Martínez López ha abierto el congreso internacional 'Cuerpos Incómodos', que hasta el próximo sábado 21 de julio reúne en San Sebastián a algunos de los principales especialistas mundiales en el análisis de las exhumaciones de fosas comunes como herramientas de derechos humanos que a través de los principios de verdad, justicia y reparación están transformando de manera radical los modos de gestión del pasado traumático.
El director general de Memoria Histórica ha recordado que las víctimas de los vencedores de la Guerra Civil fueron reparadas, ellas y sus familiares, desde los primeros años de la posguerra mediante homenajes y recuerdos simbólicos que el franquismo mantuvo y estimuló sobre todo durante las primeras décadas de la dictadura.
En cambio, las víctimas de los vencidos fueron olvidadas y estigmatizadas durante los largos años de la dictadura franquista y sus cuerpos en muchos casos siguen yaciendo en fosas comunes de cementerios, parajes abiertos y cunetas repartidas por todo el país.
"La asimetría en el tratamiento a unas y otras víctimas y a sus familiares ha sido evidente a lo largo del franquismo y las primeras décadas de la democracia restaurada", ha denunciado Martínez López. Los intentos por superar esta situación culminaron con la aprobación de la llamada Ley de Memoria Histórica de 2007, que intentó poner las bases de la recuperación de la dignidad de las víctimas con, entre otras medidas, un renovado, aunque insuficiente, impulso a los procesos de exhumaciones de víctimas republicanas de la guerra abandonadas en fosas comunes.
El director general ha recordado que el pasado 11 de julio, en su comparecencia en el Congreso, la ministra Dolores Delgado anunció una reforma integral de la ley de 2007 que atribuirá al Estado el liderazgo del proceso de exhumación de fosas comunes.
"La exhumación de los cadáveres en fosas comunes no se puede dilatar por más tiempo en España. Es una ignominia. Somos el único país de la Europa central y occidental en el que aún hay fosas comunes y estoy convencido de que la democracia española no terminará de asentarse mientras siga habiendo fosas comunes en cementerios y en las cunetas de la geografía española", ha defendido el director general.
La futura reforma pretende corregir las insuficiencias que han impedido a la Ley de Memoria Histórica alcanzar sus objetivos en sus diez años de recorrido, y a la vez dar cumplimiento a las recomendaciones de los organismos internacionales humanitarios, como el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas.
Comisión de la Verdad
Martínez López ha hecho un repaso de las novedades que incluirá la reforma de la ley de 2007, de las que destacó la creación de una Comisión de la Verdad, que ha presentado como "la última esperanza de las víctimas del franquismo".
Esta comisión investigará los abusos y violaciones de los derechos humanos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Su creación "tal vez pueda ser considerada como un hecho simbólico, con todo lo que de restitución de la dignidad de las victimas puede conllevar. Pero estos hechos simbólicos pueden tener una amplia repercusión si marcan realmente una agenda de ruptura con el pasado y de compromiso con la democracia y el respeto a los derechos humanos", ha concluido Martínez López.