Un ataque con armas químicas es un crimen contra la humanidad. Los responsables de éste y otros ataques previos deben ser sometidos a la justicia.
Lamentamos la paralización del Consejo de Seguridad en esta cuestión. Preferimos siempre la acción concertada internacional a las acciones unilaterales. Cuando estas suceden, deben ser proporcionadas, como ha sido el caso en esta ocasión.
Aquellos que apoyan al régimen sirio tienen que ejercer toda la presión necesaria para evitar los ataques contra la población civil. No son aceptables las continuas violaciones del alto el fuego. Pero usar armas químicas es una cuestión cualitativamente diferente y de una gravedad extrema. Lamentablemente no es la primera vez, deseamos que sea la última.
Solo un proceso político de transición, como se ha recogido en las resoluciones del Consejo de Seguridad, puede traer la paz definitiva a Siria. Es un proceso que debe estar encabezado por Naciones Unidas. España apoya completamente ese proceso como única forma de acabar con imágenes como las que hemos visto estos días de niños muriendo entre sufrimientos atroces. Nada justifica algo así.