El Consejo de Ministros ha recibido un Informe del Ministro de Sanidad y Consumo sobre el Estudio Antropométrico de la Población Femenina en España, elaborado en el último año por el Instituto Nacional del Consumo y cuyos resultados ha presentado hoy el Ministro de Sanidad y Consumo, y que constituye un punto de partida para elaborar un nuevo patronaje para el sector textil y de la confección.
Las tallas actuales de la ropa, con modelos definidos antes del 1975, no se adecúan al perfil físico actual de las mujeres en España. Esta hipótesis fue la que llevó al Ministerio de Sanidad y Consumo a iniciar hace un año el Estudio Antropométrico. Ahora, la hipótesis es una certeza gracias a los resultados del estudio. El 41por 100 de las mujeres que han participado en la medición confiesa que tiene problemas siempre (10 por 100) o algunas veces (30 por 100) con las tallas de la ropa. De ellas, un 43 por 100 dice que se enfrenta a prendas pequeñas para su cuerpo y un 22 por 100 grandes. La dificultad para un 8 por 100 de las encuestadas es que su talla es muy común, lo que les complica encontrarla.
Colaboración del sector
La elaboración del Estudio Antropométrico forma parte del acuerdo suscrito en 2007 por el Ministerio de Sanidad y Consumo con las asociaciones y empresas de los sectores de confección, distribución, diseño de moda y género de punto en España. El objetivo es definir la forma y dimensiones del cuerpo de la mujer española y, partiendo de la norma EN 13402-3-2004, desarrollar un sistema de patronaje homogéneo, adaptado a las usuarias, que puedan utilizar todos los diseñadores, fabricantes y distribuidores.
Esa norma de designación de tallas para prendas de vestir, elaborada por la Unión Europea, es un texto de orientación para la industria textil. El texto no es de obligado cumplimiento y promueve la implantación de un sistema de patronaje basado en la consideración de tres parámetros: perímetro de busto, cintura y cadera, en función de la estatura.
Además, con la elaboración del estudio también se promueve una imagen de belleza saludable adaptando los maniquíes de pasarela y escaparate a las dimensiones de la población real.
Para elaborar el estudio se definió una muestra de 10.415 mujeres, divididas en diez grupos de edad, de manera que cada uno de ellos fuera representativo de la población española en ese intervalo:
- Cuatro segmentos entre 12 y 19 años, las edades en las que más cambia el cuerpo de la mujer.
- Otros dos entre los 20 y los 25.
- Y los cuatro restantes, por décadas, hasta los 70 años.
Estas mujeres, citadas aleatoriamente según el diseño muestral, residen en las 59 localidades españolas en las que se han realizado las mediciones.
Las medidas, tomadas durante casi cinco meses, se efectuaron en seis cabinas de medición del Instituto Biomecánico de Valencia, que calculan automáticamente 130 medidas en 30 segundos. Esta innovadora técnica permite obtener la forma del cuerpo en tres dimensiones, lo que facilita, en una segunda fase, lograr prácticamente cualquier dato métrico sobre la muestra estudiada.
Morfotipos que no se habían catalogado nunca
El objetivo del estudio se ha logrado. Sus resultados, sobre el conjunto de medidas de perímetro de pecho, cintura y cadera en relación con la estatura, desvelan la existencia de tres morfotipos generalizados entre la población femenina en España. Son tipos que no se habían catalogado hasta ahora, ya que la anatomía siempre ha establecido categorías científicas en función del sexo masculino.
Por primera vez, y en virtud del compromiso del Gobierno de España con las cuestiones de salud y género, se puede establecer que el cuerpo de la mujer española responde a tres categorías distintas según su forma anatómica: diábolo, campana y cilindro.
Los resultados del estudio muestran una detallada fotografía de cómo son las mujeres en España por grupos de edad.
En estatura, las más altas son las chicas de entre 18 y 19 años, con 162,6 centímetros de media. Las más jóvenes avanzan progresivamente desde los 157,7 de las niñas de 12-13 hasta los 161,6 de las de 16 y 17. A partir de la veintena, la altura se sostiene hasta los treinta años. A partir de esa edad, las mujeres españolas son cada vez más bajas hasta la medida de 154,7 centímetros de media del grupo de entre 60 y 70 años.
Los datos de peso reflejan que la mayoría de las españolas está en medidas convencionales. Según el Índice de Masa Corporal (IMC) de las participantes en el estudio y la clasificación de la Organización Mundial de la Salud:
- El 56,2 por 100 de las mujeres tiene un peso normal.
- El 24,9 por 100 tiene sobrepeso.
- El 5 por 100, delgadez leve.
En estos tres grupos, que no requerirían consulta ni tratamiento médico ni por exceso ni por defecto de IMC, se sitúa el 86,1 por 100 de la población femenina.
Tal y como reflejan los resultados, la obesidad se hace más presente con la edad. Entre las mayores, de 60 a 70 años, la obesidad en sus diferentes grados afecta al 31,8 por 100 de la población. Las más jóvenes, sin embargo, son las que más rango de delgadez elevada presentan, aunque siempre en porcentajes pequeños.
Entre 18 y 19 años, el 2 por 100 de las mujeres medidas tenía un IMC incluido en las categorías de delgadez moderada o severa.
Las niñas, menores de 17 años, se sitúan mayoritariamente en el peso normal (entre el 68,3 por 100 y el 68,7 por 100, según la edad), aunque más del 10 por 100 está en situación de peso excesivo.
Un sistema de patronaje más preciso
Todos estos datos, junto con las mediciones de perímetro de pecho, cintura y cadera, recomiendan la adopción en España de un sistema de patronaje más preciso, de acuerdo con la norma EN 13402-3-2004.
Este formato, en lugar de circunscribirse a una talla sencilla, tal y como hoy la conocemos, debería contemplar varios parámetros distintos. De esta manera, el tamaño de la ropa quedaría definido por códigos con tres dígitos que contemplarían pecho, cintura y cadera para cada estatura.
En función de todos estos parámetros, las mujeres en España pueden clasificarse en función de los tres morfotipos ya citados:
- Diábolo, el mayoritario, que engloba al 39% de la población.
- Campana, con el 25 por 100.
- Cilindro, con el 36 por 100.
Por edades, es destacable cómo en los momentos de la pubertad y la juventud (12-30 años) predomina la forma cilindro, mientras en la madurez (de 31 a 60) prima el modelo diábolo, seguido del cilindro y el campana con distinta proporción según el segmento de edad. A partir de los 60 es el modelo campana el más extendido.