Sabemos cuáles son las medidas que funcionan, las que nos protegen. Por tanto, un llamamiento a la distancia social, una distancia, al uso de mascarillas, especialmente en interiores, que quiero recordar que sigue siendo obligatorio y especialmente en exteriores, si no hay distancia, y especialmente con las aglomeraciones que estamos viendo en estas fechas próximas a la Navidad, con un gran trasiego de gente, especialmente en los entornos comerciales y en las zonas urbanas.
Por tanto, de nosotros sigue dependiendo que mantengamos el virus a raya y por tanto máxima a prevención y, sobre todo, seguir asistiendo a esas campañas de vacunación que están realizando todas las autoridades sanitarias en el marco del Consejo Interterritorial, para continuar inmunizando a nuestra formación y por tanto continuar protegiéndonos contra el virus.
Sabemos que vacunar, vacunar y vacunar y prevenir, prevenir, prevenir son las medidas que están a nuestro alcance y por tanto un llamamiento para que la sigamos manteniendo.
Una vez dicho esto, paso a comentarles un asunto muy importante, que he tenido el honor de informar al Consejo de Ministros, y es la aprobación que ayer tuvo lugar en Córdoba, en el Consejo Interterritorial de la Estrategia de Salud Mental para el periodo 2021-2026.
Como saben todos ustedes, el Gobierno de España está comprometido en mejorar la vida de las personas y la salud mental es un problema fundamental de la salud.
Durante demasiado tiempo la salud mental ha estado silenciada. Un claro ejemplo es que este documento ha tardado, nada más y nada menos, que 12 años en actualizarse. Por tanto, la determinación del Gobierno es clara y es poner a la salud mental en el epicentro de las políticas públicas, porque sin salud mental no hay salud. Por ello es absolutamente necesario y siempre, pero especialmente en este tiempo de dificultad, que visibiliza su existencia, que rompamos los silencios y que actuemos como estamos haciendo.
De ahí el impulso a la actualización de esta estrategia de salud mental que ayer, como nos decía, fue aprobada en el consejo que tuvimos en la ciudad de Córdoba y la presentación que hoy he hecho del mismo, de esta estrategia, al Consejo de Ministros.
Durante este tiempo de pandemia, hemos hablado mucho del impacto que ha tenido la pandemia en los sistemas sanitarios, también hemos hablado mucho de los impactos de la pandemia en la economía o en la sociedad, pero hemos hablado poco del impacto, las consecuencias de la pandemia en la salud mental.
Ya la OMS advertido que en el año 2030 los problemas de salud mental serán la primera causa de discapacidad en el mundo. Esta amenaza, silenciada y latente, desde hace demasiado tiempo, se ha visto incrementada por las condiciones en las que hemos tenido que afrontar esta crisis sanitaria sin precedentes.
Son múltiples los estudios, las encuestas, que apuntan a que dichas consecuencias han sido importantes y además, que nos van a acompañar en los años venideros.
La lección aprendida es evidente, teníamos que actualizar nuestras herramientas para poder responder, desde un enfoque intersectorial, y de salud pública, a los desafíos presentes y futuro. No tengamos ninguna duda. La salud mental va a ser el desafío más importante que vamos a tener hoy, pero también mañana.
Por estas poderosas razones, hemos actualizado la estrategia de salud mental que desde el año 2009 no se actualizaba y hemos contado, quiero insistir, con la participación de todos los sectores implicados en la salud mental, desde las comunidades autónomas y ciudades autónomas, desde las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes y también de los familiares de los pacientes.
El Gobierno de España ha aunado el consenso y lo hemos hecho con todos, sin dejar a nadie atrás, para saldar una deuda que teníamos pendiente con las personas y con las familias, que tienen problemas de salud mental en nuestro país.
Como les decía, tras casi 12 años, España vuelve a actualizar su estrategia de salud mental. Lo hemos hecho, no de cualquier manera, lo hemos hecho desde el diálogo y desde la cogobernanza. Hemos querido integrar todas y cada una de las voces y todas y cada una de las sensibilidades, consolidando el consenso. Es verdad que ha sido demasiado tiempo, pero estoy convencida de que gracias a esta estrategia participada vamos a llegar mucho más lejos. Miren, para la elaboración de esta estrategia, para que se hagan idea de la participación de la misma, hemos contado con un comité multidisciplinar que ha permitido incorporar las miradas desde la psiquiatría, la psicología clínica, la enfermería, el trabajo social y, lo más importante, los pacientes y sus familiares. Y también con un comité institucional representado por todas las comunidades y ciudades autónomas que lo han aprobado por unanimidad. Y también hemos contado con la participación de 25 entidades, incluyendo asociaciones, federaciones, agrupaciones, sociedades científicas, consultoras independientes de referente en el ámbito de la salud mental. Esta estrategia sale, insisto, con el acuerdo de todos y creo que debemos felicitarnos por ser capaces, entre todos, de construir el consenso y el progreso en un tema tan importante como el de la salud mental.
Comentarles que la primera estrategia de salud mental que se aprobó allá en el año 2006 surgió de una profunda reforma en la mirada hacia la salud mental. Ese cambio, incluido en aquel momento, ha continuado en evolución, permitiéndonos hoy tener una mirada más compleja, una mirada también más integral y más acertada.
Este documento es, sobre todo, un marco estratégico, un marco estratégico que tiene metas claras, entre ellas, mejorar la autonomía, reducir el estigma, muy importante y también limitar al máximo las intervenciones involuntarias. Queremos que los pacientes se recuperen en el más estricto sentido y ambicioso de la palabra. Esta estrategia supone muchas cosas, pero especialmente, supone un paso decisivo que se desprende de la visión estratégica sobre la salud mental, incorporando 10 líneas de acción desde un marco de derechos de la ciudadanía, integración social y lucha contra el estigma.
Se trata, como les decía, de una estrategia que pone a la persona en el centro de la recuperación, desde el respeto de los derechos humanos, insisto en esta cuestión, para abordar los principales aspectos de la salud mental en nuestro país.
Algunos de estos aspectos más destacables son los siguientes:
En primer lugar, la necesidad de incorporar y asegurar la autonomía y los derechos del paciente, situando a éste en el epicentro del tratamiento y en el proceso de recuperación. Pero también algo que nos golpea y es la prevención, la detección precoz y la atención a las personas con conducta suicida, mejorando las capacidades de los profesionales sanitarios en la detección del riesgo de suicidio y la coordinación entre los recursos y los niveles asistenciales. El suicidio es un problema de salud pública y la primera causa externa de mortalidad.También en la mejora de la salud mental en la infancia y en la adolescencia. Que apoye los recursos educativos en la promoción de la salud mental y en la educación para la prevención y la eliminación del estigma. Porque sabemos que es importante proteger esta etapa de la vida para construir un futuro pleno, digno y saludable, y, por eso el Gobierno de España se ha anticipado y aprobado la especialidad en psiquiatría infantil y de la adolescencia, como saben, una especialidad muy demandada y que ya formará parte de la próxima oferta en la formación sanitaria especializada, como nos hemos comprometido. Y también esta estrategia recoge una línea específica para el apoyo a la intervención familiar, muy importante, porque no solamente hay que intervenir, ayudar a las personas que tienen ese trastorno de salud mental, sino especialmente, a las familias, que son el sostén y el apoyo fundamental, estableciendo modelos de cooperación con el personal sanitario y de coordinación, que asegure la autonomía y el apoyo familiar.
Y por supuesto, un análisis de las consecuencias de la pandemia por la COVID19 en la salud mental y que incorporen las lecciones aprendidas. Sabemos que esta pandemia nos ha golpeado a todos, pero especialmente, especialmente ha golpeado a las personas más vulnerables, aquellas que tenían problemas de salud previo o aquellos colectivos que ya sufrían discriminación o situaciones de vulnerabilidad.
Entre los principios que destacan de esta estrategia, quiero hacer hincapié en que tiene un enfoque de género, muy importante, la primera vez que la estrategia de salud mental participa de un enfoque de género, pero también de la continuidad asistencial y de cuidado y la recuperación y el tratamiento individualizado.
Esta estrategia, concluyo, es el marco a partir del cual se van a ir desarrollando muchos planes de acción que concreten la acción determinada y sobre todo a lo largo de este periodo 21-26. Es el marco, por tanto, el que inscribir acciones concretas como las que ha anunciado el presidente Sánchez con un plan, Primer Plan de Acción de Salud Mental y COVID, dotado con 100 millones de euros de aquí al año 23, y que además ya tiene consignación presupuestaria en los Presupuestos Generales para el año 22.
Como ven, hemos pasado del silencio al debate, y el debate a la acción. Como dice el presidente, estamos en la urgencia de lo importante.
Y quiero, me van a permitir, reconocer y agradecer a todas las personas, a todas las instituciones, a todas las entidades que han hecho posible esta estrategia. Y también les quiero agradecer a ustedes, a los medios de comunicación, por la importante labor que realizan para contribuir a que hablemos con normalidad de la salud mental.
Concluyo con una frase del presidente que dice: "Necesitamos una sociedad que no discrimine, que facilite y alivie la vida de quienes sufren ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental. Afrontemos el reto desde la concienciación social y desde el compromiso sanitario y político"
Y también me van a permitir que comente brevemente, portavoz, ministra, que hemos aprobado una subvención a la Federación Española de Municipios y Provincias por importe de 18 millones de euros para la creación y rehabilitación de espacios saludables a las entidades locales que forman la Red Española de Ciudades Saludables. Forma parte del componente 18, el componente asociado al Ministerio de Sanidad, para reforzar acciones que inciden en la promoción de estilos de vida saludable y concretamente, la creación de espacios que inviten, por ejemplo, a la actividad física, al uso de la bicicleta y tantos aquellos otros como la educación infantil, también la adolescencia para hacer pedagogía, en lo que tenemos que insistir. Muchas gracias.