Dicha adopción ha tenido lugar en sesión del Consejo presidida por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, y tras un debate de alto nivel en el que ha participado, entre otros, el vicesecretario general de las Naciones Unidas, Jan Eliasson. La Resolución ha recibido un amplio apoyo, con el co-patrocinio de 71 Estados, incluyendo todos los miembros del propio Consejo de Seguridad.
La adopción de la Resolución 2325 culmina la tarea desempeñada por España en materia de no proliferación en los dos últimos años. España ha liderado en el Consejo de Seguridad los esfuerzos para combatir la proliferación, y ha asumido la responsabilidad, sin precedentes, de presidir los tres Comités del Consejo relativos a la no proliferación de armas de destrucción masiva, el Comité 1540, el Comité 1718 sobre sanciones a la República Popular Democrática de Corea, y la Facilitación del Acuerdo nuclear con Irán, plasmado en la resolución 2231 del Consejo de Seguridad.
Con la adopción hoy de la Resolución 2325 concluye el proceso de Revisión Global de la Resolución 1540 (2004), el principal instrumento internacional para prevenir estos riesgos y amenazas. Este proceso ha sido liderado por España desde la presidencia del Comité 1540 en el período 2015-2016, y ha contado con la participación activa de las Naciones Unidas y sus Estados Miembros, organizaciones internacionales y la sociedad civil, particularmente el mundo empresarial y académico.
El texto hoy adoptado reafirma el compromiso de la comunidad internacional con la no proliferación de armas de destrucción masiva, estableciendo medidas novedosas. En concreto, se pide a los Estados y al Comité 1540 que se centren en los sectores y regiones que necesitan más atención, y tengan en cuenta los nuevos riesgos de proliferación.
Además, se mejora la asistencia a los Estados que lo soliciten para luchar contra la proliferación, y se estrecha la coordinación entre el Consejo de Seguridad y las organizaciones internacionales. De igual modo, se impulsa la transparencia en los trabajos del Consejo de Seguridad en este ámbito y se reconoce el papel de los parlamentarios y de la sociedad civil en la lucha contra la proliferación.
En suma, la Resolución 2325 crea unas bases renovadas para los próximos cinco años que refuerzan los mecanismos de prevención del riesgo de la posesión y empleo de armas de destrucción masiva por terroristas.