Buenas tardes y, como siempre, muchas gracias por estar aquí para cumplir sus funciones a la finalización del Consejo de Ministros del día de hoy.
Estamos delante de una semana que está a punto de finalizar y que es una semana bastante negra. En cinco días, todo apunta -esperemos la última confirmación- a cuatro asesinatos de mujeres, incluida la hipótesis también en este momento un niño de 11 años que haya podido ser también asesinado por violencia de género en nuestro país. Esta es una circunstancia no solamente trágica y dolorosa para encarar el funcionamiento pacífico y cotidiano de nuestro modelo de convivencia y de la firmeza con la que hemos de estar, no solamente toda la ciudadanía, sino también todas las instituciones y todos los poderes públicos frente a la violencia de género a la violencia machista y al terror que esto significa para las mujeres y para los menores. Sin duda, hemos de hacer mucho más esfuerzo atendiendo a la hipótesis que tenemos ahora mismo de este niño de 11 años, si se corrobora, muchos más esfuerzos en la dirección política y normativa que nos permita proteger a los menores por encima de cualquier otra circunstancia, cuestión o valoración. Desde los criterios del Gobierno y del propio partido que nos sostiene como Gobierno del Partido Socialista, hemos puesto en numerosas ocasiones la posibilidad de una revisión de las visitas que, en el caso de los progenitores separados o divorciados, puedan poner en riesgo la seguridad de los menores. Sabemos que esa es una línea de trabajo en la que tenemos diferencias con otros partidos políticos, pero hay que seguir en esta única dirección posible que es la de colocar los valores superiores de los menores por encima de cualquier otra cuestión en nuestro orden de convivencia, en nuestro orden de trabajo político pero, sobre todo, también en la protección pública y normativa intensa. De corroborarse esta circunstancia de este niño, serían dos menores asesinados este año y 29 desde que tenemos estadísticas desde el 2003. Esto tiñe rotundamente de negro la semana, que ahora termina.
Dicho esto, que es nuestra principal preocupación en este momento, haré un balance del conjunto de cuestiones que han ido aconteciendo a lo largo de la semana siendo muy principal como es lógico y todos tenemos en la cabeza, la investidura, obviamente no alcanzada, por nuestro candidato y el resto de cuestiones que nos preocupan como Gobierno, como Gobierno en funciones, en el orden cotidiano del trabajo constante en el día a día de la eficiencia de lo que corresponda al Gobierno de la Nación para el funcionamiento de nuestro país y también de algunas cuestiones que han sido objeto de decisión hoy en el Consejo de Ministros. El Partido Socialista ha alcanzado, en las dos citas electorales del 28 de abril y el 26 de mayo, una rotunda y clara victoria electoral, como es sabido. A distancia muy considerable del resto de las fuerzas políticas, evidentemente, sin alcanzar con la cifra de escaños suficientes para alcanzar la investidura que no ha podido ser de nuestro presidente en funciones y candidato, pero eso ha significado para nosotros: primero, una lectura respetuosa y correcta de las urnas, las urnas querían dos cosas seguramente que hubiera Gobierno ya en funciones y que el Gobierno fuera socialista. Nosotros hemos hecho todo lo que correspondía a esa lectura: poner en marcha a través del mecanismo constitucional del artículo 99 a un candidato, someternos a una sesión de investidura, pedirle a todos los grupos parlamentarios la parte del trabajo que le correspondía porque las urnas también hablaron para ellos y, naturalmente, intentar un acuerdo negociando con una fuerza afín para alcanzar la cifra de escaños que nos permitieran estar en este momento con un presidente investido, o a punto de investirse, para formar Gobierno. No ha podido ser pero no ha podido ser por la situación de falta de asunción de sus responsabilidades de los dos partidos de derechas que han estado de brazos caídos durante todo este tiempo sin asumir una sola de las responsabilidades en las que las urnas también les colocaban. Les colocaban a impedir un Gobierno que se hundiera o tuviera que abdicar con una situación que nunca es querida para nosotros en relación a los partidos independentistas. Tampoco, han movido una sola pieza para que, en este momento, estemos sin candidato. Ya, nadie es candidato en este momento a la Presidencia del Gobierno España. Es lo que dice nuestra Constitución. Somos quienes lo hemos intentado porque nos correspondía pero lo hemos hecho con responsabilidad, con seriedad, y con la mayor dosis de eficacia que hemos podido. Y ahora serán otros quienes tendrán que enfrentarse también a su propia realidad, a sus propias responsabilidades y, particularmente, a la más importante a lo que los ciudadanos estén observando y concluyendo de cada uno de nosotros y del trabajo que cada uno de nosotros estamos aportando a la gobernabilidad de España. El mecanismo de nuestra Constitución ya trabaja, por sí solo y de no alcanzar ningún candidato el respaldo del Congreso de los Diputados antes del 23 de septiembre; como todos sabemos, las elecciones se convocarán automáticamente. No habrá sido por el deseo de este partido, que sustenta al Gobierno que hemos querido alcanzar el Gobierno de España porque hemos entendido que era la voluntad que había dejado escrita en las urnas y en las papeletas la mayoría suficiente de la ciudadanía de nuestro país. Pero, como dijo el presidente anoche, no tiramos la toalla de ningún modo. Mantenemos el entusiasmo, el compromiso y la capacidad de trabajo intactos desde el minuto uno en que asumimos la responsabilidad del Gobierno de España, a lo largo del final de la última legislatura, del tiempo que llevamos en funciones, lo hacemos cada día y así lo vamos a hacer en cada instante. En aquellas cuestiones del contexto de la política española y de la política internacional donde España se sitúa y alguna nos preocupa. Y, naturalmente, en el orden cotidiano, limitados como estamos, en nuestra condición de Gobierno en funciones. Ya querríamos no tener esta limitación y estar la semana que viene con un nuevo gobierno conformado al albur de lo que las urnas nos han dicho.
Nos preocupa enormemente que el Reino Unido. En este momento, todos podemos deducirlo fácilmente se encare al 31 de octubre como una salida abrupta del Reino Unido de la Unión Europea. Nos preocupa. Estamos preparados, hicimos nuestras tareas preventivamente con diligencia, pero esto no quita un ápice para la preocupación que tenemos, como Gobierno en funciones, llegado ese día en relación a los intereses de nuestro país. Son los intereses de nuestros compatriotas en el Reino Unido, que son muchos, de los británicos en nuestro país, que son también muchos, y de los intereses económicos y comerciales cruzados entre nuestros respectivos países. El presidente ha dicho en numerosas ocasiones que esta es una situación lamentable, desgraciada, no querida, desde luego por el Gobierno socialista de España, y es que el Reino Unido abandone la Unión Europea. En muchas ocasiones, hemos dicho que quienes trabajaron con mentiras fabricadas para el sí al Brexit, que ha encallado de una manera absolutamente sorprendente de esa admirable democracia histórica que siempre ha sido un Reino Unido, que ha metido a la propia sociedad británica en una situación absolutamente endemoniada para la propia política británica pero también para la propia Unión Europea. Y, como Gobierno en funciones, nos gustaría trasladar la ocupación de nuestro trabajo, pero también la preocupación que significa para nosotros que el 31 de octubre este país tenga un Gobierno en funciones para afrontar esta situación.
Nos preocupa también, no la vamos a soslayar la situación en la que vayamos a afrontar como Gobierno de España, como Estado y como sociedad democrática las sentencias que están cercanas, por todo lo que apunta a la finalización del proceso, y que van a afectar a los líderes independentistas que tienen en este momento la respuesta de los tribunales de justicia mediante sentencia. Estaremos también, seguramente, si los demás no asumen su parte de la tarea, en funciones para dar respuesta de manera cohesionada, con altura de Estado, con tranquilidad del funcionamiento de una democracia y de la independencia de la justicia de una democracia como la española. Nos preocupa. Nos gustará que, en ese momento, no haya Gobierno en funciones y nos gustará poder dar una respuesta absolutamente tranquilizadora a lo que otros intentaran reaccionar como inquietud, para asuntos tan mayores como significa la cohesión, la convivencia y, naturalmente, la calidad de la democracia española. Nos cogerá también en esta situación, si los demás - repito- no empiezan en este momento, desde ayer a hoy a hacer el trabajo que les corresponde por su país.
Es verdad que, en esta semana, hemos tenido también unos datos que son unos datos muy reconfortantes para saber que tenemos un país absolutamente admirable y consistente en su economía, en su capacidad de hacer cada día el trabajo, cada uno de nosotros y de una sociedad absolutamente plena y brillante, como corresponde a la democracia que somos en Europa y en el mundo, porque la EPA nos ha dicho que estamos prácticamente en 20 millones de empleados. Nos ha dicho que, por primera vez , el empleo femenino avanza más que el masculino como corresponde para seguir deconstruyendo la brecha laboral que, no solamente es brecha salarial y brecha de pensiones, brecha injusta de género sino también brecha de empleo con más de 9 millones de mujeres ocupadas, que dejan nuestra tasa de desempleo en el 14 % , que está muy lejos. Hay que remontarse a una década para encontrar esta tasa de desempleo y esto nos motiva todavía más para seguir trabajando en el ámbito capital del horizonte positivo de un país que es tener empleo para que cada cual pueda construir su propio proyecto de vida. Nos anima enormemente.
Y en este análisis de lo ocurrido, de la situación en la que estamos, nosotros seguimos trabajando con las limitaciones de un Gobierno en funciones pero repito con la plenitud de esfuerzo y de entusiasmo que traíamos para gobernar España desde el minuto uno. Todos y cada uno de los ministerios y naturalmente el esfuerzo de dirección constante del presidente en funciones. Hoy hemos aprobado, en materia de infraestructuras, una cantidad importante, de la que yo destacaré dos espacios que me parecen muy importantes. Hemos aprobado casi cien millones para mejorar la red ferroviaria en términos de conservación y de mantenimiento. Ustedes saben y todo el mundo puede saber, que durante los años más penosos de la crisis, el déficit de inversiones en algunos equipamientos importantes para entender nuestro país han hecho un deterioro notable en muchos de los elementos que forman parte de las comunicaciones. Éste es uno. Y hoy tenemos un dato importante que quiero destacar, entre otros, pero que va a afectar al proyecto de mejora de Rodalies en Barcelona porque es el tramo que une Manresa con Barcelona Sants y Sant Vicenç Calders con casi 100 millones y que ha sido una reivindicación y un escollo importante en las inversiones para Cataluña y, naturalmente, para la mejora de las comunicaciones.
Hoy tenemos también una inversión importante de casi 43 millones, para este ejercicio para el siguiente, y que tiene que ver con el suministro de combustible para todo nuestro transporte ferroviario. Seguir avanzando y seguir poniendo las plataformas constantes no solamente de la movilidad de las personas, pero también de la movilidad de bienes, servicios, mercancías es seguir trabajando por el sostenimiento robusto de la economía española, donde todos los indicadores ajenos al propio Gobierno nos siguen poniendo en una tesitura positiva de la fortaleza que tenemos, que es la única forma como todo el mundo también puede deducir de seguir generando empleo. Es verdad y yo no lo ahorraré que tenemos siempre, y casi de manera endémica desde que se inició esta crisis, la calidad del empleo, los contratos indefinidos, la subida de los salarios que es donde tenemos que seguir trabajando en la fortaleza de lo que representa el empleo en la economía, de lo que representan las cotizaciones para sostener las pensiones y de lo que representan la dinamización de una economía como la nuestra la subida del salario, habiendo empezado por la subida del salario mínimo interprofesional que a todas luces ha beneficiado la economía española frente a quienes nos dijeron que sería justo lo contrario. Somos un Gobierno que trabaja constantemente en las profundidades de lo que tiene que seguir mejorando la sociedad española y de donde se reparten los mejores espacios para seguir construyendo calidad en nuestro estado de bienestar que es la mejor manera de garantizar igualdad entre españoles.
Ha habido también decisiones en el ámbito de Sanidad y de Asuntos Exteriores y, particularmente, en el ministerio de Hacienda con la agilización de expedientes y de modificaciones que nos permiten, cada día y a cada semana, por el calendario, responder aquellas cuestiones que están calendarizadas como, por ejemplo, las becas. Todo esto forma parte de la agilidad y de la eficiencia que, aun estando en funciones, para nosotros significa una responsabilidad honrosa de seguir trabajando por nuestro país, de seguir mejorando las condiciones de nuestros compatriotas en las que hay todavía muchas dificultades y en las que nos gustaría, sinceramente, como también dijo ayer el presidente: cuanto antes, mejor poder estar a plenitud de potencia.
Estas son las cuestiones principales y la que más nos preocupa es la que ha iniciado esta comparecencia ante ustedes y ahora estoy a su disposición, como es natural. Gracias.