Pero antes de empezar el detalle de las cuentas públicas, me gustaría tener un recuerdo emocionado a Valeriano Martínez, el consejero de Hacienda de la comunidad gallega que falleció, como habrán ustedes tenido noticia en el día de ayer. Yo personalmente tuve la oportunidad, la suerte, de trabajar, de tratar a Valeriano durante mucho tiempo, coincidiendo con él en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, antes de ser incluso ministra, y pude constatar que siempre ha sido un hombre, un servidor público que ha sido muy fiel y muy comprometido a las aspiraciones de su tierra, y por eso también desde aquí, desde el Gobierno, quiero trasladar a su familia, a las personas allegadas al Gobierno de la Xunta y al presidente de Galicia y al Partido Popular Gallego, las condolencias del Gobierno y estoy convencida de que el conjunto de los consejeros autonómicos, que también echaremos de menos la presencia de esta persona tan importante en nuestras reuniones.
Dicho esto, como decía, justamente en el día de hoy hemos aprobado los que hemos venido a llamar presupuestos de la recuperación justa, que pretenden hacer de España un país más productivo, más competitivo, más sostenible y garantizando que la mejoría económica llegue al conjunto de las familias.
Estas cuentas, de hecho, son el vehículo, el catalizador, para que la recuperación llegue a todos y en donde se fortalece el estado del bienestar, pero sobre todo, ensanchamos la base de nuestra sociedad, que no es otra que la clase media.
Un presupuesto, por tanto, que permite que avancemos juntos, porque hemos dicho durante los últimos meses que no se trata de volver solo a las condiciones que teníamos antes de la pandemia, sino que tenemos que aspirar a avanzar y a estar mejor que estábamos antes. Por eso el presupuesto garantiza que jóvenes, trabajadores, autónomos, PYMEs o pensionistas cuenten con más recursos, más oportunidades y con mejores servicios públicos.
Antes de entrar en el detalle de las partidas, me gustaría destacar algunas líneas que atraviesan el conjunto del presupuesto, que creo que ponen de manifiesto el potencial transformador de estas cuentas públicas.
De un lado, porque el presupuesto supone la mayor apuesta que nunca hemos realizado por nuestros jóvenes, en concreto, incorporamos 12.550 millones para mejorar oportunidades del presente y del futuro de las nuevas generaciones. Es el doble, esta partida, que las que se contemplaban en el ejercicio anterior, con alguna cifra que entiendo especialmente destacada, porque, como anunció el presidente, vamos a aprobar, consignamos, una ayuda directa de 250 euros para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda y la emancipación de este colectivo, que tiene serias dificultades para poder hacerlo. De hecho, en la partida global destinamos a vivienda un 46% más de recurso que en el presupuesto anterior.
Igualmente, para este colectivo ponemos en marcha un bono joven cultural de 400 euros, que contará con una partida de 210 millones de euros, una ayuda directa para la gente joven, para promover los valores culturales que consolidan nuestra democracia, que se inspiran en todas las artes escénicas, en la lectura, en todo aquello que nos permite ser mejores personas, a partir de la cultura, y, también un impulso a la industria cultural, que ha sido una de las grandes castigadas durante el tiempo de la pandemia, son dependientes de los aforos que podemos permitir, pero por otro lado, que también, en anteriores ejecutivos, ha sido un sector que ha estado especialmente constreñido y por tanto con menor capacidad de crecimiento.
En tercer lugar, también para los jóvenes, destinamos la mayor cifra que nunca hemos invertido en las becas, 2.199 millones. Hemos atravesado ya el dintel de los 2000 millones, dirigido, quizás, como ninguna otra política expresa, a la igualdad de oportunidades de nuestros jóvenes y a permitir que el ascensor social, que es la educación, haga que muchas familias puedan, a través del estudio, elevar su estatus y, por tanto, dar un salto en el escalón social.
Un punto que destaca en estas becas este año como prioridad y también como cuestión inédita, vamos a ayudar a los aspirantes a jueces, a fiscales, abogados del Estado, a letrados de la Administración de Justicia, que puedan disfrutar de esta ayuda económica, de manera que podamos democratizar el acceso a estos puestos de trabajo que son imprescindibles en el funcionamiento del Estado y que habitualmente requieren de costosos procesos de oposición, que muchas veces para las familias más humildes, para las personas más vulnerables, les está, de alguna manera, limitado.
El presupuesto, de otro lado, hace una apuesta imprescindible por la ciencia, por la innovación, por la investigación, ambos motores de crecimiento, motores de bienestar, destinando 13.298 millones a investigación, desarrollo y digitalización, el mayor importe que jamás se ha registrado en unas cuentas públicas.
Juventud y ciencia que, como decía en anteriores ejecutivos, quedaron prácticamente orillados, conjuntamente con la cultura, son grandes protagonistas de nuestros números públicos, porque simboliza la apuesta de este Gobierno por un futuro más próspero, más fuerte y más inclusivo.
En segundo lugar, saben que estamos sentando las bases de una España más moderna, más productiva, con la ayuda de los Fondos Europeos. Para lograr este cambio, este impulso, la inversión, sin duda, se manifiesta como una herramienta clave para poder conseguirlo. Son los Presupuestos Generales del Estado, estos, los el 22, los que cuentan con una mayor partida, la mayor de nuestra historia, para la inversión, más de 40 mil millones de euros, que se destinan a inversión y transferencias de capital.
Si ven ustedes no hay precedente en la serie histórica de un volumen de recursos de tal magnitud.
Pero si esta inversión es clave para el cambio del modelo productivo, el gasto social es la base para reforzar el estado del bienestar y en concreto, el ADN de este Gobierno progresista, de forma que 6 de cada 10 euros de este presupuesto nacional, se van a destinar a políticas sociales. Todo ello sin contabilizar los Fondos Europeos.
Estos presupuestos contemplan más recursos que nunca para educación, para sanidad, para dependencia o para derechos sociales, y, le voy a dar un dato para que puedan calibrar la magnitud de esta apuesta, porque solo en atención a la dependencia el presupuesto crece un 23,3%, una partida que se suma, a la que ya, al esfuerzo, que ya hicimos el año anterior, donde subió una cantidad similar respecto al presupuesto de 2020.
Las políticas de empleo, por su parte, incorporan un importantísimo refuerzo para la formación profesional, una de las grandes estrellas de esta legislatura y también para la inserción y la estabilidad laboral, en concreto, más de 7.600 millones de euros para el conjunto de estas políticas.
La política industrial crece y contará con más de 11.300 millones de euros, con el objetivo de incentivar la localización en los distintos territorios de España y apoyar, sobre todo, la competitividad de nuestras PYMEs, a través del impulso, entre otros instrumentos, de los PERTEs que nos permiten los Fondos Europeos.
Igualmente, infraestructura o ecosistema resilientes, se destinan para ello, 11.800 millones, lo que nos va a permitir ser, en el futuro, un país más sostenible.
En definitiva, con el presupuesto gana el conjunto de la sociedad. Ganan los jóvenes, que contarán con partidas y políticas específicas para ello. Ganan los funcionarios, que verán incrementada su retribución en un 2%. Ganan los pensionistas, que van a comprobar como su pensión aumenta según la evolución de los precios, y gana la ciudadanía, especialmente la clase media, la clase trabajadora, porque contará con mejores servicios públicos, verdadero colchón de seguridad y también con unos servicios fortalecidos, innovadores y de mayor calidad. Y ganan empresarios y autónomos, que contarán con mayores oportunidades.
Estos servicios públicos, que siempre están detrás de estas cuentas, no solo van a reforzar esa red de seguridad, sino que, como hemos visto durante la pandemia, uno de los aprendizaje, es que son un importante motor para la innovación, para el crecimiento económico y por tanto, para la igualdad de oportunidades y la cohesión social y territorial de nuestro país.
Del mismo modo, con estas cuentas pretendemos que las PYMEs, los autónomos, ganen tamaño, basen en su crecimiento en servicios y productos innovadores y que les permita, todo ello, ser más competitivos en este mundo globalizado.
Y antes de continuar con las cifras, también quiero recordar que estos presupuestos nacen en el contexto de suspensión de las reglas fiscales, como ustedes recordarán, continúan suspendida por las autoridades europeas, y en el que existe bastante consenso de que debemos mantener, a nivel europeo, estas políticas de estímulo para no dañar el crecimiento.
Por eso, estas cuentas juegan este papel de locomotora para impulsar esa actividad y esa transformación. La historia siempre pone de manifiesto que cuando la situación viene mal dada, el poder público, las administraciones, el Estado, tiene que asumir su responsabilidad y ser dinamizador, motor de la economía y del crecimiento.
Por eso el presupuesto se enmarca en una etapa expansiva de la economía española que, como ya tuvo oportunidad de explicar la vicepresidenta económica primera, Nadia Calviño, la economía española va a crecer el próximo año a un ritmo de en torno al 7%. Esto, que se une al crecimiento de la demanda interna, y de la creación de empleo, se va a traducir en una mejora de la recaudación fiscal.
Un hecho que ya, como ustedes verán en los boletines de la Agencia Tributaria, venimos observando en los últimos meses. En concreto, ese avance de la liquidación para 2021, refleja que los ingresos tributarios aumentarán este año un 10,8% tras la caída que sufrieron en el ejercicio 20 como consecuencia del parón de la actividad. Si se incluyen los ingresos no financieros, la recaudación total aumentará este año un 13,5%.
Esta mejora de los ingresos ha sido compatible con medidas contundentes para combatir el aumento del precio de la electricidad, que, como recordarán, supuso la rebaja del IVA para la luz, la suspensión del impuesto sobre producción eléctrica o la rebaja del impuesto especial sobre electricidad.
El aumento de los ingresos tributarios se va a mantener en el próximo ejercicio, cuando esperamos que la recaudación crezca un 8,1% respecto a esa previsión de cierre del año 2021.
Se trata, como ven ustedes en esta gráfica, de una estimación prudente, realista, que se sitúa por debajo de la previsión de crecimiento del PIB nominal que alcanzaría el 8,6%.
Como ya ha ocurrido durante este año, la mejora de la economía va a permitir un incremento de todas las figuras fiscales de forma general, en concreto IRPF, IVA y también impuesto sobre sociedades.
Igualmente, quiero decirles que la Ley de Presupuesto contempla establecer un tipo mínimo del 15% en este último impuesto, en sociedades, una medida que, como recuerdan, se incorporó a los presupuestos de 2019, pero que como no fueron presupuestos aprobados, no pudo llegar a ser operativa y por tanto, a aprobarse.
Estamos convencidos de que esta medida que va a ser adoptada a nivel internacional de forma mayoritaria, de hecho ha sido respaldada por 130 países en el marco de la OCDE, lo que hace, el incorporarla a estos presupuestos, es volver a situar a nuestro país en el consenso y en la vanguardia de la fiscalidad internacional.
En cualquier caso, se mantiene intacto el compromiso de aprobar una reforma tributaria global para adaptar nuestro sistema fiscal a las nuevas realidades del siglo XXI. Será en febrero cuando conozcamos el trabajo que está desarrollando el comité de personas expertas y por tanto, nos presentarán su propuesta de reforma fiscal, donde evaluaremos todas las opciones que ahí se planteen.
Como saben, de otro lado, el límite de gasto no financiero se sitúa en 196.142 millones de euros, una cifra bastante similar a la del ejercicio anterior, y que supone, como ya dijimos, el mayor techo de gasto de nuestra historia. Nunca antes la administración pública había realizado un esfuerzo de este calibre para apuntalar la recuperación económica o sentar las bases del nuevo modelo productivo, reforzando el estado del bienestar.
Los presupuestos de este año incluyen en sí mismos, digamos que 2 presupuestos que se pueden diferenciar, de un lado el presupuesto que podríamos llamar nacional, es decir, que se alimenta de nuestros ingresos tributarios y no tributarios, y, por otro lado, las cuentas que incluyen el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y por tanto, Fondos Europeos correspondientes a este epígrafe. La PAC, el Fondo Social Europeo o el marco financiero plurianual, es decir, los Fondos de Cohesión de la Unión Europea, no están contemplados en este presupuesto, como viene siendo habitual.
Les avanzo que las cuentas públicas contemplan 27.633 millones de este plan, lo que representa un 3,8% más que la anualidad que presupuestamos el año anterior. Estos recursos básicamente se destinan a industria, a energía, a I+D+i y a infraestructuras. Los Fondos procedentes de la Unión se traducen de esta forma en mayores transferencias de capital y por tanto dinero que el Estado entrega a los entes territoriales y organismos autónomos, para elevar nuestro volumen de inversión.
El capítulo 6, inversiones reales, y el 7, transferencias de capital, representan, fíjense, el 85% de los Fondos Europeos que se presupuestan para 2022.
¿Qué significa esto? Pues que prácticamente 9 de cada 10 euros de este Plan se destinan a la inversión, lo que pone de manifiesto, evidencia, que los fondos que proceden de la Unión Europea están llamados a ser la locomotora del crecimiento en nuestro país y de la transformación de la economía española.
Siempre decimos que estamos ante una oportunidad única, que no podemos dejar escapar y que, por tanto, es imprescindible aprobar estas cuentas para que podamos hacer uso de esa oportunidad que nos brinda nuestra pertenencia a la Unión Europea.
Este año 2022 será cuando ciudadanos y empresas, en toda su plenitud, puedan recibir la mayor cantidad de estos Fondos Europeos. De hecho, se prevé una inversión de 2.184 millones para movilidad sostenible, 2.839 rehabilitación de vivienda o regeneración urbana, y para transición justa e inclusiva, inversión de 1646 millones de euros.
Sin embargo, hay una crítica recurrente que solo señalan algunos desde el desconocimiento, en el sentido de que solo las grandes empresas se pudieran beneficiar de los Fondos Europeos. Quiero decir que esto no es cierto, es radicalmente falso. De hecho, el componente dedicado a la modernización, digitalización de las PYMEs, de nuestro tejido industrial, está dotado con 8.503 millones de euros. Es la partida más importante de la totalidad de estos Fondos que incorporamos al presupuesto.
En la documentación que se les repartirán tienen ustedes este detalle de cada uno de esos componentes, porque creo que merece la pena ver como este proyecto de modernización, que nunca se ha aprobado en España, contribuye, impacta en cada uno de los sectores.
Ahora pasamos, de forma breve, a analizar el presupuesto según clasificación económica de los gastos. Todos los epígrafes, puedo decirles, que registran un incremento significativo, teniendo solo una única excepción, en concreto, el capítulo que se destina a pagar los intereses de la deuda, que se reduce en un 4,7%. Dicho de otra manera, el coste de la deuda para el conjunto de los ciudadanos será significativamente inferior al del año anterior. Ello se explica por la mejoría de la situación de nuestras finanzas pública que el próximo año se van a beneficiar de la reducción, tanto del déficit, como de la deuda.
En el resto de epígrafes, me gustaría destacar el incremento del capítulo 1, gastos de personal, con un aumento del 3,4%, una subida que se debe al incremento de la retribución de empleados públicos 2%, en línea con la evolución de precios, pero también por la oferta de empleo pública y el incremento de las tasas de reposición.
Este año, quiero traer a su memoria, hemos aprobado la mayor oferta pública de la historia, 34.445 plazas que se han ofertado, y les voy a dar un dato adicional, en 3 años del Gobierno del presidente Sánchez, la oferta de empleo público ha sido un 73% superior a la de 6 ejercicios de Mariano Rajoy. Yo creo que pone de manifiesto que entendemos que el alma, que el motor de los servicios públicos son nuestros empleados, que son los que le confieren calidad y excelencia al trabajo de las distintas administraciones. También saben que estamos tramitando una ley para resolver el problema de la temporalidad, que es uno de los problemas endémicos que tiene este sector.
Igualmente, quiero llamarles su atención sobre el incremento del capítulo de gasto corriente, un 16,7%, una subida que solo podemos explicarla por la pandemia. De hecho, en concreto, por la partida de vacunas. El año pasado se presupuestar a un 1.008 millones por la compra de vacunas, pero finalmente el gasto real ha sido de 2.436 millones. Y tengo que decir, aunque sea la ministra de Hacienda, que afortunadamente hemos gastado más de lo previsto en una partida que es la que realmente ha protegido, no solo a los ciudadanos, sino a nuestro tejido productivo de profundizar en la recesión económica y nos ha permitido salvar vidas.
Dicho de otra manera, da gusto que, justamente, el capítulo que se desvíe sea el que ha permitido mayor volumen de vacunas a nuestra disposición, en donde siempre España ha acudido a cualquier compra centralizada que haya desarrollado la Unión Europea.
Para 2022, hemos reservado 1.465 millones frente a los 2.436 que hemos gastado este año y por tanto, el fuerte incremento que experimenta el epígrafe se debe solo y exclusivamente a este factor.
En términos homogéneos, inversión pública tiene una subida del 8,6%, transferencias de capital 9,9%, 2 epígrafes, que son los que registran un mayor aumento, por esa voluntad de incrementar la inversión como factor multiplicador del crecimiento.
Hasta ahora, ven usted de que hablamos de cifras agregadas, de grandes números, pero, como siempre les digo, detrás de los presupuestos lo que hay son personas, personas reales que viven en nuestras ciudades, que viven en nuestros pueblos, y por eso resulta imprescindible acercarnos también a estas cuentas a través de las políticas de gasto.
Y aquí la estadística es muy clara.
El 59,8% del presupuesto nacional, es decir, sin Fondos Europeos, se destina a gasto social. La partida asciende a 240.375 millones, que alcanza la mayor cifra de nuestra historia.
Si sumamos los fondos alcanzaríamos 248.391 millones.
Uno de los principales componentes de este epígrafe son las pensiones, que en términos agregados se incrementarán en su epígrafe un 4,8%, alcanzando los 171.165 millones de euros.
Y quiero comentar un cambio importante que aporta esta nueva Ley de Presupuestos, como es que la revalorización de las pensiones se desliga de los Presupuestos Generales del Estado como lo teníamos hasta ahora. Recuerdan que uno de los compromisos del Pacto de Toledo consistía en establecer un entorno cierto, seguro, que no dependiera de cada año, para comprometernos con los pensionistas en que sus pensiones evolucionarán según lo haga el coste de la vida. Esto implica que se revalorizar las pensiones según la inflación media, que se evalúe en el mes de noviembre.
Por eso el presupuesto contempla la posibilidad de acoger esa revalorización, que ya daremos la cifra cuando se aproxime ese momento, como insisto, según la legislación que actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados. A partir de ahora la revalorización vendrá determinada por esa Ley y además se incrementa la transferencia que se da a la Seguridad Social, para asumir gastos impropios, que recuerdan que son más de 4 mil millones de euros adicionales los que se transfieren para hacer sostenible nuestro sistema seguro para el conjunto de nuestros mayores.
Además, como hicimos el año pasado, el Gobierno también va a presentar una mayor atención al colectivo que está en una situación de mayor precariedad dentro de este grupo, es decir, personas con pensiones mínimas y pensiones no contributivas, que crecerán un 3%. Más de 10 millones de personas verán como esta prestación se incrementa el próximo año.
El segundo capítulo de gasto social que quiero llevar a su interés es que el Gobierno va a dotar con 4.436 millones el Ingreso Mínimo Vital y las prestaciones familiares. Quiero recordarles que al igual que suben pensiones no contributivas, sube el Ingreso Mínimo Vital, se actualiza al 3%.
El gasto en servicios sociales, promoción social alcanza 6.154 millones, tiene un ascenso de 1.000 millones, es decir, mayor protección al conjunto de las familias con un 23,3 como decía, para dependencia o 29 millones más para prevención de la violencia de género.
El presupuesto incluye una nueva partida para el bono social térmico, que se incrementa un 44%, por tanto, un incremento significativo, porque es una herramienta imprescindible para combatir la pobreza energética en personas vulnerables y que permite paliar, junto con otras medidas, el impacto del incremento del precio de energía en los mercados mayoristas.
Igualmente, recordarán que el pasado junio aprobamos la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia, y de nada serviría aprobar textos legislativos si no se acompañan con los recursos necesarios, de forma que el incremento en 40 millones de la partida dirigida a la pobreza infantil, justamente va dirigido a financiar la ley para situarnos a la vanguardia en los derechos de los más pequeños.
Otra decisión importante para la familia es el incremento del IPREM, el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, que es una referencia para determinar el acceso a las prestaciones y a las ayudas públicas, aumentando en el 22 un 2,5%, traduciéndose es más recursos para las rentas bajas.
Decía al inicio de mi intervención, sin duda, que el colectivo donde centramos una forma específica, la atención prioritaria de este presupuesto, son los jóvenes, que en contra de esa imagen distorsionada que a veces se traslada, han sido todo un ejemplo durante esta pandemia y merecen que las políticas públicas se vuelquen en ellos para garantizar un mejor presente y un futuro esperanzador.
Hemos elaborado un análisis de cómo impactan los presupuestos en la juventud.
Las partidas, como les decía, suponen el doble de dinero que en el año anterior, contando con 410 programas de gasto, que más del 15% financia directa o indirectamente a este colectivo.
El porcentaje de los programas que contribuyen a la mejora de oportunidades para los jóvenes se eleva al 21%, si incorporamos las partidas de un Plan de Recuperación. Esta mayor parte del gasto viene vinculada a la mejora de la formación profesional, en concreto, estamos hablando de 2 mil millones de euros adicionales que van a nutrir este importante proyecto transformador de toda la legislatura, la partida de becas, como les acabo de comentar, en donde el Ministerio de Educación, el gasto en educación, va a superar por primera vez los 5 mil millones y va a aumentar un 2,6% o elementos tan novedosos como el que ya conocen, del bono cultural joven, que tiene una partida de 210 millones y que pretende acercar la cultura, como decíamos, al conjunto de jóvenes con todos los valores democráticos que ello conlleva.
Esa apertura al sector de la cultura, esa facilidad para estar en el sector de la cultura, como ustedes escucharon en el día de ayer, tendrá un desarrollo reglamentario que a lo largo de los próximos meses se les irá dando cuenta.
Igualmente en vivienda 3 mil millones que van a facilitar el acceso y el fomento de la edificación, como decía, un 46% más que el año anterior e igualmente solo mencionarlo, e bono joven al alquiler va a permitir a las personas que están en situación de mayor vulnerabilidad, los jóvenes, una renta que les permita la emancipación para que seamos capaces de aportar al proyecto vital que muchas personas no puedan desarrollar, porque el precio del alquiler les vuelve absolutamente inaccesible la posibilidad de salir del hogar, de la casa paterna o materna.
Este programa de renta de emancipación, el llamado bono joven de alquiler, va a contar con 200 millones de euros y corrige algunos de los elementos que se podían producir en iniciativas similares para que no se incremente el precio del alquiler y no haga efecto indirecto.
De otro lado, como he dicho durante mi intervención, en la palanca del crecimiento, quiero resaltar la partida de comercio, turismo y PYMEs, que contará con 3 mil millones de euros, un 32% más que la consignada en el ejercicio anterior.
Y por último, si queremos apostar por una transformación efectiva, sin duda la apuesta por la investigación, desarrollo, innovación y digitalización es en donde nos tenemos que fijar, y el presupuesto contempla una subida de un 7,7% más que el año anterior, pero fíjense, un 88,5% más que el presupuesto del 20, que recordarán ustedes, es el presupuesto prorrogado del año 18.
En definitiva, en dos años hemos incrementado un 88% una de las palancas de desarrollo más importantes que el Gobierno quiere impulsar.
La partida de desempleo disminuye, la única del presupuesto que disminuye, en un 10%, en línea con la mejora del empleo y la reducción del paro.
Y otra prioridad que también plantea el presupuesto es el reto demográfico, la política contra la despoblación, porque el futuro de nuestro país pasa justo por esa cohesión territorial, contemplamos 4.200 millones para reto demográfico de población y vulnerabilidad territorial. Aquí se incluyen programas de energías limpias para pequeños municipios o de digitalización para nuestras zonas rurales.
Podría darle más datos y saben ustedes que podría ser eterna esta comparecencia, porque unas cuentas públicas, en definitiva, son las leyes que reflejan la prioridad política de un Gobierno y todas y cada una de las partidas son importantes, pero para no alargar esta rueda de prensa, solo decirle que junto al libro amarillo que pondremos a vuestra disposición, cuando entreguemos el proyecto en el Congreso de los Diputados, que será la semana que viene, lo pondremos a disposición, como no, de todos los medios de comunicación y también de la ciudadanía, y se acompañará, ese libro amarillo, del informe obligado de género, en donde analizamos todas las partidas que contribuyen a la igualdad, en cada uno de los epígrafes. También el informe sobre cómo avanzan los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el informe incorporado el año anterior de infancia, adolescencia y familia. Junto a ello, una separata de juventud que, como digo, también va a permitir esa mirada transversal sobre este colectivo prioritario, sin duda para el Gobierno.
El 90%, solo decirles, de esos programas que están en el presupuesto, contribuyen a la igualdad de género, que es una prioridad absoluta también de este Gobierno. Significa que 328.480 millones se ponen a disposición del cierre de la brecha de género en nuestra sociedad.
El último apartado, que también me parece obligado comentarles, es el que tiene que ver con la estabilidad presupuestaria, porque este incremento del gasto y de la inversión no implica, ni mucho menos, sino todo lo contrario, un aumento del déficit público.
Yo lo he dicho muchas veces y les aviso que lo voy a seguir diciendo. Se han suspendido las reglas fiscales, pero no la responsabilidad fiscal y por tanto, seguimos comprometidos con esa reducción del déficit, de la deuda pública, así lo tenemos comprometido en Bruselas y así lo contempla el presupuesto.
Las previsiones apuntan que la deuda pública se va a reducir este año al 119,5% del PIB y el próximo al 115,1%, implicando una reducción de 5 puntos en solo 2 años.
El déficit público, por su parte, va a bajar en 2022 hasta el 5% del PIB, reduciéndose, fíjense, más de la mitad en solo 2 años.
Lo que reflejan los datos es que, en concreto, el impacto de la pandemia ha golpeado fuerte a las cuentas públicas, porque el Gobierno decidió, como recuerdan, salir al rescate de las familias, de los trabajadores, de los autónomos y de los empresarios. Hemos combatido la crisis con la mayor protección de renta que nunca ha tenido nuestra historia y esta medida generaron un déficit provisional que era abultado, pero que también, sentando las bases de la recuperación, nos permiten avanzar de forma muy rápida hacia la estabilidad presupuestaria.
Como ven en la presentación, el déficit, en mayor parte, se va a asumir por la administración central, que va a seguir haciendo transferencias a la Seguridad Social y al resto de entidades territoriales.
Seguridad Social recibe 18.396 millones y el conjunto de los gobiernos regionales van a incorporar 7 mil millones adicionales procedentes de la liquidación negativa, que se les perdona en relación con lo que tendrían que pagar al Gobierno de España y del sistema de información del IVA.
Vamos a seguir trabajando con ellas porque las comunidades merecen un mejor sistema de financiación, pero nunca habían recibido tantos recursos como de la mano del presidente Sánchez.
Los ayuntamientos también van a contar con una financiación récord, 23.350 millones y además una gran partida vendrá de los Fondos Europeos.
Concluyo, como pueden ver, presentando un presupuesto extraordinario, tanto en la parte cuantitativa como en la parte cualitativa, por varios motivos, porque incorporan una nueva anualidad de los Fondos Europeos, una oportunidad única que este país no puede desaprovechar, porque contempla la mayor inversión pública de nuestra historia, un elemento imprescindible para dejar atrás la crisis y consolidar la recuperación con un crecimiento sostenido, sostenible e inteligente, y porque incluyen una histórica dotación de nuestro gasto social o mejor dicho, de nuestra inversión social, porque son unos presupuestos que se piensan para la clase media, que son realmente el motor de nuestra sociedad, unos presupuestos que protegen a los más vulnerables, que cuidan de nuestras PYMEs y también de nuestros autónomos, unos presupuestos que están pensados para todos, porque todos tenemos que pensar en avanzar juntos.
Muchas gracias, y seguro que habrá miles de preguntas y quedo a la espera de cualquier duda que yo les pueda aclarar. Gracias por todo.