Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Intervención del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete

10.1.2014

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Sr. Arias Cañete.- El Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto de Ley de regulación del procedimiento para determinar la representatividad de las Organizaciones Profesionales Agrarias y de creación del Consejo Agrario.

Tradicionalmente, la representatividad de las organizaciones agrarias se efectuaba en base a los resultados de las elecciones a Cámaras Agrarias, siguiendo un procedimiento que establecía la Ley 23 del año 1986. Sin embargo, esa legislación se suprimió en el año 2005 y hay muchas Comunidades Autónomas en las que no existen las Cámaras Agrarias --Andalucía, Valencia, Baleares y Canarias-- y otras Comunidades Autónomas en las que, aunque no se han suprimido, no tienen funciones reales.

Por eso, en el año 2009, cuando se estableció la representatividad en el sector agrario, la Ley 10/2009 establecía dos procedimientos: el 15 por 100 de votos emitidos en procesos electorales de nueve Comunidades Autónomas, o bien que fueran reconocidas como más representativas en diez Comunidades Autónomas.

La Ley no se ha podido aplicar, en primer lugar, porque no ha habido elecciones en las Comunidades Autónomas a Cámaras Agrarias; sólo ha habido dos Comunidades que han convocado elecciones a Cámaras Agrarias después de 2009: una ha sido Cataluña y la otra ha sido Castilla y León. Y las situaciones son enormemente complicadas, porque hay Comunidades Autónomas que no convocan elecciones desde el año 2002, que son Aragón, Asturias, Cantabria, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia o Navarra; y otras que no las han convocado nunca, como es el caso de Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha, Baleares y Canarias, y el País Vasco utiliza métodos indirectos.

Por lo tanto, el procedimiento de elección a Cámaras no era válido para determinar la representatividad y el segundo método, que era el que fueran reconocidas como más representativas, sin ningún procedimiento electoral, por las Comunidades Autónomas, nos parecía un método que no conducía a resultados razonables, porque equiparaba soluciones distintas. Podía ser que una gran organización con gran apoyo nacional, pero obtenido en menos de diez Comunidades, no tuviera carácter representativa y otra que fuera más insignificante lo tuviera.

Por lo tanto, hemos creído necesario articular un procedimiento más racional para determinar la representatividad de las organizaciones profesionales agrarias. Para eso creamos un censo nacional, que además supera el histórico de las Cámaras Agrarias, en el que solamente votaban los autónomos, los que estaban inscritos en el régimen de autónomos, y aquí lo extendemos a muchos más supuestos de agricultores.

Entendemos que serán las organizaciones más representativas las que obtengan un 15 por 100 de todos los votos válidos emitidos a nivel nacional, pues por fin vamos a ver una elección de carácter nacional, y hay que tener el 15 por 100 de votos a nivel nacional; y, además, que obtengan en 6 Comunidades Autónomas, al menos, el 5 por 100 de los votos válidos emitidos en la consulta para garantizar que sean organizaciones que tienen real implantación en el territorio.

Y se sustituye el Comité Asesor Agrario, creado por la Ley de 2009, por un nuevo Consejo Agrario, con representación proporcional. En el Consejo actual, en el que existe de organizaciones agrarias, se da la paradoja de que, como no ha habido elecciones, se entiende que las tres organizaciones más representativas son ASAJA, COAG y UPA, y que, además, lo son al 33,33 por 100 y, por tanto, ocupan puestos de vocales en función de esa distribución. En el nuevo sistema, en función del resultado electoral, de acuerdo con el principio de proporcionalidad, adjudicaremos los puestos como vocales.

Van a poder participar, a diferencia del sistema anterior, también las personas jurídicas, que ya participaban en las viejas elecciones a Cámaras pero que luego fueron eliminadas. Por lo tanto, las sociedades mercantiles que tengan como objeto exclusivo la actividad agraria podrán elegir sus representantes, sus organizaciones agrarias que los representen en la interlocución con el Estado. Y en el caso de las personas físicas, incluimos los afiliados a la Seguridad Social por cuenta propia que se dediquen a actividades agrarias, de acuerdo con los datos que obren en la Tesorería de la Seguridad Social; pero, además, gente que no esté en el régimen agrario o que tenga otra profesión, pero que perciba pagos directos de la Política Agraria Común superiores a tres mil euros también podrán votar, y también podrán votar aquellos agricultores que declaren una renta procedente de las actividades agrarias en un porcentaje que sea igual o superior al 25 por 100 de su renta total.

En definitiva, queremos que todo el que desarrolla una actividad agraria real en el territorio pueda tener capacidad de sufragio activo para elegir a sus representantes en el Consejo Asesor Agrario. Estas consultas se van a fijar cada cinco años y serán unas elecciones que se harán en un solo día. Habrá mesas comarcales que abarcarán un máximo de 1.400 electores y podrá utilizarse también el voto por correo. Serán las organizaciones más representativas, como he dicho antes, las que obtengan un 15 por 100 de los votos válidos emitidos en todo el Estado y, además, en seis Comunidades Autónomas que obtengan el 5 por 100.

Estos representantes elegidos tendrán participación en el Consejo Agrario, que tendrá competencia de emisión de informes y propuestas en materia de agricultura, y estará compuesto de diez miembros, más el presidente.

Éste es un sistema que va a ser más racional, es un sistema más transparente, es un sistema más democrático y es un sistema que tiene un censo que va a recoger a todos los que realizan actividad agraria y que va a hacer que las organizaciones agrarias tengan mayor legitimación en su interlocución con el Gobierno de la nación.

Por lo tanto, cuando termine la tramitación parlamentaria, inmediatamente procederemos a la convocatoria electoral, para la cual ya el Presupuesto del Estado tiene partidas en previsión de que esta Ley pudiera ser aprobada en el próximo período de sesiones.

La segunda norma que quiero presentarles es una norma que ha sido muy laboriosa de gestación: es el Real Decreto por el que se aprueba la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico.

El jamón ibérico es un producto estrella en la gastronomía española, es el buque insignia. Es, posiblemente, el producto agrario o ganadero en el que tenemos, como ha dicho la Vicepresidenta, prácticamente la exclusividad, porque se realiza a través de una raza única, que es el cerdo ibérico, que solamente compartimos con nuestros amigos portugueses, y, además, se desarrolla en el marco de unos ecosistemas, como son las dehesas, que son también propios de nuestro territorio. Por lo tanto, es un producto que es único, es un producto estrella de la gastronomía y que, además, nuestros grandes cocineros, que son prescriptores de opinión, lo están colocando en todos sus restaurantes y en todas las acciones de promoción que realizan al exterior de comunicación de la cocina española.

Es un producto que tiene que tener una enorme protección desde los poderes públicos para garantizar la calidad y para garantizar que sea un motor de exportaciones.

¿Qué había ocurrido con el tema del jamón ibérico? Primero, que se habían relajado los criterios de calidad en las normas que aprobó el anterior Gobierno, que además eran enormemente confusas en cuanto a las denominaciones. Por lo tanto, nosotros lo que hemos querido es volver a retomar una defensa a ultranza de la calidad, de la transparencia y de la información a los consumidores.

Por lo tanto, ésta es una ley que quiere mejorar la información del consumidor, ofreciendo al consumidor unos sistemas de denominaciones comerciales mucho más sencillos. La norma anterior tenía ocho; antes se hablaba de ibérico de bellota, ibérico puro de bellota, ibérico de recebo, puro de recebo, ibérico de cebo de campo, puro de cebo de campo, ibérico de cebo e ibérico puro de cebo. Era bastante complejo y en los prototipos raciales tampoco tenían el mismo desarrollo que estamos haciendo en este momento.

Teniendo en cuenta, además, el desarrollo de los sistemas productivos e industriales, hemos querido hacer una norma que pudiera acoger a todos: a aquellos que producen en dehesa y a aquellos producen industrialmente, y que pudieran cohabitar, sin que la norma expulse a nadie de su actual sistema y estableciendo sistemas transitorios de adaptación.

Pero nosotros teníamos, ya digo, dos preocupaciones: la primera, la relajación de los criterios de calidad. Los criterios de calidad ¿qué estaban produciendo? Cuando había confusión en el consumidor, cuando el consumidor no percibía la calidad claramente, ¿qué ocurría? Que la raza ibérica iba desapareciendo. En los últimos cuatro años se ha perdido en España el 70 por 100 de la cabaña ibérica en sacrificios; es decir, si en el año 2008 sacrificábamos de ibérico puro 517.000 cerdos, en el año 2012 eran 143.000 cerdos. Y si ya nos vamos al ibérico puro de bellota, en ese caso en 2008 se sacrificaban en España cerca de 20.000 cerdos --19.767--; en el año 2012, 3.116. Había ido retrocediendo la raza y había ido retrocediendo el sistema de crianza en dehesa a base de bellota. Por tanto, el jamón de más calidad, que es el ibérico 100 por 100 puro alimentado con bellota, en ese momento tenía enormes problemas. Eso nos ha llevado a hacer una defensa muy clara de la raza ibérica y también una mayor transparencia de información al consumidor.

Todas las asociaciones del sector nos han pedido que reformáramos la norma. No es una ocurrencia del Gobierno que quiere legislar e intervenir, sino que el sector, preocupado por la desaparición de la raza, preocupado por la caída de precios y preocupado por la confusión en los consumidores, le ha pedido al Gobierno que intervenga, y hemos tenido una larguísima elaboración de esta norma. Esta norma lleva casi dos años de negociación, de diálogo y de búsqueda de acuerdos. Por lo tanto, creo que una de las pautas del proceso de revisión ha sido la colaboración y diálogo, y uno de los impulsos que hemos tenido para hacer todo este diálogo es que la norma anterior había fracasado, que tenía dificultades de aplicación y mucha complejidad en los sistemas de control.

¿Cuáles van a ser los cambios que va a encontrar el consumidor? Los consumidores van a encontrar un cambio importante en la denominación de la venta de los productos. Se ha considerado importante resaltar la alimentación de los animales en la calidad de los productos ibéricos, sobre todo, en el caso de los animales criados a base de bellota para diferenciarlos de los que han sido criados en cebaderos intensivos. Por eso se ha cambiado el orden en la denominación de venta y pasa a primer lugar el modo de alimentación y el sistema de manejo, y para garantizar un manejo de los animales que otorgue la máxima calidad, además, se establecen condiciones más estrictas.

Teniendo en cuenta, además, el grado de pureza racial de los animales, se ha reforzado en el etiquetado también la información sobre la pureza racial. En el caso de los animales ibéricos puros, 100 por 100 ibéricos, se incluye el porcentaje en la propia denominación de venta y en el caso de los animales cruzados --ya saben que el ibérico cruzado es de ibérico puro con el cerdo Duroc Jersey--, en ese caso el porcentaje racial no se incluye en la denominación de venta, pero tiene que estar en la etiqueta como mención obligatoria, en un tamaño adecuado y próximo a la denominación comercial. Además, habrá un control a través de la certificación de la asociación responsable de protección a la raza.

Por tanto, reducimos a cuatro las denominaciones comerciales que, en el caso del jamón, serían las siguientes e irían señaladas con unas bridas de color. Va a ser muy fácil porque cada jamón va a llevar una brida de color: en el caso del jamón de bellota cien por cien ibérico será una brida de color negro; si es bellota ibérico, pero no es cien por cien, tendrá el jamón una brida de color colorado en la pata desde el momento en que se sacrifique; en el caso del cebo de campo ibérico será una brida de color verde y, en el caso del cebo ibérico, una brida de color blanco. Con esto va a ser facilísima la identificación de un jamón, porque se coloca la brida, no se puede eliminar, todas tienen trazabilidad, tienen sus códigos de barras y tenemos garantizada la trazabilidad del jamón, la identidad del jamón y una información facilísima para los consumidores.

Luego, hay denominaciones facultativas. Una de las cosas que habíamos observado en el proceso de elaboración de la norma es que algunos animales que jamás habían visto una dehesa ni habían tomado una bellota, cuando se vendían, tenían una maravillosa etiqueta de un campo verde, una foto maravillosa, un cerdito que estaba viajando por los caminos de la dehesa y, claro, el despiste del consumidor era extraordinario. Parece una broma, pero no es una broma, porque al consumidor que no esté muy ilustrado ve aquello y dice: "éste, desde luego, debe ser un cerdo de bellota, criado con bellota, ibérico…" No. Ahora ya hemos reservado las denominaciones: por ejemplo, "pata negra" queda para el bellota cien por cien ibérico y "dehesa" o "montanera" sólo se podrán utilizar para el caso del ibérico. Por tanto, esto quita muchos problemas; con lo cual ya no va a haber confusión.

La transparencia y la información al consumidor son fundamentales para la defensa de la calidad y para que los ganaderos obtengan precios muy importantes. Por tanto, más allá de la sonrisa que pueda producir esto… Por lo tanto, vamos a identificarlos cada jamón con su brida, va a haber un control de la interprofesional del ibérico, que es ASICI, y luego la Mesa de Coordinación de Calidad, junto con las Comunidades Autónomas, hará desarrollos de control.

Tenemos períodos transitorios, de tal manera que los que quieran adaptarse a la nueva norma desde el 1 de marzo de 2014 lo pueden hacer. A los jamones que están en elaboración no le vamos a poder cambiar el sistema de etiquetado y vamos a darles un período transitorio para que puedan agotar las existencias; pero todo jamón que se sacrifique desde mañana empieza ya con su brida, con lo cual la norma empieza su trayectoria.

Yo confío en que este Real Decreto va a ser una apuesta por la calidad, por la transparencia y por la información a los consumidores, y nos va a permitir, tanto en el mercado nacional como en los mercados de exportación, competir con un producto único, el producto estrella de la gastronomía española --basta ir a cualquier cóctel para ver lo primero que se acaba--, y, por lo tanto, tratar de que volvamos a recuperar los números que tenía la raza antes de que empezara la crisis y que este producto estrella de la gastronomía esté presente en las mesas españolas y, sobre todo, conquiste los mercados de exportación.

Finalmente, hoy hemos aprobado la ampliación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Se suma una nueva superficie de 1.102 hectáreas, que son fincas de titularidad pública, como ha dicho la Vicepresidenta, unas del Organismo Parques Nacionales y otro de la Fundación Biodiversidad, dependientes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Es importante porque el Parque pasa de 1.928 hectáreas a 3.000 y porque todas las zonas del sistema hídrico completo de las Tablas de Daimiel, al estar rodeadas de mayor territorio, tienen mayor protección y mayor presión, además de que con esta ampliación se incluyen una excelente representación de un encinar sobre calizas, con su sotobosque, una representación de la dehesa manchega, tipologías de vegetación de depósitos eólicos y, además, la fauna, flora y valores geomorfológicos complementarios.

En 2013 hemos ampliado los Parques Nacionales en casi 35.000 hectáreas, porque hemos declarado el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y hemos ampliado el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, y en este momento los quince Parques Nacionales que conforman la Red suponen un total de 381.000 hectáreas y el 0,76 por 100 del territorio nacional. Es decir, hemos hecho durante este año un incremento del 10 por 100 de estos espacios de superficie, de estos espacios protegidos, y esto sitúa a nuestro país a la vanguardia de aquellos países que protegen sus ecosistemas naturales.