando cuando es el momento final, es decir, cuando el daño está hecho, sino que nos anticipamos a cualquier posibilidad de fraude masivo que pueda existir, como existe en un mercado de trabajo. Es decir, no reparamos, sino que nos anticipamos.
Este Plan Estratégico, lo que hace es cambiar el paradigma de la Inspección de Trabajo tal y como la conocemos hasta hoy.
Ustedes conocen una Inspección de Trabajo que en realidad, actuaba sobre todo en los fraudes en la Seguridad Social, altas y bajas, y estas cosas, comunes, y algo del empleo, del empleo irregular. Lo que hacemos ahora es abrir completamente el foco, convertir toda la acción pública en transversal y ampliar la mirada, la mirada ¿hacia dónde? abarcando todo lo que tiene que ver con la garantía de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, pero en el sostén de relaciones laborales que han de ser de calidad, basadas en la lucha contra la precariedad y sobre todo, el fraude.
Aquí han visto que durante estos meses hemos sido muy activos, por darles un dato, desde enero hasta mayo de este año hemos multiplicado un 355% la actividad de la Inspección de Trabajo, que es el récord de toda su serie histórica, tal y como la conocemos desde en la democracia.
Han visto también que hemos desplegado multiplicidad de actuaciones que tienen que ver con nuevos sectores, con nuevos colectivos y con nuevas realidades, también económicas.
El mundo se ha complicado sustancialmente, las relaciones laborales, no solamente trabajamos en red, sino que lo hacemos de manera absolutamente líquida y necesita de medios materiales humanos que permitan actuar en esta dirección.
Conocen bien, por ejemplo, las campañas que estamos desplegando en la agricultura o las campañas que estamos desplegando en trabajadoras en el hogar o conocen bien, por ejemplo, lo que hemos hecho en exactamente 3 meses, que fue sencillamente cruzar los datos para controlar cuántas empresas tienen contratos temporales con duración superior a 24 meses, tal y como indica la ley, y el resultado lo han conocido estos días, pues ha servido para que en 3 meses convirtamos en indefinidos 267 mil contratos de trabajo. La cifra no es pequeña y el tiempo es récord.
Es decir, que, en definitiva, vamos a abrir completamente el foco en la actuación y en todas las miradas que tienen que ver con la precariedad, desde los falsos autónomos y con toda la multiplicidad que hay de actuaciones en ese campo, hasta muchísimos sectores que son nuevos.
He de decirles, en este sentido, como el cambio del paradigma, que esta estrategia va acompañada de un hito que creo que es muy importante, es que por primera vez, el organismo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social cuenta con un presupuesto propio y que hemos implementado desde la llegada al Gobierno las cuantías presupuestarias en un 20%.
Esto también es histórico en la Inspección de Trabajo y es histórico, sobre todo porque el objetivo es que hagamos muchísimas cosas. La primera de ellas vinculada al primero de los objetivos, saben que tenemos una oficina de lucha contra el fraude, con muchísimos éxitos.
Ahora vamos a crear 2 grandes oficinas. Una es la Oficina de Lucha contra la Discriminación, que se va a dotar de personal centralizado, con un reporte de nuevos perfiles y personal específico en el que vamos a actuar en la relación laboral desde el inicio hasta la salida de la carrera profesional. En el inicio es intentar evitar que existan discriminaciones en los accesos a la carrera profesional.
No hace falta que les diga que si alguien presenta su currículum y tiene más de 45 años y además es mujer y además es migrante y además es de un colectivo LGTBI, pues la posibilidad de acceder al mercado de trabajo español, les digo yo, ya, que es ninguna. Por tanto, lo que vamos a hacer es crear una oficina que vele en el inicio de la relación, hasta todo su tránsito, por las previsibles discriminaciones que tenemos.
Ya les anticipo que además de las discriminaciones por género, las más llamativas y las más relevantes tienen que ver con la edad. Más allá de los 45 años, el mercado de trabajo español expulsa a los trabajadores y las trabajadoras, bien porque no les deja acceder, bien porque cuando están incorporados al mundo del trabajo, buscan fórmulas para ser expulsados de la misma.
En segundo lugar, vamos a crear una oficina muy novedosa, que tenga que ver con la lucha transnacional contra el fraude, justamente por la complejidad que tienen las nuevas relaciones laborales, y también contará con un personal específico y con actuaciones más delicadas, más complejas, en las que estamos trabajando con muchos ministerios, singularmente con el Gobierno francés, que hemos desplegado por primera vez una actuación muy relevante y que tiene que ver con las campañas vinculadas a la agricultura, por la afectación que tiene en Francia, que también en nuestro país.
Y esta oficina va a dirigir su mirada no solamente a la Unión Europea, sino que también lo va a hacer con América Latina y singularmente con todo lo que tiene que ver con la OIT. Es decir, que vamos a modernizar de manera definitiva un organismo que es clave, como es la Inspección de Trabajo.
Les decía que hemos multiplicado en un 353% la actividad de la inspección en escasos meses, pero también, como sé que suscita interés, para que tengan los datos, en relación a los expedientes que se han tramitado y relativos a los ERTEs en nuestro país, se han incoado 44393 expedientes, finalizados 35190, y han culminado con resultados sancionadores, es decir, que habían cometido alguna vulneración, o alguna irregularidad tan solo 5832. Todo esto lo estamos haciendo con la Inspección de Trabajo.
El segundo de los aspectos, y quizás más interesante, también tiene que ver con reforzar las capacidades de actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Parte del desmontaje del Partido Popular en las relaciones laborales no solamente tienen que ver con los recortes en Seguridad Social y desempleo, en muchos de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, un recorte muy fuerte, muy relevante, como saben bien, se produjo en la Inspección de Trabajo, de tal manera que a día de hoy, tras la legislación del Partido Popular de Mariano Rajoy, la Inspección de Trabajo tiene sus capacidades bastante limitadas.
Por poner un ejemplo en los despidos, en los expedientes colectivos de despidos, como saben, el informe que expedía con naturalidad en las autoridades laborales, se ha convertido en un informe auténticamente formal, en lo que básicamente tienen que hacer 2 cosas, cotejar que se ha respetado el plazo, el periodo de consultas y cotejar que la documentación que se acompaña es la correcta, de tal manera que hace inservible la garantía del cumplimiento de la ley.
Esto es lo que vamos a hacer es cambiarlo absolutamente, reforzar las competencias y las capacidades de la Inspección de Trabajo, para que en sentido material, el informe que debe emitir la autoridad laboral se convierta en un informe realmente eficaz para la defensa de los trabajadores y las trabajadoras en nuestro país.
Esto es clave, como saben, con ese informe, si un trabajador o un sindicato acude a un tribunal, una vez que el informe ha de limitar y explicar cuáles son las motivaciones de las causas, pues es probable que ayude singularmente a las personas que interponen acciones.
En tercer lugar, la modernización absoluta, de arriba abajo, de la Inspección de Trabajo con dos aspectos, la más importante, yo sé que ha sido polémico, pero ha sido eficaz en 3 meses, 267 mil contratos indefinidos, el despliegue y el uso de la inteligencia artificial a todas y cada una de las fases de la relación laboral. Este es el gran proceso de modernización que vamos a emprender con esta estrategia y además vamos a reforzar todas y cada una de las plantillas en todas las escalas de la propia Inspección de Trabajo.
El reforzamiento de las plantillas tiene que ver sobre todo con la incorporación de nuevos perfiles. Para las nuevas realidades y la complejidad de las mismas necesitamos personal absolutamente especializado en esas materias. Sobre todo también cuando vamos a crear una oficina centrada en las competencias, junto a la proyección de la inteligencia artificial, de tal manera que este va a ser como el gran cambio que va a tener la Inspección de Trabajo y que no se ha desplegado nunca en nuestro país.
Y como les decía finalmente, el impulso de la cooperación internacional en nuestro país y trabajos conjuntos con el resto del mundo.
Creo que los gobiernos que carecen de imaginación carecen de posibilidad de proyectar el futuro. Me parece que el Gobierno de España hoy proyecta un futuro que es absolutamente modernizador e innovador para una institución que es clave en la garantía de los derechos laborales en nuestro país y en definitiva, lo que nos gustaría al Gobierno de España, seguro que va a ser así, se va a convertir, esta pieza, en un gran legado de la gestión del Gobierno de coalición.
Insisto, como he empezado, jamás la Inspección contó con presupuesto propio, jamás contó, como lo hace este año, con una consignación presupuestaria de 194,8 millones de euros, jamás contó con el despliegue de medios, tanto tecnológicos como personales, como se van a desplegar a partir de ahora, y, sí es verdad, que la mirada ahora va a ser, desde luego, absolutamente moderna, más próxima a las realidades de la conflictividad que tenemos en estos momentos, y, desde luego, nos colocaremos en los parámetros y los paradigmas y de los restantes países europeos.