Gracias, María Jesús. Gracias por su presencia. Buenas tardes.
Bueno, en primer lugar, quiero ubicarles el contexto histórico de esta norma, que vamos a destacar que es una norma principal y que va a cambiar el signo de los tiempos. Un contexto histórico que es de cambios, si me permiten, estamos observando como el presidente Biden está insertando vientos de cambio en toda la acción pública, en la acción económica, fiscal y por supuesto en la social. También en esta materia observarán como el presidente Biden está diciendo que quiere legislar en el sentido que hoy lo hace el Gobierno de España. Por lo tanto, digamos que también en nuestro país y este Gobierno lo está haciendo, es el momento de impulsar los vientos de cambio con una agenda muy ambiciosa para propiciar la mejora del bienestar en nuestro país.
Y de esta manera España se convierte en la vanguardia de la legislación internacional en esta materia. He de decirles que no hay ningún país en el mundo, a día de hoy, después de lo que ha acontecido con la norma que sostenía este planteamiento en California, después de California y la anulación de la misma, no hay ningún país en el mundo que se haya atrevido a legislar sobre esta materia. Por tanto, estamos a la vanguardia y por primera vez el mundo está mirando, créanme, a España, respecto de la regulación que hemos propiciado.
Esta norma tiene una enorme importancia porque, claro, incorpora cambios en el paradigma social. Decía Simone Weil no, que bueno, era difícil que los trabajadores dejaran en el alma a las puertas de la fábrica. Esto era en otro contexto histórico. Ahora digamos que lo que tocaría o que es lo que diría ella, es justamente que los trabajadores no podemos dejar el alma en el teclado de nuestros portátiles o en nuestros dispositivos electrónicos, de tal manera que de lo que hablamos, en definitiva, a pesar de la transición en el tiempo y de los cambios sociales, pues hablamos nada más y nada menos de lo de siempre, de proteger a las personas más vulnerables.
El Gobierno de España puso empeño en esta norma, porque si algo hace es proteger a los más vulnerables. Y permítanme destacarlos, fundamentalmente afecta a los jóvenes, a las jóvenes de nuestro país. De ahí la gran importancia que tiene lo que hoy estamos haciendo. Y personas, insisto, que carecen de protección social. Por tanto, el relieve es grande.
Pero hablando del cambio de paradigma, también, de alguna forma, lo que vamos a hacer en esa transición histórica son dos cosas más, y, es que creo que podríamos decir que no queremos ni jefes, como pasaba en el pasado, que griten, ni queremos tampoco dispositivos móviles que nos penalicen. Este es, de alguna manera, el resumen de la norma que hoy estamos haciendo.
Y hago también otra traslación histórica, los que son mayores los recordarán en su momento en la llamada Revolución Industrial, hubo un pacto social ante el avance de los derechos para ser conscientes de la necesidad de a pesar de avanzar industrialmente, pues era necesario preservar colectivamente los derechos de los y las trabajadoras. Aquí quizás hago un llamamiento también porque a pesar de la rapidez y el cambio tecnológico de este nuevo tiempo, realmente hagamos también un gran pacto social para proteger a los trabajadores y a las trabajadoras. Es decir, la tecnología no puede ir, de ninguna manera, reñida ni puede cuestionar un marco de protección, que es la garantía y la solvencia de la democracia en nuestro país. Por lo tanto, el cambio de paradigma es fuerte, pero es cierto que tiene una idéntica traslación histórica.
Les decimos en nombre del Gobierno de España, que los cambios tecnológicos, como saben, son imparables y no les tenemos ningún miedo. Los asumimos con absoluta rotundidad. Lo único que hemos de hacer es cuidar y proteger los derechos de los y las personas. Esta es la clave del cambio tecnológico y lo que hace el Gobierno de España y es el primero que lo hace, es justamente gobernar la transición tecnológica que forma parte ya de nuestras vidas. Piensen que todas las empresas, todas las mercantiles de nuestro país, hoy, desde la más pequeña a la más grande, hace uso de la inteligencia artificial de una u otra manera, desde una conservera hasta una gran multinacional. Por tanto, es clave que seamos valientes como estamos siéndolo y gobernemos el cambio o la transición tecnológica sin miedos.
Y creo que aquí, en nombre del Gobierno de España, desde luego, les damos las gracias una vez más a los agentes sociales, todos y todas ellas. El señor Garamendi, Gerardo Cuerva, Unai Sordo y Pepe Álvarez, que al mando de sus organizaciones no han sentido miedo, han sido valientes y, como saben, de mutuo acuerdo, esta norma, pues ha dado sus frutos y no es cosa menor. Créanme que estoy en contacto permanente con todos los ministros y ministras de prácticamente todo el mundo y es muy complejo alcanzar lo que el Gobierno de España ha hecho en nuestro país. Por tanto, aprovecho estos sin miedos para darle las gracias.
También, en tercer lugar, quizás como cambio de paradigma y de los vientos del cambio, si me permiten, con mucho cariño, quizás en otros momentos, lo que hubiera pasado en el Gobierno, es que hubiera ido arrastrando los pies, mirando para Europa o pidiendo o intentando emular buenas prácticas en Europa. Si me permiten comunidad, pero con solvencia. Creo que somos en este momento pioneros, y me consta que Europa nos está mirando y con mucha atención, no solo los agentes sociales y sus representaciones, sino todos y cada uno de los ministros y ministras en esta materia.
Por tanto, es la primera vez que Europa, como ha pasado con otras normas, mira a España, mira a la presidencia del Gobierno, señalando que estamos haciendo cosas que son nuevas y que son desde luego, indicativas del cambio de los tiempos, que ya no son futuros, sino que están siendo y son presente.
En este sentido, les adelanto llegamos hasta aquí con un ingente trabajo con nuestros homólogos europeos, muy intenso en los últimos tiempos, por supuesto, con la ministra portuguesa, con el ministro italiano, hoy compartimos una reflexión en un periódico italiano y español, y desde luego tenemos vocación, junto con el comisario Schmit, de ir con fortaleza y a la ofensiva en la nueva redefinición de las relaciones laborales.
Saben también que la Comisión ha abierto una consulta pública sobre esta materia. Ahora mismo están en trámite con los agentes sociales y que en junio, en Catania, tendremos una reunión en monográficas sobre las relaciones laborales en las plataformas digitales.
Y la cuarta cuestión. Les anuncio ya que esto es el comienzo y por tanto vamos a crear ya, esto es lo que anunciamos en este momento, un comité de expertos y de expertas que no solamente van a asesorar al Gobierno, sino que van a estudiar en profundidad el buen uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en las relaciones laborales en nuestro país. Esto es de enorme importancia.
Comprenderán que los cambios están siendo ya diarios y a una velocidad que da vértigo y, por tanto, necesitamos del saber colectivo de los expertos, como siempre hace el Gobierno de España, para que cuando lleguemos a una posición más avanzada podamos tener solvencia y claridad respecto de cómo abordamos de manera completa el uso de la inteligencia artificial en las relaciones laborales, que esencialmente se fundamentan en que el uso de las fórmulas matemáticas sean neutras.
Aquí, como saben, un tribunal en Bolonia ha resuelto una cuestión que ya conocíamos de manera intuitiva, pero que tenemos ya la certeza, y es que el denominado "algoritmo Frank" no era neutro, sesgaba, y casualmente penalizaba a los trabajadores y trabajadoras que causaban bajas por enfermedad, o aquellos trabajadores o trabajadoras que aprendiesen algún tipo de reivindicación de cualquier tipo. Es decir, que ya tenemos no solamente intuiciones, sino que certezas, aunque intuiciones teníamos muchas, de que efectivamente había sesgo en el manejo de las fórmulas algorítmicas y matemáticas en el desempeño de nuestras actividades laborales. Insisto, los algoritmos están en todas y cada una de las relaciones laborales ya, desde el acceso a una profesión hasta la salida de la misma. Por tanto, de ahí la importancia de la configuración de este comité de expertos y que, con tranquilidad y serenidad, pueda estudiar en profundidad cómo afecta esta nueva realidad a los trabajadores en plataformas.
Entro ya en lo que es el objeto de una norma que parece sencilla, por el tamaño de la misma, sin embargo, es harto compleja y sé que comienzo con una afirmación, les he dicho en muchísimas ocasiones que un joven que va en una bicicleta con una app o con un dispositivo móvil no es un emprendedor, les he dicho además que no había jurídicamente ningún margen de autonomía en esa relación jurídica. Ahora ya no lo digo yo, lo ha dicho el Tribunal Supremo, lo han dicho infinitud de tribunales de nuestro entorno e incluso el Reino Unido, y ahora lo dice el Gobierno de España con su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Por tanto, ya no es una opinión, que es muy respetables, sino que es un hecho cierto, que forma parte ya de la transformación social del Gobierno progresista de nuestro país.
Quiero dar las gracias en nombre del Gobierno de España a la Inspección de Trabajo. Ha desempeñado, lo sabemos la ministra Portavoz y yo misma, una labor encomiable, con unos servicios recortados, lo vuelvo a recordar también, porque hemos afrontado la pandemia y las transformaciones que llevamos adelante con servicios públicos depauperados. En este sentido, gracias a la labor ingente de la Inspección de Trabajo, han aflorado y se han laboralizado en 16.694 personas con un impacto económico, en términos de recaudación social para el Ministerio de Trabajo de Economía Social y, por tanto, también la afectación que tienen al Ministerio de Hacienda de 29 millones de euros. Por tanto, se dan cuenta del alcance que tiene esta norma y lo que va a suponer en términos también de bienestar social en nuestro país.
Lo que hacemos en esta norma son dos cosas, una muy sencilla. Decimos, como ha dicho el Tribunal Supremo, que los trabajadores y trabajadoras que desempeñan su tarea en las plataformas digitales de cualquier tipo son laborales y por tanto, conllevan todos los márgenes y derechos que concita el Estatuto de los Trabajadores, todos y cada uno de ellos, derechos de organización, de sindicación, derechos de protección social y, por supuesto, de cotizaciones y salariales.
Pero si me permiten, quizás lo más ambicioso que plantea la norma es lo que hemos dispuesto respecto de la afectación de los algoritmos, no solamente algoritmos, sino también distintas fórmulas de operación que tenemos en las relaciones laborales. Y lo digo porque aquí la respuesta jurídica ha causado bastante impacto en términos internacionales, era compleja, pero lo hemos hecho. Y ahora mismo hemos modificado el artículo 64 de nuestro viejo Estatuto de los Trabajadores para garantizar un derecho de información que tendrán los trabajadores y trabajadoras en todas y cada una de las empresas de nuestro país. De tal manera que la afectación aquí es absoluta en todos y cada una de las empresas de España, de tal manera que tienen que incorporar la fórmula matemática y algorítmica con la afectación que tienen en sus relaciones laborales. Es decir, que tienen que darnos transparencia para saber realmente si ese algoritmo o fórmula matemática, o reglas o instrucciones que en términos de inteligencia artificial son muy importantes, tiene algún tipo de sesgo en la relación laboral.
No hace falta que les diga que este es el núcleo central del planteamiento de protección que estamos dando. Y aquí la afectación, insisto, es global a todas las entidades mercantiles. En definitiva, por una razón, y es por lo que he señalado del "algoritmo Frank", y es que los trabajadores y las trabajadoras tenemos derecho a saber cuáles son las razones que motivan ciertas decisiones que son empresariales.
¿Cómo lo hemos hecho? Pues de manera muy sencilla, modificando, como les digo, este precepto que da derechos de información a los trabajadores y modificando en una disposición adicional del Estatuto de los Trabajadores, diciendo que los trabajadores que lo hacen en plataformas digitales se presumen que son relaciones laborales.
Permítanme decirles también, como fruto del cambio de los tiempos, que es la primera vez desde el siglo XX, que un gobierno tiene la valentía de incorporar y no excluir del ámbito de la protección laboral a un colectivo de trabajadores en nuestro país. Y creo que nos podemos sentir muy orgullosas de ello. Observarán desde el siglo XX, desde el año 90 hasta ahora, que hemos ido excluyendo a muchos colectivos de trabajadores del ámbito de protección y es la primera vez que lo hacemos.
Y termino con una cuestión por si les causa interés, y es que hemos decidido no abordar este cambio legislativo en lo que sería el orden natural de las cosas, es decir, en el artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores, que es donde se define qué es un contrato de trabajo. No lo hemos decidido, perdón, o hemos decidido no hacerlo ahí sencillamente porque justamente, tiene muchísima relevancia y tiene mucho alcance al ritmo de los tiempos, tal y como vamos, definir bien que es ahora mismo un contrato de trabajo. Les pongo un ejemplo, cuando hacemos la presunción de la laboralización de los riders, lo que hacemos es cambiar dos conceptos del Estatuto de los Trabajadores, que es la dependencia y la ajenidad. Es cierto que los tribunales españoles nos venían ya diciendo que teníamos que adecuar este concepto al cambio de los usos sociales. Ahora, como les decía antes, la orden o los gritos no los da un empresario directamente, una persona física, sino que los hacen, los escabullen a través de fórmulas, a través de dispositivos móviles.
¿Pues qué hacemos aquí? Como nos había señalado el Tribunal Supremo, si cambiamos conceptualmente el concepto tradicional de dependencia y ajenidad para permitir que aun no siendo entendidas de manera clásica como veníamos haciendo, si hay relación de laboralidad cuando se producen en estas situaciones. Es decir que la dependencia o la ajenidad puede ser también no inmediata, sino que mediata o puede ser indirecta. Y esto creo también que es de enorme importancia.
Termino ya. Creo que es un día de enorme satisfacción. Agradecimiento a los agentes sociales. Tiene una vacatio legis de tres meses para que las empresas puedan hacer transformaciones y acomodaciones a esta nueva norma. Y, desde luego, un mensaje de optimismo, ahora los algoritmos van a ponerse, por primera vez en nuestro país al servicio de la mayoría social. Y creo que esto define a un Gobierno que es progresista. Están a favor de la gente, de los que más lo necesitan. Y creo que solamente esta razón hace de enorme utilidad la norma que hoy hemos aprobado en el Consejo de Ministros y Ministras.