Rueda de prensa tras el Consejo de Ministos

Intervención de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero

11.1.2019

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Sra. Montero.- Muchas gracias. Buenos días a todos y a todas. Feliz Año Nuevo.

Como ya ha anticipado la ministra portavoz y mi compañera Calviño, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2019. Una ley en la que el Gobierno venía trabajando intensamente desde que conformamos el Ejecutivo, hace siete meses, y que recoge la voluntad del presidente de recuperar la confianza de la ciudadanía en la utilidad de la política.

En el valor de la política para resolver problemas cotidianos que tienen nuestros conciudadanos y en la obligación que tenemos los responsables de las Administraciones Públicas de escuchar, de atender las urgencias y las necesidades del país anteponiendo siempre el bienestar colectivo, el progreso como sociedad o la eficiencia en el uso de los recursos públicos. Y cómo no, la obligación de mejorar la rendición de cuentas.

Por eso quería, antes de entrar en el detalle de los números que configuran estos Presupuestos, comentarles un par de cuestiones que creo esenciales en el marco, en el paraguas que recogen estas cifras y, sobre todo, dirigidas a los ciudadanos que nos estén escuchando, para que conozcan cómo se ha elaborado este Presupuesto, cuál es su arquitectura y qué objetivos prioritarios se marca.

Lo primero que quiero trasladarle es que estos Presupuestos marcan un punto de inflexión claro en la política económica y presupuestaria que se ha seguido en este país en los últimos años. Porque, de hecho, hacemos compatible la consolidación fiscal, con el incremento del gasto público, redistribuyendo la riqueza y poniendo las bases de un modelo de crecimiento económico más inclusivo, inteligente y sostenible, como decía la ministra de Economía.

Los ciudadanos de este país ya han visto como después de la crisis, el crecimiento de la economía no ha implicado mejoras sustantivas en sus vidas, no se conseguía un empleo estable de calidad, no se recuperaba poder adquisitivo; los servicios públicos fundamentales se han ido deteriorando, y se iban perdiendo derechos que se creían consolidados en donde la brecha de la desigualdad, probablemente es la expresión más certera.

Sin embargo, todo el esfuerzo y el sacrificio exigidos no sirvieron para que España saliera del procedimiento de déficit excesivo ni para amortiguar de manera considerable nuestro nivel de endeudamiento. Por eso, estos Presupuestos pretenden corregir estos desequilibrios con políticas que combaten la desigualdad, no solo por una cuestión de justicia social, que ya sería suficiente, sino también como un antídoto, o como una vacuna frente al caldo de cultivo del que, desgraciadamente, se están nutriendo los populismos, como vemos cada día con mayor frecuencia.

Es imprescindible impulsar con estos Presupuestos un cambio estratégico del modelo económico que apuesta realmente por la innovación y el desarrollo como motor de crecimiento y como elemento diferencial de competitividad, y no por la devaluación de los salarios de los trabajadores, si queremos ser un país competitivo.

En paralelo, tenemos que recuperar la fortaleza de nuestra clase media y también de la clase trabajadora con empleos y salarios dignos que favorezcan el consumo y el dinamismo del tejido productivo, que permita que el escalón que retrocedió la clase media con motivo de la crisis se pueda superar para que puedan disfrutar de un mayor nivel de vida y, por tanto de un proyecto más acorde con sus expectativas.

Por ello, planteamos medidas fiscales que buscan redistribuir la riqueza protegiendo a la pequeña y mediana empresa, a las rentas medias y a las rentas bajas, al tiempo que defendemos un Estado de bienestar fuerte, con servicios de calidad, que yo diría que tiendan a la excelencia, donde la ciudadanía tenga la garantía de un colchón de seguridad que permita estar satisfecho en la experiencia personal de cada uno con la sanidad, la educación o la dependencia. Y, también, y espero que sí, orgullosos de contribuir al bienestar colectivo.

En este sentido, los Presupuestos que hoy hemos presentado, y que como decía la ministra de Economía, entregaremos el lunes al Congreso de los Diputados, son ese reflejo de la voluntad de este Gobierno para poner a las personas, a los ciudadanos, en el centro de la actuación política. Yo diría que esta no es una frase retórica, lo pueden comprobar en cada uno de los números, porque hay medidas concretas en la que muchas personas van a poder verse reflejados en su día a día, en materia de becas, de acceso a la vivienda, de medicinas que compran en la farmacia o de la pensión que cobran cada mes.

La segunda cuestión sobre la que quería llamar brevemente la atención es el respeto de este Presupuesto a los principios de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea. Saben que hace apenas una semana, el Congreso de los Diputados votó a favor de la senda de estabilidad que habíamos planteado desde el Gobierno y que, sin embargo, el Senado negó, días más tarde, usando una capacidad de veto singular introducida por el PP, en el procedimiento legislativo.

Como saben, organismos nacionales e internacionales alertaron de que el objetivo de estabilidad para el año 2018, aquel que aprobó el Partido Popular y Ciudadanos, era irreal. Y ya en marzo del año pasado, estos organismos avisaron de que el déficit para este año se iría en torno al 2,7% del PIB. Ante esta situación, el Gobierno entendió que era necesario revisar esta senda y aprobó una nueva, que ustedes conocen, porque hemos ido dando debida cuenta.

Lamentablemente, Partido Popular y Ciudadanos antepusieron sus intereses electorales a los de España y han exigido un ajuste presupuestario más severo del que los organismos internacionales consideraban razonables. Por eso, hemos presentado unas cuentas públicas, un Presupuesto que se elabora con el objetivo de déficit antiguo, del 1,3%, frente al 1,8% que proponía el Gobierno. De estas cinco décimas, recuerdan ustedes, que una corresponde al Estado central, es decir, a los Presupuestos de los que hablamos en el día de hoy. Dos, a la seguridad social, y dos a las Comunidades Autónomas.

Por tanto, los mayores perjudicados de esta maniobra de PP y Ciudadanos han sido justamente estas últimas Administraciones.

No obstante, les adelanto que este Gobierno no renuncia, de ninguna manera, a sacar adelante esta senda de estabilidad que cuenta con la mayoría del Congreso y que responde a las necesidades de la economía española.

Sin embargo, como España necesita ya unos nuevos Presupuestos que combatan esta desigualdad, que devuelvan la confianza en la política, que revierta estos años de recorte, hemos asumido y amoldado las cuentas al objetivo de estabilidad vigente.

Entrando ya de lleno en la parte explicativa del Presupuesto del Estado, el texto de gasto no financiero aumenta un 4,4% hasta los 125.064 millones. Es un incremento relevante que fortalecerá nuestro Estado de bienestar, que se sustenta en la mejora de la recaudación fiscal, por efecto del ciclo económico y, también, por las medidas tributarias de nuevo cuño, que ha aprobado este Gobierno.

Como pueden ver en esta presentación, la recaudación tributaria total, el año pasado ascendió a 207.610 millones, ligeramente inferior a las partidas presupuestadas.

Y quiero destacar la buena evolución registrada, especialmente en el último trimestre del año, lo que evidencia que los augurios catastrofistas que la derecha lanzó, tras la moción de censura, no se han cumplido. Les doy un dato. En el primer semestre del año la recaudación aumentó un 4%; en el segundo semestre avanzó casi un 11%.

Para 2019, la previsión es que los ingresos tributarios alcancen los 227.356 millones de euros. Un 9,5% más que en el año anterior. Si se elimina el efecto de los cambios relacionados con el sistema de información, el suministro inmediato de información del IVA, el aumento de la recaudación sería del 7,3%. Este incremento descansa en la mejora de las bases imponibles, es decir, en la mayor actividad económica la que actuará de locomotora de la recaudación fiscal.

Como he dicho anteriormente, esta política fiscal, que avanza hacia un modelo impositivo más justo y redistributivo, también tiene en cuenta las nuevas figuras fiscales que se diseñaron como motivo de la fiscalidad del siglo XXI, que conocen ustedes, porque se presentó y se aprobó en el Consejo de Ministros, y que, por tanto, forman parte, también, de este Proyecto de Presupuesto.

Esta es la fórmula para construir una sociedad más justa y más solidaria a cuya pedagogía no renunciamos, porque el debate sobre la fiscalidad de un país, es nuclear en su configuración y en su cohesión, y no puedo dejar de advertir que quienes propugnan una carrera fiscal a la baja, en realidad están defendiendo el fin de la igualdad de oportunidades. La desaparición del Estado de bienestar como garante de los derechos de la ciudadanía. Por eso, la opción de este Gobierno siempre ha sido clara, apostando por una fiscalidad justa y progresiva, donde quienes más riquezas tienen contribuyan más para que todos avancemos en conjunto.

Como pueden ver en este cuadro, todas las figuras tributarias aumentarán su recaudación, destacando especialmente el impuesto sobre Sociedades. Yo diría que esto no es una casualidad,: el Gobierno ha defendido medidas fiscales para elevar la aportación de las grandes empresas, aquellas que facturan por encima de 20 millones de euros, que, en algunas ocasiones, se encuentran muy por debajo de las que realizan las pequeñas y medianas empresas o las que realiza un trabajador medio.

De hecho, la recaudación del Impuesto sobre Sociedades aumentará un 14,1% hasta los 27.579 millones de euros.

La recaudación por IVA subirá un 4,9%, una mejora que se explica, fundamentalmente, por el incremento de los salarios medios y por las medidas aprobadas por el Gobierno para que las rentas más altas, por encima de 130.000 euros, aporten más.

En el IVA, la recaudación aumentará un 11,7%, pero en términos homogéneos lo hará en un 5,1%.

Hay que tener en cuenta que los cambios del sistema de información del IVA provocan que, en términos presupuestarios, se contabilicen 13 meses de recaudación en el año 2019. Y esto, como les decía, es un elemento que propicia, fundamentalmente, que las comunidades autónomas puedan tener unas transferencias a cuenta más acordes, como decía, con las necesidades de gasto que este subsector tiene planteadas.

La mejora de esta recaudación es una pieza angular para mejorar este Estado de bienestar y se explica por el crecimiento económico y por las medidas fiscales que les decía, que ha aprobado este Gobierno, incluyendo el cambio en el sistema de información del IVA.

Los Presupuestos que aprobamos también en el día de hoy contemplan la subida de dos puntos en el IRPF para rentas superiores a 130.000 euros; y de cuatro puntos para las que superan los 300.000. En el caso de las rentas de capital se incrementa cuatro puntos del tipo del IRPF para las rentas superiores a 140.000. Ambas medidas afectan a menos del 0,5% de los contribuyentes. Cifra que creo que pone de manifiesto que estamos impulsando una fiscalidad que protege a la clase media de este país y que contribuye a que disfruten de unos servicios públicos de calidad, que libera también renta disponible.

El cambio tributario, con mayor impacto que contempla el Presupuesto afecta a las grandes corporaciones y persigue acercar el tipo nominal al tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades. Con este fin, se limitan las exenciones a los dividendos y plusvalías, generados mayoritariamente en el exterior, y se establece una tributación mínima de un 15% sobre la base imponible y de un 18% sobre determinadas corporaciones.

El Impuesto de Patrimonio se incrementa un 1%, --se da la opción a comunidades autónomas para que lo hagan, y se aplicaría a rentas superiores a los 10 millones de euros. Como ven, el conjunto de medidas afecta a rentas elevadas o a grandes empresas. Pero, por el contra, para las pequeñas y medianas empresas se incluye una rebaja del tipo del 25 al 23% para empresas que facturan menos de un millón de euros. Esta no es la única rebaja tributaria, incorporamos en el Proyecto la rebaja del IVA de los productos de higiene femenina, que pasan del 10 al 4% y, también, en la perspectiva de género en el sistema fiscal, produciendo algunas exenciones para impulsar esta política.

El IVA de los servicios veterinarios, igualmente, bajará del 21 al 10%, y así mismo, el IVA de las revistas, libros y periódicos electrónicos que se reducirá al 4%, siguiendo la directiva europea y recibiendo el mismo trato de los formatos en papel.

Otro cambio relevante tiene que ver con la fiscalidad medioambiental. Siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, y en línea con las tendencias fiscales internacionales, el Gobierno reduce la actual bonificación de la que disfrutaba el diésel, respecto a la gasolina, en concreto, el Impuesto sobre gasóleo, aumentará en 3,8 céntimos por litro. Esto significa que para un consumidor medio aquel que realiza 15.000 kilómetros al año supondrá en torno a 3 euros al mes.

Les recuerdo que esta medida no tiene impacto en el gasóleo profesional, es decir, que quedarán fuera los profesionales del transporte, incluidos los profesionales agrarios. El incremento de esta recaudación se destinará, en parte, a subvencionar las políticas de movilidad sostenible, que este Gobierno quiere impulsar, parte renovando el parque, y parte, también impulsando a las empresas a que adopten medidas en este sentido.

Otras medidas que tendrán un impacto positivo en la recaudación serán los nuevos impuestos: el de Transacciones Financieras, el Impuesto Digital y, también, la Ley de Lucha Contra el Fraude. Una ley, que recuerdan, prohibirá las amnistías fiscales y limitará a mil euros los pagos en efectivo entre profesionales. No voy a insistir en todas estas medidas porque ya las hemos comentado a lo largo de estos meses previos.

También, como he apuntado, todas las medidas en su conjunto hacen que el modelo tributario sea más justo, redistributivo, nos acerque algo más a nuestra brecha de diferencia con Europa, aunque no logramos alcanzar ese nivel. Y, también, tenemos, en este momento, seguimos teniendo un país que se encuentra lejos de la media europea en ingreso público sobre el PIB.

Si bien, el próximo lunes conocerán ustedes las partidas de gasto con mayor detalles. Como suele ser habitual, en la presentación de los Presupuestos, quiero destacar algunas cifras que les permitirán comprobar que estas cuentas harán de España un país mejor. ¿Por qué? Porque básicamente, nuestros mayores tendrán pensiones más dignas que les ayudarán a recuperar su poder adquisitivo, porque habrá más recursos para luchar contra la peor y la más injusta de la pobreza, como es la pobreza infantil. Porque, a través del Salario Mínimo Interprofesional se combatirá un fenómeno perverso que implica que tener un trabajo ya no es garantía para abandonar la pobreza. Y, además, porque este Presupuesto persigue un crecimiento económico, una transición justa, un país mejor, que aumentará las becas para los estudiantes, más ayudas para material escolar, y más semanas de disfrute del permiso de paternidad para los padres, que pasa a ocho semanas, frente a las cinco que tenemos en la actualidad.

Especialmente valor cobran en este Presupuesto las políticas dirigidas a los jóvenes, básicamente por el Plan de Empleo Juvenil, que se dota con 670 millones de euros para este año. También, con políticas de acceso a la vivienda, 679 millones de euros más para que se pueda tener mayor derecho al acceso a una política en concepto de alquiler o de adquisición. Y, también, por la bajada de las tasas universitaria, que se plantea en su ley, en donde las comunidades autónomas no se ven encorsetadas por las medidas de recortes que se produjeron en el año 2012, volviendo las tasas universitarias a los niveles que teníamos previos a la crisis. Son competencias de las comunidades autónomas y lo que se hace es habilitar esa capacidad para que estas Administraciones puedan obrar en consecuencia.

Si nos fijamos en los capítulos de gasto consolidados del Estado, todos los epígrafes aumentan, salvo el de los gastos financieros que se reducen un 0,5%. Estos significará que España paga menos el próximo año por los intereses de la deuda pública, como ha explicado la ministra de Economía.

El resto de capítulos reflejan un incremento del esfuerzo del Estado. Por ejemplo, en gasto de personal, el Presupuesto consolidado aumenta un 3,9% hasta los 23.372 millones, una mejora que se explica por la mejora salarial de los empleados públicos, por el incremento de las plazas, de las ofertas públicas de empleo en sectores estratégicos, y, también, por las medidas de refuerzo de aquellos sectores en donde teníamos especiales dificultades.

Si leen ustedes el Presupuesto por área de gasto, observamos que el 57,3% del mismo es gasto social, y esto significa que es uno de los Presupuestos más alto de nuestra historia en gasto social.

La promoción de estas políticas no solamente queremos verlas con una política de gasto, sino que tiene que entenderse como una política de inversión en el papel estratégico que desempeña para asegurar la eficiencia económica de un país. Esto, sin duda, nos permitirá mejorar la productividad y también incrementar nuestra competitividad.

Algunas de las principales partidas que ven ustedes que incluye el Presupuesto: el gasto en pensiones, una partida que aumenta un 6,2% hasta los 153.864 millones. Se trata, como decía la ministra de Economía, de la mayor cifra de nuestra historia, porque todas las pensiones aumentarán, como mínimo un 1,6%, y las mínimas y no contributivas lo harán un 3%. Serán casi nueve millones de pensionistas los que tendrán una pensión más actualizada.

Asimismo, cobrarán en el primer trimestre, este colectivo, la paga compensatoria correspondiente a la actualización del IPC para el año 2018. En concreto, queremos que la cobren en la nómina del mes de febrero.
Además, las pensiones de viudedad se calcularán, a partir de ahora, con el 60% de la base reguladora, lo que implica cuatro puntos más que anteriormente. Esto beneficiará a casi medio millón de viudas mayores de 65 años, que verán incrementada en torno a un 7% su pensión.

De otro lado, se elimina el copago farmacéutico para los pensionistas más vulnerables beneficiando a 6,8 millones de personas. Serán aquellos pensionistas cuya renta sea inferior a 11.200 euros, y familias con, al menos un hijo a cargo, que cobren menos de 9.000 euros al año.

El gasto en dependencia, de otro lado, se incrementa un 59%. Sube 832 millones de euros alcanzando los 2.232. Quiero decirles que, nunca antes, el Gobierno de España había destinado tantos esfuerzos a la dependencia y, por tanto, estimulando la protección de los más vulnerables, pero también animando a que esta área se convierta en un ámbito de creación de empleo.

Las transferencias que se destinan a ayudas a las familias aumentan en 321 millones incluyendo el nuevo ingreso mínimo vital para combatir la pobreza infantil o las ayudas a comedores infantiles para menores extranjeros no acompañados.

En el ámbito de la familia y de igualdad, quiero destacar que el Presupuesto contempla elevar de cinco a ocho semanas el permiso de paternidad. Se trata de un incremento que nunca antes se había registrado para avanzar de forma progresiva en pos de la igualdad. Y permítanme que les recuerde que las prestaciones por maternidad y paternidad ya no tributarán en el IRPF, porque, actualmente, la Agencia Tributaria está devolviendo, precisamente, lo correspondiente al año 2014 hasta el 2017.

Siguiendo con las políticas de conciliación, los Presupuestos contemplan partidas para los ayuntamientos que promueven la universalización de las escuelas infantiles entre los 0 y 3 años. Esto será catalogado como inversión financieramente sostenible. Es decir, que los municipios podrán destinar parte de su superávit a este fin.

También servirá esta política para incrementar las plazas disponibles en la red pública al objeto de planificar por parte del Ministerio de Educación en conciliación con las comunidades autónomas una oferta que permita un ejercicio en el futuro universal de este derecho.

Las partidas para becas aumentan un 10%, hasta los 1.620 millones, y, también, la cobertura de libros de texto, que se duplica al pasar de 50 a 100 millones de euros.

El conjunto de la educación contará con un Presupuesto de 2.722 millones, un 5,9% más lo que pone en valor la apuesta que este Gobierno y su conjunto hace por una de las principales políticas transformadoras de nuestra sociedad.

La lucha contra la violencia de género, que se articula con distintos Departamentos, contará con 220 millones; 20 millones más que los Presupuestos anteriores. Nunca antes se habían destinado tantos recursos a combatir la lacra de la violencia machista.

El Presupuesto también recupera el subsidio por desempleo para mayores de 52 años, uno de los colectivos más golpeado por la crisis económica, con una medida que beneficiará a 114.000 personas.

Asimismo, por primera vez en cinco años el gasto público por desempleo aumentará, y eso, a pesar de que el número de parados, como ha comentado la ministra de Economía, descenderá.

Por tanto, este aumento se explica íntegramente por la ampliación de partidas sociales, para los desempleados. En concreto, subirán un 4%.

Resumiendo, el proyecto de Presupuestos que hoy ha aprobado el Consejo de Ministros contempla las mayores partidas de la historia para pensiones, dependencia, lucha contra la violencia de género, becas, o lucha contra la pobreza infantil. Un Presupuesto que refuerza a la familia y a las clases medias a través de medidas como el incremento de los permisos de paternidad o el impulso de la universalización de la escuela infantil.

Me permiten, por último, resaltar que los Presupuestos tienen, si me lo permiten, dos ejes que están íntimamente interconectados: Uno, social, que es el que acabamos de comentar, para permitir la protección de los colectivos más vulnerables. Y, otro, económico, que persigue que el Estado actúe, también, de palanca de modernización de la economía productiva, avanzando hacia un modelo más internacionalizado y más competitivo. O dicho de otra manera, si queremos preservar un Estado social, fuerte y robusto necesitamos que nuestra economía dé un salto cualitativo.

Para ello, las políticas vinculadas a la transición ecológica, a la preservación del medio ambiente, tienen un peso específico en este Presupuesto: la movilidad sostenible, la dinamización de determinadas comarcas, impulsando las energías limpias, las energías renovables, la eficiencia ambiental o la mejora de la calidad del aire son señas de identidad de este Presupuesto.

Por ello, el Gobierno ha aprobado reforzar partidas de gasto de vital importancia, como son la inversión en I+D+i, en investigación, alcanzando la inversión civil 6.729 millones, lo que supone un incremento del 5,6%.

Se trata, por tanto, de construir una España más moderna, más competitiva, haciendo del conocimiento y de la innovación de esta especialización inteligente nuestro valor diferencial.

Con ese mismo fin, de crecimiento económico, la política de infraestructura recibirá un impulso bastante relevante. Esta partida ascenderá a 7.572 millones, un 40% más.

La inversión, ya comprendiendo tanto infraestructura como otros ámbitos, alcanzará los 16.947 millones, un 14,6% más. Este gasto incluye también las inversiones que realiza el sector público empresarial. Quizás, destacar, que el Ministerio de Fomento, que dará debida cuenta el lunes en una presentación expresa en rueda de prensa de sus cifras, decía que la inversión de Fomento se incrementa un 26,9% para mejorar en la red ferroviaria, fundamentalmente, y en la red de cercanías.

En el ámbito de la industria y de la energía, el Presupuesto aumenta un 12% en partidas que nos permiten impulsar aquellas zonas que están en proceso de reconversión y favorecer las energías renovables y la eficiencia energética.

Otra prioridad en el aspecto económico es la política de vivienda, --como he dicho en el apartado de jóvenes--, en donde el Presupuesto contempla el acceso a la vivienda y el fomento de la edificación, sumando estos 670 millones más, lo que representa un 41% de subida de este Presupuesto. Es la mayor cifra en los últimos cinco años.

Y por último decir que la partida de Cultura, que sigue siendo para nosotros un elemento primordial, contempla partidas por 953 millones, lo que implica un crecimiento del 9,7%.

En el momento político actual, en el que formaciones radicales y nostálgicas de épocas oscuras apuestan por el revisionismo histórico, si me permiten esta expresión, el Presupuesto apuesta por la Memoria Histórica, dotando con 15 millones esta partida, para el derecho de reparación de las víctimas del franquismo.

Por último, la financiación territorial, --insisto, que el lunes daremos debida cuenta--, también se incrementa con esta propuesta presupuestaria alcanzando los 110.570 millones para comunidades autónomas, lo que representa un 6,2% más, para este nivel, y un 7,6% más para los ayuntamientos.

En definitiva, un proyecto de Presupuestos, el que ha aprobado el Gobierno en el día de hoy, que fortalecerá y modernizará nuestra economía, que contempla, --lo podrán ustedes comprobar--, medidas concretas, medidas tangibles que fomentarán esta igualdad de oportunidades, la cohesión territorial, la justicia social respetando los principios de estabilidad presupuestaria y reduciendo el déficit y la deuda pública.

Creemos que son los Presupuestos que necesita este país, porque demuestran que es posible hacer una política económica y presupuestaria diferente poniendo en el centro las necesidades de las personas. Por eso creemos que con estas cuentas públicas hay motivo para la esperanza y para la confianza porque se impone el sentido común, y no el ruido o el tacticismo cortoplacista al que algunas fuerzas políticas parece ser que se han abonado. Si reamente tenemos a los ciudadanos, sus problemas, en el centro de nuestros pensamientos, estoy convencida de que estos Presupuestos se aprobarán, verán la luz, y los ciudadanos de este país podrán disfrutar de mejores condiciones de vida.

Muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)