Buenas tardes a todos y a todas. Me acompaña en esta rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Como saben, esta mañana hemos celebrado un Consejo de Ministros extraordinario con el objetivo de aprobar la prórroga del Estado de Alarma, una vez que el Gobierno, como saben todos ustedes, obtuvo el visto bueno del Congreso de los Diputados el miércoles.
Hemos venido explicando a lo largo de días que el Estado de Alarma es una medida excepcional para los días excepcionales que también estamos viviendo. No nos cansaremos de agradecer al conjunto de la sociedad española el sacrificio y el compromiso a la hora de cumplir con el aislamiento social, a pesar de los inconvenientes y trastornos que conlleva, de los que todos somos conscientes.
Este Real Decreto prórroga este Estado de Alarma hasta el próximo día 11 de abril, e incluye una nueva disposición por la que el Gobierno remitirá, semanalmente, al Congreso información sobre las medidas que se vayan adoptando y valoración de su eficacia para contener el virus COVID-19, para ganar, en definitiva, la batalla a esta enfermedad y por tanto mitigar en paralelo su impacto, económico y social y por supuesto sanitario.
Somos perfectamente conscientes de que estamos pidiendo ahora un enorme esfuerzo, se trata de añadir, sumar otros 15 días de confinamiento en casa, hasta el 11 de abril.
Les puedo asegurar que es un esfuerzo imprescindible para contener la propagación del virus, frenar su expansión, y en definitiva seguir ganando tiempo para que nuestro sistema sanitario mantenga integra su capacidad de respuesta asistencial, y pueda atender a la totalidad de personas enfermas.
Tampoco nos vamos a cansar de expresar nuestras condolencias a todas las personas que están perdiendo a familiares y a sus seres queridos en estos días. Creo que no hay palabras para definir el dolor, el sufrimiento y la pérdida que sufren miles y miles de compatriotas a los que toda España quiere hacer llegar su afecto, su apoyo y solidaridad, en estos momentos tan difíciles.
Esta crisis está poniendo a prueba las costuras de nuestro país, modificando yo diría hasta límites inimaginables nuestras vidas, redefiniendo las prioridades que teníamos hace tan sólo unas semanas, hasta hace unos pocos días.
Pero hay que permanecer inalterables, tenemos que seguir teniendo la fortaleza que venimos demostrando como sociedad cívica, que es responsable y que sobre todo es solidaria. Si actuamos unidos, si todos y cada uno de nosotros desarrollamos nuestro papel con responsabilidad y con eficacia, todos en nuestro ámbito de responsabilidad, no cabe duda de que saldremos de esta crisis en menor tiempo y de que lo haremos con mayor eficacia.
Este Gobierno en este sentido quiere agradecer la solidaridad del conjunto del Sistema Nacional de Salud con las comunidades que en cada momento están viviendo de forma más intensa esta epidemia, en concreto en los últimos días con la comunidad de Madrid, que es la más afectada por la propagación del virus.
La crisis viene demostrando que somos más fuertes cuando trabajamos unidos, que tenemos más capacidad cuando dejamos atrás el individualismo.
Y el Gobierno está dirigiendo y orientando todos los recursos del país para conseguir que esta crisis temporal dure lo menos posible y también tenga el menor coste posible, en términos sociales, en términos por tanto de calidad de vida.
Porque es muy importante que ganemos al virus, pero también lo es que lo hagamos sin dejar a nadie atrás, es decir, protegiendo a quienes están en una situación de mayor vulnerabilidad social, laboral o económica. En estos momentos es clave la coordinación entre administraciones y les puedo anunciar que el presidente del Gobierno se reunirá por videoconferencia este domingo con los presidentes autonómicos, será la tercera reunión que mantienen para aunar, para sumar, para coordinar los esfuerzos.
Saben también que el presidente del Gobierno ha desplegado una intensa agenda internacional para intentar impulsar una respuesta global y coordinada a una pandemia global tanto al nivel del G20 como dentro de la Unión Europea, y lo hemos dicho desde el principio, esta crisis no se resolverá si cada país decide actuar por su cuenta y no mantiene actuaciones coordinadas.
El daño de la pandemia, como venimos diciendo, es global, nos afecta a todos, y por ello defendemos que las medidas económicas, las medidas fiscales, pero también las que se relacionan con la investigación, con el conocimiento de la enfermedad, respondan a la coordinación y a un mínimo consenso.
No es tiempo de reproches, ni tampoco de practicar el ventajismo o el oportunismo. Es tiempo de acción coordinada y de respuesta ágil. Sólo y exclusivamente este Gobierno está concentrado en esa tarea. Vivimos una situación de extraordinaria gravedad, sin precedentes, que requiere así mismo medidas excepcionales y urgentes, soluciones excepcionales y urgentes. Soluciones nuevas para una situación que es nueva para todos, para todos los países, para el conjunto del Mundo.
De hecho, en el día de ayer los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea analizaron medidas para limitar la propagación del virus y sobre todo promover la investigación de la vacuna, se planteó en la reunión el ofrecimiento de ayuda a los ciudadanos europeos que se encuentran actualmente fuera de la Unión.
Sin embargo, los aspectos más decisivos para abordar el impacto socioeconómico de la crisis no consiguieron, desde nuestro punto de vista, el consenso necesario y por tanto se emplazaron a una nueva reunión dentro de dos semanas.
El Gobierno de España, el presidente Sánchez, junto a otros gobiernos europeos, está demandando una respuesta clara, contundente, eficaz de una financiación a medio y largo plazo. Y el presidente del Gobierno lo expresó ayer de forma muy clara: "No se pueden cometer los mismos errores de la crisis financiera de 2008, que sembraron semillas de desafección y de división con el proyecto europeo y provocaron el ascenso del populismo. Debemos aprender esa lección". Creo que esas palabras expresan de forma bastante clara cuáles son las cuestiones prioritarias que tiene que abordar la Unión Europea para que, todos juntos, seamos capaces de ganar la batalla a este virus.
La Unión Europea es sinónimo de solidaridad y bienestar y no puede, en una situación de emergencia sanitaria como la actual, dar la espalda a sus ciudadanos. Nunca nos lo perdonarían. Es ahora, más que nunca, cuando se tiene, cuando se necesita, una Europa fuerte que visibilice que los Estados miembros somos capaces de responder de forma decidida, de forma eficaz y unida a esta crisis.
Esperamos y confiamos en que finalmente habrá acuerdo en Europa y desde luego desde nuestro país, desde España trabajaremos de forma incansable para que así sea, porque creemos, firmemente, que el proyecto europeo, basado en el bienestar de la ciudadanía y en la cooperación es el proyecto que tenemos que impulsar.
Una Europa que actúa para proteger a sus ciudadanos, en este momento, ahora, cuando hay que dar una respuesta urgente y decidida a la crisis sanitaria y, también pensando en el futuro, pensando en la recuperación y en las inversiones que serán necesarias para recuperar un crecimiento robusto.
Así mismo el Consejo de Ministros ha adoptado medidas en el ámbito laboral que tienen como objetivo prioritario facilitar los requisitos necesarios y condiciones para que esta crisis sanitaria sea un paréntesis en el ámbito económico, y no suponga una erosión más importante que la necesaria en el sector productivo, se trata de que las empresas que se enfrentan a dificultades opten por el ajuste temporal del empleo y puedan reanudar su actividad económica una vez pasada la crisis sanitaria.
Igualmente trabajamos para agilizar los procedimientos y los trámites, posibilitando que los trabajadores cobren sus prestaciones en el menor plazo de tiempo posible. Para todo ello y para dar más detalles sobre cada una de esas cuestiones voy a pasar en primer lugar la palabra al ministro de Sanidad Salvador Illa y posteriormente a la ministra de Trabajo Yolanda Díaz.