Muchísimas, muchísimas gracias, ministra. Buenas tardes a todos. Es verdad que es un gusto volver a vernos, ya estaba viniendo en un formato presencial, aunque sea con limitaciones y para mí es un placer estar hoy aquí contando, dando cuenta del acuerdo más importante que hemos adoptado en la reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para el Reto Demográfico.
Hemos adoptado un acuerdo en el que se identifican las medidas ante el reto demográfico con el plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y nos hemos comprometido a hacer un seguimiento, a coordinar el seguimiento de las decisiones que recogemos, que priorizamos en esta propuesta, en línea con lo que es un compromiso de este Gobierno, un compromiso de trabajar para abordar la cohesión territorial, sabiendo que la desigualdad no solamente tiene una dimensión personal, profesional o de género, una dimensión económica, también tiene una dimensión espacial, territorial, que se ha agudizado durante décadas y por tanto, trabajar en la recuperación de esa igualdad de oportunidades de los derechos de las personas en todo el territorio es clave.
Nuestras áreas rurales, recuerdo algún pequeño dato, se representan de forma clara en los más de 6.800 pequeños municipios con menos de 5.000 habitantes, muchos de ellos por debajo del umbral de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que se define como zona de riesgo. En total, estos municipios, aglomeraciones, con menos de 5.000 habitantes concentran a 5,7 millones de personas. Ya digo que en ocasiones en zona de riesgo, tal y como viene identificado por parte de la Unión Europea.
Estamos hablando, por tanto, de justicia en términos territoriales y de oportunidades para sus habitantes, también de justicia en términos generacionales, desequilibrios territoriales, desequilibrios de género, desequilibrios de edad que se ponen claramente de manifiesto en la geografía española.
Es cierto que en la última mitad del siglo XX hemos visto como todo nuestro progreso económico se concentraba a través de las grandes áreas urbanas y metropolitanas. Esto ha sido enormemente positivo desde el punto de vista macroeconómico, desde el punto de vista de la modernización, pero ha conllevado un abandono de una gran parte de nuestro territorio.
Las zonas rurales, las pequeñas ciudades del interior, atesoran, generan entre el 20 y el 30% de nuestro PIB. Este es un porcentaje comparativamente inferior, muy inferior al porcentaje de generación de PIB de los países de nuestro entorno en sus áreas rurales. En Francia o el Reino Unido, este porcentaje llega alrededor del 40% en países con Alemania, con una estructura mucho más equilibrada, supera el 50%.
Por tanto, vemos que aquí hay un sesgo que se traduce después en una concentración de riqueza, renta y riqueza, en tres o cuatro grandes áreas metropolitanas, frente a la pérdida de concentración de renta y riqueza en una gran parte de la España interior. Una España interior que, sin embargo, es la que provee de servicios ambientales y de alimentos a las áreas urbanas.
El segundo sesgo es el sesgo del envejecimiento y el sesgo asociado a la masculinización en las zonas rurales. Lo que nos lleva a la conclusión de la trascendencia que tiene el trabajar por recortar ese sesgo, impulsando, facilitando las oportunidades de las mujeres. Trabajar por un rejuvenecimiento en las áreas rurales. Trabajar por la igualdad de oportunidades de las mujeres, que tienden a ser las primeras que salen de estas zonas rurales para irse a zonas urbanas por la dificultad, la falta de oportunidades o la compleja situación que pueden vivir de acceso a servicios.
Queremos trabajar, queremos construir una España distinta y tenemos la oportunidad de hacerlo en este momento en el que nos planteamos cuál es ese programa de recuperación, transformación y resiliencia que, como bien señalaba la ministra, debe no dejar a nadie atrás. Por tanto, tendremos que identificar no solamente las premisas, el contexto, como ya hicimos en las directrices de la estrategia del reto demográfico, la estrategia concertada con las comunidades autónomas, sino con acciones reales, concretas, que también deben formar parte de este plan de recuperación.
Unas medidas que tengan capacidad real, no solamente de acción, sino de movilización. Unas medidas que impulsamos desde el Gobierno de la Nación, pero que sabemos deben acompañar aquellas propuestas, aquella visión de futuro de los actores locales, actores locales, sociales o institucionales, y con la implicación, el compromiso, la responsabilidad de las distintas administraciones. Pensemos que esto no es ni un problema nuevo, ni una competencia nueva. Son competencias, son criterios de reparto, son prioridades que han ido olvidando durante décadas la situación de una muy buena parte de nuestro territorio y de nuestros convecinos.
Sabemos que, como sociedad, como Gobierno progresista, no podemos olvidarnos de esa realidad, se viva donde se viva y por tanto, esa prosperidad compartida no se puede construir olvidando a una muy buena parte de la población, cuando nos va bien, olvidando y dejando atrás a una muy buena parte de la población, cuando se producen crisis.
Este es el contexto en el que se encaja, en el que se enmarca el acuerdo que hemos adoptado hoy. No solamente repensar España, sino repensar la de manera equilibrada y con acciones concretas. Un plan de reconstrucción pensado en el impulso de medidas continuadas, constantes, de largo plazo, estables y con un abanico amplio de intervenciones en las que va a ser imprescindible, como decía, la participación de todos.
Nuestra apuesta a la dinamización económica y social de la España interior y el acompañamiento a las inversiones, facilitando positivizando y haciendo especial hincapié en los emprendimientos y en las pequeñas iniciativas, diversificando la actividad de los pueblos del interior, facilitando un compromiso con el bienestar o facilitando, aprovechando las oportunidades que nos da la digitalización, la conectividad, fortaleciendo servicios y sectores que han ido perdiendo peso en nuestra economía rural o buscando aquellos mecanismos que a través de la descentralización o la digitalización, faciliten el acceso a estos beneficios, a estos servicios administrativos por parte de la administración.
Quiero decir que a la hora de hacer un mapa sobre cuáles son las preocupaciones o las iniciativas en el entorno de la recuperación de esta España interior, hemos contado con la inmensa ayuda de las aportaciones, de las propuestas, de las manifestaciones de interés que los particulares y las administraciones nos hicieron llegar, cuando a finales de noviembre hicimos, lanzamos, esa convocatoria de manifestaciones de interés para la incidencia, para la acción en materia de reto demográfico.
A lo largo de los meses de diciembre y enero recibimos más de 4.200 propuestas, el número más elevado de todas las convocatorias de manifestaciones de interés que ha hecho el Gobierno hasta la fecha, al hilo del plan de Recuperación, Transformación y de Resiliencia y de esas 4.200 manifestaciones de interés, alrededor del 60% procedían de las administraciones locales de muy pequeños municipios, lo que pone de manifiesto el compromiso, la convicción, la voluntad de construir un futuro mejor para sus conciudadanos de alcaldes y corporaciones locales.
También ha sido muy interesante ver reflejadas las prioridades sectoriales que destacaban en sus propuestas, en materia de energías renovables, rehabilitación de sus edificios y acceso a vivienda, en materia de emprendimiento, facilidades para el emprendimiento en actividades muy distintas, no solamente en la agraria, actividades asociadas al turismo de interior, búsqueda de oportunidades para recuperar, invertir, mejorar infraestructuras de todo tipo y búsqueda de consolidación de las oportunidades asociadas a la conectividad digital.
Lo que hemos hecho ha sido integrar esta visión en el plan de recuperación desde todos los departamentos ministeriales para impulsar una acción coordinada con impacto. Hemos agrupado todas estas medidas en torno a 10 grandes ejes de actuación y a su vez, haciendo una reflexión sobre todas las propuestas que han hecho y que venían siendo trabajadas desde los distintos ministerios, hemos identificado 130 medidas que movilizan una inversión estimada asociada al Plan de Recuperación para el período 2021-2023 de más de 10.000 millones de euros. Suponen el mayor esfuerzo realizado nunca para abordar la igualdad de derechos y oportunidades en nuestros pequeños municipios, y, se complementan con lo que ha sido hasta ahora la visión para estos territorios, es decir, fondos clásicos como son los fondos estructurales o los fondos asociados a la política Agraria Común.
Digo, muchas de estas cuestiones solamente tendrán su pleno efecto si sumamos el esfuerzo de los distintos niveles de administración, si la perspectiva de desarrollo estructural, de corrección, de cohesión territorial es algo que aparece recogido en las propuestas de las propias administraciones autonómicas. No obstante, de lo que hemos hablado hoy es exclusivamente de las medidas que impulsará el Estado.
Es un plan de acción que de forma sintética incorpora los cuatro ejes prioritarios del plan de recuperación, transición verde, transición digital, eliminación de brechas de género y cohesión social y territorial, para avanzar hacia dos grandes objetivos igualdad de derechos y generación de oportunidades en el entorno rural.
Les voy a enumerar algunas de las medidas más significativas en este acuerdo.
En primer lugar, el impulso a la transición ecológica justa y beneficiosa para el medio rural, buscando como los pequeños municipios se sitúan también a la vanguardia de la transición energética con iniciativas ambientales, con reconocimiento de aquello que supone su papel de custodia del territorio. 21 medidas en total, de entre las que destaco el programa de rehabilitación para convocatorias de eficiencia energética de edificios públicos y privados, desarrollo de comunidades energéticas locales, proyectos piloto de movilidad sostenible y otras iniciativas de integración de energías renovables en los edificios.
El plan de saneamiento y depuración para pequeñas aglomeraciones urbanas y el ciclo urbano del agua, para la mejora de la eficiencia en las redes de abastecimiento de pequeños y medianos municipios o en el entorno que se mueve el cierre de la brecha digital urbano-rural, tomando, como digo, como ejemplo y como ilustración, esa preponderancia de esta demanda por parte de nuestros conciudadanos de fortalecer un medio rural conectado como un medio con futuro, con alternativas, con opciones distintas. La digitalización nos abre una puerta hacia la igualdad de oportunidades. Sabemos que el plan de universalización de la cobertura de banda ancha en movilidad de 30 megabytes, intensificación de la extensión de banda ancha ultra rápida, va a ser absolutamente clave, que el despliegue de redes de servicios 5G en corredores de transporte fuera de grandes poblaciones es capital, o que la digitalización de la administración pública con planes específicos para la asistencia en el medio rural, en servicios tan importantes como son la sanidad, la educación o la cultura, son determinantes. Por ello también se incorporan programas de formación y capacitación a través de la digitalización, con medidas dentro del Plan para Formación Profesional, Crecimiento económico, social y empleabilidad o las Aulas Mentor, en más de 3.000 municipios.
Fortalecemos una administración pública más cercana a las personas, recuperando la presencia de la administración general del Estado en el territorio, reforzando los servicios públicos en áreas rurales, aprovechando esa capacidad que nos ofrecen las herramientas digitales.
Sabemos que tenemos que mejorar las infraestructuras y medios de la Guardia Civil presentes en todo el territorio. Crear las oficinas municipales de Justicia en 6.800 municipios pequeños a través de la Ley de Planta Judicial, pero buscando la proximidad, no solamente para la administración de justicia, también para la accesibilidad, para la conectividad, del resto de servicios de las administraciones, promoviendo, aprovechando, utilizando los centros territoriales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, como eje fundamental para la formación permanente, la divulgación o la búsqueda de acciones singulares asociadas al conocimiento, creando la unidad de catastro para el territorio rural, como punto de partida fundamental para la información territorial, con objeto de garantizar la seguridad jurídica en el ámbito rural. Los planes de apoyo y cuidados de larga duración para dar respuesta al envejecimiento de estas áreas y a la vez generar oportunidades laborales de calidad.
Otro bloque de iniciativas es la que intenta impulsar la vertebración del territorio, creando oportunidades en la España anterior a través de un plan de descentralización de la administración que comienza con iniciativas concretas, algunas de las cuales ya han sido comunicadas en estas últimas semanas. Por ejemplo, trasladando el Centro de Proceso de Datos de la Seguridad Social a una capital de provincia de tamaño pequeño, pero además una provincia enormemente afectada por la despoblación como en Soria, o el traslado del Centro de Competencias Digitales de Renfe, o la puesta en marcha de nuevos centros de infraestructuras científicas nacionales desde el Ministerio de Ciencia en distintas, distintas comunidades autónomas.
Buscamos la identificación y el trabajo en la dinamización económica del territorio para la generación de actividad y empleo. Y para eso hemos querido impulsar la puesta en marcha de centros de innovación territorial que acompañen, que faciliten, que abonen la oportunidad de aquellos emprendimientos locales con accesibilidad y con medios profesionales que les permita garantizar una mejor viabilidad de las iniciativas que salgan del territorio.
La intensificación del programa de sostenibilidad turística en destinos dirigidos específicamente a destinos de interior, algo, como digo, muy demandado, sumamente importante y que permita reequilibrar un modelo que, por otra parte, necesita ser revisado, que está en pleno proceso de revisión. La ejecución de planes de acción de la estrategia de digitalización del sector agroalimentario, del sector forestal y la bioeconomía y del medio rural en general.
Queremos lanzar un mensaje también para jóvenes y mujeres. Decía antes que probablemente la esperanza en la consolidación de oportunidades del medio rural reside en este momento, más que nunca, en esas mujeres emprendedoras que salen adelante con nuevas iniciativas enormemente creativas. Por eso hay un eje específico del Plan para Igualdad de Derechos y Oportunidades que intentan integrar, fortalecer los programas de apoyo al emprendimiento de las mujeres para lograr empoderamiento, igualdad de género en el ámbito rural, con programas específicos de crédito y acompañamiento, con proyectos piloto de inserción laboral para mujeres y jóvenes, con líneas de apoyo financiero al emprendimiento, específicamente dirigidas a mujeres a través de nisa o con proyectos específicos de prevención del abandono temprano de la educación y mejora de los resultados educativos para el medio rural.
También, lamentablemente con medidas para la atención y el apoyo a las víctimas de violencia contra las mujeres en el medio rural. Una realidad, una lacra mucho más dura, mucho más aislada, cuando se trata de pequeñas poblaciones que necesita atención específica.
Acciones sobre emprendimiento joven, creación de programas de convivencia, de erasmus rurales, programas de estudiantes de último grado universitario o formación profesional para realizar prácticas en entornos rurales o en zonas en riesgo de despoblación, impulsando el crecimiento económico, pero sobre todo acercando el conocimiento, la convivencia y la experiencia en momentos clave de nuestras etapas de formación y consolidación como adultos.
Este plan es una muestra de la voluntad del Gobierno con una ambiciosa hoja de ruta inicial. Decía que, de las 130 medidas, 100 de ellas se activan con un presupuesto comprometido para el año 2021. Sabemos que este plan puede ofrecer respuestas concretas a necesidades concretas, pero, como decía antes, no se trata ni de un año, ni de un mes, ni de un día, ni de una administración, ni de un mandato para una legislatura. Se trata de consolidar, mantener esta mirada a lo largo del tiempo. Sabemos que los proyectos tractores que tienen impacto en el reto demográfico van a requerir de nuestro esfuerzo constante y sobre todo, van a requerir canalizar todo el entusiasmo que ya hemos identificado en el entorno rural a través de oportunidades y visiones específicas que orienten las decisiones finales para facilitar resultados y éxito.
Con este plan queremos potenciar la capacidad de nuestros pueblos para ser medios llenos de vida, posibilidades y dinámicos, y contamos con ello, con esa riqueza que ponen de manifiesto nuestros convecinos desde hace tiempo. Muchas gracias.