Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Intervención de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez

24.8.2012

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Sra. Báñez.- En primer lugar, quisiera recordar como el presidente Rajoy --hoy también lo ha dicho la Vicepresidenta en esta rueda de prensa-- en su debate de investidura como presidente del Gobierno dejó clara una cosa a todos los españoles: el Gobierno de España va a estar cerca y va a ayudar a todos los españoles que más lo necesiten en la salida de la crisis.

Este Plan, con un conjunto de medidas que ya ha ido tomando el Gobierno en estos meses, pone de manifiesto ese compromiso: ayudar a las personas, a las familias españolas, que más lo necesiten y que sean más vulnerables en la salida de la crisis. Ése es un gran objetivo del Gobierno y a eso nos vamos a dedicar en esta ocasión y en los próximos meses.

Por ese motivo, nada más llegar a nuestra responsabilidad, prorrogamos en diciembre de 2011 el famoso Plan PREPARA, el Plan que hoy traemos al Consejo de Ministros para su nueva configuración, después de la evaluación que el Real Decreto Ley de creación de 2011, por parte de un Gobierno anterior, ponía de manifiesto y obligaba al Gobierno de turno. Por tanto, lo que estamos haciendo es actuar con rigor, con seriedad y, sobre todo, cumpliendo la ley, cumpliendo ese Real Decreto Ley que preveía, al final de cada período, la evaluación y posterior prórroga de este Programa.

Quisiera decirles también que los objetivos de este Programa siguen siendo los mismos: por una parte, atender a las personas más vulnerables en el mercado de trabajo y en la salida de la crisis, y, por otra, y muy importante, que sea un camino a la entrada, de verdad, en el mercado de trabajo.

Este Programa tiene la virtualidad que configura itinerarios personalizados a los beneficiarios del mismo, primero, formándolos y recualificándolos para que, posteriormente, puedan entrar, de verdad, en el mercado de trabajo.

Les recuerdo que este Programa lo pueden pasar los beneficiarios por una sola vez en su vida. Es decir, sólo cobrarán durante toda su vida seis meses y esos seis meses tienen que ser, de verdad, una puerta a la formación para el empleo. Por eso redenominamos este Programa como Nuevo PREPARA para el empleo porque, si no, estaríamos viendo frustradas las expectativas de mucha gente que ve en este Programa esa última puerta de entrada en el mercado de trabajo.

Entre las mejoras que incluye, y en ese ánimo de ayudar a los que más lo necesitan en la salida de la crisis, hemos elevado la cuantía de la ayuda de este programa, en los casos de parados con mayores cargas familiares, de 400 a 450 euros al mes. De esa manera, también ayudamos a los que tienen más responsabilidad familiar con una ayuda mayor.

También quiero agradecer, porque hemos tenido durante este mes de agosto contactos con los agentes sociales, con los empresarios y los sindicatos, la disponibilidad de todos ellos a mejorar, entre todos, la formación de los beneficiarios de este Programa para que consigamos esa mayor inserción en el mercado de trabajo.

Además, quiero agradecer la disponibilidad de las Comunidades Autónomas a colaborar, mejorando entre todos la gestión, ya que se trata de un Programa en el que gestionamos conjuntamente el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas, para que, de verdad, los objetivos de inserción en el mercado de trabajo puedan ser efectivos y puedan ser eficaces.

Les anuncio también que, como resultado de las conversaciones que ha tenido el Gobierno con los agentes sociales, y aunque estamos obligados a evaluarlo al final del Programa, el compromiso de evaluación parcial en los tres primeros meses de puesta en vigor de este Programa va a ser un compromiso del Gobierno. Nos reuniremos con los agentes sociales en el ecuador de este Programa para mejorar, en lo que quepa, ese plan para la formación y para el empleo que tenemos por delante, que es el Plan PREPARA.

Hasta ahora el Plan PREPARA, como antes señalé, tiene su origen en el Real Decreto 1/2011 del Gobierno anterior. Ha sido prorrogado en dos ocasiones: una por el partido y el Gobierno socialista, en agosto del año pasado, y otra en diciembre de ese año por el Gobierno de Mariano Rajoy. En su día se creó para beneficiarios, que eran aquellos parados que hubieran agotado la prestación contributiva o cualquier subsidio del sistema, que acreditaran rentas inferiores al 75 por 100 del Salario Mínimo Interprofesional, contando la unidad familiar; pero la diferencia entre el PREPARA que ha estado en vigor hasta el 15 de agosto y el Nuevo PREPARA es que no contaban los ascendientes, y en el futuro sí contarán.

Es, además, compatible, siempre que no se llegue a ese tope, con ayudas de las Comunidades Autónomas, y lo va a seguir siendo, y, además, desde el primer momento es una obligación de los beneficiarios aceptar ese compromiso de actividad, porque es un programa para el empleo.

La duración va a ser igual, de seis meses, y el contenido de la ayuda económica, que era entonces de 400 euros, va a seguir en la mayoría de los casos también en el nuevo Programa, excepto en los nuevos parados que tengan mayores cargas familiares, en cuyo caso lo elevaremos a 450 euros.

Es de resaltar, y es muy importante que insista en ello, que se trata de un plan individual para mejorar la empleabilidad y, por tanto, facilitar así su nueva vuelta al mercado de trabajo de los parados.

El objetivo, como ya les decía al principio, siempre ha sido atender a las situaciones de mayor necesidad, recuperar el empleo de los que pasen por él y exige siempre evaluación una vez concluido el Programa.

Durante este mes de agosto, una vez concluido el 31 de julio, hemos estado evaluando intensamente el Programa desde su creación, algo que, como dije antes, era una obligación legal y nunca se hizo, y los resultados han sido algo decepcionantes. Han pasado por él 500.000 beneficiarios y han concluido el Programa 307.000.

Quiero resaltar también en este momento que los que iniciaron el Programa en la etapa anterior continuarán en las mismas condiciones cobrando el PREPARA hasta el final de esos seis meses. A ellos no se les van a modificar las condiciones de acceso. A nadie que esté cobrando hoy y que esté en el programa PREPARA actualmente en vigor se les van a cambiar las condiciones, porque he visto alguna noticia diferente en ese sentido.

Los beneficiarios han sido, en su mayoría, hombres, 56 por 100, frente al 44 por 100 de mujeres, y la consignación presupuestaria de todo el Programa hasta este momento han sido 1.120 millones de euros.

Sorprende que, siendo un programa para la formación y la recualificación profesional de las personas que pasan por él, haya tenido un efecto muy limitado en ese sentido. Los itinerarios personalizados han consistido, en su mayoría, en orientación, no en formación. Orientación es, en la mayoría de los casos, un curso o una charla de tres horas de cómo se hace un currículum o cómo se busca empleo. El 93 por 100 de las acciones han sido ésas, el 8 por 100 sólo ha asistido a un curso de formación para la recualificación y menos de un 2 por 100 han tenido acciones destinadas a impulsar el emprendimiento por parte de los Servicios Públicos de Empleo, ya sean autonómicos o nacionales.

Reducida eficacia también en la inserción, siendo un Programa creado para el empleo: el 70 por 100 de esas trescientas mil personas que ya han pasado no concluyeron el Programa, pero no han podido volver al mercado de trabajo.

Además, los que han conseguido entrar en el mercado de trabajo, que son unos pocos, se han colocado en empleos de reducida duración. Sólo el 18 por 100 de todos los que han logrado insertarse en el mercado de trabajo han trabajado más de dos meses y menos del 1 por 100 --éste es un dato muy demostrativo--, el 0.95 por 100, de todos los contratos han sido indefinidos; es decir, del total de contratos sólo 4.769.

Por tanto, tras la evaluación los resultados han sido bastante limitados.

En cuanto a las condiciones de acceso, lo que resulta de la evaluación que hemos realizado durante el mes de agosto es que hay desempleados de corta duración, que no parece que sean los desempleados que tengan más necesidad en la salida de la crisis; también algunos de ellos que conviven en núcleos familiares que tienen rentas altas, que tampoco son los parados más vulnerables, e incluso se han producido, digamos, duplicidades de personas que reciben rentas asistenciales de Comunidades Autónomas e, incluso, de Ayuntamientos que no se han tenido en cuenta y que se solapan al evaluar este Programa.

Ya puso de manifiesto el Tribunal de Cuentas en 2010, haciendo un análisis sobre la renta activa de inserción, que entre todos (Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y entidades locales) teníamos que mejorar la transparencia en la asignación de las ayudas asistenciales y de todo tipo de ayudas estatales porque se podían producir solapamientos y duplicidades. El Gobierno también va a trabajar en ese sentido.

Por tanto, de las conclusiones de la evaluación nos vemos en la necesidad, en la obligación, de reorientar y de reformar este Programa para que sea, de verdad, un programa que se dirija a quienes más lo necesitan, a los que realmente necesitan la ayuda del Gobierno en la salida de la crisis; y que mejore, además, los mecanismos para los que se creó, que no son otros que la formación, la mejor cualificación, para encontrar un empleo, porque es un programa para el empleo. Además, debemos de intensificar la coordinación y la colaboración con las Comunidades Autónomas para mejorar esa eficacia y esa eficiencia en la gestión.

Por tanto, el nuevo Plan PREPARA queda configurado con nuevos contenidos, empezando por lo que les decía al principio, con más ayuda: se incrementa en más de trescientos euros la ayuda a los beneficiarios que acrediten tener, al menos, más de tres personas a su cargo en el núcleo familiar; se prioriza a los más vulnerables y por eso se centra el Programa en los parados que tienen cargas familiares y aquellos que llevan más tiempo en el desempleo, parados de larga duración; se mejora, además, la consideración de renta familiar y se tendrá en cuenta, en este caso también, no sólo a los descendientes, sino también a los ascendientes de la unidad familiar.

Vamos a intentar que sea un programa más eficaz y por eso vamos a seguir el compromiso de actividad para la inserción laboral; vamos a intentar mejorar la eficiencia, en coordinación y colaboración con las Comunidades Autónomas, así como mejorar la gestión.

Me gustaría decir, porque se ha debatido mucho estos días sobre el Programa, decir que creemos que la nueva reconfiguración del Programa hace de él un programa más equitativo y más justo en términos de justicia social también.

Les quisiera poner un ejemplo. En lo que se ha debatido estos días de si es bueno o no incluir a los padres, a los ascendientes, en la consideración de unidad familiar, nosotros entendemos que lo que se hace con eso es ganar todos los ciudadanos en términos de equidad, porque, por ejemplo, si en una familia de cuatro miembros los padres tienen una renta conjunta de ocho mil euros al mes, los dos hijos en la actualidad están en el paro y tienen derecho al PREPARA porque cumplen el resto de condiciones, hoy, tal como se configuró anteriormente el Programa, cobrarían los dos hijos el PREPARA teniendo unos padres que tienen una renta mensual de ocho mil euros.

Por otra parte, en otra familia de cuatro miembros compuesta por los abuelos, que tienen una renta conjunta de novecientos euros, una hija, en este caso madre soltera, que solicita el PREPARA y su hijo está trabajando y recibe un sueldo de mil euros al mes, esta chica no sería beneficiaria del PREPARA porque, al considerar sólo a los descendientes, la renta de su hijo, dividida entre dos por la unidad familiar, le sacaría del Programa.

Por tanto, tendríamos a dos hijos de un matrimonio que tienen rentas altas y los dos cobrarían el PREPARA, y una familia que parece, a la vista de todos, que lo necesita más estaría fuera.

Con la nueva configuración del Programa, los de arriba, los que tienen rentas superiores a esos ocho mil euros, no cobrarían el PREPARA porque no son los parados más vulnerables a la salida de la crisis y pueden utilizar el colchón familiar buscando empleo, porque los Servicios Públicos de Empleo les van a seguir dando formación y van a tenerlos a su disposición siempre para buscar empleo; pero la solicitante que forma parte de una familia con unos abuelos que tienen rentas de novecientos euros, y un hijo que tiene a su cargo que cobra mil euros de sueldo, sí tendría en este caso posibilidad de pedir el PREPARA y buscar en ese Programa una oportunidad, no sólo de tener un renta, sino también de formarse para el empleo.

Por tanto, el criterio de justicia, que dijo la vicepresidenta, y la configuración de los ascendientes en la unidad familiar parece que, en muchos casos, benefician a los que, de verdad, lo necesitan en términos de equidad.