El Gobierno lamenta la decisión e insta a la máxima contención y respeto escrupuloso de las vidas de civiles y las instalaciones de servicios sociales como escuelas o centros de salud.
España reitera el llamamiento al alto el fuego a todas las partes combatientes y reafirma la necesidad de un ambiente de calma que permita retomar las negociaciones para una solución basada en dos estados, que resulta gravemente puesta en riesgo por los acontecimientos presentes.